Desde el desarrollo de un interferómetro para bajas frecuencias hasta la creación de un laboratorio del telescopio Q-U Bolometric Interferometer for Cosmology (QUBIC), Argentina se destaca en materia de astronomía. El país sudamericano cuenta con diferentes proyectos de referencia mundial.
No es fácil implementar —o incluso dirigir— un proyecto que quiere encontrar evidencia de la teoría de la inflación cósmica del Big Bang mientras se apuesta por el desarrollo espacial, otras líneas de investigación y la cátedra. Es el caso del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), involucrado en varios proyectos y programas.
Su director, el Dr. Gustavo E. Romero, reafirmó a Ciencia del Sur el papel de la Argentina en materia de I+D en astronomía y astrofísica y resaltó algunas de las iniciativas de su «investitución».
El país del Cono Sur también colabora y utiliza los grandes telescopios en líneas de investigación en el área. “Tenemos una larga experiencia en astronomía de rayos X. Hemos realizado muchas observaciones con instrumentos satelitales en ese rango de energía. Algunos miembros de mi grupo de trabajo formaron parte de paneles de evaluación y selección de instrumentos con los telescopios Chandra, XMN-Newton y NuSTAR”, dijo Romero.
Destacó que en Argentina se creó la cátedra de Astronomía de Rayos X, cuyo profesor es el Dr. Jorge Combi, en la Universidad Nacional de La Plata. “Tenemos una tradición importante. Es el país más fuerte de América Latina en investigaciones de rayos X”, según el astrofísico.
En estos momentos, el IAR está involucrado en muchos proyectos interesantes, a decir de Romero. “Estamos en pleno desarrollo de un interferómetro para bajas frecuencias. Estamos construyendo el demostrador tecnológico en el IAR. Será el futuro gran instrumento observacional de nuestro instituto. También estamos actualizando nuestros radiotelescopios con nueva tecnología y trabajando en el diseño de un radiotelescopio lunar”, destacó.
Como si esto no fuera suficiente, el IAR está Involucrado en el proyecto de telescopio QUBIC, que acaba de inaugurar su laboratorio de integración en Salta y del cual Romero es uno de los tres directores argentinos del proyecto. En este momento, todo su sistema está en proceso de verificación con el objetivo de que a principios de marzo de 2022 pueda ser subido a 5 mil metros de altura para comenzar a operar meses después.
“QUBIC es un instrumento que funciona a temperaturas muy bajas, que pueden llegar a estar entre 4 K y 0,3 K sobre el cero absoluto en diferentes partes del aparato. El interior de ese criostato es el lugar con mayor vacío que hay en el sistema solar. El objetivo del instrumento es medir la polarización de la radiación de fondo cósmico, lo que se llama los modos B de esa polarización. Si esos modos existen, son indicativos de la existencia de ondas gravitacionales primordiales que tienen información sobre cómo comenzó la expansión del universo”, comentó.
Romero, quien además es colaborador y directivo de Ciencia del Sur, citó otros proyectos como la creación de un nuevo radiotelescopio, que se encuentra en etapa de desarrollo conceptual, y el desarrollo tecnológico para el sector espacial y, mínimamente, también para el sector médico.
Tampoco hay que olvidar que el IAR colaboró con el instrumento JUICE (JUpiter ICy Moons Explorer) de la Agencia Espacial Europea, trabaja en el satélite Sabia-Mar de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, así como en varios nanosatélites y desarrollos para antenas del espacio profundo.
Luego del nacimiento del universo
QUBIC es un proyecto emblemático de cosmología experimental que quiere descubrir qué pasó en los primeros instantes luego del Big Bang. Involucra a universidades y centros de investigación de Argentina, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos.
Por Argentina participan el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la provincia de Salta.
Según el CONICET, el telescopio se instalará en Alto Chorrillos, provincia de Salta, que también albergará al radiotelescopio argentino-brasileño LLAMA (Large Latin American Millimiter Array) para observaciones astronómicas en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas.
“De esta manera, el noroeste argentino se transformará en un centro de atracción científica a nivel nacional, regional y global, gracias a un conjunto de factores que hacen del sitio un lugar privilegiado para realizar mediciones astrofísicas, entre ellos, las relacionadas con la claridad del cielo, la temperatura, la velocidad del viento y la humedad relativa del aire”, según el CONICET.
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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur
