
Con un récord de asistentes y un firme llamado a fortalecer la investigación y las políticas públicas basadas en evidencia, concluyó el III Festival Internacional de la Ciencia, organizado por Ciencia del Sur. Durante seis días, cerca de 1.500 personas participaron en más de 30 actividades celebradas simultáneamente en Asunción y Pedro Juan Caballero, demostrando el creciente interés de la sociedad paraguaya por la ciencia en todas sus disciplinas.
Bajo el lema “Un país, varias naciones para compartir”, el coordinador general del Festival, Eduardo Quintana, destacó la diversidad de espacios del conocimiento involucrados: desde las culturas indígenas y la herencia de las olas migratorias que forjaron nuestro presente hasta las más modernas corrientes científicas.
“Este Festival es una pequeña muestra de cómo funciona la ciencia: la inter y multidisciplinariedad, el trabajo colaborativo y la curiosidad compartida”, subrayó Quintana, quien agradeció el apoyo de instituciones, investigadores y voluntarios que hicieron posible el evento.
La Universidad Central del Paraguay (UCP), filial Pedro Juan Caballero, fue auspiciante en el norte. En Asunción fue la Universidad Iberoamericana. El aval científico fue del Instituto de Patología e Investigación y del Instituto Argentino de Radioastronomía. Las instituciones que apoyaron el Festival fueron Guyra Paraguay, Astronomía Paraguay y Transferteq.
Evidencia para comprender y transformar la realidad
“El conocimiento basado en evidencia, con investigaciones rigurosas y serias, permite comprender nuestro entorno y habilita mejores respuestas a los retos del país”, afirmó Quintana. Este énfasis en la evidencia se convirtió en el hilo conductor de conferencias y talleres, insistiendo en que los tomadores de decisiones públicas y los científicos deben nutrirse mutuamente para diseñar políticas efectivas en salud, educación, medio ambiente y desarrollo tecnológico.
El Centro Tecnológico de la Universidad Central del Paraguay, sede principal de la programación en Pedro Juan Caballero, se vio colmado día tras día por estudiantes universitarios y del público interesado. La masiva concurrencia de la UCP rompió el récord de público en ediciones anteriores, mientras que el Centro Regional de Educación Dr. Raúl Peña recibió a más de 240 alumnos de colegios locales en dos actos especiales diseñados para fomentar el interés científico desde edades tempranas.
En un entorno urbano y fresco, la bióloga Fátima Ortiz condujo la observación de 15 especies de aves en la laguna Punta Porã. Su conferencia posterior puso énfasis en la urgencia de conservar nuestros ecosistemas aviares, y presentó el proyecto Melodías del Sur, que analiza patrones de canto y comportamiento de aves en el departamento de Ñeembucú. “Cada especie es un indicador de salud ambiental. Perderlas sería no solo una tragedia natural sino también científica”, advirtió Ortiz.
La arqueóloga Mirtha Alfonso reveló los hallazgos en el cerro Guazú (Jasuka Venda) de Amambay. Gracias a dataciones radiocarbónicas, se estima que sociedades de cazadores y recolectores habitaron ese abrigo o refugio rocoso hace unos 5.200 años, convirtiendo la región en la zona más antigua habitada del actual Paraguay. En su taller de arqueología, que reunió a más de 100 estudiantes, Alfonso explicó técnicas de excavación y registro de hallazgos, reforzando la idea de que conocer nuestros orígenes es esencial para entender la evolución cultural de Paraguay.
El Dr. David Galeano, investigador destacado del Festival, exploró la profunda huella del guaraní en el español paraguayo. Palabras y construcciones como “si qué” o “un poco” ilustran la fusión lingüística que distingue nuestro habla. “El guaraní no solo es idioma, es identidad viva de la mayoría de los 140.000 indígenas y millones de paraguayos que lo hablamos cotidianamente”, afirmó Galeano, quien también destacó la diversidad cultural de los pueblos originarios.
Mientras que la Dra. Gladys Estigarribia, galardonada con el Premio Nacional de Ciencia 2024, remarcó la urgencia de incorporar evidencias sólidas en políticas y prácticas de salud. Como pionera en crear el primer laboratorio de biología molecular del interior del país, específicamente en el departamento de Caaguazú, Estigarribia ilustró cómo técnicas avanzadas de diagnóstico y genómica pueden mejorar el tratamiento de enfermedades infecciosas y crónicas en el interior del país.
El astrofísico argentino Leandro Abaroa trazó un paralelismo entre los métodos colaborativos de siglos pasados y los protocolos rigurosos de la ciencia contemporánea. En su conferencia enfatizó que, más allá de explorar nuevos cuerpos celestes, la innovación metodológica —desde interferometría hasta inteligencia artificial— permite profundizar nuestra comprensión del universo.
El profesor y físico Pedro Acosta, encargado del Curso de Astronomía del Festival, presentó estrategias didácticas para enseñar astronomía a nivel global y describió cómo la astrobiología se posiciona como puente entre la biología y la exploración espacial. Asimismo, hizo un repaso histórico de cómo las pseudociencias —en especial la astrología— han seducido a la humanidad, subrayando que carecen de base empírica para predecir fenómenos reales.
Santiago Velázquez, físico y joven divulgador del Museo de Ciencias, ofreció talleres prácticos para tomar fotografías del cielo con teléfonos celulares y para el manejo de binoculares y telescopios de aficionado. Con sus consejos, los participantes aprendieron a capturar detalles de la Luna y planetas brillantes, acercando la astronomía a todos los públicos.
Cierre con observación lunar y estelar
El broche final del Festival tuvo lugar nuevamente en la laguna Punta Porã, donde bajo la luz de la Luna llena se observó Alfa Centauri y Canopus. Más que un espectáculo visual, esta actividad reunió a científicos y entusiastas en torno a un mensaje común: solo a partir de la evidencia y la curiosidad compartida podremos enfrentar con éxito los desafíos del siglo XXI.
Con un balance positivo y un desafío claro a las autoridades y a la comunidad científica, el III Festival Internacional de la Ciencia deja la lección de que la investigación rigurosa y el diálogo interdisciplinario son la base para políticas públicas efectivas y para el desarrollo armónico de Paraguay.
¿Qué les pareció este artículo?
Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur