En Paraguay viven alrededor de 117.150 personas indígenas que se agrupan en 19 pueblos y 5 familias lingüísticas. A pesar de la gran diversidad de culturas indígenas, aún hay un gran desconocimiento y descuido de su patrimonio, el cual forma parte del imaginario y de las representaciones vivas del país.
Pocas investigaciones han abordado el estudio del patrimonio indígena en Paraguay, información que aportaría en la construcción e implementación de políticas públicas de salvaguardia de las culturas y tradiciones que datan desde antes de la época colonial.
Luz Ayala, arquitecta, investigadora y docente de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Asunción (FADA-UNA), ha trabajado desde 2018 en relevar y catalogar datos de la iconografía de los pueblos indígenas que vivían en Paraguay en el siglo XIX. La mayoría de estos pueblos sobrevive hasta la actualidad. La información recopilada busca ser una herramienta para el registro de los bienes culturales indígenas y así proteger los derechos de propiedad intelectual colectiva que no son reconocidos en Paraguay.
“Mi misión es fortalecer, valorar y dar a conocer a estas etnias que están siendo exterminadas dentro del territorio nacional”, comentó en una entrevista para Ciencia del Sur.
El primer paso para proteger la propiedad intelectual de los pueblos indígenas
Ayala inició su estudio definiendo los pueblos indígenas que vivían en Paraguay durante el siglo XIX, luego identificó los museos más importantes dentro y fuera del país que contaban con colecciones etnográficas de estos pueblos, recopiló más de 300 objetos paradigmáticos de los diferentes pueblos y las clasificó por etnias.
La arquitecta afirma que la importancia de este meticuloso trabajo es que el estudio iconográfico de los grafismos facilitará definir los patrones de identidad de cada etnia, y que con esta información se permitirá la inscripción de los bienes culturales indígenas para proteger sus derechos.
“Esta primera investigación era hacer como una especie de diccionario de patrones de todas las etnias. No existe ningún libro que estudie a las etnias desde este foco. Los antropólogos siempre se preocuparon por saber las lenguas, cuál era su sistema económico, estratificación social, mitos, creencias, costumbres, incluso la jurisprudencia indígena que hay en cada grupo étnico, pero a excepción de Guido Boggiani, nadie se ocupó de las grafías. Entonces lo que yo estoy haciendo ahora es catalogar una definición de patrones étnicos”, afirmó la investigadora principal.
Actualmente, la investigadora está terminando de catalogar y seleccionar los objetos recolectados para un libro a ser publicado próximamente. Además, planea presentar el libro a la Secretaría Nacional de Cultura para que estén en conocimiento de estas colecciones y puedan generar la documentación y registro de los patrones.
El libro de la arquitecta Ayala incluirá la fotografía de cada objeto con la normalización del dibujo, datos de quién colectó el objeto, dónde se encuentra, de qué material está hecho, sus dimensiones y una traducción al italiano y al inglés.
Así también, de este estudio que describe los patrones busca pasar a otra investigación iconológica donde se analice el sentido simbólico de cada patrón.
Una búsqueda de datos trasatlántica
Cuando la investigadora decidió abordar todos los grupos indígenas que habitaron Paraguay en el siglo XIX, incluso antes de perder territorio en la Guerra contra la Triple Alianza, inició su búsqueda con ayuda de la clasificación que realizó el antropólogo suizo Alfred Métraux.
Visitó las bibliotecas y colecciones de museos nacionales, pero en ellos encontró limitaciones para recopilar la información. Ayala sabía que existían grandes colecciones de Guido Boggiani —etnólogo italiano que visitó varias veces Paraguay en el siglo XIX y quien se interesó en los patrones de los objetos de los pueblos indígenas— en museos de Europa y se puso en contacto con estas instituciones para recolectar más datos.
Para su sorpresa, los museos no cuentan con estudios de estas colecciones y la invitaron a visitar las bóvedas donde tienen guardadas colecciones de más de 2.000 piezas. Lo mismo ocurrió cuando contactó con un museo de Suiza, donde cuentan con una colección de objetos de comunidades indígenas del territorio paraguayo, que pertenecieron a Emilio Hassler.
Para la investigadora, se abrieron puertas que no esperaba y que le permitieron acceder a objetos de comunidades indígenas, como los caduveos, que se recolectaron hace casi 200 años y que se encuentran guardados y conservados como el día que fueron entregados.
Con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), Ayala realizó un viaje de 40 días a Europa para recopilar fotos e información de las colecciones de Boggiani y Hassler en el Museo Nacional de Prehistoria y Etnografía Luigi Pigorini, en Roma, el Museo de las Culturas de Basilea, en Suiza, y el Museo Etnográfico de Berlín, en Alemania.
En el proceso de investigación, la arquitecta también logró acceder a las colecciones de objetos indígenas que se encuentran en el Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti de Argentina.
Una ley para proteger los conocimientos tradicionales
El patrimonio de las culturas indígenas es ignorado por las instancias estatales encargadas de su protección y difusión. No existen políticas públicas de promoción, apoyo y protección de tales culturas; ni siquiera su sobrevivencia física está asegurada. Comunidades indígenas son expulsadas con violencia de sus tierras ancestrales y terminan deambulando por las calles de la capital, reconoce el investigador y promotor cultural, Ticio Escobar.
El despojo de sus territorios y recursos naturales, la discriminación y exclusión de las políticas públicas, la pobreza y la falta de acceso a servicios públicos esenciales son algunos de los mayores problemas que aquejan a este sector de la población paraguaya.
Sin el acceso básico a derechos fundamentales como tierra y salud, otros derechos como la protección de su patrimonio quedan totalmente desprotegidos.
Un anteproyecto de ley en el que se está trabajando desde 2020, impulsado por la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI), busca la protección de conocimientos tradicionales como propiedad intelectual colectiva, un derecho que hasta hoy no es reconocido para las comunidades indígenas en la legislación paraguaya.
“Lo que buscamos acá es que se registre ante la DINAPI estos conocimientos tradicionales para que puedan ostentar este derecho (de propiedad intelectual). El registro les dará la seguridad jurídica para que puedan reclamar el uso indebido por parte de terceros y también participar de las ganancias del uso de sus conocimientos tradicionales. Van a poder ceder y licenciar el uso una vez que tengan el registro”, comentó la abogada Berta Dávalos, directora de Conocimientos Tradicionales de esta institución.
Actualmente, el anteproyecto se encuentra en etapa de socialización y aún no se cuenta con una fecha para que sea presentada en el Congreso.
Hacia un Sistema Nacional del Patrimonio
Según la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, estos tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar tanto su patrimonio cultural como la propiedad intelectual de este. En este derecho se incluyen sus conocimientos medicinales, propiedades de la fauna y flora, tradiciones orales, diseños, artes visuales, entre otras.
Otro de los eslabones para el reconocimiento de la propiedad intelectual para las comunidades indígenas es la creación e implementación de un Sistema Nacional del Patrimonio, que se encuentra garantizado por la ley 5621/2016 De protección del patrimonio cultural. Este sistema también contaría con un inventario de todos los bienes de patrimonio cultural que existan. El llamado a presentar el inventario de todas las colecciones privadas termina en diciembre de 2023.
Hasta ahora, los esfuerzos por proteger el patrimonio cultural indígena en Paraguay han sido mínimos y desarticulados entre instituciones públicas y privadas. Sin políticas públicas de protección y promoción implementadas efectivamente, se seguirá negando un derecho humano a las poblaciones indígenas.
“En su gran mayoría, las actividades de promoción del desarrollo del arte indígena son puntuales y meramente enunciativas”, mencionó Escobar. No hay programas que apoyen las condiciones de acceso a la materia prima y faciliten contactos y medios para la difusión y venta de sus productos.
Las culturas indígenas son una parte fundamental de la cultura de todo Paraguay. Se tiene el privilegio de contar con culturas indígenas potentes que forman parte de los imaginarios y las representaciones vivas del país, no solamente en lo arqueológico sino en lo actual, reflexionó Escobar.
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Alejandra es reportera en Ciencia del Sur. Licenciada en periodismo por la Universidad Autónoma de Asunción, se ha desempeñado en distintas área de la comunicación para empresas y organizaciones de la sociedad civil. Fue una de las ganadoras del Premio Nacional de Periodismo Científico de Paraguay en 2019 y en 2022. Forma parte de la Red LATAM de jóvenes periodistas, iniciativa de Factual y Distintas Latitudes.
Muy bueno y oportuno. Considero fundamental que la investigadora entable diálogo con la Secretaría Nacional de Cultura, responsable de liderar el Sistema Nacional de Patrimonio Cultural.