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El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) desembolsó equivocadamente Gs. 1.100 millones (US$180 mil) a 22 beneficiados del Programa Nacional de Incentivo a Investigadores (PRONII). Estos científicos, que representan apenas una parte del total de investigadores nivel II, recibieron Gs. 50 millones de más cada uno. Quince de ellos ya firmaron una adenda y compromiso de devolución del dinero público. El desliz se manejó con hermetismo y amenazas en el organismo estatal. Los consejeros del Conacyt piden una “transición rápida y hermética” del presidente, el Ing. Luis Lima, desde hace dos meses.

De crisis en crisis. Desde la politización de los fondos concursables, el gasto excesivo en la Expo de Mariano Roque Alonso y la salida de su secretario ejecutivo, Idelín Molinas, por presuntas irregularidades, el Conacyt suma un nuevo caso de mal manejo administrativo. Investigadores de varias áreas de la ciencia cobraron subsidios de más, sin percatarse ni ellos ni los administradores.

Solo hace un par de meses algunos directivos y funcionarios del Conacyt se dieron cuenta de un error sin precedentes.

En 2015, 23 investigadores fueron categorizados en el nivel II del PRONII para recibir una ayuda económica por tres años. El primer desembolso fue en mayo de 2015: Gs. 50 millones por los meses restantes de 2015. En 2016 fue de Gs. 75 millones por 12 meses, al igual que en 2017. Pero en 2018 debió haber sido apenas Gs. 25 millones, ya que fenecía el contrato en mayo y debía haber un nuevo llamado. Sin embargo, se pagó Gs. 75 millones a cada uno, es decir, por todo el año. En total fueron unos Gs. 1.100 millones para 22 investigadores, pues uno ya había salido del nivel 2.

El PRONII nació en 2011 con la intención de profesionalizar a los investigadores del país y ayudarles económicamente para que realicen sus labores científicas, en vista a que muy pocas universidades o centros cuentan con salarios o apoyos a la investigación. El PRONII trata de subsanar el problema de la falta de producción académica debido a que los investigadores deben tener varios trabajos y no pueden dedicarse a generar conocimiento. Desde su implementación Paraguay ha aumentado su producción científica.

Existen cuatro niveles que van desde candidato a investigador, nivel I, nivel II y nivel III, siendo este último el más complicado de alcanzar. Actualmente, el sistema cuenta con poco más de 730 investigadores categorizados. El incentivo anual para los candidatos a investigador es de Gs. 21.888.660 (US$3.580) y para los categorizados como nivel I es de Gs. 37.523.928 (US$6.150), según resolución 136/2018 del Conacyt. Mientras que quienes están en el nivel II cobran anualmente Gs. 75.047.856 (US$12.300) y los del nivel III reciben Gs. 112.571.784 (unos US$18.400) por año.

A diferencia de los candidatos a investigador, nivel I y III que permanecen en el sistema por dos años, los del nivel II se quedan por tres años.

Presiones para enmendar el “error”

Los pagos fueron autorizados por el Ing. Luis Lima, presidente del Conacyt, y Julio Paniagua, el administrador de la institución, quien fue separado de su cargo por esta desprolijidad. El pedido del pago lo habría hecho Ramón Iriarte, excoordinador del PRONII.

Recién en junio de este año se les comunicó a los investigadores involucrados que hubo un “error en el pago” y que tenían que acercarse hasta el Conacyt. Allí, el ente estatal trató de obligar a los científicos a firmar una adenda y una carta-compromiso para la devolución del monto excedente con descuentos en futuros subsidios. Amenazaron a los investigadores con accionar judicialmente si no firmaban los documentos. Asustados, 15 firmaron, y los demás decidieron pedir asesoría de abogados primero. Tres investigadores definitivamente salieron ya del PRONII, lo que dificulta la devolución.

En junio de este año, el Ing. Lima informó al pleno del consejo del Conacyt que se detectaron ciertas irregularidades en unos desembolsos del PRONII y que se abriría una investigación, sin profundizar. Recién a inicios de julio, la Ing. Dalila Zarza, al frente del PRONII, desnudó el verdadero alcance del problema ante los consejeros.

Zarza aseguró que hubo errores en el pago a los investigadores, pero que con la adenda y la carta-compromiso se estaba tratando de subsanar.

La irregularidad administrativa molestó a los consejeros porque no fueron comunicados inmediatamente. Una de las consejeras pidió informar a las autoridades contraloras para que ellos “no se vean comprometidos”. Resolvieron pedir una auditoría del Ejecutivo para determinar qué realmente sucedió. Sin embargo, no se accionó aún.

Durante la reunión del consejo del 23 de julio, el presidente Lima volvió a asegurar que ya se estaba solucionando el problema del PRONII con la firma del compromiso de los investigadores, pero sugería dejar en mano el proceso legal a la Contraloría o la Procuraduría General de la República. Eduardo Filippo, representante de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), pidió que antes de informar a dichas autoridades ellos debían tener un panorama claro de lo que sucedió, por lo que exigió un informe interno. El mismo fue encargado al abogado José Matto, representante de las centrales sindicales.

Investigadores presionados

Ciencia del Sur contactó con varios de los investigadores involucrados y otros que son del nivel II, pero que no están en la lista de los 22 que cobraron indebidamente. Sin embargo, muy pocos quisieron contestar nuestras preguntas, alegando que “hay voluntad de solucionar” y que ya se está resolviendo. Algunos expresaron que no hay motivo para ventilar el caso, pero otros afirmaron que se sienten amenazados por cómo el Conacyt, que originó el error, les trata como delincuentes.

“Realmente hubo un pago [de más]. Ese cobro/pago está comprobado con documentaciones respaldatorias y nos solicitaron devolver el monto, que de acuerdo a la adenda, será descontado del pago correspondiente al 2019, por única vez”, dijo a nuestro medio la Dra. Magna Monteiro, investigadora de la Universidad Nacional de Asunción y nivel II del PRONII.

Como ella, otros comentaron que no tienen problema en devolver el dinero o ser descontados en futuros pagos. Sin embargo, se desconoce cómo el Conacyt recuperará el dinero de quienes no firmaron y de quienes ya no están en el PRONII. No todos los investigadores permacen; algunos salen por motivos personales, de viaje al exterior o porque no alcanzaron los requisitos de productividad científica.

El Dr. Carlos Roger Molinas, director de Neolife Medicina y Cirugia Reproductiva, también incluido en la lista de los 22, señaló por correo electrónico que efectivamente el Conacyt le contactó hace dos meses para informarle que había un “pago equivocado” y que debía resolverlo.

Uno de los que no firmó aún es el Dr. Jorge Molina, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción, quien además pidió varias explicaciones a los coordinadores del PRONII. Solicitó el envío de la adenda que debía firmar, pero hasta hoy no ha tenido respuesta.

Gentileza Jorge Molina.

Molina dijo a Ciencia del Sur que la mayoría de los investigadores se encuentra contra la pared por este error del Conacyt.

Intentamos obtener la versión oficial de los encargados del PRONII y acudimos también al Departamento de Comunicación del Conacyt. Hasta el cierre de edición de este material, el Conacyt no ha contestado las preguntas de Ciencia del Sur sobre esta equivocación en los pagos.

PRONII: valioso pero debe mejorar

Para la Dra. Verónica Serafini, investigadora del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP) y nivel II del PRONII que no está en la lista, hay que mejorar los procesos de selección.

A su parecer, ProCiencia y PRONII son dos proyectos que sí funcionan bien y que hasta ahora tienen procesos trasparentes, con reglas claras y con participación de pares investigadores nacionales e internacionales. Puntualizó que la comunidad científica suele aceptar cuando proyectos no son adjudicados o cuando hay recategorización del PRONII, lo cual refleja una confianza en el sistema.

“Sin embargo, hay cuestiones negativas, como en cualquier política pública. Hay que mejorar los procesos, ya que en muchos casos las reglas que se aplican en PRONII son las mismas que se aplican en contrataciones públicas de rutas o programas de salud. Esas reglas pueden ser las menos adecuadas para la investigación”, manifestó a Ciencia del Sur.

Para la economista, Paraguay está tratando de alcanzar los estándares internacionales, que son muy exigentes, como publicar en revistas indexadas y de alto impacto.

Dijo que los investigadores plantean una evalución seria de los programas para hacer los cambios que sean necesarios. Entre ellos, una mejor calendarización y la previsibilidad de la dedicación a tiempo completo por parte del profesional investigador.

Conflictos de intereses

conacyt uni plagio
El Ing. Luis Lima, presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. (Conacyt)

En la sesión del consejo del 23 de julio, el Dr. Ricardo Felippo, de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), despotricó contra un supuesto tráfico de influencias en el Conacyt. Señaló directamente a Idelín Molínas, quien fue apartado de su cargo de secretario ejecutivo del Conacyt en julio luego de que la institución otorgara Gs. 9 mil millones a la organización de su hermano (Investigación para el Desarrollo).

También señaló a la Asociación de Funcionarios de la Universidad Nacional de Caaguazú, el Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios, la Universidad del Cono Sur de las Américas (UCSA) y otros por haber recibido fondos del Conacyt pese a que miembros del consejo son autoridades en dichas instituciones. Por ejemplo, el presidente del Conacyt, el Ing. Lima, es también rector de la UCSA, mientras que el Dr. Sergio Duarte, quien también está en la lista de los 22, es consejero por la Sociedad Científica del Paraguay y a la vez rector de la Universidad Americana.

Sin embargo, Lima aseguró en sesión del consejo que todos los procesos de adjudicación se realizaron en el marco legal y transparente del Conacyt. Hasta el momento no hay denuncias formales de irregularidades concretas vinculadas a consejeros.

Es preciso señalar que estas denuncias aparecen en medio de una guerra declarada en el seno del consejo del Conacyt. Algunos miembros ya no apoyan a Lima y están esperando su renuncia en cualquier momento. En los últimos meses, varias irregularidades salpicaron al Conacyt y evidenciaron su manejo hermético y poco eficiente de las crisis.

Consejeros quisieron ocultar la crisis

El 14 de junio los consejeros de diez organismos que integran el Conacyt exigieron al Ing. Lima su salida y una transición “rápida y hermética” para que la prensa no se entere. Sin embargo, Ciencia del Sur accedió a la nota que quisieron mantener oculta, donde se evidencia una falta total de confianza hacia la presidencia del Conacyt y el rumbo de la institución.

Los consejeros alegaron presuntos casos de conflictos de intereses, malversación de fondos, la demora de evaluación de ProCiencia y el error de pagos en el PRONII.

Mientras, Paraguay sigue relegado del sistema internacional de ciencia y tecnología, ocupando los últimos puestos en índices de innovación y publicaciones científicas.

2078 - MIEMBROS DEL CONSEJO

 

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Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

Cofundador y editor general de Ciencia del Sur. Comunicador, docente universitario, traductor y divulgador, estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción y ciencias de la computación en la Universidad París XI. Ha sido reportero y editor de portales de noticias latinoamericanos en español e inglés.

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6 COMENTARIOS

  1. Mas alla del error que haya cometido el CONACYT, lo reprochable es la actitud deshonesta de los 7 investigadores que sabiendo que el dinero no les corresponde se niegan a devolverlo.

  2. Más que un artículo en el que debe haber información de las dos partes,parece un compilado de chismes e información de una de las dos partes, en la que se busca desprestigiar al CONACYT. Lejos de ser un artículo informativo.
    Parece que hay algún interés de este medio en posicionar mal a esta institución,que aún con n muchos errores ha cambiado la ciencia en el Paraguay.

  3. Hay un grupo de investigadores «hambrientos» y «deshonestos» que están matando la credibilidad del quehacer científico. Se mueven en «ordas» de manera instintiva pero se organizan . Son patéticos, pero facturan…ahí está la cuestión.

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