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Generalmente, la divulgación científica no se divide en áreas como la ciencia misma. En aquel mundo, quien mucho abarca poco aprieta. Si acaso el tema a divulgar no mostrara consenso, el riesgo de yerro es mayor. Al respecto, la divulgación realizada por Debra Soh, doctora en neurociencia (York University), y Roxana Kreimer, filósofa y doctora en ciencias sociales (Universidad de Buenos Aires), son buenos ejemplos de lo dicho.

La primera en Norteamérica y la segunda en Latinoamérica, Soh y Kreimer divulgan ciencia en páginas web, revistas, redes sociales y medios audiovisuales. De diversos tópicos, han elegido uno de feroz dinamismo: diferencias de género (en adelante DG). Al respecto, ambas han defendido una posición como si no hubiere mayor debate. Sin embargo, como demostraré, el estudio de las DG constituye un campo abierto.

Para ello consideraré lo que Soh y Kreimer han dicho sobre el tema y, especialmente, lo que no han dicho.

Lo dicho

1) Existen diferencias cerebrales innatas entre hombres y mujeres.

Para Soh, el feminismo considera que los seres humanos “nacemos como pizarras en blanco y son los padres y la sociedad en general los que producen las diferencias que vemos entre mujeres y hombres” (Soh, 2017a). Las feministas “se niegan a reconocer el papel de la evolución en la configuración del cerebro humano” (Soh, 2017a), a pesar que los cerebros de hombres y mujeres muestran diferencias innatas (Lehmann y Soh, 2017; Soh, 2016, 2017a).

Para Kreimer, el feminismo carece de una teoría de la evolución humana (Diálogos Programa, 2019; Spanish Libertarian, 2019) al impulsar una concepción del ser humano “como si hubiéramos nacido sin ningún tipo de adaptación producto de nuestra historia evolutiva” (Tren Nocturno, 2018). Sin embargo, para la filósofa, existen diferencias cerebrales producto de la evolución, pues “[l]a mayor parte del tiempo aconteció en contextos de cazadores-recolectores y nuestro cerebro todavía tiene la configuración que se fue articulando por esa época” (Kreimer, 2018a).

2) Las diferencias de género no son producto de la socialización.

Para Soh, las feministas “promueven la idea de que las diferencias sexuales[1] son causadas por un proceso de socialización que comienza en el nacimiento” (Soh, 2017a), sin embargo, “[l]a socialización no puede anular la biología” (Vedantam, 2017). Los intereses de hombres y mujeres están “fuertemente influenciados por la biología, en lugar de ser aprendidos o construidos socialmente” (Soh, 2017b). Asimismo, “[u]na gran cantidad de literatura científica muestra que las preferencias de los juguetes […] son innatas, no socialmente construidas” (Soh, 2017d).

Para Kreimer, el feminismo considera que “absolutamente todo lo que hace el ser humano es aprendido y tiene que ver con la socialización” (Tren Nocturno, 2018). Sin embargo, “hay mucha evidencia de que no nacemos como tabulas rasas” (La Nación, 2019). Según la filósofa, “hombres y mujeres enfrentaron estrategias reproductivas diversas en la historia de la especie, de lo que podrían derivarse predisposiciones psicológicas distintas” (2018b, p. 8) que “no son producto de la socialización” (Ibíd., p. 5).

3) Las diferencias de género están determinadas por predisposiciones biológicas.

Para Soh, “[l]os niveles de exposición a la testosterona prenatal son […] el factor determinante en términos de lo que los niños estarán interesados” (Vedantam, 2017). Que mujeres con hiperplasia adrenal congénita (CAH) prefieran intereses típicamente masculinos (Soh, 2016, 2017d) o que la brecha STEM[2] sea más pronunciada en países con mayor equidad de género comprueba “lo poderosa que es la biología, ya que la identidad de género y las preferencias de género realmente no pueden moldearse tanto por la socialización” (Vedantam, 2017).

Para Kreimer, la relación testosterona–masculinidad se demuestra en varones (Kreimer, 2018a), mujeres con CAH (Diálogos Programa, 2019), neonatos (Kreimer, 2018a), gorilas y pájaros (Spanish Libertarian, 2019). Para la filósofa, que las mujeres se interesen por el cuidado adviene de “una estrategia de siglos y siglos y cientos de siglos de cuidar” (La entropía de Valen, 2018) –de ahí su mayor interés por actividades sociales, a diferencia de las científico-técnicas (La Nación, 2019).

Para la pensadora, hombres y mujeres “no elegimos igual porque hay predisposiciones biológicas” (Kreimer, 2019a).

4) La biología es más importante que la cultura.

Para Soh, aunque enfatizar la cuestión biológica “no significa que el entorno no desempeñe ningún papel” (Soh, 2017b), es claro que “afirmar […] que la cultura tiene mayor influencia que la biología, simplemente no es cierto” (Ibíd.). Según la neurocientífica, “negar […] cualquier diferencia es negar la biología humana básica” (Soh, 2016).

Para Kreimer, dado que los seres humanos “formamos parte del último segundo de la historia evolutiva humana” (Kreimer, 2018a), la cultura constituye la “última tecla” de un piano. Aunque la filósofa reitere que biología y cultura interactúan, también defiende que “hay mucha evidencia de que [las DG] no son exclusivamente ni principalmente culturales” (Tren Nocturno, 2018).

¿Cultura y biología van en caminos contrarios? (Picpedia)

Lo no dicho

1) Los intereses son preestablecidos por el entorno, no por la testosterona.

Soh afirmó que la testosterona determina la elección de carrera. Kreimer señaló que la testosterona correlaciona con ciertas conductas y sugirió que los estereotipos de género puedan ser consecuencia de elecciones diferentes. ¿Qué dice la evidencia? Correlación no es causalidad: que dos eventos ocurran simultáneamente no significa que uno cause al otro.

A finales de los 90, el neuroendocrinólogo Robert Sapolsky (1997) problematizó la resistida fórmula testosterona causa agresividad, demostrando que el entorno era crucial: si este preestablecía que para mantener el estatus debíamos ser agresivos, la testosterona impulsará la agresividad. En su enciclopédica Compórtate, Sapolsky (2018) reiteró la importancia del entorno al sostener que “la agresividad tiene más que ver con el aprendizaje social que con la testosterona” (p. 153).

Actualmente, diversos estudios demuestran que, según lo preestablecido por el entorno, dicha hormona impulsa desde conductas prosociales y antisociales (Dreher et al., 2016), hasta formas de sumisión (Inoue et al., 2017).

En la relación testosterona–elección de carrera, la dinámica es la misma. En palabras de Sapolsky (2018), “los efectos de la testosterona son enormemente dependientes del contexto” (p. 156). Si una sociedad a preestablece que la ingeniería es señal de prestigio, quienes tengan más testosterona serán ingenieros. Asimismo, si una sociedad b preestablece la siembra de tulipanes como actividad prestigiosa, habrá más varones floristas.

Incluso para un neurogenetista como Kevin Mitchel (2018) el entorno cumple un rol. Según el científico, las expectativas del entorno podrían surgir y permanecer debido a diferencias biológicas entre hombres y mujeres, “pero también pueden contribuir a una profecía autocumplida, ya que esas expectativas dan forma a las experiencias de niños y niñas, ofreciéndoles diferentes tipos de experiencias y oportunidades, lo que tenderá a amplificar las diferencias biológicas iniciales” (p. 98).

Como vemos, el entorno es fundamental y, cual fenómeno social, la elección de carrera depende de múltiples factores sociales. Una revisión sistemática de 30 estudios (Akosah-Twumasi, Emeto, Lindsay, Tsey y Malau-Aduli, 2018) encontró que diversos factores intrínsecos (intereses personales, desarrollo profesional y rasgos de personalidad), extrínsecos (empleabilidad, estabilidad, salarios y prestigio) e interpersonales (apoyo familiar, status, influencia de pares y otros agentes) influencian la elección de carrera.

Si observamos detenidamente, hasta los factores intrínsecos dependen del entorno. Ahora entendemos por qué dicho estudio lleva por subtítulo “el rol de la cultura”.

Precisamente por acción del entorno, los estereotipos (sobre el género y las profesiones) ocasionan brechas laborales (Reinking y Martin, 2018), siendo causa y no consecuencia. Incluso si se modifican los estereotipos, modificando el entorno, también se modifican las elecciones de carrera (Master y Meltzoff, 2017; Makarova, Aeschlimann y Herzog, 2019). Las brechas que Soh y Kreimer mencionan son reales y nadie duda de su existencia.

La discusión gira en torno a los factores que las explican. Y de todos los factores sociales influyentes, Soh y Kreimer apelan a una biología evolucionada sobre la noción de hombres cazadores y mujeres recolectoras –un arquetipo cuestionado por evidencia antropológica (Devlin, 2015; Migliano y Vinicius, 2015).

Siguiendo esa línea, Kreimer (2019d) afirma que las mujeres se interesan más por la biología porque prefieren “lo vivo” y esto tiene que ver con la empatía femenina. Sin embargo, los planes de estudio de esa carrera[3] refutan que se trate de una actividad alejada del rigor, al componerse de materias como química, genética, fisiología, estadística y matemática. ¿Y la testosterona? La testosterona tiene que ver (lo dicho), pero el entorno es decisivo (lo no dicho).

2) La socialización interactúa con la biología.

Para Soh, sugerir que “el sentido de género [sense of gender] de una persona en el cerebro opera de alguna manera distinta al del resto de su cuerpo, es tonto y erróneo” (Soh, 2018). Para Kreimer (2018b) “la evolución parecería detenerse en el cuello si hablamos de predisposiciones psicológicas” (p. 11). ¿Qué dice la evidencia? Implícitamente, Soh y Kreimer defienden que, si la biología pesa más que la cultura, la evolución conlleva al dimorfismo.

Si solo consideramos los estudios que confirman tal hipótesis (¿sesgo de confirmación?), parecería que los cerebros de hombres y mujeres serán cada vez más diferentes. Sin embargo, un dimorfismo que exceptúe la cabeza podría ser efecto de la socialización. Por lo pronto, hay evidencia de que la socialización influencia el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso central (Repetti, Taylor y Saxbe, 2007).

