Maurice Merleau-Ponty (1908-1961) fue un destacado filósofo de la fenomenología. (Sciences Humaines)
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Según el filósofo José Duarte Penayo, hay que apostar por una filosofía que sea transversal tanto a núcleos problemáticos como a autores. Para este especialista en Maurice Merleau-Ponty, todavía falta explorar la obra del pensador francés en toda su dimensión.

Desde el 1 de setiembre y durante todos los miércoles del mes, la Sociedad Paraguaya de Filosofía (SOPAFIL) y el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF) invitan al seminario “Fenomenología, acontecimiento y política. Una introducción al pensamiento de Merleau-Ponty”. Las clases se desarrollarán vía Zoom, de 18:30 a 20:30 horas.

Los tópicos incluyen introducción a la fenomenología, el cuerpo propio y el de los otros, pertenencia y libertad y, por último, historia, acontecimiento y política. Los interesados pueden llamar o escribir al 0983-960400 o al 0992-381510 para inscribirse.

Para saber más de este evento, Ciencia del Sur habló con Duarte. Él es licenciado en sociología por la Universidad de Buenos Aires, licenciado en filosofía por la Universidad París 4-Sorbonne, magíster en filosofía contemporánea por la Universidad París 1-Panthéon Sorbonne y tiene un doctorado en filosofía en la escuela doctoral «Conceptos y lenguajes» de la Universidad París IV.

-En términos simples, ¿en qué consiste la fenomenología?

Es una corriente filosófica fundada a comienzos del siglo XX por Edmund Husserl, con varios continuadores y disidencias posteriores. Más allá de las diferencias en el seno de lo que podríamos denominar “el movimiento fenomenológico”, todos meditan sobre el sentido de la consigna de Husserl que insta a “volver a las cosas mismas”.

En este sentido, se puede decir que el horizonte general de la fenomenología es describir la manera en que las cosas aparecen según el tipo de relación que se sostenga con ellas, ya sea que adoptemos una actitud de puro conocimiento, una disposición eminentemente afectiva o una intención práctico-instrumental.

El sociólogo José Duarte Penayo impartirá el seminario durante setiembre. (Gentileza)

-Viniendo del ámbito de la sociología, está en una posición única para responder esta pregunta. ¿Es posible y deseable que haya una colaboración interdisciplinaria entre la fenomenología y la ciencia en general?

La filosofía de Merleau-Ponty es un ejemplo claro de que dicha colaboración no solo es posible o deseable, sino indispensable, sobre todo en lo que respecta a una interrogación sobre el sentido que tienen los hechos científicos.

Cuando uno se adentra en la obra Merleau-Ponty, rápidamente nota que no fue una figura encerrada en la pura historia de la filosofía, sino alguien que construyó sus conceptos dialogando, discutiendo, confrontando con todo un cúmulo de saberes positivos de su época, relacionados mayormente con la fisiología, la neurología y la psicología experimental.

Por ejemplo, el proyecto de una neurofenomenología de Francisco Varela, entre tantos otros, sigue las pistas de Merleau-Ponty sobre sus temas centrales: la percepción, el cuerpo, la imaginación, etc. Por otra parte, Merleau-Ponty no cesa de dialogar con diferentes autores de las ciencias sociales, como Lucien Febvre, uno de los fundadores de la Escuela de los Anales o Levi-Strauss, fundador de la antropología estructural.

Además, Merleau-Ponty es uno de los primeros lectores de la Ferdinand de Saussure, fundador de la lingüística estructural.

-¿Cree que en la filosofía hay progreso o considera que la filosofía en el presente está estancada?

La idea de progreso, por su representación lineal de la historia, ha sido muy criticada durante todo el siglo XX. Resulta difícil aludir a ella sin tener en mente todas las críticas a un despliegue acumulativo del conocimiento, sin restos ni transformaciones paradigmáticas.

Reconociendo el valor de dichas críticas, pienso, sin embargo, que se puede hacer una defensa del ideal de progreso como una aspiración legítima de la práctica del conocimiento, así como del impulso hacia la interrogación filosófica sobre el sentido de lo conocido. Ni el progreso es nuestro destino por ser seres racionales, ni la decadencia es la única posibilidad de la condición humana.

Merleau-Ponty sobre esto tiene una hermosa frase: “El mundo humano es un sistema abierto e inacabado y la misma contingencia fundamental que lo amenaza de discordancia lo sustrae también a la fatalidad del desorden y prohíbe desesperar de él”.

Merleau-Ponty es un autor imprescindible para discutir sobre el estatuto de la sensibilidad, el papel formativo de la percepción, la potencialidad del cuerpo y el sentido de los acontecimientos históricos. (Wikimedia)

-Una crítica común hacia los filósofos latinoamericanos es que se centran mucho en autores y no en ideas. ¿Cuál es su visión al respecto?

Más allá de esa alternativa, pienso que lo interesante debería ser explorar núcleos problemáticos que pueden ser transversales tanto a una determinada idea como también a un determinado autor.

Tengo mucho respeto y admiración por el trabajo exegético, por la historia de la filosofía, pero a mí, personalmente, me interesa la filosofía que no se limita a pensar en los autores sino con los autores.

-El seminario que empieza esta semana se centra específicamente en el pensamiento fenomenológico de Merleau-Ponty, que también es el tema de su tesis doctoral. ¿De dónde surge su interés por el trabajo de Merleau-Ponty y por qué cree que su obra merece interés?

Surge en Francia, en un contexto universitario de fuerte predicamento de la fenomenología como es el de la Sorbonne. En un curso sobre Las Meditaciones Cartesianas de Husserl, un profesor ya fallecido, Guy Duportail, solía dar referencias de cómo determinados problemas ligados al cuerpo, presentes en Husserl, eran retomados por Merleau-Ponty con un tenor más existencial e incluso político.

La muerte temprana de Merleau-Ponty, en el año 1961, a los 52 años, dejó en la sombra una obra filosófica que aún no ha sido explorada en toda su dimensión. Si uno tiene interés en el estatuto de la sensibilidad, en el papel formativo de la percepción, en la potencialidad del cuerpo y en el sentido de los acontecimientos históricos, Merleau-Ponty es un autor imprescindible para seguir discutiendo estos temas.

-¿El nivel del seminario es apropiado también para el público no especializado, o está dirigido exclusivamente gente del ámbito de la filosofía académica o afines?

Los cuatro encuentros que haremos en setiembre son abiertos a cualquier persona que tenga interés en la filosofía en general, no apuntan a un público especializado. El objetivo será introducir las preguntas más generales de la fenomenología de Merleau-Ponty, sin perder de vista a los textos del autor.

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Licenciado en filosofía por el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF) en 2015. Fue profesor de filosofía del lenguaje en el ISEHF e investigador independiente. Directivo de la Sociedad Paraguaya de Filosofía. Es columnista de Ciencia del Sur, donde también es editor de ciencias humanas y sociales. Su trabajo está incluido en el libro "La ciencia desde Paraguay" (Servilibro).

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