4 min. de lectura

 

Por Sandra Villalba ∗

Eliminar por completo ciertos alimentos del régimen diario, ya sea para bajar de peso o buscar llevar una vida más sana, es una práctica muy común. Sin embargo, ¿hay estudios científicos que respalden este hábito?

“No hay evidencia científica de que exista un alimento no saludable o saludable, pero sí podemos hablar de una alimentación sana o una alimentación no sana”, explicó el Lic. Alberto Duarte a Ciencia del Sur, coordinador en Paraguay del Comité de Nutrición y Alimentos para Regímenes Especiales (CCNFSDU) del Codex Alimentarius, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Una persona en buenas condiciones de salud puede consumir toda clase de alimentos siempre dentro de las porciones recomendadas. Las Guías Alimentarias del Paraguay (2015) recomiendan ingerir todos los días un poco de los 7 grupos alimenticios: cereales, tubérculos y derivados, frutas, verduras, leche y derivados, carnes, legumbres secas y huevo, azúcares y mieles, aceites y grasas.

Duarte destacó que “todos los rotulados detallan las porciones pero la población no sabe leer las porciones de los alimentos. El problema que tenemos en nuestro país, y en general, en muchos otros países, es que las personas no consumen las porciones recomendadas”.

Los humanos somos omnívoros, por ende podemos consumir una alimentación variada, indicó.

¿Nutrición con carne?

La carne, la papa y muchos otros alimentos contienen carbolina, un compuesto orgánico, pero en cantidades ínfimas que no producen ningún efecto en los consumidores, aseveró Duarte.

“La carne vacuna tiene proteínas de alto valor biológico, también es una muy buena fuente de hierro. Teniendo en cuenta la alta prevalencia de desnutrición y de anemia en nuestro país, es una comida importante”, añadió.

Hay investigaciones que apuntan a que el consumo excesivo de las carnes en general, podría ser una de las causas del cáncer de colón, por ejemplo, si se ingieren todos los días sin acompañar de ciertos alimentos con buena fuente de fibra, como frutas y verduras, aclaró.

Sin embargo, el World Cancer Research Fund International recomienda limitar el consumo de carne y evitar las carnes procesadas. Menos de 500 gramos de carne por semana es la cantidad ideal a ser ingerida por persona, tal como lo indica el portal web para prevenir el cáncer.

Los lácteos, fuente primaria de calcio y de proteínas

 

Los lácteos aportan calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitimina B12 y vitimina B5 al organismo. (Pexels.com)

Un estudio de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética concluyó que los productos lácteos tienen un alto contenido de nutrientes en relación a su valor calórico y también se asocian positivamente a una mayor densidad mineral ósea.

“Su composición es muy equilibrada, con proteínas de alto valor biológico y alta digestibilidad, grasa, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, especialmente calcio y fósforo”, señaló Duarte a nuestro portal.

Mientras que para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los lácteos aportan calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitimina B12 y vitimina B5.

Por su parte, Duarte señaló que el problema que tenemos como país es que el consumo de lácteos está por debajo de los límites recomendados. Las Guías Alimentarias del Paraguay recomiendan ingerir tres porciones de lácteos por día, podrían ser dos porciones de leche o de yogurt y una de queso.

Respecto a los péptidos opiáceos que podrían contener los lácteos, el Lic. Duarte expresó: “En toda mi trayectoria jamás leí o escuché que existan los péptidos opiáceos en ningún alimento. Cuando hablamos de opioides, nos referimos a los opiáceos derivados de la amapola y los péptidos son proteínas más pequeñas”.

Ingesta de cereales y legumbres

Los cereales son una fuente muy económica de energía, si se combinan con las legumbres, pueden brindar aportes proteicos similares a la carne. Las legumbres son muy ricas en fibras y contribuyen a evitar el estreñimiento, disminuir el colesterol en la sangre y a prevenir el cáncer de colon.

La porción adecuada de legumbres y cereales es de medio plato de legumbres y medio plato de cereales o un cuarto de taza de legumbres y un cuarto de taza de cereales.

Por otro lado, el azúcar solo ofrece calorías, no tiene valores nutricionales, resaltó nuestro experto en nutrición. Una investigación del Departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Salud de la Universidad CEU San Pablo, España, apunta a que la principal función del azúcar es proporcionar la energía que nuestro organismo necesita para el funcionamiento de los diferentes órganos, como el cerebro y los músculos, funcionalidad esencial a lo largo de la vida y situaciones fisiológicas.

Duarte añadió que el único proceso de refinamiento del azúcar de caña es uno de sulfitado que le quita el color moreno oscuro. Esto implica que contiene azufre en menos de 20 ppm (partes por millón), una cantidad inocua e insignificante. Nutricionalmente el azúcar oscuro, el azúcar moreno y el azúcar refinado son iguales en calorías, no hay ninguna diferencia.

Nuevos estudios científicos apuntan a que el exceso de azúcar podría estar relacionado también con la hipertensión arterial y otras patologías más, además del sobrepeso y la obesidad.

Una investigación de la Universidad CEU San Pablo, España, apunta a que la principal función del azúcar es proporcionar la energía que nuestro organismo necesita para el funcionamiento de los diferentes órganos. (Pexels.com)

¿Alimentos adictivos?

Hay alimentos que producen placer a causa de un mecanismo fisiológico demostrado. Hay algunos aminoácidos, como el triptófano, que están en la gran mayoría de los alimentos y cuando se asocian con hidratos de carbono y un poco de grasa generan una sensación de bienestar placentero.

Sin embargo, ese mismo mecanismo se puede generar cuando vemos un cuadro, cuando leemos un libro o cuando realizamos cualquier actividad que nos agrade, según sostuvo Duarte.

Referente a la adicción a los alimentos, el Lic. Ramiro Ferrando, nutricionista argentino con una maestría en nutrigenómica y nutrición personalizada en España, sostiene que en la comunidad científica hay un debate muy polarizado sobre si existe o no la adicción a los alimentos.

Sandra Villalba es estudiante de Ciencias de la Comúnicación en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción y egresada del I Seminario de Comunicación Científica Digital de Ciencia del Sur y Asincyt. 

Referencias consultadas

 

¿Qué te pareció este artículo?

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (11 votos, promedio: 3,91 de 5)
Compartir artículo:

2 COMENTARIOS

  1. No soy vegano, pero este artículo está escrito de forma engañosa. La carne es de «alto valor biológico», si, pero menos que la soja entera. Hay 5 otros alimentos de mayor «valor biológico» que la carne. Además, hay muchas otras fuentes de calcio que la leche de vaca y sus fermentos. La dieta vegana balanceada fue aprobada por varios institutos de nutrición respetados, pero eso nunca se menciona. Si vamos a decir que somos «científicos», hagamos bien el trabajo. Demasiado evidente es que esto es una indirecta a lo de Migliore.

  2. Parece que omiten importantes informaciones, como son las clasificaciones de alimentos cancerigenos de la OMS. Comer «poca cantidad» de alimentos cancerigenos no hace una dieta sana, la hace menos cancerigena.

    El articulo dice “No hay evidencia científica de que exista un alimento no saludable o saludable, pero sí podemos hablar de una alimentación sana o una alimentación no sana” pero la OMS i dica lo contrario al referir que «Comer carnes procesadas como salchichas, jamón, tocino, carne en conserva o en lata causan cáncer de colon, alerta un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dado a conocer hoy.También clasifica el consumo de carne roja como una causa probable de esa enfermedad y de asociaciones con otros tipos de cáncer como el de páncreas y de próstata.

    El estudio, llevado a cabo por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), clasificó a la carne roja en el grupo 2A, en el que también ha colocado al glifosato, un ingrediente activo de los herbicidas.

    Por su parte, la carne procesada fue clasificada en el grupo 1, que incluye al tabaco y los asbestos, y entre los cuales se afirma que existe suficiente evidencia de su relación con la enfermedad.»

    https://news.un.org/es/story/2015/10/1343351

Dejar un comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí