Reserva Natural Privada Campo Iris, en Boquerón. (Alberto Yanosky)
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Un artículo científico publicado en la Revista de Ciencias Ambientales – Tropical Journal of Environmental Sciences de la Universidad Nacional de Costa Rica divulgó un inédito trabajo de evaluación de las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) de Paraguay en un periodo de 24 años. Los autores, biólogos e investigadores, encontraron pérdida de superficie de áreas protegidas y falta de gestión adecuada de estas zonas.

El trabajo “Una evaluación de los 24 años de implementación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Paraguay” fue elaborado por los investigadores José Luis Cartes, Director de Guyra Paraguay y Alberto Yanosky, Presidente del Comité Paraguayo de la UICN, ambos científicos categorizados en el PRONII del CONACYT.

“Los resultados señalan fuertes deficiencias en el proceso de creación de las Áreas Protegidas. Se identificaron problemas traducidos en pérdidas de superficies de área protegida, reducción de categoría de manejo y la pérdida de diez áreas protegidas. Las mayores causas del decrecimiento del sistema en términos de superficie están asociadas a la falta de una gestión adecuada, causas políticas y reclamos de tierras”, dice parte del trabajo.

Según el Dr. Yanosky, uno de los autores, lo que se hizo fue sistematizar los distintos órganos legales de creación y modificación de las ASP y analizar los cambios de su tamaño a lo largo del tiempo hasta el 2018. Este fue el primer análisis de esta envergadura y con medidas para la efectividad del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Paraguay (SINASIP) en términos de crecimiento y decrecimiento en la superficie de cobertura de todo el sistema, y de cada categoría de manejo.

En el trabajo se ve que desde 1954 a 2018 fueron creadas 102 Áreas Silvestres Protegidas en el Paraguay. Pero recién en 1994, con la ley 352 se empezó a consolidar el sistema.

“Paraguay empieza tímidamente con algunas unidades de conservación. En 1994, cuando se consolida el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas se comenzó a trabajar en el marco del mandato de la Ley 352. Lo que hicimos es un análisis, es la primera formalización técnico-científica de un análisis de todas las áreas protegidas del país”, relató el Dr. Yanosky.

Para el biólogo conservacionista, esta investigación se vuelve importante porque en estos momentos se está trabajando en la actualización del SINASIP, por lo que se podrá incorporar esta información con la de otros expertos en el área a esta evaluación y visión a futuro.

Arroyo en la Reserva de Recursos Manejados San Rafael. (Foto de Emily Horton)

“Básicamente, tenemos algunos éxitos y –quizás lo más importante- es que hemos avanzado y contamos con un sistema formalizado, que figura de alguna manera un poco «escondido» dentro de lo que es la institucionalidad en materia ambiental. Porque lo que tiene que ver con áreas protegidas está incluido dentro de una dirección general de conservación de biodiversidad dentro de un  ministerio”, expresó.

“Si bien hay evolución, no se le ha dado un rol preponderante a las Áreas Protegidas en el Paraguay. Hay tímidamente algunas actividades, como en las concesiones turísticas, que es una estrategia importante para hacer que la ciudadanía se apropie del acervo natural del país y lo disfrute”, señaló.

“Analizamos las categorías de manejo, ver cuánto de esto tiene relación con las categorías internacionales, dónde están ubicadas las áreas, cuándo fueron creadas legalmente, qué superficie y qué tipo de estatus tienen actualmente. Una de las cosas que llamó la atención fue la tendencia a bajar de categoría de protección, cómo algunas áreas que fueron originalmente parque nacional y finalmente fueron cambiadas, por incapacidad de implementarlas como tales”, indicó.

Y agregó: Lo que hicimos fue analizar los cambios en la superficie de cobertura y en las categorías de manejo. Por ejemplo cambios de Parque Nacional a la categoría de Reservas de Recursos Manejados, que es menos estricta. Entonces, lo que ocurre es rebajar de una categoría de protección estricta a menos estricta bajo el pretexto de que no hubo recursos para poder implementar el área.

Los parques nacionales que pasaron a ser Reserva de Recursos Manejados fueron Tinfunqué, Ypacarai, Ybyturuzu e Ypoa. U otros casos, como el de la Reserva San Rafael – Tekoha Guasu, uno de los casos más emblemático, con falta de implementación.

“Un aspecto importante. En 2008 decíamos que teníamos una tarea pendiente porque teníamos un sistema de áreas protegidas que debía conservar la biodiversidad, y que sin embargo sus áreas no necesariamente se crearon para conservar especies de la biodiversidad, y también había varios ecosistemas del Paraguay que no estaban en ninguna unidad de conservación”, afirmó.

“Esta investigación es una llamada de atención porque si no ponemos esfuerzos en conservar las unidades que tenemos y buscar conservar aquellos elementos de la biodiversidad que no están en el sistema, Paraguay va a perder gran parte de su acervo natural. Y va tirar por la borda gran parte del trabajo que se hace desde 1994”, insistió el científico.

Consultado sobre este aporte, el Lic. José Luis Cartes, primer autor del trabajo, dijo a Ciencia del Sur que «este estudio demuestra la urgente necesidad de que las áreas designadas de alguna u otra forma (decretos, leyes, resoluciones) como área protegida sean declaradas como no sujetas a la reforma agraria, tal como lo establece la ley 352/94 que evidentemente no se cumple.»

«Estamos algunas organizaciones no gubernamentales que ya adquirimos 106.000 has en todo el país para Reservas. Con el apoyo del Estado se podrían asegurar muchas áreas que todavía no fueron inscritas en el registro público como ASP. También existen recursos como regalías de Itaipú y también obras públicas. No es posible que simplemente se recurra al argumento de falta de fondos para comprometer la pérdida de recursos naturales cuyo costo es mucho más elevado y se constituye en una deuda para las generaciones futuras«, agregó el director de Guyra.

Río Monday, en el departamento de Alto Paraná. (Alberto Yanosky)

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