Un mundo globalizado y de constantes avances obliga a los países a buscar otros motores económicos como la innovación y las creaciones científicas y tecnológicas. El valor económico del conocimiento se vuelve clave. En ese sentido, muchos países impulsaron programas de formación de capital humano avanzado para alcanzar un ecosistema que permita transformar su economía. Paraguay es uno de ellos.
Desde 2015, el Estado impulsa un programa nacional de becas de posgrados en el exterior“Carlos Antonio López” (BECAL) con el objetivo de formar a profesionales en las mejores universidades del mundo.
Una de sus modalidades es la autogestionada, donde los postulantes interesados deben primero solicitar su admisión a una universidad según parámetros establecidos y posteriormente aplicar al programa de becas.
En las últimas semanas se suscitaron críticas a la objetividad del proceso de selección de la séptima convocatoria de BECAL. Lo que motivó esta duda fue la adjudicación de una beca para cursar estudios de maestría en Australia a la hija de la ministra de Trabajo. Sin embargo, me adelanto a decir que, salvo que aparezcan nuevas evidencias, su selección no es el resultado de un proceso fraguado, sino de unas bases y condiciones que responden a unos criterios inadecuados para nuestra realidad.
Desde la primera hasta la tercera convocatoria, el proceso de selección de esta modalidad no presentó grandes complicaciones para los responsables del programa. Prácticamente cualquier profesional que cumpliera con lo establecido en las bases y condiciones fue adjudicado.
Las dificultades para seleccionar se presentaron desde la cuarta convocatoria, porque los recursos ya estaban limitados. A partir de ahí, el mayor peso al momento de seleccionar a un postulante lo lleva la posición en tres rankings que Becal utiliza como referencias (Times Higher Education, QS y Arwu).
Para explicar por qué este criterio es limitado, consideremos el siguiente ejemplo. Si un postulante A tiene su carta de admisión para la Universidad de Harvard y el postulante B tiene admisión para la Universidad de São Paulo, la adjudicación será para A.
Por supuesto que Harvard es una excelente universidad, pero aquí BECAL no evalúa ni la importancia del programa de estudios del postulante ni tampoco tiene en cuenta que, para ser admitido a universidades como Harvard y otras top, no se requiere apenas capacidad académica, sino recursos económicos y de preparación que no son accesibles para el joven profesional medio paraguayo.
Puede que el postulante B, admitido en São Paulo, tenga mejores antecedentes académicos y profesionales que el postulante A, e incluso que su programa sea más pertinente. Sin embargo, puede no contar con los recursos suficientes para postular a una universidad top para cursar sus estudios de posgrado.
Tampoco el ranking por área de estudios tiene preponderancia como el general. Por otra parte, el caso de los doctorados tiene una peculiaridad: uno elige la universidad según el tema que quiere investigar y el grupo de investigación que puede recibirle.
Explicado este punto, entonces está respondida la pregunta de por qué la hija de la ministra, que tuvo acceso a educación secundaria y universitaria privilegiada, tiene todo el potencial de ser admitida a una universidad de talla mundial y conseguir la financiación de BECAL. Su caso no es un problema de selección fraudulenta, sino de falta de ética.
Lo que los responsables de BECAL siguen sin entender es que, aunque el objetivo sea la “excelencia”, no pueden seguir elaborando bases y condiciones de un programa trascendental para el país sin tener en cuenta la realidad de la población objetivo.
Si conocemos la desigualdad de base, que es la educación primaria y secundaria, ¿cómo pretendemos establecer un sistema de selección al estilo “libre demanda”?
Continuando con los criterios de elegibilidad de postulantes, el mismo informe de evaluación intermedia de BECAL sugiere que darle preponderancia al ranking por sobre otros criterios también termina generándole al programa un problema de reinserción de los becarios que terminaron sus estudios y retornan al país.
“Candidatos que se postulan para hacer estudios de menor prioridad y necesidad estratégica que están admitidos en universidades que están en el top de los rankings tienen más chance de obtener la beca y menos chance de obtener empleo a su vuelta, dado que su área no es prioridad ni tiene demanda revelada insatisfecha en el país.
En un escenario de recursos escasos, buenos candidatos con admisión en universidades de menor prestigio para hacer estudios de mayor pertinencia estratégica y demanda insatisfecha en el país tienen menos chances de obtener la beca, pero tendrían más oportunidades de obtener con facilidad un empleo al regreso, que contribuya al logro de los objetivos estratégicos del país” (Informe final de Evaluación intermedia – Programa Becal, página 79)
Esta situación fue expuesta en reiteradas ocasiones por la asociación de exbecarios del programa, e incluso se realizó una reunión pública. Sin embargo, hasta hoy los responsables no tuvieron en cuenta ninguna de las recomendaciones y, al contrario, reforzaron los criterios anteriores agregando un promedio que es más excluyente aún.
Programas como Colfuturo o Becas Chile focalizan en cada convocatoria las disciplinas a las que van dirigidas las becas y no solo utilizan la tradicional división por áreas STEM, ciencias sociales y humanidades. Incluso Colfuturo cuenta con un subprograma, “Semillero de Talentos”, para lograr que los potenciales candidatos de menores recursos lleguen con la mejor preparación y logren su admisión a excelentes universidades, previo a la postulación al programa de becas.
En Paraguay también se implementó un proyecto voluntario para tratar de ayudar a aquellos jóvenes con menos posibilidades económicas, BecasPy, aunque funciona por fuera de BECAL.
Con todo esto, se puede concluir que los responsables de BECAL deberían plantearse qué camino elegir a partir de ahora: obstinarse con los mismos criterios de elegibilidad y evaluación, o mejorarlos. El logro de los objetivos del programa están en juego.
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Columnista de ciencias políticas y sociales. Abogada por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción. Máster en Políticas Públicas y Sociales (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, España). Exbecaria del Programa Nacional de Becas en el Exterior “Carlos Antonio López”. Exbecaria del International Visitors Leadership Program on “Grassroots Democracy and Civil Society” (US Department of State). Colabora para el proyecto #BecasPy. Actualmente cursa el cuarto año del doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra. Su área de investigación es la regulación y políticas públicas de la calidad de la educación superior.
Concuerdo con gran parte de lo expuesto., mas agrego: a medida que achican el número top de universidades admisibles, agigantan la exclusión y éticamente violan la Constitución, porque cada vez se reducen más las instituciones elegibles de habla Castellana, justamente en un país bilingüe donde la mayoría de los pobres están excluidos del aprendizaje de la lengua inglesa y/o francesa (peor aún).
Otro punto, similar: ¿será que las universidades inglesas y estadounidenses ofrecen estudios más adecuados a nuestra realidad que las de México, Argentina, España o inclusive Brasil? (ojo: cientos de miles son jóvenes ¡trilingües paraguayos!, y aún así sus chances en la Becal son mínimas). No lo creo, en mi caso particular estudié 6 años en México y sé que algunas de sus instituciones no tienen nada que envidiar a las univs. del primer mundo.
Totalmente de acuerdo. Fue mi caso particular; llegué a las entrevistas. Pero me cuestionaron la Universidad. Fui aceptada en la Universidad Estadual de Campinas; está entre las 3 mejores de latinoamerica!! Mi doctorado es en Genética Médica, seré la 2da médica paraguaya formada en eso y es una especialidad que se necesita. Pero NO tuvieron eso en cuenta. Fue muy frustrante!
Excelente artículo, y agregó un dato más, Becal no da un informe de las becas que son rechazadas por los postulantes, debido a que en el proceso de adjudicación obtuvieron otras becas más convenientes, y ni aún así se le concede ese lugar a las personas que Becal mismo puso en la lista de espera.
No entiendo a esta sociedad. La hija de la ministra ganó la beca, estudio y se esforzó. No deberían estar alegres, apoyar la causa, felicitar por obtener tal logro académico? No compro ningún titulo ni robo notas. Y encima gana por entrar a una universidad top. Ustedes pio en que piensan asi? Culparle a la joven que progresa solo por ser hija de X politico, en vez de culpar al sistema educativo, en serio? Que lo que piensan?
Lo que se cuestiona es el criterio para aceptar a los becados, es injusto, debido a que ella, al estar bien posicionada, obviamente va tener ventajas académicas y va acceder más fácilmente a otros que no tuvieron la misma posibilidad.
¡¡Cachetes!! Tenes toda la razón del mundo.
Excelente, pero hay otros programas de Erasmus y Erasmus que son mucho más completos que ofrecen además el presupuesto para la estadia, movilización es una cuestión de averiguar con los representantes de la UE y de Gran Bretaña, antes que tenga un final su feudo, que por lo que se ve se quedan en la UE pero con diferentes tratos, cosa que podría pasar con Mercosur que funciona para lo que es su fin. Podemos dejar el estatus de socio fundador y ser como Chile 😁
Me parece a mi, o ahora esto EMPEORÓ!?
Estuve revisando los últimos becados y son TODOS de la Universidad de Melbourne-Australia,
http://www.becal.gov.py/detalles-de-puntajes-de-seleccionados/
por el simple hecho de que ahora hay un convenio con esa Universidad, entonces me imagino que será muy fácil ser admitido, y al estar en el puesto #34, y estar re cerca de las mejores te suman MUCHÍSIMOS PUNTOS y básicamente al menos que te acepten en Harvard, MIT, u otra Universidad que esté por encima de la de Melbourne, NO PIERDAS TU TIEMPO.
Una verguenza.