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Soy Daniel Duarte, editor general, y esta semana fue noticia la presentación de unas momias supuestamente extraterrestres en el Congreso de México (spoiler: no lo son). No se tratan de otra cosa más que las modificadas momias de Nazca, un fraude conocido en Perú hace años y por el cual incluso hay una denuncia penal por afectación del patrimonio arquelógico del país.
Días de memes después, la cosa se puso seria cuando la NASA publicó un informe sobre los OVNI (Objetos Voladores no Identificados). A diferencia de lo que desinformaron varios medios, la NASA no confirmó la existencia de extraterrestres—al contrario, afirmó que todos los avistamientos han tenido explicaciones "normales".
Pero en cuanto a comunicar sobre ciencia, la NASA hizo algo bastante dañino: en lugar de dar vuelta página y dedicarse a asuntos más productivos, invirtió la carga de la prueba y declaró que "faltan más datos", creando un departamento para estudiar los OVNI.
Como argumenta Daniel Marín de Naukas, "nunca habrá suficientes pruebas de que los OVNI no existan". Ya que estamos, ¿por qué no empezar a buscar más datos de los fantasmas, que muchas personas dicen haber visto? Como si no faltaba más en medio del auge de la desinformación, la NASA decide sin quererlo impulsar el negocio de las conspiraciones, al que seguro le irá bien en los años que viene. |