La Asociación Nacional Republicana (ANR) o Partido Colorado, a través de su candidato presidencial, Mario Abdo Benítez, promete no dejar atrás a las universidades ni a los centros de investigación del país. Esto se lee brevemente en la lista de propuestas del candidato oficialista rumbo a la presidencia de la República.
Recientemente, Antonieta Rojas de Arias, investigadora PRONII-Conacyt y presidenta de la Sociedad Científica del Paraguay (SCP), pidió a los presidenciables que contemplen a la ciencia en sus planes de Gobierno y mantener ciertas políticas de Estado en la materia.
“Los candidatos deben tener en cuenta la infraestructura o los proyectos de investigación que faltan, pero sobre todo, lo que podemos pedir es mayor estabilidad para el investigador paraguayo. Hemos visto que en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), los que redactaron el nuevo estatuto excluyeron la carrera del investigador. Esto representa un problema para los científicos, que están actualmente desprotegidos desde el punto de vista legal”, señaló la científica en una entrevita con Ciencia del Sur.
Asimismo, sugirió mantener los programas o proyectos bien consolidados, como el Programa de Incentivo al Investigador (PRONII), que se implementa desde el 2011. Las elecciones se harán en abril de este año y la ANR y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), a través de una alianza multipartidaria, son las nucleaciones con más chanches de ganar.
El programa del candidato colorado comienza haciendo alusión a la era de la información y la tecnología, donde se asegura que todo transcurre mucho más rápido en las sociedades actuales y los procesos de transformación social sí o sí utilizan a la ciencia o al conocimiento para ello.
En cuanto a ciencia, el programa de Marito señala que Paraguay se encuentra en la lista de países que menos invierten en Investigación y Desarrollo. «Invertimos apenas al equivalente al 0,08% del PIB en investigación y en la aplicación de sus resultados», indicó el programa. Sin embargo, los datos actuales (2015) señalan que el país en realidad invierte 0,13% en el sector.
«Esto da apenas unos 26 millones de dólarees, mientras nuestros vecinos como Brasil destina el 1% de su PIB y Argentina el 0,9% para apoyar a las diversas ramas de la investigación», dice el documento, disponible en versión digital.
«Vamos a cambiar drásticamente este panorama triste en nuestras universidades y centros de investigación, prácticamente abandonados a su suerte. Si queremos ser competitivos a escala mundial, tenemos que dar paso a la investigación científica metódica y permanente», concluyó el apartado sobre ciencia.
No se detallan, empero, qué planes específicos o programas se pueden implementar para revertir la situación y mejorar el trabajo de la educación superior o de la ciencia.
Con respecto a las universidades públicas, en los últimos años varias sufrieron enormes recortes presupuestarios, especialmente la Universidad Nacional de Asunción (UNA), lo que también afectó al campo de la investigación, según sus propias autoridades. Diversas críticas apuntan a una falta de actualización y desconexión entre la economía del conocimiento y las universidades paraguayas. Varios de los grandes centros de investigación dependen de la UNA.
Ciencia del Sur contactó también con el equipo de prensa del presidenciable liberal Efraín Alegre, que quedó en responder a las preguntas de nuestro portal.
«Falta apropiación del político»
Según el Ing. Luis Lima, actual presidente-ministro del Conacyt, a lo largo de 21 años que tiene la entidad, los políticos no se apropiaron de las políticas de ciencia, tecnología e innovación como herramientas para el desarrollo del país.
«En los discursos de los políticos no se menciona a la ciencia y tecnología. Falta una apropiación por parte de ellos, deben ver a la ciencia como herramienta para el progreso y el desarrollo. Recientemente, el presidente Horacio Cartes, durante la visita de Enrique Peña Nieto, habló extensamente sobre investigación y eso es un buen síntoma», dijo Lima a Ciencia del Sur.
Lima indicó que va a seguir trabajando con el nuevo gobierno, gane quien gane el próximo abril, ya que él estará como ministro hasta fines de 2019. «Independiente del periodo presidencial constitucional vigente, el mandato en el Conacyt es por dos años. Recién fui confirmado en el cargo, trabajaré todos los meses restantes con este Gobierno y luego me tocará trabajar un año y medio más con el nuevo mandatario. El Conacyt está blindado y sus programas o proyectos están garantizados y se van a seguir ejecutando», señaló Lima.
«Me complace señalar que para el Paraguay, son relevantes los instrumentos bilaterales que formalizamos, como el Convenio para la Cooperación Científica, Tecnológica e Innovación, destinado a impulsar la investigación, el conocimiento y el intercambio de experiencias, en estos ámbitos a nivel académico e institucional, de los prestigiosos organismos de nuestras naciones”, dijo hace unas semanas el presidente Horacio Cartes, durante la visita de su colega mexicano Enrique Peña Nieto.
“A sabiendas del reconocimiento internacional que tienen las instituciones de investigación y de producción cultural y antropológica de México, los acuerdos específicos entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de la República del Paraguay (Conacyt) y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de los Estados Unidos Mexicanos son de enorme transcendencia, así como el acuerdo para la creación e implementación del Programa de Becas”, había declarado el mandatario paraguayo.
El pasado mes, Cartes firmó el Decreto N° 8420, que aprobaba la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Política CTI), que fue presentada y aprobada por el Conacyt por Resolución N° 693/2017.
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Equipo periodístico y científico de Ciencia del Sur
