Bomberos combatiendo el incendio en la Reserva de recursos manejados San Rafael, a inicios de 2020. Imagen de Guillermo Cristaldo, guardaparque de la Estación Kanguery en San Rafael. (Guyra Paraguay)
5 min. de lectura

 

Según el director de Guyra Paraguay, José Luis Cartes, Paraguay vive actualmente una grave crisis ambiental a raíz de los incendios y la larga sequía. El biólogo e investigador aseguró a Ciencia del Sur que el desastre ecológico es extremadamente dañino y los ecosistemas no adaptados al fuego tardarían hasta 30 años en recuperarse.

Los reportes satelitales del Fire Information for Resource Management System (FIRMS) de la NASA de Estados Unidos, muestran que hay focos de incendios en los 17 departamentos y la capital de Paraguay, al 2 de octubre. Los datos que maneja Guyra evidencian que hay en total 38.470 focos de calor en todo el territorio paraguayo, de los cuales 31.173 se encuentran en la región Occidental o Chaco.

Los números y las coordenadas de los puntos de calor son los detectados a partir del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais de Brasil y la plataforma NASA FIRMS, a través de los sensores MODIS y VIIRS. Por su parte, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) no cuenta con datos actualizados ni informó de acciones concretas para paliar la situación. Además, derivó el liderazgo de esta situación a la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).

En esta entrevista, Cartes habla de las causas multifactoriales de los incendios y la pérdida de biodiversidad. Insiste en la influencia cultural que tiene el fuego en esta región y la necesidad de contar con muchos más bomberos forestales. José Luis es biólogo por la Universidad Nacional de Asunción y tiene una maestría en manejo de vida silvestre por la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

Actualmente, está cursando su doctorado en Universidad Nacional del Nordeste, de Argentina. Está categorizado en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y también es presidente de la Asociación de Investigadores Científicos del Paraguay (ADICIP).

Sus líneas de investigación tienen que ver con la conservación de la biodiversidad, ecología de la restauración y el manejo de áreas protegidas.

El profesor José Luis Cartes es el actual director ejecutivo de Guyra y presidente de la ADICIP. (Guyra Paraguay)

-¿Son multifactoriales las causas de los actuales incendios en el territorio paraguayo?

Las causas tienen muchos factores. Principalmente son climáticas, por las condiciones que se están dando. Alta temperatura, baja humedad y alta velocidad de viento. Es una combinación muy peligrosa para desencadenar este tipo de situaciones.

Los otros factores son de índole cultural. Tiene que ver con la costumbre de utilizar el fuego como herramienta de manejo y desprendimiento de la basura. Está muy arraigado en la sociedad paraguaya, en todos los niveles. Por eso se tienen incendios en las ciudades, en las periferias, a lo largo de rutas y caminos. En todas partes.

A todo esto, se suman algunas actividades ilícitas como la habilitación de tierras para cultivos ilegales en zonas de reservas. Y en algunos casos, en la región Oriental el fuego fue usado para la habilitación de cultivos en zonas de reservas en décadas anteriores.

En el 2007 tuvimos incendios similares a lo que tuvimos ahora. Y observamos que muchas de esas áreas se convirtieron en zonas de cultivo y no se restauraron como zonas de bosques. Sin olvidar que la región Oriental tiene prohibición de cambio de uso del suelo.

Actualmente, hay focos de incendio en todo el territorio paraguayo. (Guyra Paraguay)

-¿Cómo se pueden conocer sus orígenes de los actuales incendios?

Hay que entender que cuando se dan estas condiciones climáticas los orígenes son, casi todos, antrópicos. Una persona puede iniciar un incendio. Y ese incendio -por la velocidad del viento y por la cantidad de combustible seco del ambiente- se va convirtiendo en muchos incendios.

Un incendio puede producir de 12 hasta 20 focos de incendios posteriormente porque el viento va esparciendo cenizas y chispas y así se van creando nuevos focos. El clima está tan seco en este momento que incluso las rutas y las calles pueden generar incendios por las emisiones que los vehículos pueden producir.

Camiones en mal estado y autos en mal estado que producen chispas en su escape pueden provocar incendios en las banquinas y estos se pueden extender por la velocidad del viento.

Una vez que se inicia un incendio bajo estas condiciones es prácticamente imposible controlarlo porque se esparce de manera autónoma, por las raíces, bajo el suelo y requiere de un enorme esfuerzo. Básicamente se necesita que llueva para que pare esto.

-¿De qué manera afectan o impactarán en la biodiversidad estos incendios?

Afectan negativamente la biodiversidad. Mientras más grande y más rápido se mueva el incendio puede provocar una gran mortandad de biodiversidad porque la biodiversidad, los animales en especial -incluso en los ambientes donde están adaptados a los incendios- necesitan un tiempo para escaparse y buscar nuevos refugios.

Entonces, mientras más grande sea el fuego, produce más daño. Es muy difícil de evaluar porque los animales muertos no se quedan mucho tiempo en el suelo, ya que otros depredadores y animales carroñeros mueven todo eso. Así que no se pueden contabilizar.

-¿Estamos ya ante una crisis ambiental? ¿Podemos hablar en esos términos?

Sí, evidentemente, estamos ante una crisis ambiental grave. Estamos muy preocupados porque ya tenemos más de un año de sequía. Este 2020, el río Paraguay no tuvo inundación. Las inundaciones del año pasado disminuyeron y comenzó un periodo superseco, que está batiendo récords a niveles históricos. Sí, se puede hablar de una crisis ambiental.

Por eso, hay que establecer acciones inmediatas y urgentes porque de lo contrario hay riesgo de perder muchos recursos naturales o degradar al punto que requieran muchos años para su recuperación.

Los guardaparques intentan detener los focos de calor en la Reserva San Rafael, al sur del Paraguay, este viernes 2 de octubre. (Foto de Guillermo Cristaldo)

-En el escenario actual, ¿se reúnen todas las variables de un desastre ecológico?

El desastre ecológico se da particularmente en los ecosistemas que no están adaptados al fuego. Los incendios de los bosques la región Oriental, en especial del Bosque Atlántico del Alto Paraná -como en San Rafael y la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú- son una catástrofe porque requerirán más de 30 años de restauración y trabajo de recuperación.

Esto para que esos bosques vuelvan a ser más o menos como estaban antes de los grandes incendios.

Son ecosistemas muy difíciles de restaurar. También se suma la amenaza de los cultivos ilegales, que nos genera preocupación. Desde Guyra Paraguay alentamos al Gobierno a desarrollar programas de cultivo de cáñamo o programas similares que puedan generar ingresos legales y que puedan paliar el problema que representan los cultivos ilegales en áreas de reservas.

-¿Qué otras acciones plantea Guyra Paraguay para mitigar la situación?

Clamamos para que la Mesa Nacional de Contingencia pueda establecer las políticas públicas en relación a la mitigación y control de incendios forestales para que los municipios puedan desarrollar sus planes particulares y así trabajar en lo que respecta a la capacidad, es decir, en el entrenamiento de bomberos forestales y la provisión de equipos en cantidad suficiente.

Y la coordinación de acciones a nivel nacional con la Secretaría de Emergencia Nacional, que ya estamos haciendo, pero faltan más capacidades especialmente. Se necesitan de más bomberos forestales locales. Porque la gente local es la que está más cerca de los incendios y tiene más capacidad de actuar en estos casos.

-¿Estamos en un momento en el que no hay que polarizar la situación?

Hay que entender que esto es también un problema cultural. Lo peor que puede pasarnos ahora es polarizar o sectorizar la crisis ambiental y apuntar sobre quiénes son los buenos o malos en esta situación. El problema real es que el fuego es culturalmente aceptado. Ya se usaba fuego desde la época precolombina hasta ahora.

Esta cultura se quedó desfasada con respecto a las situaciones climáticas actuales. Los cambios climáticos globales y las condiciones se vuelven extremas. Las condiciones actuales no corresponden a las condiciones de siglos pasados.

Dentro de este panorama, hay que evitar también la habilitación de tierra de cultivos ilegales en bosques de áreas de reserva e incluso la habilitación de tierras agrícolas, sobre todo en la región Oriental. 

En la Reserva San Rafael ya son 27 las comunidades indígenas que están afectadas por los incendios. (Guyra Paraguay)

¿Qué te pareció este artículo?

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (9 votos, promedio: 4,44 de 5)

Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

Compartir artículo:

Dejar un comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí