En el tercer encuentro virtual del ciclo “Conversaciones de ciencia, tecnología y filosofía”, la Dra. Fabiola Román Maldonado, bióloga y divulgadora, compartió con los asistentes una ponencia documentada y crítica sobre los reservorios de microrganismos infecciosos trasmisibles al humano, específicamente de las zarigüeyas y los murciélagos. Fue un momento en el que se derribaron varios mitos acerca de este tema.
El evento coincidió con la celebración de los 3 años de Ciencia del Sur, por lo que Eduardo Quintana y Ariel Insaurralde Alviso, director y vicedirector de nuestro portal respectivamente, agradecieron a los miembros del staff, colaboradores y lectores del medio por la confianza, lealtad y seguimiento constante.
“Los marsupiales y murciélagos son bioacumulares porque mantienen una diversidad genética enorme de parásitos. Pero estos animales no deben ser estigmatizados ahora por la pandemia de COVID-19. Son muy importantes para la naturaleza”, fue una de las principales conclusiones de la científica.
“Hay gente que quiere matar a todos los murciélagos. Y eso está mal. Estos animales cumplen un rol clave en la vida silvestre, en la naturaleza. Así como los marsupiales”, añadió.
La Dra. Fabiola hizo su doctorado y maestría en el Instituto Osvaldo Cruz (FIOCRUZ) de Río de Janeiro y en su exposición arrancó hablando sobre la Fiocruz, que trabaja mucho en la salud pública, medicina tropical y en enfermedades desatendidas.
Este sitio justamente tiene su sede central en Río de Janeiro y está además en 10 estados del Brasil, desde luego, con sus respectivos laboratorios. “Tiene una sede en Mozambique y muchas colaboraciones a nivel mundial, también con el Paraguay. La Fiocruz ha trabajado mucho en el combate contra la COVID-19”, agregó.
La Fiocruz fue nombrada laboratorio de referencia por la OMS en el combate a la COVID-19. A pesar de que está sufriendo muchos recortes en su presupuesto, en el financiamiento que recibían para la investigación, explicó que siguen produciendo investigación de primer nivel.
Habló de la Trypanosomiasis Americana o enfermedad de Chagas, que es una zoonosis (infección que pasa de un animal al hombre) causada por un protozoo. Esta zoonosis es causada por un protozoo (un organismo unicelular) denominado Trypanosoma cruzi (T. cruzi).
¿Cuáles son las principales características de este parásito?
Es multi-hospedero, explicó. Muchos mamíferos son hospederos de este parásito. Hospedero significa el animal que tiene el parásito. Es decir, el mamífero que tiene el microorganismo adentro, y que se encuentra entonces infectado.
Aparte de los mamíferos, una de las características de la enfermedad de Chagas es la participación de los triatominos (insectos vectores de la infección) en el ciclo de transmisión del parásito. En Paraguay, coloquialmente le llamamos vinchuca, en otros países tiene otros nombres. En Brasil, por ejemplo, se llama barbeiro.
“Hay varias especies de vinchucas, es decir, que no hay un solo grupo, algunas se encuentran en Paraguay, otras en Brasil, otros se encuentran tanto en Paraguay como en Brasil. Por supuesto tenemos otras que se encuentran en Venezuela, en Colombia tenemos otra especie, la Argentina tiene especies en común con el Paraguay pues comparten el Gran Chaco. Se trata de una compleja red de trasmisión que incluye a un montón de mamíferos. Influye además el insecto vector que participa en el ciclo de trasmisión”, sumó.
Román mostró un mapa donde se encuentran distribuidos algunos grupos genéticos de T.cruzi y dijo que la segunda característica importante de este parásito es que tiene una enorme diversidad genética. Luego de una reunión de los especialistas más importantes se ha definido que en principio estaba compuesto por 6 grupos.
Esta nomenclatura fue cambiando a lo largo de los años. Ahora se los conoce como TcI a TcVI, habiendo 6 grupos genéticos de T. cruzi. Un último grupo se denominó TcBat, porque se encontró por primera vez en el murciélago (actualmente llamado TcVII por varios autores). Entonces vemos que T.cruzi, un simple parásito puede tener varios grupos genéticos (genotipos).
“Existen muchísimos grupos genéticos, no solo T.cruzi, en el grupo trypanosoma. Acá tenemos el mapa de Latinoamérica donde se pueden encontrar los grupos genéticos de T.cruzi, desde el sur de América del Norte hasta el norte de Argentina y un poco más abajo. Este mapa se hizo en el 2010, en el cual aún no se incluyó a Paraguay pero ya hay nuevos trabajos, de los que formé parte, mostrando los datos de Paraguay”, indicó la columnista de Ciencia del Sur.
“En principio se quería asociar estos grupos genéticos de acuerdo a donde se iba encontrando. Por ejemplo, se decía que el TcIII era solo encontrado en y asociado armadillos. Sin embargo, se va viendo que no es así, va variando el entendimiento de acuerdo a la toma de muestras y a medida que pasan los años, además podemos mejorar las técnicas laboratoriales en sí para observar más diversidad”, amplió.
Comentó que un escenario clásico del ciclo de trasmisión de la enfermedad de Chagas, que se suele ver, es un pequeño domicilio con pared de adobe con techo simple. Indicó que adentro puede haber rastros de vinchucas. Lo dijo al momento de mostrar las manchas negras de las heces de las vinchucas en las paredes.
¿Qué significa y qué importancia tienen las heces en las paredes?
Según la especialista, el insecto vector (la vinchuca) se alimenta de la sangre de un mamífero, por ejemplo, del hombre. Durante su alimentación, el insecto puede defecar y, si el mismo está infectado por el el trypanosoma, en sus heces se encuentran los parásitos. Estos parásitos pueden entonces ingresar por la herida causada por el insecto y conseguir así infectar al humano.
Entran a las células del mamífero y consiguen reproducirse y salir de la célula e infectar nuevas células. Ese es el ciclo básico de trasmisión de la enfermedad de Chagas.
Mencionó que gran parte de los países en Latinoamérica ya han conseguido la certificación por parte de la Organización Mundial de la Salud. Esto quiere decir que son países libres de la transmisión vectorial domiciliaria de este parásito que causa la enfermedad. Paraguay está dentro de ese grupo luego de un gran esfuerzo de las autoridades, de las organizaciones que se encargan del tema, SENEPA -por ejemplo- que finalmente en 2018 lograron la certificación del corte de transmisión en las casas.
“Hay que entender que eso no es el corte de la transmisión vectorial. Los insectos se encuentran en áreas silvestres y mediante la vigilancia sanitaria que hacen las autoridades correspondientes se detectan cambios en la circulación para poder detener el ingreso o la aparición de vuelta de la enfermedad”, comentó la Dra. Román.
Sobre la transmisión por vía oral explicó que existen mamíferos que pueden alimentarse de los insectos vectores que están infectados. Por otro lado, mamíferos se alimentan de sus presas (infectadas) que son otros mamíferos.
Román comentó que la transmisión oral puede producirse también por la ingestión de productos contaminados con las heces de los triatominos, y las secreciones de las glándulas odoríferas de Didelphis spp (la zarigüeya). Este animal tiene una glándula anal que puede albergar al parásito y donde además este parasito consigue su transformación en forma infectiva.
Explicó la diferencia entre los hospederos y reservorios. El primero define al animal que tiene el parásito adentro y que también forma parte del ciclo de trasmisión. Por otro lado, el término reservorio fue cambiando de sentido con el correr de los años.
“El concepto es introducido por Carlos Chagas, investigador que descubrió el parásito y detalló todo el proceso de la enfermedad. Él había encontrado que los armadillos estaban infectados con este parásito. Inicialmente solo llamó depósito del T.cruzi a lo que luego se llamaría reservorio. La palabra depósito fue dejada de lado por describir muy pasivamente al mamífero», aseguró.
«Un depósito es un lugar donde se coloca algo, y sabemos que este depósito es un animal que tiene un sistema inmunológico que actúa de una forma sobre el parásito, que trata de defenderse y por supuesto el parásito tiene defensas para tratar de subsistir dentro del mamífero. Lo que ocurre entre el reservorio y el parásito es extremadamente complejo. Entonces esta palabra “depósito”, quedaba un poco corta a lo que realmente significaba ser un reservorio”, remarcó.
Indicó que en 1960 aparece un nuevo enfoque: reservorios como animales, que son fuente de infección para los humanos, en ese momento tenía una visión antropocéntrica. Al re-considerar la definición, se agrega el hecho de que el animal que es un reservorio no sufre consecuencias severas por la presencia del parásito.
“Este aspecto es un tanto cuestionable, porque el mamífero queda afectado cuando está infectado, tal vez no enfermo, pero puede quedar debilitado en algún momento y así ser una presa fácil y de esa forma consigue transmitir el parásito”, aclaró.
La definición de reservorio fue mejorando aún más, llegando a la conclusión que un reservorio es un sistema ecológico responsable por el mantenimiento a largo plazo del parasito en la naturaleza. Respecto a la diversidad genética de T cruzi, explicó que los didélfidos y murciélagos son considerados bioacumuladores de diversidad genética.
“También hay que tener en cuenta que el virus contra el cual estamos luchando ahora (SARS-CoV-2) fue hallado en el murciélago, pero no hay que estigmatizar a estos animales porque son extremadamente importantes en la naturaleza. Los murciélagos, por ejemplo, participan en el control de plagas, ellos consiguen esparcir las semillas con las que se alimentan. Los didélfidos (marsupiales), son animales muy antiguos con un gran éxito evolutivo. Los didélfidos son sinantrópicos, es decir que ellos consiguen acercarse al área doméstica por lo general, y cuando ellos aparecen son un indicador de que el área está siendo poco preservada, que no tiene mucha floresta”, insistió.
Relató hallazgos reportados en artículos científicos producidos por el laboratorio en el que trabajó en Río de Janeiro. Algunos de estos incluyen, la utilización de técnicas innovadoras para capturar mayor diversidad de parásitos en los estudios biológicos. Mencionó además que dicho laboratorio posee alrededor de 7.000 muestras que pueden proveer mayor información sobre tripanosmatideos, a través de la aplicación de esto métodos.
Por último, habló de la doctora Ana María Jansen, quien fue su orientadora y quien trabaja hace 20 años en el estudio de los hospederos y reservorios.
“Una de sus alumnas encontró un nuevo parásito en el laboratorio, y empezó la investigación morfológica y genética para saber si estaban ante una nueva especie de trypanosoma. En honor a la Dra. Ana María le ponen el nombre de Trypanosoma janseni y realmente es una cosa que ella se merece porque ha dado su vida al estudio de los trypanosomatideos”, compartió.
Comentó que varias enfermedades infecciosas en humanos, cuyos parásitos se encuentran en los mamíferos de las áreas silvestres, de alguna manera realizaron el salto de esos hospederos a un nuevo animal mamífero, el hombre. Hay varias enfermedades que han surgido así, que ya fueron controladas, “pero todo tiene un denominador común, el hombre algo realiza, algún cambio que permite que estos parásitos consigan pasar ya sea a través de un mamífero intermediario o directamente a los humanos. Todo ese proceso se debe estudiar”, agregó.
Mencionó que no solo hay que estudiar lo que pasa alrededor del humano, sino que todo lo que envuelve al parásito. “Es una cosa que se está haciendo con el SARS-CoV-2, se está investigando cuáles son los hospederos, cuál es el hospedero intermediario que no se sabe aún con certeza”, concluyó.
Ciclo continúa la próxima semana
Hoy recordamos los 3 años de Ciencia del Sur. No pudimos festejar por la pandemia de COVID-19, pero lo celebramos con una charla de la Dra. Fabiola Román. Participaron Ariel Insaurralde y Eduardo Quintana, directivos de nuestro portal.
¡Gracias por acompañarnos en esta aventura! pic.twitter.com/W5Wxe6NWQB
— Ciencia del Sur (@SurCiencia) May 19, 2020
El ciclo Conversaciones de ciencia, tecnología y filosofía continuará este lunes 25, con una charla sobre “Filosofía, cuerpo y posthumanismo”, a cargo del Dr. José Manuel Silvero A., filósofo y catedrático de la Universidad Nacional de Asunción e investigador categorizado en el PRONII del Conacyt. Será a partir de las 10 horas, en nuestro canal de YouTube.
El ultimo evento se hará el jueves 28 de mayo. El “Homenaje al Prof. Blas Servín, educador y divulgador paraguayo” tendrá como invitado especial al astrofotógrafo paraguayo Rodrigo Ríos.
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Periodista, fotógrafa y cofundadora de Ciencia del Sur. Es estudiante de comunicación en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción. Es embajadora de SembraMedia en Paraguay, una ONG que nació para incrementar la diversidad de voces y calidad del contenido en español. Publicó tres relatos y un ensayo literario en la antología "Como el Big Bang-Cuentos y algo más", en 2017, con estudiantes de la Escuela de Escritores de El Lector.