Hace unas semanas nos sorprendía la visita de la actriz Megan Fox y el músico Machine Gun Kelly a la costanera de Asunción. Lo que llamaba la atención era su paseo en “un yuyal”, recordándonos que muchos paraguayos todavía percibimos a las áreas verdes urbanas como lugares descuidados y sin utilidad.
El estado de abandono en que se encuentran la mayoría de nuestros espacios públicos apoya esta visión, que se repite con el Parque Guasu Metropolitano (PG), un predio del Ministerio de Defensa Nacional cedido bajo régimen de usufructo al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones. Allí se insiste en construir la Universidad Taiwán-Paraguay pese a la oposición de ciudadanos y diversas instituciones de la sociedad civil, incluyendo a organizaciones que investigan y conservan recursos naturales.
El problema es conceptual y de falta de conocimiento. El Parque Guasu Metropolitano no es un área inútil; no está disponible para cumplir un papel más importante del que está cumpliendo ahora. ¿Puede estar mejor? Por supuesto. ¿Falta seguridad, manejo técnico e infraestructura? Sí, y mucho, pero en este artículo quiero enfocarme en apenas tres de los muchos beneficios que el PG ofrece a la sociedad.
Los servicios ecosistémicos del Parque Guasu
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés), los servicios ecosistémicos son “la multitud de beneficios que la naturaleza aporta a la sociedad”. La biodiversidad es esencial para que los ecosistemas funcionen y para que estos presten sus servicios a todos los organismos vivos.
1. Servicios ecosistémicos de regulación
El parque, con sus 125 hectáreas, ayuda a mitigar el efecto “islas de calor” que se da en las ciudades por la acumulación de inmensas moles de hormigón y demás materiales absorbentes de calor.
En el contexto de las altas temperaturas registradas en el país, las áreas verdes urbanas cumplen un papel fundamental al regular la temperatura.
2. Servicios ecosistémicos de apoyo
Este ecosistema en particular proporciona un espacio vital para flora y fauna representativa del Chaco húmedo y del litoral central. Es hábitat de especies nativas de mamíferos, aves, reptiles, anfibios e insectos.
Aves
El PG figura como el segundo lugar entre los sitios de interés para observar aves según la plataforma eBird, una iniciativa de ciencia ciudadana creada por el Laboratorio de Cornell (EE. UU.) con el apoyo de observadores paraguayos y extranjeros que visitan el parque.
En la plataforma se ha registrado 256 especies de aves, tales como el guacamayo rojo (Ara chloropterus) y el guacamayo canindé (Ara ararauna), que se encuentran en peligro de extinción en Paraguay según resolución 254/19 del MADES, así como otras migratorias que provienen del norte y realizan sus paradas, entre otros lugares, en el PG, como el pitotoi chico (Tringa flavipes).
Mamíferos
Entre los mamíferos observados en el PG está el aguará pope (Procyon cancrivorus), el aguara’i (Cerdocyon thous), el hurón (Galictis cuja) y el jaguarundí (Herpailurus yagouaroundi).
Flora
Se puede encontrar al aromita (Vachellia caven), un árbol melífero, es decir, que produce néctar y polen utilizado por las abejas y otros polinizadores. También existen otras especies arbóreas como: ceibo (Erythrina crista-galli), timbó (Enterolobium contortisiliquum) y yvyraro (Pterogyne nitens).
Además, en sectores del parque se están realizando trabajos de restauración ecológica, impulsando la recuperación de la vegetación nativa.
3. Servicios ecosistémicos culturales
El PG es un área pública y de libre acceso. Es decir, cualquier persona puede entrar al predio y hacer uso del espacio para múltiples actividades, tales como recreación familiar, deporte, observación de la naturaleza, turismo, educación ambiental o pasear a su mascota.
No es necesario estar asociado a ningún club, partido político, asociación, ni abonar ninguna cuota.
Existen alternativas
Diversos profesionales de las ramas del urbanismo, arquitectura, e ingeniería civil, así como docentes y técnicos, organizados e independientes, mencionaron alternativas de ubicación para la universidad: el Centro Histórico de Asunción, predios del Instituto de Previsión Social, la Costanera Norte, el campus de la Universidad Nacional de Asunción, o incluso llevar la obra a otros departamentos del país, tales como Caaguazú, Alto Paraná e Itapúa.
Recordemos que hasta estos días la educación universitaria sigue bastante centralizada en la capital y el departamento Central. Las opciones son diversas, y desde este espacio de opinión no se busca elegir un sitio definitivo, sino dejar en claro que un parque público no debería ser opción.
No debemos permitir que la enorme necesidad de inversión en educación y ciencias que sufre el Paraguay nos haga creer que una cosa debe ir en detrimento de otra. La educación universitaria no debería robar el espacio a un parque urbano, existiendo otras opciones. Tenemos, en la misma medida, el derecho a una educación de calidad y a un ambiente saludable. No toquemos el Parque Guasu Metropolitano.
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Fiorella Pirovano Torras
Ingeniera ambiental por la Universidad Nacional de Asunción. Desde 2013 realiza trabajos como voluntaria en gestión y monitoreo de Áreas Silvestres Protegidas de Paraguay y Argentina en ambientes como el Chaco, Bosque Atlántico y Patagonia, además de colaborar en plataformas de ciencia ciudadana y espacios de divulgación. Es consultora en Sistemas de Información Geográfica de proyectos ambientales y se encuentra cursando una maestría en conservación de la biodiversidad en la Universidad de Buenos Aires, con tema de tesis enfocado en el papel de las áreas protegidas en el contexto del cambio climático.
Bravo FIO. Me encanto tu opinión clara y concisa s el parque Guazu. Sigue adelante con éxitos en tus estudios p bien de todos. Cristina Cabañas de Ramirez
Creo que son mas de tres razones, cuando se habla de los Servicios Ecosistémicos en el Parque Guazú, pues los servicios son muchos mas que tres, al efecto es necesario diferenciar las funciones ecosistémicas como los procesos biológicos, geoquímicos y físicos que tienen lugar en un ecosistema y producen un servicio, y servicios ecosistémicos como los beneficios que las personas obtienen de los ecosistemas.
Se enuncian tres grupos de funciones ecosistémicas (regulación, apoyo y culturales) siendo cada una de estas funciones productora de diversos servicios que de los cuales se beneficia la ciudadanía, como lo son entre muchos Servicios Ecosistémicos los recursos genéticos, amortiguación de eventos extremos, disminución de enfermedades y plagas, solo por enumerar algunos servicios que son dispensados gratuitamente por el parque y que generan una mejor calidad de vida.