Ha fallecido el profesor Julio Contreras Roqué, probablemente uno de los intelectuales científicos más lúcidos e informados de Latinoamérica. Un curioso y azaroso destino lo llevó a Pilar, Paraguay, donde pasó sus últimos 20 años y dejó un profundo y vasto legado.
Biólogo, ecólogo, epistemólogo, historiador de la ciencia y de las ideas, humanista y educador, su vasta formación renacentista se refleja en su enorme biblioteca de 60.000 ejemplares.
Lo conocí hace unos 15 años, al recibir un comentario suyo sobre uno de mis artículos críticos de la universidad, manifestando un aislado pero esperanzador apoyo. En esa época, mis ideas sobre la investigación como un presupuesto de la universidad y de su posible reforma no eran bien vistas por el establishment académico e intelectual del país.
No era el caso de Contreras, pues sus visiones fueron siempre atemporales, más allá de las modas ideológicas. Él fue un educador radical, sin concesiones a la medianía, buscando siempre el máximo nivel de excelencia.
De origen correntino, desarrolló su vida académica principal en Buenos Aires para luego retornar a sus orígenes de la cultura guaranítica, primero en Corrientes y luego en Paraguay, donde su estudio científico de la ecología de los humedales representa un clásico. Fue un experto en la vida y legado de Félix de Azara y fundador y director de la fundación que lleva ese nombre.
Pero fue su visión filosófica de la ciencia lo que más me ha impresionado de este polifacético y polígloto intelectual de las letras y del conocimiento general.
Empirista y materialista pospopperiano, defensor a ultranza de la objetividad y realismo critico científicos, fue un formidable crítico del posmodernismo al delimitar el campo de la ciencia a hipótesis o teorías desde lo observable hasta lo demostrable experimentalmente.
De lengua filosa y pensamiento rápido, profuso y profundo, desarrollaba sus ideas de manera catártica e incoercible desde lo más profundo, con un rigor casi desesperante, desde los inicios en la historia con múltiples citaciones, hasta su destino final en el vacío del futuro.
Así como Borges fue un escritor para escritores, Conteras fue un profesor de profesores.
Contreras, a pesar de su sabiduría y el impacto de sus estudios, vivía marginalizado, con muchos sacrificios económicos, habiendo pasado varios años con mínimo apoyo para su subsistencia.
Hemos perdido a un gran hombre de ciencias y quedará solo el recuerdo de quienes tuvimos la honra de conocerlo y de aprender con él.
Permanecerá para siempre, no obstante, la idea de su modelo y su enorme legado.
Directivo y columnista de Ciencia del Sur. Es un destacado médico patólogo, investigador y comunicador científico. Es Premio Nacional de Ciencia de Paraguay 2002 por sus trabajos sobre cáncer de pene y actualmente es uno de los científicos paraguayos más productivos, según el Conacyt.
Recibió la prestigiosa Medalla Koss, que otorga la Sociedad Internacional de Patología Urológica. Es director del Instituto de Patología e Investigación, IPI. Como comunicador científico se inició en el diario ABC Color hacia finales de los '60. Tiene decenas de publicaciones científicas y capítulos en libros que van desde la medicina a la educación superior.
En Ciencia del Sur escribe columnas y editoriales sobre medicina, patología, epistemología, filosofía de la ciencia y educación universitaria.
Muchas gracias Dr. Cubilla por esta recordación a este destacado hombre de ciencia, que pasó un buen tiempo de su vida en nuestro país, aportando sus conocimientos y ciencia.
Buscando algo más sobre el Dr. Julio Contreras Roque, encontré esta referencia a él en Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_R._Contreras_Roqu%C3%A9