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Estudiantes y profesores de varios países se unen en la iniciativa anual. Aquí, un grupo de alumnos y docentes del Centro Educacional Nosso Mundo, de Río de Janeiro, Brasil. (Proyecto Eratóstenes)

El Proyecto Eratóstenes, que mide el tamaño del planeta Tierra, invita a estudiantes de todo el Paraguay a participar de la edición 2021. La iniciativa, que tiene su origen en Argentina, rescata un experimento científico del periodo helenístico, que reivindica el trabajo del astrónomo y matemático griego Eratóstenes de Cirene.

En 2020, alrededor de 2.000 estudiantes de 53 escuelas y 9 países de dos continentes fueron parte de este programa que busca no solo popularizar el conocimiento científico, sino también fortalecer el intercambio cultural. Los alumnos paraguayos interesados en unirse al Proyecto Eratóstenes deben contar con el apoyo y acompañamiento de un o una docente.

Los profesores que deseen inscribir a sus cursos deben escribir al email [email protected] Esta es una iniciativa del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), del Laboratorio Pierre Auger, de la Universidad Tecnológica Nacional, Mendoza y de la Asociación Física Argentina.

Estudiantes y docentes de varias partes del mundo medirán colaborativamente el radio de nuestro planeta, recurriendo al método que tenía disponible Eratóstenes hace más de 2.200 años.

El plan consiste en el trabajo de estudiantes y profesores de escuelas o colegios secundarios, que deben medir la sombra de un palo vertical al mediodía solar de su coordenada geográfica, al menos un día de la segunda quincena de septiembre de 2021. Ese dato se intercambia con escuelas de diversos países y se carga en una base de datos para recibir un certificado de la UBA.

Para conocer más de esta propuesta internacional, Ciencia del Sur habló con el Dr. Guillermo Mattei, coordinador del Área de Difusión del Departamento de Física de Exactas-UBA, quien nos asegura que el Proyecto Eratóstenes es gratuito, divertido, sencillo y aporta al proceso educativo de manera novedosa en la currícula de materias como física, matemática, astronomía, geografía, ciencias de la Tierra, historia y filosofía.

Mattei es licenciado y doctor en física por la Universidad de Buenos, donde también fue docente e investigador. Actualmente, es coordinador del Equipo de Popularización de la Ciencia de Exactas de la UBA.

-¿Por qué es importante el Proyecto Eratóstenes?

El proyecto recrea un experimento hecho hace 2.300 años que sintetiza el espíritu germinal de las ciencias naturales, formalizadas por las matemáticas, que se desarrollaron siglos después. Su importancia reside en el altísimo valor de la observación de la realidad, de la legalidad del mundo y de la descripción que la matemática puede hacer de ellos.

Haber podido deducir que el mundo era una esfera y afrontar la cuantificación de su tamaño por medio de la geometría fue una de las proezas del género humano. Transmitir esa experiencia en las y los estudiantes que, necesariamente deben pertenecer a dos locaciones separadas, además potencia la interrelación cultural, también lo hace importante.

Ilustración del método utilizado por Eratóstenes para medir la circunferencia de la Tierra en la Antigüedad. (Wikimedia)

-¿Qué aprenden los estudiantes de secundaria con este proyecto?

Puntualmente, los conocimientos circulan por:
a) en matemáticas, conceptos de geometría euclideana y trigonometría;
b) en física, propagación de la luz de fuentes de las cuales se puede hipotetizar que están a una distancia infinita en las aproximaciones, teoría de la medición y estadísticas;
c) en astronomía, movimiento aparente del Sol;
d) en geografía, coordenadas, meridianos y paralelos, solsticios y equinoccios;
e) en historia, la importancia de la Biblioteca de Alejandría en la Cultura Occidental, y
f) en filosofía, la influencia del pensamiento clásico helenístico.

-¿Considera que es una forma directa de aprender pensamiento científico y ciencias?

Efectivamente. Es una forma de salir del aula para interactuar con el entorno, aplicar modelos, medir, contrastar resultados y, en este caso, alcanzar un objetivo concreto de utilidad. Muy apropiado para poner en contexto el pensamiento científico.

-¿Cuántos estudiantes o países ya se unieron?

En la versión 2020, participaron 53 escuelas: 21 de Argentina, 11 de Brasil, 10 de España, 1 de Portugal, 1 de Grecia, 2 de Venezuela, 1 de Uruguay, 5 de Rumania y 1 de Estados Unidos. Aproximadamente, 2.000 estudiantes. Debido a la pandemia de la COVID-19, estos números decrecieron respecto a años anteriores.

-¿Qué tienen que hacer los estudiantes paraguayos interesados en el proyecto?

Pedirle a sus docentes que inscriban al curso de su escuela en el proyecto por medio de los mecanismos aquí publicados. Se tomarán las mediciones en uno o más días de la segunda quincena de septiembre.

Lo más rico será conectarse con estudiantes de otros países para poder calcular en conjunto. Se extenderán certificados de la Universidad de Buenos Aires a las y los docentes coordinadores.

-¿Son necesarios estos proyectos en épocas en que aumentan los seguidores del movimiento terraplanista?

Cualquier abordaje basado en la descripción y modelización de la naturaleza por medio de las formalizaciones matemáticas y, al mismo tiempo,la observación e indagación por medio del experimento es la mejor y más eficaz herramienta para explicar el mundo respecto a las pseudoargumentaciones y al pensamiento mágico.

Particularmente, este experimento es una interesante refutación de pseudoargumentos
terraplanistas.

Eratóstenes enseñando en Alejandría, obra del siglo XVII de Bernardo Strozzi. (Flickr)

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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur

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