Por Milagros Fariña y Jessica Ortiz
La ciencia no solo se vive en laboratorios: también se experimenta en cada espacio de conversación. En el marco del III Festival Internacional de la Ciencia del Paraguay, investigadores nacionales e internacionales compartieron ideas, experiencias y hallazgos que están marcando la ciencia, bajo el lema: Un país, varias naciones para compartir.
Del 7 al 10 de mayo se desarrolló la primera etapa del Festival, en Asunción. Se abordaron temas de diversas áreas, pero todos con un mismo objetivo: acercar el conocimiento científico a las personas.
Entre virus, algoritmos y oportunidades

El miércoles 7 de mayo, día inaugural, fuimos partícipes de charlas significativas con especialistas como Benjamín Barán Cegla (Premio Nacional de Ciencia 1996 y 2018), quien compartió testimonios sobre los desafíos y oportunidades para quienes se interesan en la computación en Paraguay.
Laura Mendoza Torres (Premio Nacional de Ciencia 2014) presentó su investigación sobre Pruebas moleculares aplicadas al estudio de cánceres asociados al virus del papiloma humano (VPH) en Paraguay, destacando logros y desafíos. Esta charla fue especialmente relevante por el impacto de esta problemática en nuestra sociedad, donde el VPH representa una crisis epidemiológica.
Pero, ¿podría esto tener un freno? Sería muy difícil si no se prioriza profundizar el conocimiento sobre el VPH y no se enfoca la intervención en los sectores más vulnerables, como las comunidades del interior, donde persisten limitaciones sanitarias y educativas.
Inspiración, comunidad y coraje: cuando la ciencia también es resistencia

«No podés hacer ciencia porque sos mujer». Esta fue una de las frases desafiantes que enfrentó la Dra. Andrea Weiler, una de las invitadas destacadas, durante su carrera como bióloga. Su historia inspiró a los presentes a no dejarse condicionar por los prejuicios.
Hoy es científica y madre de siete hijos: un ejemplo de resistencia y perseverancia. El camino no es fácil pero tampoco imposible. “Cualquiera puede ser científico. No se necesita mucha inteligencia. Yo no soy muy inteligente, pero soy constante”, afirmó.
También hizo énfasis en la importancia de crear comunidad: “Solo no se hace ciencia” y “La única forma de llegar lejos es asociarse con gente que sabe”. Con conocimiento se pueden resolver los problemas del país, aseguró.

Participaron también David Galeano, Pedro Acosta y Rodrigo Ríos, quienes compartieron experiencias y estrategias sobre cómo hacer ciencia y divulgación en Paraguay en sus respectivas áreas. Alentaron a los jóvenes a buscar grupos con quienes investigar, a seguir su curiosidad y a disfrutar de lo que aman.
Durante la tarde, se trataron temas como El rol de un PhD en el sector privado, por Walter Sandoval; El viaje de la investigación hasta la innovación tecnológica, con José Luis Vázquez; Herramientas informáticas para la exploración de genes y proteínas, con la Alejandra Recalde; Moisés Bertoni: el desafío de hacer ciencia en Paraguay, con Bárbara Gómez; y La importancia de la vigilancia tecnológica en los negocios, con Ariel Insaurralde Alviso.
Mirando al cielo y cuidando la tierra

Como si todo esto fuera poco, el tercer día del festival miramos más allá de la Tierra y exploramos las fronteras del conocimiento: del Big Bang a la búsqueda de exoplanetas habitables, de la mano del astrofísico Leandro Abaroa. También reflexionamos sobre la salud pública en Paraguay con Guillermo Sequera.
El sábado bien temprano, se realizó una actividad extraordinaria: la observación de aves en La Costanera de Asunción, guiada por Fátima Ortiz. Durante esta experiencia, los participantes identificaron diversas especies y aprendieron sobre sus comportamientos y roles en el ecosistema. Fue una actividad educativa y entretenida, que promovió la conciencia ambiental.
Luego, se desarrolló el webinario Introducción a la evolución cultural, a cargo de Sergio Morales Inga. Finalmente, a la noche se celebró un encuentro ameno entre jóvenes científicos en el Jardín de Mainumby: Fátima Ortiz, Leandro Abaroa, Jorge Jara y Alexandra Vuyk.

Cada uno compartió sus inicios y trayectorias, animando al público con ideas frescas y nuevas posibilidades. “Lo primero que deben tener es curiosidad. No hay ciencia sin curiosidad”, afirmó Vuyk.
Este festival fue una explosión de ideas, descubrimientos y conexiones humanas. Fuimos verdaderamente privilegiados al recibir conocimientos enriquecedores de destacados científicos y especialistas. Además de aprender, rompimos prejuicios: los científicos no son fríos ni distantes. Descubrimos su calidad humana, su sencillez y algo más, que la ciencia no es aburrida, como muchos dicen por ahí.
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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur