El ninguneo a la filosofía, el negacionismo sobre las matanzas indígenas y la falta de respeto a un científico internacional por parte del viceministro de Culto, Fernando Griffith, siguen cosechando rechazo de la comunidad de catedráticos e investigadores de Paraguay. El MEC no se expidió todavía.
El martes pasado, en el marco del Seminario internacional sobre la participación en la transformación educativa frente a nuevos contextos apoyado por la Unión Europea y la Organización de Estados Iberoamericanos, el funcionario causó vergüenza nacional en pleno webinario.
Según la trabajadora social y profesora Monin Carrizo Piris, de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), el Ministerio de Educación y Ciencias se relaciona de manera fundamentalista y verticalista al negar la diversidad de visiones y tratando de imponer su postura, en medio de un debate necesario sobre participación.
Sostuvo que la intervención del viceministro fue vergonzosa para la ciudadanía paraguaya, para la comunidad académica del país y para los extranjeros que participaban del seminario. Aunque especialmente una decepción, por el nivel de invitados que tenía el encuentro online, que incluía a los investigadores chilenos Humberto Maturana y Ximena Davila.
«El evento evidenció el verdadero pensamiento educativo del MEC como institución. Ha sido una intervención muy coherente sobre la posición política y el modelo educativo que acompaña el Ministerio desde sus autoridades principales, ministros y viceministros. Esta es una gestión que no escucha, que impone, que utiliza la palabra participación como un acto meramente decorativo y que ha demostrado autoritarismo y violencia en cómo se ha referido a los grandes académicos invitados», dijo Carrizo a Ciencia del Sur.
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Para la catedrática, las autoridades educativas no solo han demostrado ser irrespetuosas en actos oficiales y contra grandes eminencias académicas -a quienes ellos mismos invitaron para aportar- sino que evidenciaron mucha ignorancia y que -por sus perfiles- no deberían estar hoy en dichos cargos.
La docente resaltó que el Estado paraguayo y la ciudadanía pagan enormes salarios al viceministro Griffith, para que este salga públicamente a invalidar, desconocer y burlarse de las ciencias sociales como ciencias. Esto por afirmar que la formación filosófica no tiene supuestamente rigurosidad metodológica.
«Lo dicho por el viceministro ha sido violento para Maturana imagino, pero también para el ámbito de todas las demás áreas de las ciencias, que no son las exactas o naturales. Griffith tiene razón en algo, el MEC no va a cambiar nada y con sus afirmaciones del seminario solo demuestra que está impulsando la farsa de la transformación educativa, un cambiar en papeles para no cambiar nada», sentenció.
Pero también rescató que hay mucha gente con capacidad técnica en el MEC, que es muy valiosa. Aunque la clase política que está al frente de esa institución está muy lejos de tener una real intención de mejorar, transformar algo, repensar la realidad educativa y menos otorgar participación efectiva para lograr los cambios.
«¿Qué podemos esperar de un Ministerio de Educación que amenazó a niños y niñas con dejarle sin alimentos si no entregaban la tarea en época de pandemia?», cuestionó.
Instituciones como la Sociedad Paraguaya de Filosofía y el Centro de Investigación en Filosofía y Ciencias Humanas elaboraron un documento donde exigen que el MEC pida disculpas y aclaran varias desinformaciones lanzadas por el viceministro. El Dr. José Manuel Silvero A., filósofo e profesor de la UNA, calificó el hecho como chabacano y ridículo.
«Las autoridades del MEC le deben una disculpa pública a Humberto Maturana. Lo acontecido hoy es el culmen de lo chabacano y lo ridículo. Pero también es el anticipo de un desastre sin precedentes«, indicó el pensador e investigador categorizado en el PRONII del Conacyt.
Mientras que ninguna organización académica o científica se pronunció a favor de Griffith, que sí logró cosechar apoyo de grupos, movimientos o políticos fundamentalistas de las redes sociales.
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Los fundamentalismos no dialogan
Monin aseguró que los fundamentalismos representan al pensamiento único, al modelo único de pensar, de entender la realidad y de vivirla, todo de manera dogmática, por lo que no dialogan, sino que imponen desde prácticas autoritarias y niegan todo lo que no sea su línea de pensamiento.
«El MEC como institución se relaciona desde una posición fundamentalista y dogmática. No solo desconoció a Maturana como cientista, sino que lo trató de invalidar, menospreció sus aportes, haciéndose eco de la posición del MEC sobre lo que se va a cambiar o no. Si el MEC ya tiene posición y decisión tomadas, ¿para qué abre espacios? Y esto desde una posición autoritaria, desconocedora de conocimientos, que reconoce únicamente su propia voz, no hay posibilidad de construir ninguna transformación educativa», manifestó.
Para la docente univeritaria, si las autoridades del MEC no fueron capaces de escuchar de forma respetuosa y tomar los aportes significativos que han compartido Maturana y Ximena en un seminario internacional público, menos podríamos pensar que escucharán ni a docentes, o estudiantes, directivos o funcionarios.
De hecho, apuntó, es lo que vienen denunciando sobre el modelo de gestión que tiene el MEC: vertical, no participativo ni representativo de las voces de sus miembros.
«Este proyecto de transformación educativa se da a conocer como es y será. Lastimosamente el Estado, MEC, ministro y viceministros están volviendo a repetir los mismos errores de otras gestiones y las tantas reformas educativas que cambiaron para no cambiar nada hasta hoy», indicó.
Y concluyó: Si el MEC no deja su autoritarismo y su dogmatismo para sentarse a trabajar, de forma sincera con la sociedad, pensando como país las urgencias que si se precisan transformar, no solo seguirá siendo una farsa educativa, sino también un despilfarro de recursos económicos que se podrían invertir en las muchas necesidades educativas.
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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur