Convertir a la humanidad en una especie interplanetaria pareciera ser el sueño de alguna forma de gobierno global en algún punto del lejano futuro, pero no es así. Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo y su compañía aeroespacial llamada Space Exploration Technologies Corp., más conocida como “SpaceX”, tienen el objetivo de colonizar Marte y hacer de los seres humanos ciudadanos del planeta rojo.
Esta idea ha sido criticada de muchas formas y hay un buen número de personas que piensan que no pasa de ser la fantasía de un multimillonario megalómano que no sabe cómo gastar su fortuna. A todo esto, habría que sumar las fechas optimistas y muchas veces fantásticas en las que Musk ha dicho que el primer ser humano tocaría suelo marciano.
Por otro lado, en los últimos años SpaceX ha captado la atención y el entusiasmo de millones de personas que comparten el gran sueño de llegar a Marte, lo ha hecho paso a paso, desarrollando tecnología revolucionaria que facilita el acceso al espacio.
Hay una enorme diferencia entre afirmar que se puede colonizar Marte y hacerlo. Los desafíos tecnológicos, el ambiente hostil del espacio y las características propias del planeta rojo desalentarían a cualquiera, entonces ¿cómo pretende Musk y su equipo lograr tan complicada tarea?
Bueno, si algo tiene SpaceX es que ha superado enormes desafíos, estos logros son los que han acercado a Musk un poco más a su objetivo final, el cual es llegar a Marte. Enlistamos algunas de esas conquistas, hitos o récords que tiene la ya famosa empresa aeroespacial y que podrían hacer viable el viaje, por primera vez, a otro planeta.
SpaceX es la única que tiene tecnología de lanzadores reutilizables, actualmente domina la técnica de descenso vertical de la primera etapa de sus cohetes, esto permite que aterricen suavemente, sean reacondicionados y puedan ser lanzados de nuevo, reduciendo en gran medida el costo de lanzamiento.
Citamos también algunos aspectos en los cuales la empresa de Musk se ha destacado. La compañía fue la primera empresa privada en: poner en órbita un cohete de combustible líquido, poner en órbita un satélite comercial, enviar y traer carga de la Estación Espacial Internacional (ISS), usar con éxito un motor que quema metano y en enviar y traer astronautas de la ISS.
Pruebas de la nave
Todos estos éxitos la empresa los está capitalizando actualmente en el desarrollo de la nave espacial que se usará para llegar a la Luna, Marte y cualquier otro destino del sistema solar. Dicha nave se conoce con el nombre popular de “Starship”.
La Starship ha pasado por varias etapas de desarrollo, donde cada sección de la nave se fue probando, de estas pruebas se incluyen límite presión de los tanques de combustible, encendido estático de motores y pequeños “saltos”.
El 5 de mayo del 2021 el prototipo denominado SN15 hizo un vuelo exitoso de 10 km de altura (un salto), realizando a la perfección la maniobra de planeado horizontal (belly flop) y luego la de posicionamiento vertical para el aterrizaje (back flip), culminando la prueba con un aterrizaje perfecto. Todo esto ante la atenta mirada y los suspiros de millones de personas que siguieron el evento por las redes.
La Starship es un prototipo que actualmente tiene las siguientes características: altura 50 metros, diámetro 9 metros, puede cargar hasta 1.200 toneladas de combustible y llevar una carga útil de 100 a 150 toneladas, está equipada con 6 motores Raptor. El dato curioso es que la estructura de la nave está construida con una aleación de acero, no usa materiales ultraligeros como la fibra de carbono tan popular en otras estructuras de uso espacial.
Una vez que la Starship esté totalmente operativa podrá hacer vuelos a cualquier parte del planeta en unos 30 minutos, podrá poner carga en órbita alrededor de la Tierra, servir como transporte a la Luna, Marte o cualquier otro destino de nuestro sistema.
La primera etapa de la Starship es un enorme cohete conocido popularmente por “booster” y cuya denominación formal es “Super Heavy”. Tiene una altura de 69 metros y un diámetro de 9 metros. Puede cargar hasta 3.400 toneladas de combustible. Este increíble cohete tiene montados 33 motores Raptor que al momento de despegar y con el 90 % de su capacidad tiene un empuje de 7.590 toneladas, lo que lo convierte en el lanzador más potente de toda la historia espacial.
Cuando la Starship se monta sobre el Super Heavy el conjunto alcanza una altura de 119 metros y un peso total de 5.000 toneladas.
El 20 de abril de este año llegó el día tan esperado por todos los que seguimos con entusiasmo los progresos de SpaceX, ese día se realizó el primer lanzamiento de prueba del sistema Starship o sea la Starship Super Heavy. Los protagonistas fueron los prototipos B7 y SN24.
Habían transcurrido solo 4 años desde que el primer prototipo (parecido a una cafetera y llamado “Starhopper”) se había elevado unos 150 metros para volver a aterrizar sin problemas. En 4 años SpaceX había pasado de una cafetera voladora propulsada por un único motor que quemaba metano a una nave espacial de 5.000 toneladas.
El plan de vuelo (muy resumido) era el siguiente: encendido de los 33 motores Raptor y despegue, luego la enorme nave de 119 metros de altura debería enfilar hacia el golfo de México, pasados los 55 segundos la Starship Super Heavy alcanzaría la zona de máxima presión aerodinámica, un punto crítico en cualquier lanzamiento. Seguidamente los 33 motores de la primera etapa se apagarían y 8 segundos después el B7 se separaría de la SN24, encendiéndose los 6 Raptors de la nave espacial.
Una vez separado el B7, la primera etapa volvería a encender sus motores para regresar a las proximidades del punto de despegue, donde se intentaría un amarizaje suave. No estaba en los planes recuperar el B7.
La SN24 por su parte continuaría el viaje hasta unos 200 km de altura sobrevolando el Atlántico, África y Australia para finalmente reingresar a la atmósfera cerca de las Islas Hawái. La SN24 llevaba losetas térmicas para soportar unos 1000 °C de temperatura generados por el rozamiento con el aire al momento del ingreso a la atmósfera. Finalmente, la SN24 impactaría contra el océano sin realizar ninguna de las maniobras de aterrizaje, como resultado la nave quedaría destruida totalmente.
Las probabilidades de que los eventos se desarrollen según lo planeado eran muy bajas, muchos pensaban que ni siquiera podría despegar el cohete. El propio Elon Musk había dicho que la prueba sería un éxito si el cohete lograba alejarse de la rampa de lanzamiento, el porcentaje de éxito para la misión no era muy alentador.
Veamos lo que pasó aquel histórico 20 de abril.
Los prototipos Super Heavy B7 y la Starship SN24 lograron despegar desde Starbase en Boca Chica Texas. Para los que estábamos siguiendo el despegue, los segundos que se demoraron los Raptors en alcanzar el 90 % de su empuje fueron extremadamente largos, hasta que finalmente el enorme cohete logró elevarse y dejar la rampa de despegue.
Desde un principio la telemetría mostró que 3 de los motores Raptor estaban apagados, aun así, el cohete ganaba velocidad y altura aparentemente sin problemas, cuando el lanzador pasó por el punto de máxima presión aerodinámica ya eran 5 los motores que no funcionaban. En total fueron 8 los motores que se apagaron.
Un par de explosiones dejaron al B7 sin la capacidad de controlar su orientación, segundos más tarde la Starship Super Heavy empezó a dar vueltas en el aire sin control. Finalmente, a los 3 minutos y 59 segundos, el sistema de terminación de vuelo (FTS) se disparó automáticamente activando los explosivos que destruyeron al B7 y a la SN24 a una altura de 29 km.
La prueba no fue un éxito total, pero para SpaceX significó una enorme fuente de datos que permitirá mejorar el siguiente lanzamiento.
La era de la Starship se ha iniciado con esta prueba de vuelo, es un muy importante primer paso. No hay que olvidar que el proyecto Starship es la espina dorsal de la misión Artemisa III que tiene por objetivo poner seres humanos en la superficie lunar entre los años 2025-2027. Dicho de otro modo, será una Starship la que marcará el regreso de la humanidad a la Luna.
Hay muchas miradas puestas sobre SpaceX, tenemos la enorme esperanza de que los ingenieros de Musk harán de la Starship una nave segura, económica y viable para la exploración espacial y en un futuro no muy lejano la veremos posarse suavemente sobre la superficie del planeta rojo.
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Columnista de astronomía y cosmología de Ciencia del Sur. Es un reconocido analista de sistemas informáticos y divulgador astronómico paraguayo. Egresado de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción, fue miembro del Club de Astrofísica del Paraguay y fundador y secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica (CEDIA). Construyó en 2003 un telescopio newtoniano y dictó varias charlas y conferencias por el Año Internacional de la Astronomía. Fundó el Foro Paraguayo de Astronomía, AstroPy.
El articulo me pareció fascinante por varios motivos, sobre todo por la cronologia de la Starship, que no la tenia ni clara ni completa. A mí Musk no me gusta. El tipo es un show off total, y se la come él solito, ya que nuca presenta a los cientificos que diseñan los asombrosos logros de Space X. Eso me molesta muchisimo. En contraste, von Braun era distinto. Siempre reconoció y presentó a sus predecesores y colegas. En esto quiero destacar que el padre de la V2 y del Saturn 5, tuvo la hidalguia de citar al ingeniero peruano Paulet, creador -o casi- del primer motor cohete de combustible liquido del mundo. Pero hay que acostumbrarse. A la historia no solo la escriben los héroes, sino tambien los réprobos. Por un tiempo, luego, el tema de los viajes a la Luna y a Marte estará coloreado por las ínfulas de un megalómano, como dice Félix Piriyú, el distinguido autor de este articulo.