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El #8M genera debate en varios ámbitos, en todo el mundo. En diferentes países el feminismo tiene sus defensores y detractores. Sin embargo ¿Cuántas personas se toman el tiempo de leer libros, papers, o algún otro material que ayude a profundizar sobre sus objetivos?

Esto es insuficiente por supuesto, si no hacemos el ejercicio del lector crítico. Por eso en esta reseña me gustaría realizar un resumen sobre un libro que me impresionó por su claridad, y que quiero recomendar a los lectores de Ciencia del Sur: “El feminismo es para todo el mundo” -Feminism is for everybody- de bell hooks.

bell hooks nació en 1952, en Hopkinsville, estado de Kentucky (Estados Unidos) con el nombre de Gloria Jean Watkins (su seudónimo resulta de la combinación de nombres de su madre y su abuela). Ella pide que bell hooks sea escrito en minúsculas, para que lo que destaque de su paso por este mundo sean sus ideas y no su figura.

Es doctora en lengua inglesa y escribió decenas de artículos y libros. ¿Por qué este es interesante en particular? En primer lugar porque sus ideas están expuestas de forma simple y explicativa, pues sus objetivos al escribir fueron que todo el mundo pudiera leerlo y, de esta forma, ayudar a eliminar los prejuicios contra el feminismo (y contra las feministas como mujeres que “odian” a los hombres). Además, sacar el debate de la academia para llevarlo a las personas que están fuera de ella.

Define al feminismo como un movimiento para acabar con el sexismo, la explotación sexista y la opresión. En primer lugar plantea que para entender el feminismo es necesario comprender el sexismo porque ese es el problema contra el que se lucha, independientemente de que lo perpetúen hombres, niños, niñas o mujeres “la amenaza, el enemigo es el pensamiento y comportamiento sexista”.

El sexismo “se refiere a prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características y comportamientos que se espera, las mujeres y los hombres, actúen cotidianamente”.

Reflexiona sobre cómo el movimiento feminista estuvo polarizado desde sus inicios, entre las pensadoras reformistas, que eligieron hacer hincapié en la igualdad de género y las pensadoras revolucionarias -que no querían solamente lograr los mismos derechos sino también acabar con el patriarcado y el sexismo-.

Expone y hace una crítica a lo que denomina “feminismo como estilo de vida”, al que define como la noción de que pueden haber tantos feminismos como mujeres en el mundo. Un feminismo “como estilo de vida” pero vacío de contenido político, porque presupone que las mujeres pueden ser feministas sin desafiar la esencia de la cultura en la que viven o a ellas mismas, lo ejemplifica con el aborto.

Este “feminismo como estilo de vida” es el que más agrada a los medios de comunicación y espacios conservadores, puesto que en el fondo, no cuestiona el sistema patriarcal del cual forman parte.

Pensar en el feminismo para todo el mundo, según bell hooks no es sólo incluir a los hombres, es también mirar el feminismo en la interseccionalidad de clase y raza. Esto en un contexto de la época en la cual, algunas mujeres feministas blancas no integraron ningún compromiso con la lucha antirracista.

En relación a la clase, clarifica cómo y cuándo se inicia el debate acerca de la sororidad muchas activistas entendieron que no podía hablarse de sororidad hasta que no se abordase la cuestión de clase.

Comparte el esfuerzo y trabajos de muchas de ellas, y una reflexión de Rita Mae Brown: “La clase es mucho más que la relación con los medios de producción como la definió Marx. La clase incluye tu comportamiento, tus supuestos básicos, cómo te han enseñado a comportarte, las expectativas que tienes, tanto personas como sobre otras personas, tu concepto del futuro, cómo entiendes y resuelves los problemas, o cómo piensas, sientes o actúas”.

En este punto enfatiza que la única esperanza de auténtica liberación feminista reside en una visión de cambio social que cuestione el elitismo de clase.

Nuevas dificultades

En el libro analiza cómo la llegada del feminismo a la academia fue crucial para el avance del pensamiento pero esto también creó nuevas dificultades.

Plantea que es vital que la literatura académica, relacionada a estudios de género, sea escrita en un lenguaje que pueda ser leído por cualquier persona y no centrarse en un lenguaje técnico o academicista. Expone cómo los estudios de la mujer ayudaron a generar espacios donde formarse, generando grupos constantes de mentes abiertas.

Ella entiende esto como trascendental porque el sólo hecho de ser víctima de un sistema opresivo no significa entender por qué está arraigado y cómo cambiarlo. Sobre esto último hace énfasis en que somos las propias mujeres las que debemos enfrentarnos al pensamiento sexista que nos inculcan desde niñas, para luego pensar hacia el exterior.

La autora expone otros apartados más sobre sexualidad, derechos reproductivos, educación y relaciones de pareja y matrimonio, cuestiones sobre las que no me explayo más, para que quienes se sientan libres puedan leerlo directamente del libro.

Finalmente termino compartiendo esta reflexión de bell hooks que, en la vorágine de discursos machistas que recibimos en muchos lugares, se hace esencial:

“Es imposible que la ciudadanía de este país llegue a conocer las contribuciones positivas que ha generado el movimiento feminista en todas nuestras vidas si no destacamos estos logros. La cultura dominante a menudo se apropia de las contribuciones feministas al bienestar de nuestras comunidades y nuestra sociedad y después proyecta representaciones negativas del feminismo. La mayoría de la gente no entiende las innumerables maneras en las que el feminismo ha cambiado todas nuestras vidas de forma positiva” (página 46).

La escritora y feminista estadounidense bell hooks. (Wikicommons)

 

Nota de editor: El libro El feminismo es para todo el mundo puede leerse y descargarse en español, libre y gratuitamente, en este link gracias a una licencia Creative Commons y al trabajo de geniales mujeres que lo tradujeron.

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Columnista de ciencias políticas y sociales. Abogada por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción. Máster en Políticas Públicas y Sociales (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, España). Exbecaria del Programa Nacional de Becas en el Exterior “Carlos Antonio López”. Exbecaria del International Visitors Leadership Program on “Grassroots Democracy and Civil Society” (US Department of State). Colabora para el proyecto #BecasPy. Actualmente cursa el cuarto año del doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra. Su área de investigación es la regulación y políticas públicas de la calidad de la educación superior.

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