¿El GuaraniSat-1 es para celebrar?

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Según la AEP, el GuaraniSat-1 cumplió sus objetivos.
3 min. de lectura

 

En la edición 219 de mayo de 2014, la revista Pesquisa de Brasil publicaba lo siguiente:

“La idea de montar un satélite surgió en una charla con alumnos del quinto año, que trabajaban en un proyecto de iniciación científica”, relata el profesor de matemática Cándido Osvaldo de Moura, coordinador del proyecto. El apoyo económico de un empresario local, que contribuyó con 16.500 reales, fue el punto de partida para la concreción del sueño, que ya va por su quinto año y en el cual participaron 150 alumnos. “Compramos los componentes y montamos el satélite aquí, pieza por pieza”, comenta el profesor.

El picosatélite de 13 cm de largo y 570 gramos de peso que construyeron estos chicos quedó operativo en el espacio en 2017.

El caso de los chicos brasileros no es el único; varios colegios alrededor del mundo han construido sus nanosatélites y los han enviado al espacio.

No hace mucho el portal de divulgación sobre astronomía AstroPy publicaba que el microsatélite GuaraniSat-1 había reingresado a la atmósfera, evaporándose completamente. AstroPy hizo el anuncio mucho antes de que lo publique la Agencia Espacial del Paraguay (AEP).

Una necesaria reflexión

En varios medios se presentó al GuaraniSat-1 como un hecho histórico, como el ingreso de nuestro país a la era espacial. ¿Es esto verdaderamente así?

El hecho de que la AEP haya logrado hacer algo que adolescentes de colegios han conseguido con éxito y con muy bajos presupuestos debería llamarnos a reflexionar. El proyecto GuaraniSat-1 costó unos US$ 390 mil.

No somos ingenieros electrónicos, no conocemos en detalle el procedimiento de armado de un CubeSat, pero si los chicos brasileros lo pudieron hacer en un colegio nacional en 2014 “pieza por pieza” como dice la noticia, dicho proceso no debe ser de alta complejidad.

No queda claro para qué la AEP lanzó el GuaraniSat-1 ni su objetivo principal. ¿Acaso las cosas que podía monitorear el GuaraniSat-1 no se podían hacer por medios tradicionales, sin necesidad de lanzar un satélite?

Resulta poco convincente que la agencia espacial de un país tenga que replicar proyectos escolares.

Cómo entrar realmente a la era espacial

¿Entró Paraguay a la era espacial con el microsatélite lanzado? Como colectivo, la humanidad entró a la era espacial en la década de los 60. No hace falta, o no hay necesidad, de que cada nación entre a dicha era lanzando cosas al espacio.

Luego del lanzamiento del GuaraniSat-1, la AEP afirmó que tenemos estatus de nación espacial, pero Paraguay no lanzó el vector que envió el CubeSat al espacio. Nuestro país tampoco desarrolló ni construyó los componentes que formaban parte del GuaraniSat-1 ni los instrumentos que lo monitoreaban.

Según la información publicada, un par de ingenieros compatriotas fueron a Japón para participar de todo el proceso de ensamblado y puesta a punto del nanosatélite. Recordemos que dicho CubeSat ardió totalmente en la atmósfera durante su reingreso hace unas semanas. Teniendo en cuenta esto, ¿no podrían nuestros ingenieros adquirir conocimientos de otra forma?

Argentina, por ejemplo, envía a sus ingenieros a la empresa aeroespacial SpaceX. Allí conviven y se empapan de la tecnología top. Ingenieros nuestros podrían hacer lo mismo, entrenarse en SpaceX haciendo uso de convenios. La AEP tendría que afinar su puntería y enfocarse en esta clase de convenios.

Podríamos ser una nación realmente de la era espacial mediante convenios. Tenemos la mayor hidroeléctrica del mundo, y Elon Musk, mentor de SpaceX, tiene la fábrica más grande de vehículos eléctricos. ¿No se podría ofrecer algún tipo de convenio tecnológico entre SpaceX y la AEP?

¿No podríamos ofrecer tierras fiscales para puertos espaciales o la liberación de impuestos para empresas como SpaceX a cambio de adiestrar a nuestros ingenieros? De esta forma los profesionales paraguayos podrían participar de cosas verdaderamente transformadoras en el ámbito de la tecnología aeroespacial.

La AEP también podría hacerse partner de Sierra Space Corp y poner a disposicion el aeropuerto de Mcal. Estigarribia, modernizándolo y dándole una utilidad. La nave de Sierra Space Corp, Dream Chaser, en principio podría aterrizar en cualquier aeropuerto comercial (dependiendo siempre de la órbita de la nave y del sitio de la reentrada).

Al espacio es hacia donde debería mirar la AEP. Es hacia ahí donde la tecnología y el desarrollo se están dirigiendo. Tenemos que lograr alianzas para desarrollarnos en este ambiente y no lanzar cosas al espacio por el hecho de lanzarlas.

Pensar en grande

Es mucho más positivo trabajar tesoneramente y construir poco a poco en pos de un objetivo grande que publicar logros inmediatos poco productivos gastando los poquísimos recursos con que cuenta la AEP. No le pedimos inmediatez a la AEP; ya llegará el tiempo en que nos presentará sus verdaderos logros y tenemos la esperanza de que en verdad sean grandes.

No por ser un país pequeño tenemos que dejar de tener grandes sueños y tener esa mentalidad de que las cosas difíciles están fuera de nuestro alcance. Hay que pensar en grande. Ya que estamos en julio, recordemos a John F. Kennedy: “Elegimos ir a la Luna … no porque sea fácil sino porque es difícil”. Con este pensamiento EE. UU. llegó a su destino en menos de 10 años, partiendo de cero.

Fue una buena decisión crear la AEP, pero falta que a la cabeza esté una persona que tenga en las venas el espacio, una persona apasionada y por sobre todo que tenga una formación técnica superior acorde al puesto. Así, de la mano de la AEP, Paraguay realmente sería partícipe de lo que llamamos la era espacial.

De lo contrario, la AEP podría volver a caer en errores como el de querer militarizar la institución o transformarse en una oficina pública tradicional con mucho más empleados de los que necesita.

Esperamos que muy pronto la AEP se empodere y pueda lograr importantes acuerdos donde nuestros ingenieros puedan trabajar y aprender en empresas de primer nivel para que en un futuro prometedor diseñemos, construyamos y lancemos nuestros propios vectores.

Paraguay podría así ser un país proveedor de servicios aeroespaciales y de componentes de uso en esa industria. Eso sí nos prepararía para un gran futuro.

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Columnista de astronomía y cosmología de Ciencia del Sur. Es un reconocido analista de sistemas informáticos y divulgador astronómico paraguayo. Egresado de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción, fue miembro del Club de Astrofísica del Paraguay y fundador y secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica (CEDIA). Construyó en 2003 un telescopio newtoniano y dictó varias charlas y conferencias por el Año Internacional de la Astronomía. Fundó el Foro Paraguayo de Astronomía, AstroPy.

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1 COMENTARIO

  1. Buen comentario, y en mi opinión, un cubesat es lo mínimo que se puede desarrollar/construir en un país, además nuestro país dependió de Japón para hacerlo.. o sea que estamos muy lejos, y si seguimos haciendo «lo mínimo» nunca avanzaremos a ningún lado.

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