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Soy Daniel Duarte, editor general, y esta semana pasada dos sucesos políticos en Paraguay y Argentina se destacaron por su relación con la ciencia. El primero, la asunción de Santiago Peña, por su ausencia; y el segundo, la victoria de Javier Milei en las PASO, por su ataque contra ella.
No solo no hubo mención alguna de la ciencia en el discurso inaugural de Peña como presidente; sobre el único tema científico que abordó, el cambio climático, desinformó. Tampoco estuvieron presentes palabras como derechos humanos ni niñez o adolescencia, evidenciando la baja prioridad, al menos comunicacionalmente. En otra alocución pública repitió el mito histórico que no quiere morir, el del supuesto primer tren de Sudamérica.
En el país vecino, el candidato libertario que se perfila como el próximo presidente prometió cerrar el CONICET y el Ministerio de Ciencia. No sorprende de alguien que niega el cambio climático y que habla con economistas y perros muertos, pero es lamentable que el país sudamericano con más premios Nobel de ciencia pueda llegar a ese punto. |