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En el último par de años, el rótulo ideología de género (en adelante IG) se ha vuelto uno de los términos más discutidos en redes sociales y medios de comunicación. Álgidos debates políticos han hecho de esta expresión un recurso más útil para el ataque que para la explicación: por un lado, conservadores aseguran que la IG ha sido creada por la izquierda y colectivos LGTB para destruir la niñez.

Por otro lado, progresistas afirman que la IG no existe. Como ya es de costumbre en estos asuntos, la verdad no está ni de un lado ni del otro. 

Tergiversado por conservadores

En la página web de la Coordinadora Nacional Pro Familia de Perú se lee que, según la IG, las diferencias entre hombres y mujeres son “construcciones culturales”, ya que se deben a la imposición de una “educación sexuada” basada en “roles sociales”.

Para los ideólogos de género, “el sexo biológico, con sus diferencias genéticas, hormonales, psíquicas y físicas no es determinante en la vida y el comportamiento de las personas”. Por tanto, “hombres y mujeres somos iguales, y nuestros comportamientos, capacidades, percepciones, deseos, gustos, intereses y formas de aprendizaje son idénticos”.

¿Cuáles serían los planes de esta macabra IG? Por un lado, acabar con la niñez.

Aunque no lo digan abiertamente, lo que la ideología de género pretende hacer de la infancia es lo siguiente: crear niños sin derechos, sin sexo que les defina, aunque paradójicamente hipersexualizados…; troceados en el vientre de sus libres y emancipadas madres; sin dignidad humana; cosificados; mercancía objeto del capricho de los adultos (vientres de alquiler, niños a la carta…); privados de su infancia y de su inocencia; prematuros clientes del negocio sexual y futura carne que nutrirá la descomunal industria del género.

Además de apartados de uno de sus progenitores y utilizados por el otro (divorcio, uniones inestables); privados de núcleos familiares sólidos para hacerlos más inseguros y manipulables (uniones homosexuales); expuestos a las teorías de lobbies con intereses espurios; con una educación sexual que les desvincule de las relaciones estables; se les alecciona con comportamientos inmorales y egoístas a un sexo adictivo; se les convierte en consumidores de contraceptivos y abortos; se les aboca al resentimiento y a la lucha de sexos (rechazo de la heterosexualidad).

Asimismo, la IG amenaza con destruir la creación de Dios.

Feminizar al varón y masculinizar a la mujer para crear una sociedad de género neutro es el ideal social de los defensores de la ideología de género, pero no el ideal de la naturaleza tal como Dios la creó que, muchos miles de años antes de que llegaran estos señores a modelar al ser humano según su ideología, definió en el hombre pautas de conducta que resultaran exitosas para su supervivencia y para los fines para los cuales Dios la había creado.

En El libro negro de la nueva izquierda, los afamados escritores argentinos Nicolás Márquez y Agustín Laje (2016) sostuvieron que la IG es una de las “principales pantallas” del neo-marxismo. Para Laje (2017) –quizá el militante más activo en Facebook y Twitter de la región–, la IG puede ser definida como “la concepción anticientífica de nuestra sexualidad que, buscando efectivizarse políticamente, la desarraiga de su realidad natural para querer explicar semejante dimensión humana, sencillamente, a través de la cultura”.

En esta sucinta definición, confirmada en recientes entrevistas, Laje establece el carácter anticientífico y antinatural de la IG. Para el politólogo, tanto los trabajos de John Money sobre el caso Bruce Reimer como el libro La tábula rasa del psicólogo Steven Pinker, constituyen la “aplicación” y crítica de la IG respectivamente.

La ideología de género corroe libertades políticas por medio de mecanismos como las «cuotas»; libertad de opinión, bajo la creciente penalización de discursos políticamente incorrectos; libertad de conciencia, a través de leyes que penalizan, como en Canadá, expresar ciertas creencias religiosas que molestan a «minorías sexuales»; libertades económicas, en la medida en que cada vez hay más casos de comercios multados por razones de género, como las pastelerías de Colorado y Oregon que fueron penalizadas por no hacer un pastel para una boda homosexual; libertades educacionales, en tanto que los padres y madres están perdiendo toda la soberanía educacional sobre su familia, etcétera. (Laje citado en Calderón, 2018).

Manifiestación de los grupos conservadores en Perú, en contra de lo que llaman ideología de género. (Wikicommons)

Ignorado por progresistas

Para el progresismo, la IG constituye un invento retórico, utilizado por los conservadores para impedir la obtención de ciertos derechos fundamentales y frenar el desarrollo de políticas de educación sexual.