Los estudios de Sapolsky con la testosterona o el éxito de Rusia en la promoción de mujeres científicas (Bullock, 2017) demostrarían cómo la cultura, mediante la socialización, comanda la biología. En palabras de Ivar Frønes (2016), “[l]a evolución y la cultura se encuentran en el proceso de socialización” (p. 81).

Kreimer (2018b) incluso afirmó que la antropología demuestra predisposiciones psicológicas en hombres y mujeres que “no son producto de la socialización” (p. 2), cuando esta disciplina es la que más ha destacado la importancia de la socialización (Frønes, 2016, pp. 37-50), especialmente en temas de género: conceptos como género supernumerario, roles de género, identidad de género o ideología de género apelan a la socialización (Casares, 2008).

Asimismo, la filósofa yerra al sostener que “las categorías de hombre y mujer no son un invento social” (Kreimer, 2019d), cuando, en realidad, son constructos culturales (Roscoe, 1998). Como bien señaló Gina Rippon sobre los trabajos de Simon Baron-Cohen, se trata de estudios realizados con cerebros de adultos largamente socializados.

Ni los estudios realizados con neonatos –considerados el último bastión del determinismo– constituyen evidencia de que las diferencias cerebrales son innatas, pues ello desconocería una máxima de la neurogenética: existen rasgos neurológicos heredables (Mitchell, 2018). La biología es importante (lo dicho), pero la socialización contribuye a dicho proceso (lo no dicho).

Soh y Kreimer apelan a una biología evolucionada sobre la noción de hombres cazadores y mujeres recolectoras, algo cuestionado por evidencia antropológica. (Wikimedia)

3) La cultura es muy importante, sobre todo en evolución humana.

Que psicólogos evolucionistas y académicos afines omitan la importancia de la cultura podría deberse a su omnipresencia: dado que diversas sociedades exhiben patrones casi universales en DG es comprensible estipular su poca importancia. ¿Qué dice la evidencia? El psicólogo Scott Barry Kaufman lo pone así:

“Tome el elemento más esencial: un niño necesita ser criado en una familia, casi cualquier tipo de familia, para desarrollar la capacidad de hablar un idioma. Como cada persona en los estudios de gemelos marca esa casilla (es decir, se cría en una familia de algún tipo), este factor nunca varía y, por lo tanto, no predice diferencias en la capacidad de hablar un idioma. Pero, ¿significa esto que la variable «tener una familia» no importa para determinar si una persona desarrolla o no la habilidad de hablar un idioma? ¡Por supuesto no! Es como decir que el agua no tiene influencia en el desarrollo de un pez porque todos los peces viven en el agua. El hecho de que una variable no varíe no significa que no tenga un impacto causal en un resultado particular.” (Kaufman, 2008)

Según la antropología evolucionista, la cultura hizo del ser humano “un animal diferente”. Sin embargo, para el ingeniero aeronáutico y antropólogo Joseph Henrich (2016), todavía existen enfoques “obsoletos” que ignoran que la cultura es la “fuerza central” que ha impulsado la evolución humana durante miles de años. Para Henrich, la cultura ha dejado huellas en toda la anatomía humana formando a la evolución genética de nuestros pies, piernas, pantorrillas, caderas, estómagos, costillas, dedos, ligamentos, mandíbulas, gargantas, dientes, ojos, lenguas y mucho más.

Asimismo, basándose en la teoría de la coevolución gen-cultura (también llamada teoría de la herencia dual), el antropólogo Robert Boyd (2018) sostuvo que la evolución acumulada de la cultura es crucial para la adaptación humana, ya que “nosotros los humanos no seríamos una especie excepcional si no nos adaptáramos culturalmente” (p. 16). En síntesis, “la cultura juega un rol crucial en la adaptación humana” (Ibíd., p. 34).

Actualmente, diversos estudios demuestran cómo la cultura influencia adaptaciones genéticas en humanos (Fan, Hansen, Lo y Tishkoff, 2016) y animales (Whitehead, Laland, Rendell, Thorogood y Whiten, 2019).

El poder de la evolución cultural es tal que David Buss –el académico más icónico de la psicología evolucionista– tuvo que incorporar dicho tópico en la edición del 2019 de su Evolutionary psychology (ausente en la edición de 1998). Y es que, como animales culturales (término ahora admitido también por Buss), no tenemos mayor evolución que aquella gestada por nuestra cultura. Quizá por ello, aunque no lo destaque, Kreimer no puede evitar incluir la cultura en sus asertos:

“Lo que ocurre entre los seres humanos es que ya […] no es la fuerza física lo que hace que un varón consiga una mujer, sino básicamente talentos, estatus, dinero o cualquier cosa que sea que la mujer valora y que el hombre posea en términos de estatus […]. Estamos hablando de aquello que tiene estatus en el grupo en el que uno se desenvuelve” (Kreimer, 2018a).

“El que tenga más prestigio dentro de ese contexto probablemente va a ser el que más se reproduzca. De esto hay evidencia en estudios antropológicos. […] Entre los yanomami el que asesinaba a más personas era el que se reproducía más porque era el que tenía más éxito con las mujeres” (Once veintidos, 2018)

Talentos, estatus, dinero, grupo o contexto son términos que refieren a la cultura. Aquí Kreimer estaría refiriendo a la evolución cultural sin incorporar la teoría en su integridad. Pregunto: ¿cómo se puede desdeñar la cultura y, al mismo tiempo, incluirla en el análisis? O, lo que es peor, ¿cómo puede admitirse la importancia de la cultura y, segundos después, menospreciar la socialización?

Decir que la biología determina y que la cultura solo influye demuestra que optamos por un determinismo biológico encaletado que ignora otras evidencias. Ahora, dado que Buss ya se puso al corriente, solo falta que Kreimer conozca la nueva evidencia y actualice su discurso. En evolución humana, la biología es importante (lo dicho), pero la cultura lo es aún más (lo no dicho).

4) La discusión sobre diferencias de género constituye un debate abierto.

Si hay algo que Soh y Kreimer hacen bien es sortear las críticas que las contradigan. ¿Qué dice la evidencia? Para la neuropsicóloga Dana Bevan (2019), Soh expone una “falta de originalidad”, pues “parece que está simplemente repitiendo lo que ha aprendido”. La divulgadora canadiense “[e]stá tan atrapada en el intento de envolverse con la bandera de la «ciencia» en televisión y vlogs que […] no cuestiona lo que ha aprendido” (Ibíd.).

Considero que lo mismo puede decirse sobre Kreimer, pues últimamente su deseo de obtener likes y shares mediante videos repletos de afirmaciones (Kreimer, 2019b, 2019c, 2019d) genera más morbo mediático que resoluciones académicas (una lectura a las cajas de comentarios comprueba lo que digo).

Soh y Kreimer arriesgan la divulgación científica no porque difundan información falsa, sino porque omiten cuestiones importantes: desde críticas a estudios específicos hasta críticas al paradigma que defienden. Ambas citan los trabajos de Baron-Cohen sin considerar las críticas que el mismo científico ha agradecido (Baron-Cohen, 2011) y que hasta aparecen en Wikipedia[4].

Asimismo, Soh y Kreimer mencionan estudios sobre género y brechas laborales (como los de Richard Lippa) sin formular las gigantescas objeciones que se les pueden hacer (empezando por sus diseños puramente correlacionales) y que hasta páginas de memes en Facebook han sabido destacar[5].

El determinismo biológico también ha sido objetado no solo por feministas con las axilas pintadas, sino por renombrados científicos como Richard Lewontin (biólogo), Steven Rose (neurobiólogo) y Leon Kamin (psicólogo):

“El argumento determinista biológico sigue una estructura ya conocida: empieza citando «evidencia», los «hechos» de las diferencias entre hombres y mujeres […]. Estos «hechos», considerados incuestionables, son vistos como dependientes de tendencias psicológicas precedentes que, a su vez, dependen de las diferencias biológicas subyacentes entre hombres y mujeres a nivel de estructura cerebral u hormonas. El determinismo biológico muestra, entonces, que las diferencias en la conducta entre machos y hembras humanos son paralelas a aquellas encontradas en sociedades no humanas –entre primates, roedores, aves o incluso escarabajos de estiércol–, lo que les aporta una aparente universalidad […]. Finalmente, el argumento determinista se esfuerza por soldar todas las diferencias actuales observadas sobre la base de argumentos sociobiológicos panglósicos ya conocidos: que las divisiones sexuales han emergido adaptativamente por selección natural, como resultado de diferentes roles biológicos en la reproducción de los sexos, y han evolucionado hasta convertirse en una gran ventaja adaptativa” (Lewontin, Rose y Kamin, 1984, p. 133).

Difícilmente Soh y Kreimer podrían argumentar que sus ideas no calzan con lo dicho por Lewontin y compañía hace casi 40 años. ¿Esto significa que ambas promueven el determinismo biológico? Veamos. Cada enunciado de la cita coincide con los razonamientos de Soh y Kreimer: las brechas, las predisposiciones psicológicas, las diferencias cerebrales y hormonales, las DG visibles en diversas culturas y especies, las estrategias de adaptación y la selección natural.

Son precisamente esos enunciados los que integran las especulaciones “profundamente defectuosas” de la psicología evolucionista pop (Buller, 2009) –una variante populacha de la psicología evolucionista, un programa académico que ha merecido la desconfianza del mayor especialista en pseudociencia, Massimo Pigliucci (2006).

Es más, el mismo Baron-Cohen admitió emplear teorías deterministas, aunque de forma moderada (Baron-Cohen, 2010). La diferencia entre Baron-Cohen, Soh y Kreimer es que mientras él coincide con el neurofeminismo al destacar la importancia de la cultura y la socialización (Cronin, Rippon y Baron-Cohen, 2016), ellas critican al neurofeminismo al sostener que cultura y socialización son menos importantes.

Realizar divulgación científica no implica tomar partido salvo la evidencia sea abrumadora (i.e. la ineficacia de la homeopatía). Pero, cuando los principales académicos del rubro todavía discuten entre sí (Rippon y Baron-Cohen, 2019), se espera una exposición más honesta de las cosas o, al menos, el señalamiento de que constituye un debate abierto.

Por ello, resulta insólito que Soh haya destacado, refiriéndose al neurofeminismo, que “[s]iempre habrá estudios fallidos en cualquier campo de la ciencia y siempre habrá distorsiones de los medios sobre la investigación en temas de sexo y género” (Lehmann y Soh, 2017). El determinismo biológico cuenta con evidencia (lo dicho), pero las tesis contrarias también (lo no dicho).

Soh y Kreimer arriesgan la divulgación científica no porque difundan información falsa sobre las diferencias de género, sino porque omiten cuestiones importantes: desde críticas a estudios específicos hasta críticas al paradigma que defienden. (Pixabay)

Finalmente

Hace poco más de un año, en una entrevista, Kreimer recomendó leer a Soh (Once Veintidos, 2018). Y es que entre ambas hay poderosas semejanzas de modus operandi que superan los argumentos que divulgan: así como Soh es considerada una “intelectual de la dark web” junto a Christina Hoff Sommers, Ben Shapiro o Jordan Peterson (Weiss, 2018), Kreimer es vinculada –en menuda compañía– a Javier Milei, Francisco Oneto y Agustín Laje en videos de YouTube cuyos títulos contienen los términos “destruye”, “destroza” o “filósofa nivel dios”.

¿Coincidencia o consecuencia? ¿Correlación o causalidad?

Hace varios meses, Kreimer fue víctima de acusaciones en Twitter por parte de algunas militantes feministas. La filósofa denunció el hecho en redes, afirmando que quienes la bloquearon rehusaron al diálogo. Lo curioso es que, quien escribe estas líneas, ha sido bloqueado dos veces del grupo Feminismo científico (que ella administra) y de su perfil personal, tras verter críticas como las ahora plasmadas. ¿Coincidencia o inconsecuencia? ¿Correlación o casualidad?

Coincido con Soh y Kreimer en la crítica a la politización del estudio de las DG. Sin embargo, más que confrontación, necesitamos información, y en esto la divulgación cumple un rol esencial, pues si no contribuye a desarrollar una cultura científica, no tendría razón de existir. ¿Habrá, entonces, formas óptimas de divulgar ciencia? El astrofísico Gustavo Romero brindó una serie de consejos, uno de los cuales Soh y Kreimer podrán considerar:

“Siempre se debe dar lugar a las visiones críticas ya que sirven para enfatizar un punto esencial de la ciencia: no hay conocimientos finales, no estamos en posesión de la verdad absoluta y todo está sujeto a revisión. Una buena nota de divulgación siempre tiene que dar lugar a que haya elementos que puedan ser cuestionados y cuando esos cuestionamientos aparecen los expertos los deben justificar claramente. Los científicos son seres humanos, y muchas veces también los mueve la envidia y la competencia. El buen divulgador debe buscar siempre el balance y la objetividad en la presentación de su noticia.” (Romero, 2017)

Hablar de genes y hormonas en señal abierta puede ser emocionante. Pero si nada de lo expuesto tendrá por finalidad desarrollar el conocimiento, ver a excéntricos personajes hablando de ciencia es una absoluta pérdida de recursos. Quien haya publicado artículos científicos sabe que para hacer ciencia no basta con exponer la metodología y citar nuestras fuentes; también es necesario precisar las críticas y limitaciones cada que el tema lo amerite.

De lo contrario, estaríamos en la acera de enfrente inaugurándole al campo un nuevo género: la divulgación anticientífica.

Referencias bibliográficas

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[1] “[D]iferencias sexuales” equivale a “diferencias de género”. Para Soh, sexo y género son “esencialmente lo mismo” (Soh, 2018).

[2] Brecha creada entre hombres matemáticos, físicos e ingenieros, y mujeres docentes, psicólogas y trabajadoras sociales.

[3] https://biology.stanford.edu/courses

[4] https://en.wikipedia.org/wiki/Empathizing%E2%80%93systemizing_theory#Criticism

[5] https://www.facebook.com/notes/sientifiko-memetodolog%C3%ADa-de-la-investigaci%C3%B3n-antisocial/mu%C3%B1ecas-camiones-y-brechas-de-g%C3%A9nero-c%C3%B3mo-inventar-mitos-con-m%C3%A9todos-cuantitativ/2339792502775509/

 

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Sergio Morales Inga es antropólogo y egresado de la Maestría en Filosofía de la Ciencia, ambos por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú. Tiene publicaciones en revistas académicas de Perú, Colombia, Argentina, España y Reino Unido. Columnista de evolución humana, género y epistemología de las ciencias sociales en Ciencia del Sur. También realiza divulgación en evolución cultural a través del blog "Cultura y evolución".

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  1. «A finales de los 90, el neuroendocrinólogo Robert Sapolsky (1997) problematizó la resistida fórmula testosterona causa agresividad, demostrando que el entorno era crucial: si este preestablecía que para mantener el estatus debíamos ser agresivos, la testosterona impulsará la agresividad. En su enciclopédica Compórtate, Sapolsky (2018) reiteró la importancia del entorno al sostener que “la agresividad tiene más que ver con el aprendizaje social que con la testosterona” (p. 153).»

    Sergio, estás haciendo un recorte algo sesgado del planteo de Sapolsky. Sí, Sapolsky arroja un fuerte manto de precaución en la relación entre agresividad y testosterona, pero no niega que haya diferencias innatas entre los cerebros de mujeres y varones. Por ejemplo, en su curso de comportamiento humano habla muy claro de diferencias morfológicas en los cerebros de hombres y mujeres en áreas asociadas al comportamiento sexual y como estas son incluso consistentes con cosas como la identidad sexual y la homosexualidad.

    • Gracias por tu comentario. Se citó a Sapolsy en un párrafo que discute la relación testosterona-agresividad, no en uno que discuta las diferencias de género. Además, identidad sexual y homosexualidad son constructos que pueden decirse que formen parte del género ni que sean sinónimos, ya que son muy diferentes.

      • No usé identidad sexual y homosexualidad como sinónimos. Por eso puse un «y», no uno «o lo que es lo mismo». Te recomiendo que no hagás malinterpretaciones malintencionadas.

        Otra cosa, distinguís entre socializacion y biología a la par que citas behave y el problema de la testosterona de Sapolsky. O no entendiste nada de ese libro, o no lo leíste o malinterpretas a Sapolsky. Te recomiendo que mires su curso de comportamiento humano, porque el mal uso que hacés de él le quita credibilidad a lo que decís.

        • No he dicho que tú hayas dicho que los usas como sinónimos. Hice la advertencia para dejar en claro las cosas y evitar que alguien cometa el error. Te recomiendo que no hagas malinterpretaciones malintencionadas.

          Distingo entre socialización y biología porque son diferentes. Duh. Pero la clave es asociar, y para ello está el libro de Sapolsky, pero más el texto de Frones. Se citó a Sapolsky para una cuestión bastante específica y además se citó otros estudios que van a la par. En vez de recomendarme un curso que he visto en Youtube, mejor dime en qué partes consideras que me equivoco. Una observación concreta (como la que hice en el artículo) es más valiosa que una recomendación general.

          • Te eocomiendo mirar el curso DE NUEVO porque estás cayendo en el mismo error que el advierte en la introducción al curso. Estas dividiendo de manera más o menos arbitraria entre cultura y biología, en lugar de entender la relación entre ellas como algo sistemico. El hecho de que trates tanto de hablar de cultura en oposición a biología y que acuses a tus adversarios de «determinista» muestra que o entendiste el curso a medias o no lo viste. Ojo, Soh ha dicho cosas estúpidas y hay cosas de Kreimer que me caen mal. Pero creo que no estas siendo justo ni con las fuentes, ni con los autores que tratas, ni con los adversarios que has elegido.

          • ¿Cómo voy a dividir entre cultura y biología si eso es justamente lo que estoy criticando? ¿Por qué crees que baso el texto en la teoría de la COevolución gen-cultura? Perdona, pero me parece que no estás entendiendo nada.

          • > Distingo entre socialización y biología porque son diferentes.
            > ¿Cómo voy a dividir entre cultura y biología si eso es justamente lo que estoy criticando? ¿Por qué crees que baso el texto en la teoría de la COevolución gen-cultura? Perdona, pero me parece que no estás entendiendo nada.

            ¿Distinguís o no distinguís?

          • Genes y cultura son entes diferentes. Pero actúan de forma conjunta. ¿Qué parte no se entiende? ¿En qué parte se dice que para que A y B actúen de forma conjunta A y B deben ser lo mismo?

          • «Genes y cultura son entes diferentes. Pero actúan de forma conjunta. ¿Qué parte no se entiende? ¿En qué parte se dice que para que A y B actúen de forma conjunta A y B deben ser lo mismo?»

            Sopolsky en su curso

            «What we’re going to be having over and over again is any one of these buckets that we spend some time in, all we’re going to do is think of that bucket is at that point the most convenient way of describing all of the influences that came beforehand.

            And in that regard, there’s no buckets. All they are, are temporary platforms. And each platform is simply the easiest, most convenient way of describing the outcome of everything that came beforehand starting with millennia back in evolution.»

            No existe la genética ni la antropología, solo son las categorías más convenientes para describir una parte particular del comportamiento humano. (Incluso «comportamiento humano» es una categoría, así que tendría que usar otra palabra, pero no se me ocurre otra.)

            Sí, en el fondo parece hasta derridiano Sapolsky.

    • Creo que ambos no se entienden porque tienen posturas diferentes
      S comprende la relación sistemática interaccionista de GxE, o en este caso la coevolución gen-cultural. Postura que bien ayuda a categorizar los fenómenos biológicos y sociales en una estrecha relación, puede que haga alusión a una separación (en este caso de términos) entre ambos o un posible reduccionismo (que todo se menos o parta de la relación gen-cultura). Hasta cierto punto esto puede parecer determinista.
      L trata de defender su postura en una relación sistemática que no está basado en GxE, pero no brinda datos sobre que ofrece como alternativa. Así que no puedo hacer un análisis más a fondo de lo que trata de decir, exceptuando que ligeramente malinterpreta algunos argumentos de S. Porque decir que vea el curso de Sapolsky o citar una frase que no brinda una posible alternativa hace poco o nada.

      Traten de encaminar sus argumentos a algo que rechacé la crítica que hice y quizás lleguen a algo interesante xd

  2. «Pero, cuando los principales académicos del rubro todavía discuten entre sí (Rippon y Baron-Cohen, 2019), se espera una exposición más honesta de las cosas o, al menos, el señalamiento de que constituye un debate abierto.»

    Rippon principal académica del rubro…

    Deja ni me respondas.

    • ¿? Rippon es neurocientífica especializada en neuroimagen y tiene tantas o más publicaciones que Baron-Cohen y es una de las principales científicas del rubro de las diferencias de género. Puedes no estar de acuerdo con lo que dice pero si Baron-Cohen ha aceptado discutir con ella dos veces (la última este año) y ha afirmado estar de acuerdo con ella en varios puntos, entonces tu desconfianza no tiene piso. Rippon ES una de las principales investigadoras te guste o no.

      • Rippon cae en los mismo errores que Gould. Ahora me vas a decir que S. J. Gould nunca puso sus principios por delante de la evidencia? (Algo que Lewontin ha admitido)

        • Acá ya estás hablando de otro tema. Hay que aprender a distinguir entre lo que es y lo que no nos gusta. Tengo mis objeciones al planteo de Rippon y también a eso denominado «neurofeminismo». Pero, lamentablemente, no puedo escribir todo lo que pienso en un artículo divulgativo con conteo de caracteres.

          • Creo que la pregunta en el fondo pasa por lo siguiente:

            ¿Tiene prestigio Rippon?

            La respuesta de ambos es sí.

            ¿Es bien ganado ese prestigio?

            Yo no estoy seguro de que lo ganará de manera honesta, pero puedo estar equivocado. Ahora, Rippon es una persona que me parece que es considerada como controversial, pero puede ser un error mio. Al menos esa es mi impresión de los artículos que ha publicado David Schmidt criticando a su corriente o de las prácticas poco rigurosas que tienen sus colaboradores como Daphna Joel.

  3. Yo puedo aportar a una sola de las críticas que enuncias, respecto a que hayas sido baneado de su grupo Feminismo Cientifico.
    Realmente no he visto a nadie ser baneado sin motivo, lo he presenciado solo en casos donde se recurre a falacias ad hominem o en el escenario más nefasto, insultos. Me parecería al menos extraño que te hubieran baneado de forma arbitraria.

    Y según lo que he leído, Kreimer nunca dijo que la cultura no tenga relevancia alguna, esgrime que moldea el material base de cada individuo. Y que la cultura está fuertemente influenciada por la biología, pero que no es independiente de esta, criticando fuertemente corrientes puramente constructivistas.

    • Entiendo que te parezca extraño, pero, de hecho, somos varios los que hemos sido baneados simplemente por contradecirla. Hay testimonios y hasta capturas de pantalla.

      ¿Dónde Kreimer dice que la cultura «esgrime que moldea el material base de cada individuo»? Porque acá yo cité textualmente lo que ella considera sobre la cultura. Nadie discute su anticonstructivismo, sino su valoración de la cultura.

      • Si mal no recuerdo podes verte los videos de youtube sobre , los esteriotipos , tmb hablo sobre la relacion de genero y sexo y recalco que EL AMBIENTE sociedad y cultura en que se situan interferian con la conducta y dichas elecciones.

  4. El texto se basa en ataques y tergiversaciones, que son estrategias que conviene evitar si se busca un debate académico fructífero. Cuando el autor del texto encuentra ejemplos de que Roxana Kreimer sí incluye a la cultura, el autor se pregunta: «¿cómo se puede desdeñar la cultura y al mismo tiempo incluirla en el análisis?» (sic). La respuesta es que no la desdeña y que la premisa del autor era errónea, pero el autor prefiere no cuestionar sus propias premisas, incluso cuando se encuentra con evidencia contraria. Esta estrategia resulta similar a la que Dennett describió como «el truco de Gould» en el siguiente fragmento: «El truco de Gould es la refutación por caricatura. El truco básico de Gould, perfeccionado a lo largo de los años, tiene una ingeniosa segunda etapa. En la primera etapa, inventas un hombre de paja y lo «refutas» (todos conocen este truco). En segundo lugar (aquí está el toque de genialidad), tú mismo señalas la evidencia de que tus oponentes no tienen la opinión que tú les has atribuido, pero interpretas esos fragmentos como si fuesen concesiones que ellos han realizado de mala gana ante tu ataque».

    • El texto no tergiversa. Todo ha sido debidamente citado y entrecomillado. La razón del desdén hacia la cultura ha sido bien graficada (dentro de lo posible, ya que los argumentos de Kreimer son faltos de coherencia y solidez).

      • El link está caído así que no se puede corroborar lo que dice Roxana, pero el punto 4) «La biología es más importante que la cultura.» No me parece que esté sustentado en la cita. En ese caso me parece correcto decir que se está tergiversando la posición de Kreimer.

      • Sergio Morales no acepta ni siquiera que los comentarios de los demás podrían tener algo de razón y lo único que hace en este foro es tratar de demostrar su superioridad intelectual, en realidad, no está abierto a un debate serio sino a decir que quien tiene la razón es él, lo cual también es una actitud poco científica. Sergio podría estar distorsionando (y en mi opinión lo está, aunque no explicaré porque lo pienso así) lo que cita porque aquello a lo que hace referencia primero lo descontextualiza del resto del contenido e ideas de los autores originales y, luego, lo presenta e interpreta según su conveniencia. Saludos.

  5. Que los videos relacionados con Kreimer sean de Milei, Laje, u Oneto más que ser un dato relevante o serio es un simple recurso ad hominem para deslegitimar lo que dice Kreimer. Ella está a favor del aborto, lo ha dicho, y aún así las critica por cosas tan extremas como plantear que el psiquismo es flexible o que nuestros cerebros son tabulas rasas, cuando claramente la biologia sí importa, y es evidente que ellas esto lo ignoran por lo que es más que bueno que alguien relevante y con autoridad científica les pare el carro. Yo no quiero mujeres que «escrachen» impunemente en las redes creyendo que están en la rompiente de la nueva revolución cuando al fin y al cabo están proponiendo linchamientos virtuales masivos sin consciencia ni conocimiento de que no solo es un delito sino también un daño irreversible. A la sociedad le hace bien tener una Kreimer entre sus filas.
    A ver, yo no defino que ella tenga razón por excelencia, pero sí que las feministas no la tienen. Si querés criticala, pero por favor no por tonterías como que youtube la relaciona con Milei o algún otro cachivache porque eso será tanto culpa del algoritmo que recomienda los videos del sitio como de los propios fanáticos que suben los videos.

  6. Tenga o no tenga razón; lo lógico es entender que el feminismo actual no tiene fundamento y el patriarcado es un mito. No hay estudios comparativos entre varón y mujer respecto a la discriminación( y si los hay; son discriminados por los apologistas del discurso pseudofeminista). Su único fundamento es la victimización de la mujer. El caso más descarado es el de Epstein. Al tipo no lo defiendo, pero sus cómplices (mujeres) son consideradas víctimas. Creer que un tipo, solo con el dinero, logró todo esa fortuna es absurdo.

  7. Qué pataleo pseudointelectual más patético. Que no te gusten los datos y hechos contundentes que exponen las mencionadas divulgadoras no invalida sus argumentos, por mucho que trates de encontrarles fallas desde tu evidentemente sesgado punto de vista

  8. Como te lo han señalado, hay muchos errores en tu artículo.

    Primero, me pregunté quién escribiría este artículo, que más bien parece de un pastor evangelista que cita partes de una biblia para darles su ideología o creencia cierta credibilidad.

    Estudié biología 6 años, también 4 años Bioquímicas, pero finalmente me decidí por las letras. Te puedo asegurar que un antropólogo maestrante no alcanza la altura de un científico. No soy siquiera eso, aunque haya hecho algunas investigaciones no puedo considerarme como tal. Por lo tanto, yo me hubiera encargado de leer todo el artículo si quien lo escribe fuese alguien con altura para merecer leerlo,

    Lo siento, es más de ideología Acientífica de siempre, como ya nos tienen acostumbrados.

    Dedícate a lo tuyo.

    Saludos.

    • Te daré una segunda oportunidad para que menciones esos «muchos errores» porque en este comentario que haces no has indicado ni uno solo.

      «Te puedo asegurar que un antropólogo maestrante no alcanza la altura de un científico.»
      Dale una leída a los trabajos de Robert Boyd o Joseph Henrich, sobre quienes baso mi crítica. Le harás un favor enorme a tu formación científica.

      Lo mío es la antropología evolucionista y la epistemología de la antropología.

      Cuando argumentes de nuevo, te vuelvo a responder.

      Saludos

      • Sólo aprovecho para señalar que aunque el comentario de la persona a la que respondes es completamente falaz, se aprecia otra vez tu actitud defensiva, en lugar de una apertura a escuchar y considerar las otras ideas. Este es el problema Sergio Morales, antes de que el otro termine de hacer un comentario, tú ya lo has descalificado porque tu manifiesta idea de tu superioridad intelectual no te permite un poco de apertura para realmente debatir. Entonces, se vuelve, no en un díalogo constructivo, sino en un verborrea sin fin donde eres tú el único que tiene algo que decir. Por cierto, no intento refutar lo que has escrito sino, por tus comentarios, mostrar cual es tu actitud ante la crítica. Saludos.

  9. Lastimosamente, no vas a leer mi respuesta.

    Creo que has tenido un buen enfoque. Has utilizado amplias referencias a estudios. Y has analizado varias declaraciones y trabajos de las pensadores reseñadas.
    Pero caiste en el mismo sesgo que denuncias (confirmación). Has hecho un Cherry picking de declaraciones de Kraimer, descontextualizando su finalidad.

    El punto de crítica de Kraimer es el contruccionismo social. Es (innegablemente) el paradigma de la investigación en ciencias sociales. Lleva a suponer que una mujer u hombre son un constructo, un complejo de significantes y significados sociales. Por ende, reencauzarian las prácticas injustas o violentas con ingeniería social ( y actualmente con sandeces literarias de corte self-help como la «deconstrucción» ). Pero lo que Kraimer sigue (y no nombras -espero que no de mala fe-) es al pensamiento de Pinker, y por tanto cae en reconocimiento a que los problemas sociales son mas difíciles de erradicar, porque se puede hablar de una naturaleza humana. La culturizacion activa elementos epigeneticos, y a la larga deja huella en la codificación genética, pero a un plazo muuuuy lento (ej: miles de años tomo desarrollar tolerancia a la lactosa de la leche vacuna en el sistema digestivo humano. Imagínese otras variaciones transmisibles..) Existe un entorno creado por el humano que brinda el mecanismo de reacción de supervivencia que llevamos como seres vivos (salvo que creas que la selección natural se acabo con nosotros el día que como especie empezamos a hablar o a escribir). Sobreestimulamos con condicionantes que no existen en la naturaleza ; pero la respuesta es análoga (o la crisis económica no dispara en cada uno estrategias de supervivencia?). Sistema de apego, selección sexual, división sexual del trabajo, jerarquías y roles… La cultura codifica en formas sofisticadas esas capas básicas.

    La crítica Pinker-Kraimer esta en la mistificacion de la cultura, como una entidad eterea que existe como una externalidad (y en algunos casos, hasta autoconciente, como sería la teoría del patriarcado) algo que de afuera viene a condicionar al ser humano. Recordá que Kraimer es filósofa, y como tal, asienta su presupuesto epistemológico y ontológico como base a la discusión (hasta Bunge sostiene que no hay ciencia sin filosofía de la ciencia).

    Y si. La psicología evolutiva tiene aspectos muy criticables, con respuestas adhoc para todo y con el centro en hipotéticos cazadores recolectores (la corriente antropológica hegemónica supone el mito del buen salvaje, hasta la caída del Edén, con el nacimiento del patriarcado y las clases, asi que también peca de especuladora). Pero aporta ideas, como la auto domesticación humana (hasta nuestra neotenia se ha afirmado que surge de tal proceso, y se verifica en la especie no humana más antigua como los perros), el origen de conflictos por jerarquías, el valor diferencial de hombres y mujeres en la reproducción social (por eso tal vez la custodia en el ámbito privado de las mujeres y el ámbito público para hombres), los universales (enociones genericas de la especie -como supuso Darwin y comprobó Ekman), entre otras. Eso permite generar lazos que expliquen los elementos comunes de la especie. Porque si todo es cultura, y la cultura por definición es local, no permitiría tal enfoque encontrar patrones que nos lleven a considerarnos una sola especie. O que den cuenta de aspectos que se repiten (ej división sexual del trabajo y ausencia de matriarcados).

    Sobre Gould Y Lewontin ya te respondieron. Eran politicos primero y biologos después.

    Sobre pseudociencia: es típico argumento de descalificación. Se ha dicho que hasta las teorías de las cuerdas lo es. No se salva nadie. Y menos, ese tal neurofeminismo (sesgo en su propio nomen)

    Por último: divulgación. Hay un déficit de hace décadas en divulgación. Desde la muerte de Sagan diria yo. Tenes un montón de autores que entran en teorias especulativas (incluye a S. Hawking) o carecen de la menor formación. No podés hacer cargar el déficit en una filosofa de la tv. Más cuando los focos de divulgación (en Argentina) ya tomaron partido (ej gatoylacaja) por la postura constructivista social (ej pro lenguaje inclusivo).

    En fin. Se me hizo largo. No respondi todo. Pero estaría bueno que consideres que no fuiste justo en tu ponderación. Más cuando justamente citas al doc Romero (un genio por cierto) que insta a ser crítico con tu propio pensamiento. Kraimer trae una postura antagonica, es minoría ante la hegemonía de la construcción (o decime si en conicet hay otro/a qué se anime a iniciar una investigación asi). Es sano que aporte al debate. Y no es sano la tacha de anticientifica, porque (insisto) es un epíteto que cabe en tus mismas filas.

    Saludos cordiales.

    • Es obvio que he seleccionado algunas cuestiones que me parecen erradas. No pretendas que escriba sobre todo o sobre cuestiones que no me interesan. El artículo trata sobre evolución humana, no sobre derecho ni feminismo ni acoso sexual. Es evidente que he tenido que seleccionar. Todo el mundo lo hace.

      Yo también he criticado al constructivismo de género. Ya es un punto superado para mí.

      La autodomesticación ha sido mejor planteada desde la evolución cultural. Los universales humanos existen, pero no son los que dicen los psicoevo ni Brown ni Pinker. ¿Sabes que Pinker llamó a Gould como uno de los especialistas en evolución más renombrados? Lewontin sigue siendo leído hasta hoy; busca el concepto de construcción de nicho en evolución cultural para que te actualices.

      Quien asoció la psicoevo a la pseudociencia fue Pigliucci, especialista en el tema. Yo usé el término «anticientífico», no pseudocientífico.

      La psicoevo no es antagónica; es la propuesta más mediatizada en la teoría evolucionista humana. Actualmente, está en franco retroceso ante las críticas y la expansión de la evolución cultural.

      ¿Pato Donald? Jaja vaya vaya…

      Gracias por tus comentarios.

      Saludos

      • «Me parecen erradas». Otra vez esta actitud de descalificación como primera respuesta a lo que el otro tiene que decir. Cono «maestrante» también hay que ser más humilde y abierto; no mas petulante y jactancioso.

    • Salvo por la primera linea y los anglicismos, me siento representado por tu comentario manhattan CASERO, aunque estoy lejos de elaborarlo como lo hiciste. ¡Enhorabuena!.

      Toda esta discusión me hace recordar las palabras del profesor Juan Carlos Skewes: «así como uno se forma, se deforma».

      Gracias por el respeto y por la ayuda para ampliar los puntos de vista.

      Saludos.

  10. Y una mas:

    En conicet se deschavo que había investigaciones sobre el pato Donald… Busca la noticia en Google.
    Eso es perder recursos (publicos por cierto) en anticiencia.

  11. Te hago algunas preguntas desde la ignorancia:

    En el desglose de los argumentos de Soh y Kreimer, en la sección «Las diferencias de género están determinadas por predisposiciones biológicas» colocas la siguiente cita:

    >…que la brecha STEM[2] sea más pronunciada en países con mayor equidad de género comprueba “lo poderosa que es la biología, ya que la identidad de género y las preferencias de género realmente no pueden moldearse tanto por la socialización” (Vedantam, 2017).

    Creo entender que estás en contra de esta posición cuando señalas que:

    >Los estudios de Sapolsky con la testosterona o el éxito de Rusia en la promoción de mujeres científicas (Bullock, 2017) demostrarían cómo la cultura, mediante la socialización, comanda la biología.

    Sin embargo, señalaste previamente, a propósito de Sapolsky, que:

    >En la relación testosterona–elección de carrera, la dinámica es la misma. En palabras de Sapolsky (2018), “los efectos de la testosterona son enormemente dependientes del contexto” (p. 156). Si una sociedad a preestablece que la ingeniería es señal de prestigio, quienes tengan más testosterona serán ingenieros. Asimismo, si una sociedad b preestablece la siembra de tulipanes como actividad prestigiosa, habrá más varones floristas.

    No entiendo como se sustenta que «la cultura, mediante la socialización, comanda la biología» específicamente a partir del mencionado estudio de Sapolsky y menos en contraposición a la idea de que las diferencias de género puedan estar determinadas por predisposiciones biológicas: En ninguna parte de la tesis inicial hiciste señalamiento alguno sobre el preestablecimiento de una u otra carrera como señal de prestigio, sólo que en algunos países con mayor equidad de género, donde se entiende tácitamente que cada género puede expresar sus preferencias (biológicamente definidas según Soh y Kreimer), las mujeres terminan alejándose aún más de las carreras STEM.

    Asumo que las carreras STEM son altamente prestigiosas – de allí los esfuerzos por hacer que más mujeres se interesen en ellas y así cerrar la disparidad de ingresos entre hombres y mujeres – pero según tu mismo argumento que es el de Sapolsky – es hacia estas carreras hacia donde se inclinarán «quienes tengan más testosterona», o sea, los hombres. De nuevo, más allá de que la definición de «carrera prestigiosa» provenga de la socialización y la cultura, en última instancia parecieras estar dándole la razón, al menos en parte, a Soh y a Kreimer.

    Además, no pongo en duda de que la floristería y la ingeniería puedan hipotéticamente tener el máximo prestigio si así lo establece la cultura de una u otra sociedad (cosa que debería ser moldeable de acuerdo con unas u otras circunstancias, de lo contrario estaríamos ante un planteamiento enteramente retórico y vacuo). De allí me surge la siguiente pregunta ¿Por qué en los países con más equidad de género, en lugar de tratar de empujar a las mujeres hacia las carreras STEM mas bien no se busca elevar el nivel de prestigio de carreras por las que éstas se sienten más atraidas? De ser cierto lo que planteas, los hombres deberían empezar a interesarse más por estas y dejar el campo libre para que las mujeres empiecen a ocupar espacios en otras carreras, relativamente menos apetecibles, en las áreas de las ciencias, la ingeniería y las matemáticas.

    Sin embargo, luego haces ver que no es tan sencillo al mencionas que si bien el «entorno es fundamental», hay un número de factores «intrínsecos (intereses personales, desarrollo profesional y rasgos de personalidad), extrínsecos (empleabilidad, estabilidad, salarios y prestigio) e interpersonales (apoyo familiar, status, influencia de pares y otros agentes)» que influyen en la selección de la carrera. Incluso vas más allá y afirmas que «hasta los factores intrínsecos dependen del entorno»- de nuevo sustentado por la idea de que la testosterona apunta hacia el prestigio. Quizás es por ver el asunto desde la ingenuidad del lego, pero no entiendo como «el nivel de testosterna hace que la gente se interese por carreras prestigiosas» no es un rasgo fundamentalmente biológico. De hecho me pregunto preguntarme si cosas como el status, la empleabilidad, los salarios, la influencia de pares, etc. no están tan influenciados por elementos biológicos, como los rasgos biológicos pueden estarlo por la cultura. Me da la impresión de algunos investigadores que defienden las tesis del contruccionismo social desdeñan del todo la importancia de la biología tanto como los deterministas biológicos menosprecian el rol de la socialización y la cultura. De ser así, creo que es igual de malo pero al contrario.

    Esa es precisamente la impresión que me queda luego de leer el artículo que enlazaste sobre Rusia. Me llamaron la atención frases como que en ese país «La sociedad espera que la gente tenga un buen desempeño en estos temas sin importar el género» o «Comparado con el resto de Europa, simplemente no hacemos hincapié en las ‘cuestiones de la mujer’ (en Rusia)». Nuevamente, pareciera entenderse que las carreras STEM son prestigiosas y que la cultura fomenta la participación femenina en estas carreras (pero no en la floristería).

    Aún así, y si bien es significativo, el margen de mujeres en investigación científica es apenas del 41% y tan sólo el 15% de los inventores rusos son mujeres. ¿Por qué sigue habiendo estas discrepancias? ¿Quizás es porque los que tienen más testosterona terminan inclinándose por predisposición biológica hacia estas carreras más prestigiosas o sigue habiendo un tema cultural que trasciende este rasgo biológico? Porque los otros factores que habías mencionado – la empleabilidad, la estabilidad, los salarios, el prestigio, el apoyo familiar, el status y la influencia de pares – pareciera que se tratasen de forma equitativa tanto para los hombres como las mujeres rusas o al menos pareciera que eso es lo que planteas al escribir que el caso ruso es uno de éxito que demuestra como la cultura comanda la biología. No sé, yo veo que la biología también marca una pauta incluso en este caso de éxito.

    Me llama poderosamente la atención la siguiente frase en ese artículo: en Rusia «sus oportunidades de empleo [de las mujeres] en el futuro muy probablemente estarán relacionadas con estas áreas [STEM]». Hay allí un componente cultural importante que es la economía, se me ocurre que en países en donde la gente debe esforzarse para salir de la pobreza, hombres y mujeres por igual deben tratar de procurarse buenos empleos (prestigiosos). Se me hace también que quizás en algunas de las sociedades con mayor equidad de género, como Suecia por ejemplo, las personas no tienen este nivel de preocupación por su futuro económico y pueden expresar de forma más genuina sus intereses y aficiones, incluyendo en qué desean trabajar, que de alguna forma termina expresándose en esa brecha que mencionan Soh y Kreimer.

    A propósito de esto me resulta un poco paradójico en última instancia qué busca en la práctica los planteamientos del construccionismo social. Quizás podamos estar de acuerdo en que los factores intrínsecos, particularmente los rasgos de personalidad y los intereses personales, corresponden principalmente a elementos biológicos (o al menos es la biología donde puede influir más, más allá de que queda abierta la posibilidad de que los otros factores se vean influenciadas por ello). Las sociedades crecen hacia paradigmas sociales más equitativos que precisamente apuntan hacia la tolerancia, el apoyo familiar, la satisfacción de las necesidades individuales incluso a través de ingresos básicos universales… ¿Al disminuir el impacto de todas estas otras variables no estamos apuntalando la importancia relativa de los elementos biológicos? ¿Si no tenemos que preocuparnos por estatus o empleabilidad o el qué dirá mi familia, no nos dejaríamos llevar mejor por lo que le dicte nuestra biología?

    • Gracias por los comentarios.

      Sapolsky probó que el entorno era determinante en el tipo de respuesta conductual que una persona con testosterona podría tener. En un entorno de agresividad, las personas con mayor testosterona generaban respuestas más agresivas; en cambio en entornos de sumisión (cité un estudio al respecto), la testosterona más bien genera conductas sumisas. Las respuestas conductuales, sean agresivas o sumisas, no vienen del cielo ni de «gen de la agresividad», sino de las dinámicas del entorno. Por eso es que tienes que fijarte en el entorno. En una primera instancia, donde se diga que las carreras STEM son prestigiosas, los hombres optarán por ella porque el entorno lo demandó (hombres-prestigio-STEM). Actualmente, las carreras STEM están promocionándose como campos aptos para cualquier persona, seas hombre o mujer (es decir, se promocionan como no-prestigiosas o no exclusivas de un género). Cuando eso pasa, la relación testosterona-prestigio pierde poder correlacional (si alguna vez lo tuvo). Yo no niego que la testosterona influya en el tipo de respuesta, pero la naturaleza de la misma está dictada por el entorno. Si realmente la biología tuviera algo (algo importante) que decir, la brecha se hubiera mantenido históricamente y las mujeres nunca hubieran estudiado ciencias.

      Si elevas el nivel de prestigio de las carreras STEM, SIN MODIFICAR EL ENTORNO («las mujeres son emocionales y los hombres son racionales»), la brecha se acrecentará. A eso súmale la discriminación y el acoso que sufren las mujeres que aspiran a ser científicas. Te recomiendo leer mi artículo titulado «¿Por qué todavía hay menos mujeres científicas? Cinco puntos pendientes» publicado en este medio.

      La testosterona hace que la gente se interese por carreras prestigiosas porque la testosterona está asociada a la dominancia. Pero para ser dominante no hay que ser agresivo necesariamente. En una sociedad de monges tibetanos, el más dominante será el que mejor medita y no el más terco.

      Las referencias teóricas a las que hago mención en el apartado donde discuto la importancia de la cultura son todo menos constructivistas ni deterministas culturales. El campo es llamado evolución cultural y es una poderosa teoría que busca explicar evolutivamente la conducta humana combinando el sistema de herencia genético más el sistema de herencia cultural. El libro de Henrich (2016) explica bien ello.

      Estas dinámicas son sociales y no hay lugar para «predisposiciones biológicas». La biología no marca ninguna «pauta». No hay ningún estudio causal entre testosterona o agresividad, comportamiento criminal o nivel de ingreso. Todo lo que encuentres serán meras correlaciones. Y como dicen los estadísticos: correlación no es causalidad.

      Lee el artículo que te mencioné sobre las mujeres científicas. Ahí vas a descubrir por qué no existe esa famosa «paradoja STEM» que tanto han vendido Kreimer y otros. Spoiler: que en una sociedad haya becas para mujeres no significa que los estereotipos de género hayan desaparecido, así como la homofobia no ha desaparecido en sociedades donde el matrimonio igualitario es legal.

      No sé qué busque el construccionismo social. Para mí es una postura que caducó hace medio siglo y aquí no se la ha defendido.

      «¿Si no tenemos que preocuparnos por estatus o empleabilidad o el qué dirá mi familia, no nos dejaríamos llevar mejor por lo que le dicte nuestra biología?» No. La biología no dicta gustos en el color de ropa ni en la elección de carrera ni la elección de parejas altas o adineradas ni nada semejante. Son todos resultados de procesos de socialización.

      Saludos

      • Respecto al último párrafo reduces el asunto a puntos muy específicos para así fácilmente falsarlo ¿Porque mejor no ir a un nivel más general y decir diferencias en la búsqueda de parejas? ¿Diferencias en la elección de actividades? Etc. Hay mucho debate al respecto y tú lo das por solucionado. Es un asunto de observar tendencias y no de perfectos contrastes. La realidad es multivariante y tú caes en la dicotomia. Miles de años de evolución ¿Crees que no dejarán marca en el comportamiento? https://youtu.be/2sblNk2aPzE
        https://youtu.be/Me3okdm0C1M

  12. Antes que nada decirte que sos un verdadero hijo de puta,por Cherry Pickear Material de Sapolsky para apoyar tus teorias Delirantes de la mas Rancia Izquierda Progresista y mira que ojo que no soy de Derecha(ya que ellos apoyan y apoyaron el terraplanismo y el antivacunas),pero vos sos Tremendo Hijo de puta contribuyendo al Decaimiento de la Ciencia y Corrupcion Cientifica

    «Yo también he criticado al constructivismo de género. Ya es un punto superado para mí.»
    Esto es incorrecto,ya que la Ciencia es Ad-Infinitum y se va auto-corregiendo. Que sea un punto «superado por vos» y no por la ciencia
    da a entender que antepones tus intereses personales antes que la ciencia por ende mi especulacion sobre que tenes una agenda es correcta debido a los hechos presentados y de la manera en que respondes,te crees sarcastisco y de gran porte intelectual

    Sin embargo tenes fallos elementales de Logica que un cientifico minimamente entrenado en Sesgos Cognitivos no tendria(Llamarte la atencion porque sos un ANTROPOLOGO,no el verdulero de la esquina,o el twittero(aunque respondas como un twittero soberbio),tenes una responsabilidad más grande frente a la sociedad en donde vivis que el ciudadano comun que no se preocupa x los temas cientificos.

    Punto 2:
    Es obvio que he seleccionado algunas cuestiones que me parecen erradas. No pretendas que escriba sobre todo o sobre cuestiones que no me interesan.

    Enfasis en «Es evidente que he tenido que seleccionar. Todo el mundo lo hace.»

    Vamos Desarmando esa hecatombe de ahi ya que vos tenes antecedentes de tirar la bomba y esconder la mano,un defecto a pulir.

    «»Es evidente que he tenido que seleccionar.» = Cherry Picking para que apoye tus conclusiones por mas locas y descabelladas que suenen justo como los anti vax,que dicen vieron «Plandemia» = Vacuna Mala.

    «Todo el mundo lo hace.» = Falacia Ad Populum,si todos los hacen,entonces yo tambien debo hacerlo.

    Te comento mi buen amigo,en la ciencia se espera objetividad y neutralidad Politica,te vas a llevar de vez en cuando Bofetadas,reveses y cosas que pensabas que era de una forma pero la evidencia termino por determinar que eran de otra Forma. Si estas buscando «Circle Jerking» o «Ego-Jerking» buscate otra profesion hermano,la ciencia no es para debiles de espiritu que no van a mantener un espiritu critico y un compromiso fortisimo con la verdad y la ciencia.

    El usuario Manhattan Casero te puso:
    Cito «En conicet se deschavo que había investigaciones sobre el pato Donald… Busca la noticia en Google.»
    Yo fui,lo busque dirigentemente(Como deberia ser tu trabajo,que hagas las cosas dirigentemente y bien hechas)

    Tu respuesta fue:
    Cito;
    «¿Pato Donald? Jaja vaya vaya…» = Falacia Ad-Hominem,realmente si fueras taaaan esceptico,y tuvieras tantooo pensamiento critico y saliera «la evidencia a la luz» lo hubieses buscado y punto final. Pero no Tu Ego te nubla la vision y el Juicio

    Despues no vayas a querer atajarte diciendo que invento cosas o algo x el estilo,ya que solo utilice tus respuestas y esto es importante:Me guio en base a tus respuestas.

    Punto 3:
    (dentro de lo posible, ya que los argumentos de Kreimer son faltos de coherencia y solidez)
    Rta:
    Kreimer siempre postea los links a su contenidos es obvio que no es la panacea y se puede equivocar,pero en la mayoria de sus argumentos lo sostiene no con «coherencia y solidez»que de hecho si lo tiene,lo importante para mi y para la ciencia es los datos y poder contrastar esos datos,Kreimer siempre esta y estubo disponible para ese Escrutinio.

    Punto 4:
    Para el que lee esta respuesta que sepa que el autor «Sergio Morales» es un vende humos que cherry-pickea datos para apoyar su agenda Ideologica de Izquierda Progresista(No hace falta creerme,solo Busquen en Google,Regressive Left,Los aportes de Sam Harris,Helen Pluckrose,Michael Shermer,Ayaan Hirsii Ali)

    Si quieren informarme de enserio,les recomiendo que lean los libros de «Robert Boyd» sin las interpretaciones sesgadas de Sergio Aka Antropologo Trucho,su esposa Primatologa «Joan B.»,los libros de «Peter Richerson»
    Este listado de Links:

    Peter Richerson – «Cultural Group Selection and the Origin of Institutions and Norms»
    https://www.youtube.com/watch?v=2SFvkhF56cY

    CARTA: Culture-Gene Interactions: Peter Richerson-Culture-led Gene-culture Coevolution
    https://www.youtube.com/watch?v=GonV1ER8Ubo

    https://evolution-institute.org/profile/peter-j-richerson/

    Y listo,a tu casa a llorar al campito trucho de mierda.

    Punto 5:
    Que Roxana Kreimer,se junte con el Bruto,Griton y Descerabrado de Javier Milei,no invalida sus conocimientos eso se llama = Falacia de Culpable por Asociacion. Se nota que no entendes como funciona Youtube ni el Internet(Una vez mas haciendo gala de tu ignorancia golpeandote el pecho como primate diciendo que tenes sabiduria),Ademas si te Fijas,los dos links de Youtube son de Universidades Privadas y Prestigiosas asi que tu Argumento se cae otra vez,jajaj. ¿Youtube = Pseudociencia ? es lo que planteas,y yo te digo,que la respuesta es Depende(No es lo mismo ver todo el dia Video de Laje, diciendo hay niños abortados en las cremas faciales y la coca cola o pepsi que utilizarlo con Fines Academicos).

    Punto 6:
    Este es el ultimo punto,se que esto no lo vas publicar en el blog de manera publica,porque significaria la humillacion y que te contradigan tu narrativa y destrocen tu movida politica,pero no esperaba más de alguien anti-Democratico,alguien que no le gusta escuchar otras voces,alguien que le gusta esconder el conocimiento cientifico,solo porque le beneficia social/politicamente hablando,pero quedate tranquilo ya vas a poder volver a tu «Safe Zone» y hacer como hacen las Avestruces frentes a los problemas.
    Me sorprenderia si los publicas,pero lo no lo vas a hacer y esta bien,no me enojo ni nada,solo algunos estan destinado a la excelencia.

    • Gracias por los comentarios que, buenos o malos, me ayudan a que el artículo tenga mayor lectura.

      Paso a responder:

      1) Critiqué el constructivismo con palabras aún más duras que las de este artículo en otro artículo del año 2017. No debería decir esto porque una crítica no desmiente la otra, pero lo menciono para cerrar bocas, sobre todo las de quienes consideran que si critico a Kreimer entonces soy constructivista. Nada más errado.

      2) Esto es muy sencillo. Hay cosas con las que estoy de acuerdo y cosas con las que no. ¿Por qué habría de criticar todo si hay cosas con las que estoy de acuerdo? // El cherry picking consiste en seleccionar evidencia empírica que apoya cierta tesis e ignorar la que la contradice (de hecho, lo que hacen Kreimer y Soh al no citar NINGUNA crítica a sus estudios, ¿sorprendido?). El cherry picking NO ES seleccionar puntos de discrepancia. ¿Sabes por qué los problemas de investigación se delimitan? Porque es imposible (y muy estúpido) criticar la totalidad de algo. Generalmente, se critica solo lo que genera discrepancia. Todos en ciencia lo hacen. Preocupante que recién te enteres.

      3) Sí, Kreimer siempre postea links. Te recomiendo que los abras, los leas y los contrastes. Eso fue lo que hice yo y mira lo que resultó. Taráaaan.

      4) Gracias por re-mencionar los autores que cité. Fun fact: en un artículo que saldrá pronto sobre la influencia de la cultura en la evolución humana estoy citando más a Boyd, Richerson y Henrich. Más bien, a propósito de tu comentario, ¿qué partes consideras que he cherrypickeado de Boyd y otros? No sé si te has dado cuenta, pero no has mencionado nada. Esperaré tus argumentos más específicos.

      5) Yo en ningún momento dije que los argumentos de Roxana se desacrediten porque tiene videos con el payaso de Milei. Los argumentos de Roxana se desacreditan solos, aparezca o no con Milei, Laje o quien fuere. En realidad, me pareció una anécdota graciosa de contar y así lo hice.

      6) No entendí nada de lo que escribiste, pero tu comentario sigue aquí y seguirá aquí. Acabo de conversar con los editores y les pedí que no lo quitaran. Al final, es decisión de ellos (es su página, no la mía). Te doy un consejo que puede ser útil para evitar cualquier tipo de «censura»: deja los insultos y argumenta racionalmente. Si haces esto, te aseguro que nadie borrará ningún comentario.

      Hasta la próxima!

    • Sobre lo del Pato Donald se me hace francamente un chiste (sea cierto o no). Me da igual porque no es un problema que me quite el sueño. A menos que tú pretendas que deba interesarme por todos los problemas de la historia de la humanidad, de Marte y galaxias vecinas. Me cuentas luego.

  13. Buen buen artículo, me encontré por casualidad los «argumentos» de Kremeir hace poco y no son nada nuevo, solo repite lo mismo que la ultraderecha. Se nota que la señora no estudió biología (cualquiera que crea que las ciencias naturales como la biología, la ecología, etc. son «puras y duras», o que la ciencia como institución académica no presenta sesgos vive en el engaño). Es deplorable que esta mujer quiera vender su ideología como «feminismo científico».

  14. De casualidad dí con la propuesta de la Dra Kreimer, y por curiosidad científica (soy biólogo) comencé a indagar sobre sus trabajos (casi 300 artículos en revistas indexadas -es decir, revisadas por pares-, lo que no está mal)…. es lo primero que uno debe hacer si quiere saber si se está enfrentando a teorías conspiretas de un charlatán, o si hay algo de seriedad en el divugador, independientemente de si se está de acuerdo o no con lo que expone(y en este caso, hay varias cosas de las que disiento de la Dra Kreimer). Pero quiero ir a ottra cosa: Ante el palmarés, creo que ese mero hecho decir que la Dra Kreimer es una «excentrica divulgadora», es, como mínimo, injusto, y si nos vamos más lejos, una actitud de mala fe, muy al estilo de los «incluencers» que pululan ahora por ahí…. de hecho, me gustaría conocer los trabajos publicados (en revistas indexadas) del bachiller (licenciado) señor Inga, para no ser un lector injusto con él y sus apreciaciones.
    Bien, independientemente de eso, me leí su texto buscando un punto de vista serio sobre la Dra Kreimer y su trabajo. Mi impresión es la siguiente: Me llamó la atención la cantidad de referencias bibliográficas en un texto divulgativo tan relativamente corto… eso en principio da una sensación positiva de pensar sobre un autor bastante preocupado por respaldar su texto y darle un «estatus» de solidez a cada letra que se ha puesto. Cuando uno empieza a mirar con lupa (vicio de evaluador que adquirí, lo siento), la perspectiva cambia. En Brasil, en el gremio científico, de manera informal y jocosa, utilizan la expresión «encher linguiça», en castellano «rellenar chorizos», o «rellenar embutidos», cuando el tal afán lleva al científico a esa actitud, de respaldar un trabajo intrascendente o simple, con citas y citas. La RAE hace un tiempo oficializó el verbo «cantinflear» la acción de decir (o escribir) mucho, para no decir nada… algo así como lo que acabo de escribir, buscando infructuosamente ser elegante con Ud, señor Inga. De todas maneras, mi amigo, gracias, seguiré en mi indagación sobre el tema por otro lado, y a Ud lo consulte en otros, que seguro tiene muchas cosas interesantes que decir.

  15. Que vaina mas pedorra.
    Un Aliade , buscando como desacreditar a 2 mujeres que les ponen los puntos sobre las I a ellos y sus Mandamás de pelos verdes en las axilas.

  16. La verdad me gustó más leer los comentarios de los que refutaron el artículo que el artículo en sí. Gracias! está bueno ver el panorama más amplio que proponen en los comentarios. Saluditos 🙂

    • ¿Te refieres a este?
      «Que vaina mas pedorra.
      Un Aliade , buscando como desacreditar a 2 mujeres que les ponen los puntos sobre las I a ellos y sus Mandamás de pelos verdes en las axilas.»

      ¿O a este?
      «Mucho texto, pero por lo que se ve… Metiste la patita feo jaja. Que asco el eslogan de la página con artículos así.»

      Saluditos. 🙂

      • Supongo que no, por eso dijo «refutaron», los ejemplos que pones no refutan nada. Supongo que tu comentario no pretende desacreditar y hacer pasar inadvertidos otros comentarios que presentan puntos diferentes a los tuyos. Saludos.

      • No te hagas la victima, que adrede solo estás eligiendo los comentarios fáciles de refutar en esta respuesta. Muchos comentarios han criticado la forma y contenido de tu ensayo.

  17. «Que psicólogos evolucionistas y académicos afines omitan la importancia de la cultura podría deberse a su omnipresencia»
    Nadie está omitiendo la importancia de la cultura, todos los estudios indican que la cultura importa pero también indican que la biología importa. No se trata de un porcentaje fijo, es algo variante dependiendo de la circunstancias y de la persona.
    Podríamos estudiar cada caso en particular y encontrar individuos cuya forma de vida ha sido influenciada mayoritariamente por la cultura y lo mismo con la influencia biológica.

  18. Creo que el feminismo más que estar en contra de la evidencia científica, debería seguir atendiendo al problema del esencialismo de género. Hay una autora llamada Helena Cronin que trata de como la educación no diferenciada a nivel pedagógico influye también en las diferencias de género. Me explico, si orientamos una pedagogía en ramas científico técnicas a personas con cualidades femeninas, una pedagogía a medida, se rompe el esencialismo de género. Para mí, si existe discriminación de género, pues la mayor cantidad de poder y riqueza se halla en ramas científico técnicas y muchas mujeres no acceden a estas en parte por la biología (pero esta no es determinista), pero también las condiciones del entorno como la pedagogía educativa.

  19. «Decir que la biología determina y que la cultura solo influye demuestra que optamos por un determinismo biológico encaletado que ignora otras evidencias.» No soy muy letrado y hablo desde lo amateur, pero acepto que tengo el espíritu de hablar. Creo que esto es cuestionable. Pues considero que en esencia la bilogía es determinismo, por ende, tildar de determinista a alguien por asumir la determinación de lo que determina es tautológico. ¿Qué quiero decir? que lo que es bilógico es natural, y lo natural es en mayor grado poco movible y lo cultural movible. Incluso si lo bilógico es variable, sigue siendo de cierta naturaleza inamovible. Es la naturaleza la que acepta que uno pueda moverse en dos caminos, pero no inventar uno tercero. En este punto, la búsqueda de status y selección femenina son una caja natural y la socialización lo rellena, en el sentido de que es lo que se valora de lo que no. Roxana propone la caja, no que la caja no sea rellenada por la socialización. Ahí creo que hay un error, en asumir que desprestigia la socialización, para nada. Asume la socialización como lo que rellena lo que la naturaleza permite ¿Es esto infravalorar o que el destino este zanjado? No. Que bueno que no veamos como status cazar cabezas u otras cosas. El valor de la socialización ( y lo moral ) es buscar lo qué deber ser considerado como prestigioso o no. Es darle valor a lo cultural incluso, pero no que esa caja donde se rellena es ya un bloque duro de concreto relleno. En lo leído creo que esa es la visión que quieres impregnar de la autora. Saludos y buen artículo, hace pensar mucho y motiva el debate. Sigue así.

    • Y ahora vas a leer que fue el mismo Charles Darwin, quien propuso esa tesis:

      «Solo el hombre se ha convertido en bípedo; y creo que podemos ver en parte cómo ha llegado a asumir su actitud erguida, que forma uno de sus rasgos más conspicuos. El hombre no podría haber alcanzado su actual posición dominante en el mundo sin el uso de sus manos, que están tan admirablemente adaptadas para actuar en obediencia a su voluntad […]. Pero las manos y los brazos difícilmente podrían haber llegado a ser lo suficientemente perfectos para fabricar armas o para lanzar piedras y lanzas con un verdadero objetivo, siempre y cuando se usaran habitualmente para la locomoción y para soportar todo el peso del cuerpo o, como se señaló antes, siempre que estuvieran especialmente preparados para trepar a los árboles. […] Si es una ventaja para el hombre estar firmemente de pie y tener las manos y los brazos libres, de lo cual, debido a su éxito preeminente en la batalla de la vida, no puede haber duda, entonces puedo ver ninguna razón por la que no debería haber sido ventajoso para los progenitores del hombre haberse vuelto cada vez más erectos o bípedos. Por lo tanto, habrían podido defenderse mejor con piedras o palos, para atacar a sus presas o para obtener comida. A la larga, los individuos mejor construidos habrían tenido más éxito y habrían sobrevivido en mayor número.» (Darwin, 1871, pp. 140-142)

      Gracias Roxana Kreimer, por iluminarnos.

        • ¿Actualmente has leído la tesis de Darwin?
          De lo que yo sepa, eso sólo lo repiten los fanáticos religiosos que no entienden sobre la teoría de la evolución.

  20. Hola, Sergio.
    Te comento por otra cosa ajena al post:
    1. ¿Que estado tiene la ley de briffault en antropología? No se si sera por mis busquedas anteriores, pero no puedo encontrar nada serio respecto a esa ley, salvo el estudio original o la entrada en español de wikipedia. ¿Ha sido criticado ese señor? ¿Fue refutado?
    2. ¿Conoces El mito de la cultura de Gustavo Bueno? ¿Que opinas de el? Yo aun no lo he leido, pero he visto que algunos deterministas biologicos a veces citan a Bueno.

    Un saludo, gracias por hacer esta critica tan necesaria a Kreimer.

    • Estimada Chio,

      Gracias por comentar. Lamentablemente no tengo conocimiento sobre lo que señalas. Eres la segunda persona que me pregunta sobre ese libro de Bueno, pero no he podido leerlo. Cuando tenga algo, lo compartiré en mi página de Facebook «Cultura y evolución».

  21. Leyendo este medio me doy cuenta que varios de los artículos relacionan innecesariamente la ideología conservadora con la homeopatía. En el artículo Sergio Morales Inga afirma que «Realizar divulgación científica no implica tomar partido salvo la evidencia sea abrumadora (i.e. la ineficacia de la homeopatía)», ¿cuál es la «evidenci abrumadora de la ineficacia de la homeopatía»? ¿puedes mencionarla, Sergio o estás mintiendo?

  22. Estimado,
    me surge una duda.
    Según lo planteado por ud lo biológico puede ser culturalmente limitado y dirigido hacia una finalidad diferente a la considerada por las dos especialistas. Mi pregunta es si lo mismo no pasaría si vendamos a un individuo con visión normal en forma constante y aprende a manejarse sin visión, podríamos decir que el ver es una conducta no determinada por la biología?
    La testosterona es un factor biológico diferenciador que perfectamente puede suprimirse desde lo cultural y la castración de las conductas. Como también puede ser potenciado. El impacto de lo cultural sobre el no se cuestiona. La pregunta es ¿hasta donde dirigirlo sin que se vuelva una castración del potencial que ofrece? Y menciono que no solo la testosterona es un factor biológico diferenciador. Biológicamente tenemos múltiples características diferenciadas, que impactan en nuestras conductas. Basta recordar la asociación entre «ciclo menstrual» del genero femenino y el tipo «ciclotímico» o «esquizoide» del carácter. Situación en donde también, por cambios conductuales (alimentación o hábitos), puede desaparecer y una mujer no ovular más. La pregunta en ese caso: ¿es correcto que una mujer ovule? Me parece que moral y biología en este punto se cruzan. Personalmente creo que el viejo Aristóteles viene en nuestro auxilio, como en tantas otras ocasiones. Todo lo que transforme en «acto» lo que es «potencia» en el hombre, deben ser conductas a seguir. Claramente dentro de un marco de convivencia pacífica y mayoritariamente consensuada.

  23. «Realizar divulgación científica no implica tomar partido salvo la evidencia sea abrumadora (i.e. la ineficacia de la homeopatía)».

    Y sin embargo, esa «evidencia abrumadora» en contra de la homeopatía no la encuentro, por más que leo y consulto a los adalides anti homeopatía. Se supone que como antropólogo de una corriente naturalista, estarías a favor de una presunta objetividad (omitiré las largas discusiones sobre si hay objetividad o no en antropología). Mucho de la disforia de género y que si hay algunos estudios que soporten la hormonación en trans y otros asuntos, aunque en varios artículos metes como calzador a la homeopatía. Aunque he leído varios artículos tuyos y en ninguno das una justificación que respalde tu negacionismo. Porque así como te arrobas el derecho de asociar a la homeopatía con el conservadurismo porque sí (cuando hace unos años los activistas anti homeopatía se rasgaban las vestiduras asegurando que todo partidario de la homeopatía era «de la izquierda pero magufa» o «chairos») de repente en unos años con el «ascenso» de la derecha y los libertarios «pos todos son mejor conservas y antivacunas». ¿No te has dado cuenta que paradójicamente repites un discurso basado en lo que alegas combatir?

    • Creo que la gran mayoría de lo que causa este debate son posibles sesgos, porque veo como malinterpretación en lo dicho.
      Tanto las mujeres de la discordia como el autor de este artículo, reconocen tanto a la biología como la cultura. La diferencia es que unas le dan más preponderancia a la biología y otro a la cultura. Pero parece que eso no entiendo aquí por muchos.
      Pero al parecer muchos creen que se acusa que dichas mujeres niegan la cultura, o que el autor de este artículo niega la biología.
      Por último el argumento de la homeopatía, independiente de que esté o no bien usado, creo por lo que entendí, que simplemente quiso decir, que si hay evidencia inmensa en contra de algo no se hace buena divulgación si se apoya ese algo, y cuando la cuestión está abierta debe reconocerse ese hecho y citar ambas posturas, para hacer buena divulgación.

      Y pasando al tema de la homeopatía, ¿es una buena referencia para decir lo que según yo creí entender? Depende. Se ha comprado que en la gran mayoría de los casos la homeopatía no sirve para nada. Pero hay ciertos casos, en donde aunque aparentemente no tenga una base científica, si funciona.
      Así que yo no descartaría a la homeopatía; solo diría que tiene un muy bajo porcentaje de eficacia.

      Y para terminar, creo que en vez de debatir, que solo creará más desacuerdos, pues cada postura discutirá más y entenderá menos al otro, que es lo que usualmente sucede en la mente humana, es mejor, dejar de discutir aquí, esperar un tiempo y con la mente en frío, simplemente buscar información sobre este tema.

      • Mi comentario es que estos divulgadores «escépticos» se rasgan las vestiduras pidiendo fuentes, y en cuanto tocan la homeopatía hacen no pocas veces afirmaciones sin sustento. Ejemplo son los artículos de Sergio Morales Inga, igual en este medio, que mete como calzador a la homeopatía cuando el sujeto no tiene la menor idea del tema.
        En cuanto a tu comentario, afirmas que: «Se ha comprado que en la gran mayoría de los casos la homeopatía no sirve para nada. Pero hay ciertos casos, en donde aunque aparentemente no tenga una base científica, si funciona.»

        ¿Cómo sabes que en la «gran mayoría»? ¿tienes una cifra? si es así ¿cuál es la fuente? En cambio, la literatura académica indica justamente lo contrario:
        https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33006555/
        https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24200828/

      • «Se ha comprado que en la gran mayoría de los casos la homeopatía no sirve para nada. «, ¿y cuál es la referencia? ¿puede aportarla o se la inventa?

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