«Estudiar en Suecia es mucho más accesible y menos burocrático para los paraguayos que desean aplicar, por ejemplo, a las Becas Carlos Antonio López (Becal) o a otras becas. La sociedad sueca es muy diferente a la paraguaya, pero allí los ciudadanos son muy abiertos, tolerantes y solidarios «, afirmó la bioquímica y divulgadora Silvia Trigüis.
Con la charla de Silvia se inició esta semana el Ciclo Ciencia Abierta, el espacio de Ciencia del Sur para la divulgación de las ciencias y las humanidades. En el primer encuentro, realizado en la Sociedad Científica del Paraguay, se habló del sistema educativo sueco y de las oportunidades de hacer una carrera científica en el país escandinavo.
Previamente, el editor general de CdS, Daniel Duarte, presentó el portal del diario a los científicos y público presente, haciendo hincapié en las innovaciones de este portal sudamericano, que tiene sede en Asunción.
Duarte indicó que en tan poco tiempo, Ciencia del Sur está posicionando los temas de ciencia, tecnología y humanidades en la discusión pública y los materiales son republicados o debatidos en diversos círculos académicos y mediáticos.
Adelantó que en poco tiempo se tendrán los artículos y podcast en guaraní, para que los guaranihablantes también puedan tener acceso a la información científica de relevancia.
Por su parte, Silvia comentó que existen más ventajas que límites para estudiar en Escandinavia. Manifestó que en el país que entrega los Premios Nobel, se invierte enormemente en educación y ciencia (3,1% del PIB) y que el Estado sueco otorga varios beneficios a los estudiantes internacionales. Resaltó que a diferencia del Reino Unido o Estados Unidos, por ejemplo, aplicar a una universidad sueca es mucho más barato, tanto en las tasas, como en las matrículas y cuotas.
«En otras partes del mundo la educación es muy cara porque muchas universidades están más interesadas en generar ingresos económicos, pero en Suecia lo que importa es la educación, la formación. Se prioriza la investigación y los profesores ayudan enormemente a los estudiantes, no existe una barrera entre el docente y el alumno. Los profesores se preocupan porque los estudiantes aprendan, pero en serio», sostuvo.
También destacó que la digitalización ayuda enormemente a superar los trámites burocráticos que tienen otras universidades extranjeras, donde exigen documentos autenticados, sellados y firmados. Silvia afirmó que le sorprendió el nivel de tolerancia en la sociedad sueca, al punto que las personas más educadas son las que menos interactúan con los demás.
«Están muy aislados. Eso no pasa por una cuestión de racismo u odio, sino porque respetan al individuo, respetan el espacio y la vida de los demás. Eso es muy destacable y sorprendente. También respetan a las minorías y siguen aceptando muchos refugiados del Medio Oriente, pero también de Europa», finalizó
Trigüis está cursando actualmente una maestría en Biotecnología Aplicada en la Universidad de Uppsala, al este del país.
¿Qué te pareció este artículo?
Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur