El posible hallazgo del primer planeta extragaláctico, en la galaxia M51, trae algunas interrogantes que deben ser respondidas de forma explicativa y escéptica. El papel de los observatorios de rayos X, como Chandra y XMM-Newton, la importancia de este descubrimiento para la comunidad científica y el acecho de las fake news y pseudociencia alrededor merecen una atención especial.
El Dr. Gustavo E. Romero, astrofísico y director del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), responde las preguntas fundamentales sobre este hallazgo que genera muchas expectativas dentro y fuera del ámbito científico. El profesor de la Universidad Nacional de La Plata, y divulgador de Ciencia del Sur, aboga por una divulgación científica de excelencia, que no subestime al lector y que permita combatir la desinformación.
Romero, Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), resaltó que a la par de las investigaciones sobre exoplanetas, hay que seguir profundizando el estudio serio de la vida fuera de la Tierra, particularmente en nuestro sistema solar, como con las sondas que estudiarán a las lunas de Júpiter en los próximos años.
-¿Cómo tenemos evidencia del primer exoplaneta extragaláctico? ¿Por qué decimos que se trata de un planeta candidato?
La investigación se realizó sobre un sistema binario en la galaxia M51. Para poder detectarlo desde tan lejos lo que se hizo fue observar un sistema que está compuesto por un objeto binario que emite rayos X. Se trata de una estrella que orbita entorno a un objeto compacto (probablemente un agujero negro). El agujero negro está acretando materia de la estrella y parte del gas acretante, que está muy cerca del agujero negro, se calienta a una temperatura de varios millones de grados y emite una enorme cantidad de rayos X.
El planeta, en principio, está orbitando alrededor de este sistema, y cuando este planeta pasa por delante de la región cercana al agujero negro, la que produce los rayos X, los oculta parcialmente. Y un instrumento muy sensible de rayos X, como el Observatorio Chandra de la NASA, ve una caída rápida en la emisión de esos rayos, que luego se restablece a su nivel normal, una vez que se produce el tránsito.
Dicho esto hay que aclarar que no necesariamente es un planeta el objeto que realiza el tránsito. Aunque parece ser coincidente con lo que uno esperaría de un objeto de esas características. Puede ser una nube, una estrella fría (enana marrón) o algún otro objeto compacto en un sistema triple.
Hay algunas otras posibilidades, por lo que hacen falta ahora son nuevas observaciones para ratificar lo que se divulgó. Si la órbita es muy grande, un nuevo tránsito puede tardar años.
-El papel del Chandra Observatory y del XMM-Newton de la ESA fueron muy relevante para este trabajo. ¿Se comparte tanto la investigación como la tecnología para estos hallazgos generalmente?
A diferencia de los estudios usuales de exoplanetas, que se realizan con telescopios ópticos o infrarrojos –como el Kepler- o con grandes telescopios desde la Tierra, aquí se usaron telescopios de rayos X. Se utilizan desde el espacio, porque los rayos X no penetran la atmósfera. Los más importantes en la actualidad en órbita son Chandra, de la NASA, XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea y el NuSTAR, también de la NASA.
Todos estos telescopios tienen una política por la cual los investigadores de cualquier lugar del mundo pueden solicitar tiempo para su uso -medido en segundos. La selección de las propuestas es extremadamente rigurosa. Algunas son seleccionadas por su excelencia científica por un panel internacional de expertos. Y aquellas que son aprobadas son finalmente ejecutadas.
Luego, los datos pasan a ser propiedad de los investigadores, por un periodo que depende de los instrumentos, de seis meses a un año, y después ya están disponibles para toda la comunidad. De forma que cualquier persona puede bajar los datos y reanalizarlos.
En nuestro grupo de trabajo tenemos un subgrupo que estudia rayos X, por lo que hicimos frecuentes observaciones tanto con Chandra, como con XMN y NuSTAR, que llevaron a varios descubrimientos también.
-¿Qué supone este hallazgo para la comunidad científica astrofísica en particular? ¿Y para la humanidad en general?
Para la comunidad científica lo que muestra es la astronomía de altas energías están en condiciones de hacer detecciones de fenómenos, que en casos muy particulares, como estos, donde hay o puede haber un sistema planetario orbitando alrededor de una binaria, que involucran objetos extremadamente pequeños, como los planetas, en otras galaxias.
Esto es posible gracias a la gran sensibilidad y resolución de los instrumentos así como a lo energético de los fenómenos involucrados.
También se puede inferir que la existencia de planetas está extendida en otras partes del universo, no es solamente un fenómeno típico de nuestra galaxia. Sino que allí donde hay estrellas, habrá planetas como consecuencia de la presencia de aquellas. Es algo que se supone naturalmente por supuesto de lo que sabemos de la evolución estelar, pero la prueba directa es necesaria para confirmar nuestras ideas generales.
-Las fake news sobre correlación entre exoplanetas y vida alienígena inteligente y la ufología continúan en nuestro siglo. ¿A qué se deberían y cómo podemos combatirlas en nuestras sociedades?
Lamentablemente hay todo un folclore alrededor de eso que está asociado a causas culturales muy diversas. No hay forma de inferir, por supuesto, si esos planetas son habitables o no. En caso de estudios donde se pueden medir líneas espectrales de las atmósferas de los exoplanetas, se puede tener determinación de las características de esas atmósferas, pero son casos muy particulares y de sistemas en nuestra galaxia.
Eso puede dar indicios de algunos planetas que podrían ser particularmente amigables para el desarrollo de alguna forma de vida. También hay que tener en cuenta que la evolución se da de forma caótica y no se puede esperar que la vida sea similar a nuestro planeta donde las condiciones de evolución son completamente diferentes.
Así que no hay que hacer inferencias a partir de estos descubrimientos aislados, generalizando observaciones sobre la base de lo que hay en la Tierra. En mi opinión, para la búsqueda de vida extraterrestre, en este momento, lo mejor es recurrir a las investigaciones de las lunas externas de Júpiter. En particular Europa, donde sabemos que hay agua, y en principio, fuentes térmicas.
Hay algunos instrumentos, en los cuales estuvimos colaborando desde el IAR, como el instrumento JUICE (JUpiter ICy Moons Explorer). Es una sonda que se enviará al sistema de Júpiter y tratará de analizar los chorros o geiseres que salen del hielo, extrayendo agua y eyectándola al espacio.
Si hay vida de algún tipo, en ese mar interno de Europa, algunas trazas de esa vida podrían estar en las moléculas de agua eyectadas al espacio.
Esta misión tiene instrumentos para medir exactamente qué clase de moléculas están ahí en esos fluidos. El siguiente paso será perforar el hielo y explorar el mar interno de Europa.
Las fake news se combaten a través de la buena divulgación científica. Explicando las cosas como son, cómo es el método científico y cómo se estructura el pensamiento crítico, enseñando a analizar los fundamentos de las afirmaciones y las debilidades de las pseudoargumentaciones que se presentan.
En este sentido, tanto investigadores científicos como divulgadores tienen una enorme batalla por delante, ya que el nivel cultural medio de la humanidad –en mi opinión- en los últimos 20 años ha sufrido un deterioro importante. Esto por la permeabilidad a ciertas ideologías nocivas que no han sido adecuadamente combatidas. Carl Sagan ya lo observó en El mundo y sus Demonios. Fue publicado en 1995 y el problema sigue vigente.
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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur