Con mucho entusiasmo y ganas de aprender más, el pasado sábado 23 de julio culminó el Curso de invierno de astronomía organizado por Ciencia del Sur, la fundación Museo de Ciencias del Paraguay, y apoyado por Astronomía Paraguay y la Universidad Comunera. Unos 100 niños, niñas y adolescentes participaron de los tres días de actividades, que incluyeron charlas, observaciones, talleres y juegos.
El ciclo, que se desarrolló durante las vacaciones escolares de invierno, arrancó el jueves bien temprano en el local de la Universidad Comunera en el barrio Recoleta de Asunción, un edificio amplio e iluminado y con un patio arbolado que invita al descanso y la reflexión.
Las charlas se desarrollaron en aulas, y a medida que estas se llenaban, invadía un bullicio poco frecuente en la universidad. Todos estaban ansiosos por empezar.
Los cupos para el curso de astronomía en Asunción se habían agotado en pocos días, superando todas las expectativas de la organización, y para asegurar el aprendizaje y una mejor planificación, los participantes se dividieron en dos grupos y aulas: niños y niñas desde los 6 hasta los 11 años, que tenían clases primero; y adolescentes de 12 a 18 años, que llegaban después.
¿Cuál es la forma de la Tierra?
Parece una pregunta que no necesita plantearse, pero la desinformación abunda en las redes sociales y en YouTube, donde los chicos de hoy pasan gran parte del día. Es por eso que, a diferencia de otros cursos de astronomía, este planteó desde el inicio incentivar el pensamiento crítico.
Con ejemplos sencillos, el profe Pedro Acosta arrancó exponiendo y refutando lo que se conoce como “terraplanismo”, el movimiento anticientífico que asegura que nuestro planeta es plano.
En medio del bombardeo de preguntas y comentarios de los alumnos, el profe relató cómo Eratóstenes, ya en el siglo III a. e. C., calculó la circunferencia de la Tierra utilizando principalmente la geometría.
Seguidamente, Acosta, quien también es educador y miembro del Centro Paraguayo de Informaciones Astronómicas (CPIA), pasó a exponer las misiones espaciales a la Luna, desde Polo a Artemisa, maravillando a los chicos con las imágenes de los cohetes y los astronautas.
Tras un merecido receso, tomó el relevo Rodrigo Ríos de Astronomía Paraguay y la fundación MuCi. El conocido astrofotógrafo paraguayo brindó tips de qué observar en el cielo desde el país y cómo.
Comentó las condiciones ideales para una observación, como la ausencia de contaminación lumínica en la ciudad, así como los telescopios y las herramientas auxiliares.
Para el grupo de adolescentes, los profes abordaron los mismos temas, aunque en mayor profundidad y complejidad, con una excepción.
En vez de abordar las misiones espaciales a la Luna, Acosta explicó sobre los telescopios espaciales, tales como el James Webb, que semanas atrás había maravillado al mundo con sus primeras imágenes de las profundidades del Universo.
Mirando más allá de nuestro Sol
El segundo día inició con la charla del profesor Félix Piriyú, informático y experimentado divulgador de Astronomía Paraguay. A los adolescentes les relató sobre los exoplanetas, nuestros “futuros hogares lejos del Sol” adonde la humanidad algún día deberá ir inexorablemente. A los más chicos les contó sobre cómo se formaron las estrellas y las galaxias, los tipos que existen, y nuestro lugar en el Universo.
La segunda charla, también de Félix, abordó la cuestión de la vida extraterrestre desde el punto de vista científico. No se trata de hombrecitos verdes ni de avistamientos de platillos voladores, sino de la astrobiología, el conjunto de disciplinas que busca entender cómo y en qué condiciones surge la vida mediante análisis físicos, químicos y biológicos.
Para ello habló del peso de la evidencia y de cómo los niños pueden ejercer el pensamiento crítico con tan solo pedir pruebas sobre el tema.
Por un lado, el profe Pedro Acosta volvió para contar a los niños y niñas los planes que existen para explorar Marte, el planeta rojo, mientras que por el otro, Rodrigo Ríos dio al grupo de los más grandes una clase express de cómo fotografiar los astros.
Sábado de observación
La cita final del curso se dio el sábado de noche en la Universidad Comunera. Allí, en el patio, se sumaron a los participantes sus madres, padres y otros familiares.
Con los telescopios montados, un binocular y un monocular, pudieron observar el planeta Saturno, el sistema Alfa Centauri y la estrella Arturo, entre otros astros.
La emoción no paró allí, pues los organizadores entregaron los certificados de participación, antes de pasar a un brindis con los presentes.
El curso dejó muchos aprendizajes pero también anhelos. Los chicos, mediante dibujos y entrevistas, enviaron a la fundación MuCi sus deseos de cómo sería el museo de sus sueños. Al volver a las clases normales, este lunes, esperamos que esa curiosidad innata por descubrir y experimentar se haya reavivado y nunca deje de brillar.
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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur