«Las universidades paraguayas deben tener software antiplagio»

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software antiplagio en universidades
«Plagio y fraudes en las investigaciones científicas», 16 de marzo de 2024.
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Para la Dra. Fabiola Román, investigadora paraguaya del Instituto Sanger de Inglaterra, las universidades paraguayas deben contar con herramientas para detectar plagios e instruir a sus docentes en su uso correcto. La también editora científica de Ciencia del Sur dijo que los profesores y orientadores de tesis o tesinas deben ayudar a los estudiantes o investigadores en formación a no caer en los distintos tipos de fraude académico.

Fue durante el taller «Plagio y fraudes en las investigaciones científicas» organizado por Ciencia del Sur el pasado sábado 16 de marzo, donde la bióloga paraguaya residente en Reino Unido revisó ejemplos de diferentes tipos de plagio: el plagio clon, el parafraseo sin citar, remezclar el plagio y el autoplagio.

software antiplagio en universidades
Fuente: «Plagio y fraudes en las investigaciones científicas», 16 de marzo de 2024.

Con respecto a los software antiplagio, explicó que existe una amplia gama, desde los gratuitos hasta los pagos, aquellos básicos que devuelven solo un porcentaje de similitud y otros que muestran en qué lugar del trabajo se cometió el presunto plagio.

«Las universidades tienen que tener software antiplagio. [Un profesor] tiene 50 a 60 trabajos y es una locura revisar todo», dijo, precisando que se debe instruir en el uso correcto y ético de dichas herramientas.

El porcentaje de similitud no es una métrica infalible para juzgar un trabajo; «si una cita textual está correctamente referenciada, no es plagio. Siempre hay que hacer una revisión de lo que detecta el software. El software da una información que hay que leer y analizar».

«Tenemos que referenciar nuestras propias ideas»

Slide de diapositiva referente a los autoplagios
Fuente: «Plagio y fraudes en las investigaciones científicas», 16 de marzo de 2024.

La investigadora destacó el caso del autoplagio, que muchas veces no es tomado en serio.

Cuando se utiliza una idea de nuevo «hay que referenciar que vino de un trabajo anterior, aunque sea propio. Desde que es público hay que referenciar. Uno cree que cuando el trabajo o la idea son suyos, no necesita referenciar más», puntualizó.

Precisó que el plagio puede ser intencional o no, pero aún así daña la reputación del investigador o científico. Citó casos de altas autoridades académicas o políticas que debieron renunciar tras revelarse plagios cometidos años atrás, como el de la exministra de Educación alemana Annette Schavan o la expresidenta de la Universidad de Harvard, Claudine Gay.

«Siempre hay que referenciar. Si una imagen, un pensamiento o una oración no es tuya, hay que referenciar», recalcó.

Román enfatizó la importancia de tener, desde el inicio de la carrera científica o académica, una actitud intelectual correcta y honesta, pues eso luego se traduce en hábitos voluntarios o involuntarios en el análisis de datos y otros aspectos de la investigación, como las coautorías de personas que no participaron del trabajo.

 

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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur

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