El Dr. Esteban Ferro Bertolotto, quien ofreció una conferencia en nuestro Seminario de Comunicación Científica Digital (ISCCD), es una verdadera eminencia en la comunidad científica de nuestro país. Tiene un Premio Nacional de Ciencias (adjudicado en 2012 por sus trabajos sobre plantas medicinales), fue decano de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y posee innumerables colaboraciones científicas y publicaciones en revistas de alto impacto.
En la década de 1980 y en plena dictadura fue pionero en investigación en la UNA; su primer trabajo publicado fue el estudio Contenido de vitamina C en variedades de frutilla. Llegó al máximo nivel como científico del Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En síntesis, realizó una loable y titánica labor a favor de la investigación científica y la educación en nuestro país.
Particularmente valoro y admiro la calidad del profesor Ferro, con conocimiento de causa, ya que fue mi profesor en varias materias en la FCQ de la UNA, debido a que mi carrera bioquímica fue concebida con un elevado énfasis científico y nuestros pilares fueron, además de Ferro, el Dr. Antonio Figueredo.
Quienes lo conocemos sabemos de su capacidad, su pasión por la ciencia, por la docencia y el conocimiento en general. Por sobre todo, reconocemos su integridad y su incorruptible consciencia. El Dr. Ferro tiene un “don” que pocos científicos excepcionales en nuestro país poseen: una auténtica humildad, su “perfil bajo” es real y no una farsa populista.
Otra virtud que supimos descubrir del profesor Ferro es su cualidad para decir “no sé”, hecho que era resuelto sin inconvenientes al día siguiente de la consulta en los pasillos, aulas, biblioteca o laboratorios de la facultad en el campus de San Lorenzo.
Ojalá en este país repensemos a nuestros ídolos y a nuestros “héroes”, para que de una vez por todas valoremos a quienes lo merecen ser realmente valorados y admiremos a quienes deben ser admirados. Porque las personas que no son políticas, militares o de la farándula local realizaron muchos aportes al Paraguay.
Tampoco debemos tomarlos como ídolos impolutos y nada criticables, sino como personas de carne y hueso que ayudaron, en primer lugar, a la creación de conocimientos y a la par, a mejorar la educación, visión y formación de decenas y cientos de estudiantes. Sin duda alguna, el Dr. Esteban Ferro es una de esas personas, en quienes los jóvenes deberían poder reflejarse.
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Columnista de Ciencia del Sur. Bioquímico por la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción, UNA. Del 2004 hasta la fecha trabaja en el desarrollo y gestión de la investigación, innovación y transferencia tecnológica en la Universidad Nacional de Asunción. Recibió una mención de honor como divulgador por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en 2017. Es el vicedirector de Ciencia del Sur.