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Al iniciarse 2022 se incrementaron las labores que resaltan la importancia de las lenguas, y en especial las indígenas como lenguas maternas en peligro. Esto porque entró en marcha el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032) proclamado por la ONU y que cuenta con un plan de acción.

Con este énfasis se celebró, como cada 21 de febrero desde 1999, el Día Internacional de la Lengua Materna para resaltar y promover los proyectos, estudios, gestiones e información, tanto teórica como divulgativa, que resalta esa diversidad de lenguas maternas en un planeta plurilingüe.

Por otra parte, se debe tener presente que se avecina el Día del Idioma Español, el 23 de abril, en el que los hispanohablantes retoman las raíces culturales de la lengua que se extiende por gran parte de Hispanoamérica.

En el caso de la diversidad de lenguas nativas, en lo político y glotopolítico, no se puede negar la labor, acciones y gestiones de diferentes entidades gubernamentales latinoamericanas, como la Secretaría de Políticas Lingüísticas de Paraguay, el Portal de Lenguas del Instituto Caro y Cuervo en Colombia y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas en México. En el caso de Bolivia, destaca la agenda en favor de la inclusión de lenguas indígenas.

En varios países vecinos hay entidades gubernamentales, no gubernamentales y esfuerzos académicos que invitan a reflexionar la importancia y necesidad de proyectos y cambios a favor de las lenguas maternas que son parte de la diversidad de la región.

Esta necesidad de preservar y promover, con especial atención, las lenguas indígenas, junto con este Decenio iniciado, afortunadamente, ha permitido arrancar motores al Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas, con la coordinación de la Secretaría General Iberoamericana y la Organización de Estados Iberoamericanos.

Es de resaltar que desde Ciencia del Sur también se han recogido esfuerzos, información y eventos sobre la riqueza lingüística del Cono Sur, que necesita atención de la academia y la sociedad ante la insistencia de las desigualdades ante los hablantes en las poblaciones y culturas.

Los derechos de los hablantes

Los derechos lingüísticos, consignados por entidades como la CEPAL y la CIDH, de los usuarios de lenguas maternas, y especialmente de aquellos hablantes de lenguas indígenas que se encuentran en peligro, deben pensarse en su inicio al valorar la importancia misma de las lenguas en toda su diversidad. Los idiomas son sistemas semióticos que permiten la comunicación, vía verbal, usadas para la interacción entre pares y significación del entorno.

Si bien el conocimiento se puede estructurar en lenguajes formales y está en lo epistémico, no necesariamente en lo lingüístico, por lo que no reside en una única lengua, puede pasar que una comunidad sufra por la desigualdad y se vea forzada a abandonar o muera con su lengua. Puede que no tenga la oportunidad de transmitir, mediante su oralidad u otras manifestaciones, su conocimiento y no tenga la libertad de continuar sus tradiciones orales. Así, sin estudios antropológicos que permitan conocer su cosmovisión e identidad, quedan en el olvido no solo su lengua sino su riqueza antropológica.

Eso hace necesario trabajar en políticas lingüísticas que le den importancia a la lengua materna como un derecho de los hablantes, ya que los derechos lingüísticos son derechos humanos que debe gozar toda persona y hablante sin distinción.

Preocupante futuro para la diversidad lingüística

lenguas indígenas del paraguay
En 2019 el Banco Mundial informó, mediante una infografía, que la mitad de las lenguas en el planeta morirá en nuestro siglo. Asegura que, de cada 5 poblaciones indígenas, una de estas ya ha perdido su lengua nativa en las últimas décadas. Y en el caso de sus hablantes, al terminar la secundaria, menos del 5% de los indígenas usa la lengua de su comunidad étnica.

El año pasado la UNESCO informaba que un 40 % de las más de 6 mil lenguas indígenas están en peligro de extinguirse. Dado que las condidiones de un entorno hostil son un peligroso punto de partida para que el hablante abandone o muera con su lengua, es algo que sucede en muchos de los vulnerables grupos étnicos minoritarios que, a lo largo de la historia, han sufrido en el abandono y discriminación.

La muerte de lenguas indígenas es un asedio constante para los pueblos nativos tanto en nuestra región, en el continente, y prácticamente en gran parte del planeta. Según la ONU, dos semanas bastan para que una lengua perezca.

Algunas mentiras sobre las lenguas indígenas

Para sincronizarnos con este decenio, y lograr una adecuada valoración de las lenguas indígenas, repasemos brevemente algunas mentiras sobre lenguas indígenas:

Mentira 1: Las lenguas indígenas no sirven para una actividad específica

Ciertos discursos discriminatorios y opiniones prejuiciosas aseguran que una lengua indígena, por ser indígena y no europea, no “serviría” para actividades específicas como el comercio o una actividad actual como la ciencia o producción tecnológica.

Las lenguas son el vehículo que comunica, mediante un lenguaje verbal, aspectos humanos, tales como dinámicas relacionadas con actividades que pueden o no presentarse.

Esto depende de la cultura y contexto del hablante y aquello que considere significar en su necesidades cotidianas. La diversidad de lenguas se pueden encontrar en diferentes contextos: no tener escritura o sistemas escritos variados y complejos.

Cada sociedad puede consignar o no en su lengua aquellas actividades con las que se relacionan, algo que se debe a factores culturales. Por ejemplo, una lengua sin numerales o palabras específicas no significa que el concepto no “exista” en la cotidianidad de los miembros de una comunidad.

Mentira 2: Las lenguas indígenas son solamente “dialectos”

Las lenguas indígenas han sido generalmente maltratadas por ser consideradas “dialectos” en el sentido de algo inferior que no alcanza a ser lengua, como la misma Real Academia Española desinformada y errada recoge en sus definiciones. En muchos otros medios se usa “dialecto” con tintes discriminatorios para restarle importancia en un entorno nacional.

Esta es una forma más de estereotipar los “acentos” y “dialectos”, además de reducir las lenguas indígenas. Es un racismo lingüístico, que se puede deber a una idea errónea de entender los dialectos como algo inferior y negativo ante la lengua o idioma. Esta es una jerarquía inexistente que se ha utilizado para subestimar a pueblos discriminados, como las poblaciones indígenas.

Lo importante es entender que los dialectos son manifestaciones de la lengua en su diversidad, sea geográfica, cultural, sociohistórica y demográfica. En general, toda aquella diversidad humana que puede presentarse también puede manifestarse en la diversidad de dialectos, también llamados “acentos”, pero no tienen rasgos de inferioridad ante otra lengua, pues son su forma real.

Mentira 3: La Conquista salvó a las lenguas indígenas

En algunos medios, como Academia Play, así como en propaganda denominada “hispanista”, se fomenta la idea de que el hecho de que se hicieran crónicas sobre lenguas indígenas de colonos europeos “salvó, promovió, favoreció y conservó” la compleja diversidad lingüística que existió en los hablantes precolombinos.

La idea de usar las lenguas indígenas y crear “gramáticas”, así como cátedras y hasta políticas para estas lenguas indígenas, sirvió para la evangelización y asimilación de los nativos, buscando que adoptaran la lengua, educación y cultura hispánica, lo que llevaría al abandono y marginalización de las lenguas no europeas.

Que las lenguas indígenas sirvieran para los objetivos de la colonización no significa necesariamente que esta las favoreció. Si así fuera, las poblaciones indígenas, y no solo sus lenguas, no estarían sufriendo la continua discriminación estructural que viene desde antes y continuó con la independencia del poder emanado de Europa.

Un lamentable caso que demuestra la potencial falsedad de la utilización favorable de las lenguas indígenas es el de la lengua muysca/muisca (Chibcha) en regiones cundiboyacenses de Colombia, la cual tuvo su propia gramática escrita por Fray Bernardo de Lugo.

Pero el muisca es un idioma que fue llevado a la extinción, con sus hablantes asimilados o muertos por la hispanización, a pesar de estar consignada en las fuentes paleográficas neogranadinas. Solo en nuestros tiempos la hemos visto ser revitalizada, recuperada más allá del claustro elitista o el olvido de la sociedad, por parte de las comunidades.

Lamentablemente, muchas otras lenguas se extinguieron sin recibir el “visto bueno” de la colonización española con su supuesta escritura para su conservación, algunas de las que quedan solo menciones en crónicas y nombres de lugares (topónimos).

Es importante resaltar que existen lenguas sin sistemas de escritura, ricas en tradición oral, como muchas lenguas amerindias, africanas y asiáticas. Esto no es un rasgo que signifique inferioridad en su lengua y probablemente tampoco sea algo “negativo” en lo cognitivo o cultural.

Esto quiere decir que, como tal, no necesitan quedar escritas en mamotretos bajo prejuicios eurocentristas para ser “salvadas”, “preservadas” o “respetadas” si en la vida misma de la lengua, el hablante en su libertad y cotidianidad, no existe tal cosa como la escritura.

Puede ser más importante el garantizar los derechos lingüísticos y la dignidad misma de los pueblos que hablan estas lenguas para que no abandonen o mueran con su lengua materna o la diversidad lingüística en la que coexisten.

Aprovechar la tecnología para reconocer las lenguas indígenas

Un aspecto positivo es que, gracias a internet, el curioso y el estudioso tiene muchas herramientas para embarcarse en valorar las lenguas indígenas y toda lengua materna, a pesar de la desigualdad y su peligro.

Se puede acceder a diferentes medios de abundante información, divulgación y datos sobre las lenguas en el mundo. A continuación, comparto algunos enlaces:

  • Glottolog es una base de datos con información sobre las lenguas en el mundo, incluyendo lenguas desconocidas, gracias a diversas referencias y enlace con otros sitios como Wikipedia y el complemento de WALS.
  • WALS también es una base de datos que se utiliza como una gran atlas lingüístico, identificando las características y posición geográfica de cientos de lenguas. Usa referencias bibliográficas de estudios y obras a lo largo del tiempo sobre muchos idiomas.
  • Endangered Languages Project (ELP) también es un proyecto con recursos y documentación de aquellas lenguas amenazadas. Cuenta con un catálogo y usa tecnología de Google para apoyar esta recopilación.
  • The Archive of the Indigenous Languages of Latin America (AILLA) es un esfuerzo desde la Universidad de Texas para crear un archivo con recursos tales como contenidos audiovisuales de la gran diversidad de lenguas indígenas en América Latina.

Estas son solo algunas herramientas de investigación de lenguas. Para aprenderlas, hay varias apps: Woolaroo (internacional), México, Paraguay (Duolinguo o Guaraní Ayvu) y Perú.

 

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Es licenciado en educación básica con énfasis en humanidades: lengua castellana e inglés, por la Universidad de Cundinamarca (Colombia). Es creador de Radiotelescopio abandonado y Girardot Review. Hizo parte de semilleros universitarios de investigación, y trabajó como editor colaborador para Nullius in Verba. Además ha participado en diversos medios escribiendo sobre literatura, educación, semiótica y lingüística. Columnista de lingüística, literatura y educación de Ciencia del Sur.

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