Las multitudinarias movilizaciones ciudadanas contra la “ideología de género” en varias ciudades del mundo y la presión que ejercen en el campo jurídico dan cuenta de la efectividad de estas estrategias.

Ya sea invocada mediante su nombre o su núcleo conceptual, la lucha contra la ideología de género ha desempeñado en varios países de Europa y América Latina un papel clave en los debates públicos y legislativos sobre la despenalización del aborto, los derechos de parejas del mismo sexo (v. g. el “matrimonio igualitario” y la adopción homoparental) y la formulación de currículos escolares incluyentes. (Viveros y Rodríguez, 2017: 120)

En sus planteamientos, los progresistas consideran que de facto no existe la IG.

¿Qué es esta ideología aparentemente omnipresente que ha puesto a los católicos y conservadores tan nerviosos? Según ellos, es una cosmovisión, elaborada por académicas lesbianas y feministas radicales, que sostiene que el género no tiene nada que ver con las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, y que puede ser elegido a voluntad.

La caracterizan como una peligrosa línea de pensamiento que amenaza con infectar a los niños y destruir la democracia. (Campoy, 2017)

Por un lado, Laje acierta en criticar el constructivismo de género, una cuestionada hipótesis que busca explicar el género únicamente desde una perspectiva cultural (Morales, 2017). No obstante, el politólogo yerra al proponer una definición de IG desvinculada de los estudios que remiten a dicho concepto.

Por su parte, el progresismo acierta en considerar que no existe una IG desde la mirada conservadora. No obstante, se equivoca al pretender que, en general, no exista algo llamado IG.

¿Qué dice la evidencia al respecto?

Agustín Laje acierta en criticar el constructivismo de género, una cuestionada hipótesi. Pero, el politólogo yerra al proponer una definición de IG desvinculada de los estudios que remiten a dicho concepto. (Flickr)

El concepto académico de IG

Si únicamente nos quedáramos con la información hallada en redes sociales, parecería que la IG solo existe en la cabeza de conservadores y progresistas. Sin embargo, si buscamos dicho término (o su plural traducido al inglés: gender ideologies) en repositorios científicos como Google Scholar, SAGE o JStor, hallaremos una cantidad importante de estudios que remiten dicho concepto. ¿Qué dicen algunos de esos estudios?

Meg I. Striepe y Deborah L. Tolman (2003) analizaron las ideologías de género para estudiar cómo las variaciones de la masculinidad y la feminidad estándar impactan en el desarrollo de la identidad sexual en adolescentes heterosexuales. Asimismo, Marisol del-Teso-Craviotto (2006) demostró cómo el léxico de 4 magazines para público femenino (Good housekeeping, Cosmopolitan, Working woman y Ms.) constituyen poderosos instrumentos para mantener y desafiar las ideologías de género en los Estados Unidos.

Ronald E. Bulanda (2004) examinó la influencia de las ideologías de género en la relación paterno-filial, hallando que los padres igualitarios se relacionan mejor con sus hijos que los padres tradicionales. De modo semejante, Ruth Gaunt (2006) demostró cómo las ideologías de género de los padres determinan la crianza de los hijos al influenciar las creencias sobre los roles de hombres y mujeres.

Colleen W. Colaner y Steven M. Giles (2008) comprobaron que las ideologías de género evangélicas impactan significativamente en las aspiraciones maternales de estudiantes universitarias evangélicas. De igual manera, Margaret Gonsoulin y Anjeanette LeBoeuf (2010) analizaron las diversas ideologías de género del cristianismo conservador estadounidense y concluyeron que mientras las mujeres conservadoras con mayores ingresos económicos mostraban un menor conservadurismo, aquellas con menores ingresos mostraban mayor conservadurismo.

Cathy McIlwaine (2010) analizó cómo las ideologías de género de migrantes colombianos, ecuatorianos y bolivianos se transformaban –de tradicionales a modernas– durante su estadía en el Reino Unido, involucrando factores como clase, nacionalidad y etnicidad. Por su parte, Peter Dirksmeier (2015) analizó cómo en Alemania, la otrora división entre república federal y república democrática generó una diferenciación regional de ideologías de género que produce diferentes roles de género.

Finalmente, Daniela Grunow, Katia Begall y Sandra Buchler (2018) categorizaron las ideologías de género de Europa en cinco grandes perfiles: igualitarista, esencialista igualitario, crianza intensiva, tradicional moderado y tradicional.

Como vemos, tales estudios –publicados en revistas como Journal of Clinical Child and Adolescent Psychology, Journal of Pragmatics, Journal of Marriage and Family, Sex Roles, The Social Science Journal o Annual Review of Sociology– recurren al concepto de IG para estudiar las dinámicas entre hombres y mujeres en diversos contextos.

En un balance realizado por Shannon N. Davis y Theodore N. Greenstein (2009), los autores evidenciaron que los estudios sobre ideologías de género se caracterizan por analizar en su construcción, medición, operacionalización y consecuencias.

¿Cómo las investigaciones científicas definen la IG? Para Susan U. Philips (2001):

La ideología de género se ocupa de las creencias normativas sobre los roles apropiados y las naturalezas fundamentales de las mujeres y los hombres en las sociedades humanas. […] Cuando nace un niño, las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, o sus diferencias de sexo, se utilizan como base para la asignación de género y la construcción cultural de las identidades de género. A las personas se les asigna una identidad de género en todas las sociedades, pero los sistemas de género y las ideologías de género que se cree que ayudan a sostenerlas son culturalmente variables. (p. 6016)

Según podemos observar, la noción de IG se halla fuertemente vinculada a la de roles de género, razón por la cual, para Amy Kroska (2007), serían casi lo mismo.

Tanto la ideología de género como la ideología de rol de género se refieren a las actitudes con respecto a los roles, derechos y responsabilidades apropiados de las mujeres y los hombres en la sociedad. El concepto puede reflejar estas actitudes en general o en un dominio específico, como el económico, familiar, legal, político y/o social. (p. 1867)

Varias revistas científicas recurren al concepto de IG para estudiar las dinámicas entre hombres y mujeres en diversos contextos. Wikicommons)

El caso Salus: un nefasto editorial

El año 2017, correspondiente al volumen 21, la revista de medicina Salus (de la Universidad de Carabobo, Venezuela, e indexada por Web of Science-Thomson Reuters) publicó un breve editorial titulado “Ideología de género”.

Este pronunciamiento, que defiende la existencia de una “censura a aquellos que piensan diferente”, reunió a 4 “investigadores de diferentes profesiones” para “plantar cara” a una ideología que “no tiene nada de ciencia y sí muchas mentiras que dañan a los niños, las familias, las libertades y la sociedad” (Comité editorial Salus, 2017: 5).

Roger L. Parra Villasmil:

Surge, así, toda la corriente mundial de ideología de género: pérdida de la identificación y complementariedad masculina y femenina; modas más varoniles en la mujer (usar pantalones, por ejemplo) y metrosexualización del varón; limitación o prohibición de enseñanza diferenciada en las escuelas; normativa legal para implementar igualdad laboral entre hombres y mujeres; baños transgender, para personas que no se sientan varones ni mujeres. (Ibíd.)

Jesús Ignacio Carrillo Herrera:

la “ideología de género” es una corriente que aboga por un igualitarismo entre la mujer y el hombre, llegando a negar las diferencias biológicas (cromosómicas) de ambos, con consecuencias nocivas para la persona misma, e inclusivamente, para la sociedad al quitar relevancia y significado a la maternidad, paternidad y familia. (Ibíd., p. 7)

Rafael Sanz Carrera:

la ideología de género preconiza como idea fundamental de su filosofía política una sociedad que ya no se articule sobre la dualidad hombre-mujer sino que se organice alrededor de lo que llaman “diversidad afectivo sexual”… Donde ya no haya hombres y mujeres, sino opcionales orientaciones afectivo sexuales.

Donde no haya hombres y mujeres sino homosexuales, heterosexuales, transexuales, bisexuales y lo que la imaginación dé de sí. Y donde no haya ninguna discriminación ni juicio de disparidad entre la valoración que se haga de unas u otras de esas diversas orientaciones afectivo sexuales. (Ibíd., p. 8)

Mónica Ballón Espejo:

Se crean categorías variadas que generan confusión y abren una gama de conductas con un amplio abanico de posibilidades, descartando la práctica de la psicología que ha sido siempre contrastar entre la norma y lo excepcional para ayudar al ser humano.

El nuevo principio es que nada puede ser calificado como nocivo o perjudicial. […] Con el mismo criterio, si llega a consulta una paciente anoréxica que afirma sentirse y verse gorda, a pesar de su notoria y extrema delgadez, el terapeuta no debería contradecirle porque lo importante no es la evidencia física sino su sentir subjetivo. (Ibíd., pp. 8-9)

Como observamos, solo una ingenua lectura de El libro negro de la nueva izquierda de Márquez y Laje (2016) o de La ideología del género de Jorge Scala (2010) podría estar detrás de aquellos vomitivos mamarrachos. Al respecto, urgen las réplicas de especialistas en salud y científicos afines.

Un avance más bien general lo podemos hallar en el número 27 de la revista Sexualidad, Salud y Sociedad (Viveros y Rodríguez, 2017), sin embargo, hace falta un mayor activismo académico. 

Finalmente

Si tuviera que brindar una definición sintética y acorde con la teoría existente, diría que el concepto IG refiere a aquel sistema de ideas culturalmente determinadas sobre las diferencias entre hombres y mujeres. Sin duda, se trata de una definición muy distinta de aquella parcializada, subjetiva y etnocéntrica brindada por Laje, y no solo por estar vinculada a la teoría, sino también por basarse en la noción de género en vez de rechazarla. 

Comprender cómo se construye la ideología de género (en un sentido social) puede ayudar a los investigadores a comprender las decisiones que toman los niños y las niñas en relación con la educación y las carreras, cómo los adultos jóvenes eligen parejas y toman decisiones sobre la fertilidad, y cómo las personas negocian sus vidas familiares. (Davis y Greenstein, 2009: 99)

Los estudios citados en el tercer punto del presente artículo demuestran –a contrapelo de la narrativa conservadora– que no hay una sola IG, sino múltiples ideologías de género, dentro de las cuales es menester incluir la ideología conservadora de género: un constructo caracterizado por preceptos pseudocientíficos tales como la aseveración de que la transexualidad es una patología o la creencia de que únicamente existen dos géneros (Morales, 2018; ver también Quintana, 2017). Para algunos, esta ideología constituye la “verdadera ideología de género” (Vela, 2017).

Por otro lado, el progresismo debe aceptar que las diferencias conductuales entre hombres y mujeres son tanto culturales como biológicas. Aunque hoy nadie afirme de manera tajante que la biología no tenga absolutamente nada que ver en el género, la relación del progresismo con la cuestión biológica (que incluye disciplinas como antropología, psicología o genética) sigue siendo complicada (Morales, 2017).

La necesidad de un debate informado

Mientras finalizaba este breve artículo, Guillermo Aguayo y Christian Rosas anunciaban la presentación de su libro Ideología de género: El nuevo intento por desnaturalizar el plan de Dios en la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL).

Como era de esperarse, diversos militantes acusaron a los organizadores de apoyar discursos de odio. Tras los reclamos, la FIL Lima aclaró que dicha presentación no formaba parte de sus actividades oficiales. Horas después, la editorial Peniel (que publicó el texto de Aguayo y Rosas) suspendió la presentación del libro y acusó a la FIL de haber sucumbido ante las presiones políticas.  

Lo cierto es que el debate continuará. Procuremos ahora estar mejor informados.

La última Feria Internacional del Libro Lima fue sede de un «nuevo debate» sobre ideología de género. (FIL Lima)

Referencias bibliográficas

-Bulanda, R. (2004). Paternal involvement with children: The influence of gender ideologies. Journal of Marriage and Family, 66(1): 40-45.

-Calderón, M. (2018). Agustín Laje: «La ideología de género es una imposición que se ha decidido a espaldas de la gente».

-Campoy, A. (2017). La extrema derecha quiere venderte una teoría sobre el sexo y el género que no existe.

-Colaner, C. y Giles, S. (2008). The baby blanket or the briefcase: The impact of evangelical gender role ideologies on career and mothering aspirations of female evangelical college students. Sex Roles, 58(7-8): 526-534.

-Comité editorial Salus (2017). Ideología de género. Salus, 21(1): 5-9.

-Davis, S. y Greenstein, T. (2009). Gender ideology: Components, predictors, and consequences. Annual Review of Sociology, 35, 87-105.

-Del-Teso-Craviotto, M. (2006). Words that matter: Lexical choice and gender ideologies in women’s magazines. Journal of Pragmatics, 38(11): 2003-2021.

-Dirksmeier, P. (2015). The intricate geographies of gender ideologies in Germany. Geoforum, 64, 12-24.

-Gaunt, R. (2006). Biological essentialism, gender ideologies, and role attitudes: What determines parents’ involvement in child care. Sex Roles, 55(7-8): 523-533.

-Gonsoulin, M. y LeBoeuf, A. (2010). Intra-group variation in conservative Christians’ gender ideologies (1972–2006). The Social Science Journal, 47(1), 225-236.

-Grunow, D., Begall, K. y Buchler, S. (2018). Gender ideologies in Europe: A multidimensional framework. Journal of Marriage and Family, 80(1): 42-60.

-Kroska, A. (2007). Gender ideology and gender role ideology, en G. Ritzer (ed.), The Blackwell encyclopedia of sociology (pp. 1867-1869). UK: Blackwell.

-Laje, A. (2017). La ideología de género sí existe: Es la concepción anticientífica de nuestra sexualidad.

-Márquez, N. y Laje, A. (2016). El libro negro de la nueva izquierda: Ideología de género o subversión cultural. Buenos Aires: Unión Editorial.

-McIlwaine, C. (2010). Migrant machismos: Exploring gender ideologies and practices among Latin American migrants in London from a multi-scalar perspective. Gender, Place and Culture, 17(3): 281-300.

-Morales, S. (2017). ¿Es realmente el género una construcción cultural? La Ortiga, 4(4): 9-23.

-Morales, S. (2018). La ideología conservadora de género. Ciencia del Sur.

-Philips, S. (2001). Gender ideology: Cross-cultural aspects, en N. Smelser y P. Baltes (eds.), International encyclopedia of social & behavioral sciences (pp. 6016-6020). UK: Elsevier.

-Quintana, E. (2017). Oscurantistas, ideología de género y pseudociencia. Ciencia del Sur. 

-Scala, J. (2010). La ideología de género o el género como herramienta de poder. Rosario: Ediciones Logos.

-Striepe, M. y Tolman, D. (2003). Mom, dad, I’m straight: The coming out of gender ideologies in adolescent sexual-identity development. Journal of Clinical Child and Adolescent Psychology, 32(4): 523-530.

-Vela, E. (2017). La verdadera ideología de género. New York Times.

-Viveros, M. y Rodríguez, M. (2017). Hacer y deshacer la ideología de género. Sexualidad, Salud y Sociedad, 27, 118-127.

 

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Sergio Morales Inga es antropólogo y egresado de la Maestría en Filosofía de la Ciencia, ambos por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú. Tiene publicaciones en revistas académicas de Perú, Colombia, Argentina, España y Reino Unido. Columnista de evolución humana, género y epistemología de las ciencias sociales en Ciencia del Sur. También realiza divulgación en evolución cultural a través del blog "Cultura y evolución".

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41 COMENTARIOS

      • Hola, Sergio, no me quedó claro, pero, ¿niegas que exista la IG como la presentan los conservadores, o simplemente dices, que aunque si que existe la IG de esa forma como dicen los conservadores, no es la única forma de IG que existe?
        ¿O sea, los conservadores tienen razón en lo que dicen de la IG, pero están errados al creer que solo existe esa IG y que todas son lo mismo?
        ¿Es así o no?
        Aunque con todo respeto Sergio, pero noté igual que no era muy imparcial tu artículo. Cómo que vi unos sutiles sesgos ideológicos progresistas.

  1. De acuerdo con el artículo. Recalcar que el concepto de ‘ideología de género’ que usa el bando conservador es radicalmente diferente al usado en la academia (roles de género), lo mismo sucede con el bando progresista que pretende teñirse de ciencia al autodenominar sus posturas como ‘enfoque de género’, cuando no es sino una gender ideology más.
    De hecho, la antropología no tiene nada que hacer ahí, salvo si los utiliza como objeto de estudio.
    Lamentablemente durante mi formación universitaria me tocaron profesores que perfectamente entran en la «ideología progresista del género»: ‘constructivismo de género’. Presentan la ‘construcción social’ como el gran descubrimiento de la antropología, lo novedoso, cuando no es sino la premisa para hacer antropología. Nula mención a la biología, la neurociencia, etc. Se remiten a diferentes etnografías para sostener «no solo está la concepción ‘occidental’, hay una diversidad», en una suerte de burdo relativismo cultural.
    Muchos colegas, y casi todas las colegas, ya no discuten eso: lo aceptan.
    En otros espacios, y por supuesto otros temas, la vanguardia progresista imputará a los críticos «te preocupan que pinten paredes, pero no te preocupan las miles de mujeres violadas, asesinadas, desaparecidas, etc.» con el propósito de imponer un discurso que no remite a la realidad, lo social-real (Por este aspecto me encanta la antropología que se ocupa de ello). Apelan al sentimiento, las emociones, el ‘me estás ofendiendo’ . No admiten que la contraparte pueda ofenderlos, pero no se ocupan si sus posturas ofenden (por ejemplo el tema del aborto). Aspectos perfectamente interesantes para la antropología. Recurrentemente erigen la ‘brecha salarial por género’ como la perfecta evidencia de un patriarcado. Cuando ni el ‘patriarcado’, ni la ‘brecha salarial por género’ resisten un argumento serio. Una cifra de 100 feminicidios es insignificante si lo comparamos con otra clase de homocidios.
    Finalmente, nada del párrafo anterior me importa salvo como objeto de estudio. Satisfactoriamente logré saltar la criminal visión de la EP de Antropología de la UNMSM, que pretende hacer antropología con «justicia social».

    • Gracias por el comentario. Haríamos bien en distinguir dos cuestiones: 1) los aportes clásicos de la antropología sobre el género supernumerario (primera mitad del siglo XX) y 2) el constructivismo de género posterior de los estudios de género y los feminismos (de los años 80 en adelante). Se trata de dos cosas diferentes, pero que son mezcladas porque el constructivismo dice basarse en etnografías clásicas.

      • En mi país, está siendo duramente cuestionado y rechazado el Plan de Transformación Educativa 2040. Se cree que con dicho Plan se pretende introducir la mal llamada «ideología de género». Se han polarizado y radicalizado, las posturas, lo que ha llevado a un antagonismo sin sentido. En realidad carecemos de un cúmulo objetivo basado en la ciencia biológica y
        , la epistemología, entre otros.
        En Latinoamérica tendemos a ser recicladores de teorías. Me parece que las investigaciones sobre el tema, debe debe estar versado sobre estudios interdisciplinares.
        Saludos desde Paraguay

    • Me dio risa la parte de «no admiten que los ofendan» y después dice: me ofenden las las libertades de los demás xD Realmente me ilusiona mucho alcanzar a ver la extinción de ese sector conservador.

      • Creo que lo de que no admiten que los ofendan habla del progresismo, porque luego habla de que está gente no cree que ofendan. Arriba lo dice. O quizá si es como dices.

        Nunca dijo me ofende las libertades de los demás.
        Quizá tú lo concluiste. Pero realmente no te diferencias de lo que quieres que se extinga: también te ofende el que rechacen que acepten la idea de que es lo mismo un hombre que una mujer o que irrelevante las diferencias de sexos.

        Realmente, no ven la viga en su ojo. Es como cuando dicen: poner gays no te hará gay, pero luego salen con que quiere cancelar una caricatura como Dragon Ball y el caso del maestro Roshi en Argentina que porque enseñará a ser como él.

        O que no metan gays, en el entrenamiento.
        En qué quedaron, pues: no les enseña o si les enseña?

    • La brecha salarial de género existe.
      Hay dos cosas distintas. La brecha de género: que no discrimina por ser mujer, sino porque mujeres tienden a puestos que se les paga poco.
      Y la brecha de género: Que si es pagar menos por ser mujer. Hay casos donde hombres y mujeres tienen el mismo puesto, el mismo trabajo, las mismas horas, y hay una diferencia de pago.
      Negar la brecha de género, es como negar la ideología de género.

      • Es que eso hasta Harvard lo explicó ya: es por cuestiones de decisiones. Existe un estudio donde se pongan en las mismas condiciones en ambos sexos para detectar si hay ese brecha? Ninguno hay.

        De hecho, viven menos los hombres debido a que principalmente es por el trabajo que son más rudos.
        Ojalá las femalucinadas e igualitarias salieran a exigir que haya 50% de mujeres en estos trabajos (cloacas, electricistas, minas, etc.).

        Quizá me salgan con que hay mujeres ahí, pero queda igual: son minoría. Y esa lógica también aplícala a su exigencias de 50% de hembras en puestos de oficinas y el gobierno. Verdad que suena torpe?

        Y lo mismo para servicio militar obligatorio y para las pruebas de mujeres para entra a cuerpos de seguridad: estas pruebas no son igual de dura como lo son para los hombres. Aquí ya es válida la brecha. Que somos y manginas son tantos hombres y creen que los hombres no se arrastran y obedecen mujeres.

  2. La definición del autor sobre la IG como «aquel sistema de ideas culturalmente determinadas sobre las diferencias entre hombres y mujeres.» no me parece distinta a la de Laje. El autor argentino lo reconoce como tal. Además que la reconoce como anticientífica y desarraigada del dato natural. Lo cual me parece tener en común con la definición del autor. ¿En qué se diferenciarían entonces ambas definiciones?

  3. Vamos sino lo leo no lo hubiera ni prestado atención pero si he llegado aqui, es porque esto ha pasado ya de castaño oscuro.Estoy cansada de leer paranoias de esta clase.Asin que ya va siendo hora de poner las cartas sobre la mesa porque esto ya es una pasada y si esto no os ha valido como escarmiento agarrarse porque os vais a mear encima cuando os diga que la energia suprema de donde veniis todos no es masculina sino femenina o que pasa teneis el ego tan subido que a pesar de que hasta la ultima entidad religiosa de la que sois conscientes, lleve el articulo LA no aceptais que esta sea femenina?tan mal perder teneis?fuistes creados para servir a la mujer porque por mucho que os de coraje intuirlo,la realidad esque el hombre nacio para sostener a la mujer en todas sus formas.Porque hasta en lo privao para hacer el molinillo de «paca pachecho»(madre de lola en la serie «la k se avecina») esta necesita en donde «girar».Pero si sois tan ciegos de darle hasta ese poder a la mujer y rematais haciendolas poder tener la descendencia sin tener que recurrir a vosotros,automaticamente pasais a ser un titere en nuestras manos y pasais a ser algo mas.Creiais que por ser fuertes y ser hombres teniais el control?jajajaja puede que exista un Dios del hombre pero tambien existe el lado feminino y este esta por encima del Dios de los hombres porque por sino os habeis percatado para a ver un hombre debe a ver primero una mujer que lo alumbre.Y encima que controle esa fuerza suprema de esa «entidad» que es femenina que no es otra que la muerte.LO VEIS «LA» articulo FEMENINO.La fuerza femenina es la suprema y por mas que la adorneis seguira siendo femenina.Como la 2 fuerza que la envuelve y le da forma que es FENENINA y de estas surgio la masculina proviniente de 2 femeninas por eso surgio la masculina y de hay nacio el hombre.Del choque de 2 femeninas.Una mas delicada y la otra mas ceñia para sus adentros y lo que surge de ambas es una forma como hermafrodita pero con un pliegue sobrante.Un macho.Porque no se lo habeis observado pero si existen las operaciones… es porque hay mujeres que son tablas.(tienen forma de hermafrodita).

    • Que RIDICULO COMENTARIO, Absurdo y Sin Fundamentos, una Galimatias carente de ciencia y lleno de RESENTIMIENTO FEMENINO.

      Si hay un «JAJAJA» es el de las personas cuerdas y Racionales NO de un montón de Fanáticas que son Manipuladas por fuerzas políticas y manipulables.

      La IG es un Absurdo que solo tiene de fanáticos a un montón de personas carentes de personalidad e identidad, se llama DSIFORIA DE GENERO y aparece en el DSM-5 como trastornos Mentales.

      Ya te regale 2 min de atención, de nada.

      • Que tiene que ver que un estúpido diga que la disforia de género es por falta de personalidad a qué una mujer por otras cosas estúpidas se sienta superior por poder tener bebés aunque existan mujeres infértiles o QUE JUSTO POR QUE ESO MISMO HICIERON LOS HOMBRES ESTAN DISGUSTADAS…nmms ambos sean empáticos por favor

      • A veces, pienso si las personas como tú son más propensas a ser esclavos de sus propias emociones.

        Pero luego leyendo tu comentario de jeroglíficos egipcios, no tengo dudas

  4. Todo el mundo puede hacerse un blog, así de democrático es Internet. Pero llamar a esta site » Ciencias del Sur» es un fraude. No hay nada de científico ni de riguroso en esta entrada, sólo una – demasiado- larga sucesión de afirmaciones categóricas, creencias y posiciones de carácter estrictamente ideológico. Se puede estar de acuerdo o en contra, pero si alguien, engañado por la denominación de la página, entra a buscar información, lo único que va a encontrar es la opinión del autor.

    • Me paso así, estaba leyendo un debate y entre mi búsqueda de mas información me encontré con esta página. Hay gente que lee lo primero que encuentra y luego lo predica como realidad y ciencia.

    • Tegueste, da igual en qué página web te metas, porque ni siquiera lees completo o no entiendes lo que lees.

      En realidad este artículo en su mayor parte es citar y presentar lo que se dice en redes sociales o los políticos, la otra parte es citar a algunas publicaciones de estudios realizados.

      Si ustedes dos no pueden visualizar esto, qué pueden realmente criticar al autor.

  5. De verdad me sorprende cuánta desinformación puede existir, primero, la ideología de género en verdad no es algo existente ya que ese «termino» es usado para desprestigiar a la comunidad, el enseñar sobre género no es para confundir niños, porque para empezar el género no se decide, aquí pregunto ¿Cuando ustedes decidieron su género? Y normalmente contestaran «es que yo nunca pensé en ello», pero es porque nunca tuvieron la necesidad, desde un punto de vista de una persona transgénero el que me hubieran enseñado sobre el género y ser quien yo era realmente estaba bien me habría ahorrado todo ese sufrimiento que pase por «ser machorra», no es ideología, solamente buscar los mismos derechos que los demás, dirán que son una minoría cuando no es así, nosotros somos quienes cada vez que salimos a la calle la gente nos crítica, que la gente simplemente nos toma como bromas, quienes sufrimos violencia por no ser «una mujer» o «un hombre real», quiénes no somos validados, quiénes al exigir derechos que ni siquiera tendríamos que exigir somos criticados «porque eso es solo social» «porque rechaza la palabra de Dios», quienes al buscar simplemente no sentirnos mal con nuestro cuerpo nos dicen «es que no le vas a decir gordo a un anoréxico solamente porque así se siente», quiénes somos asesinados brutalmente diariamente simplemente por odio y la gente le toma más importancia a un perro bailando en tik tok.
    No es confundir, no es perturbar, no es imponer, es solamente buscar la misma felicidad que ustedes tuvieron desde siempre pero que a nosotros por «ser una ideología» nos fue arrebatada, por favor dejen de defender la violencia hacia una persona por algo que ni siquiera decidió, dejen de llamar ciencia el hacer menos a personas, dejen de normalizar la violencia que sufrimos diariamente.
    Lo que ustedes llaman ideología de género es solo la lucha para mostrar que el ser «diferente» no te hace menos.
    Mejorar el mundo no es menospreciar, invalidar, violentar a alguien por ser diferente, es apoyar y dar oportunidades a todos sin importar las diferencias para que los que realmente pueden hagan un mejor mundo.

    • De acuerdo totalmente! Eso de la ideologia de genero, ese termino, que pretenden vender como una iluminacion. Es totalmente utilizad politicamente. Casi me dejo llevar por ese bando de conservadores, pero me di cuenta de su extremismo y apologia al odio tambien.

  6. En realidad sí me he topado con personas que defienden los derechos de las minorías LGBT, y un par de feministas que creen que en efecto «los géneros» de hombres y mujeres son «imposiciones culturales».

    Ahora pregunto yo: ¿desde cuándo el género y el sexo biológico se consideran dos cosas distintas?

    También están los casos de los intersexuales, algo más complejo, pero que no es tan sencillo como saber qué cromosomas sexuales tiene una persona.

    No es por atacar a las personas trans, pero ¿no creen ustedes que plantear el asunto de ser hombre o mujer, solo como una cuestión de auto percepción, no es más confuso (tanto para las personas que los apoyan como para los detractores) y dañino para las personas trans?

    Me explico, si una persona nace niño o niño, va creciendo, formándose y desarrollando su personalidad e identidad… esa persona es quien se sentirá cómoda o no con su sexo, nadie puede saberlo.
    Entonces la sociedad en general sí es conservadora, pero no se puede decir que «la sociedad» obliga a un niño a «ser niño» porque nació niño.
    Si este niño no fuese criado como niño, al crecer ¿cómo sabría que preferiría ser mujer que hombre?

    A pesar del rechazo de algunos, las personas pueden vestirse, actuar y vivir como del sexo contrario. Desde hace años también existen los tratamientos hormonales y cirugías, con los cuales harían la transformación más completa, y ya qué importan los cromosomas u otro argumento.

  7. NADIE TIENE CULPA COMO NACE UNO Y OTRO Veo aqui en el Bolson ,MAESTROS ADOCTRINAR NIÑOS A TRAVES DEL IDIOMA DISTORSIONADO Y A TRAVES DE SU IDEA P OLITICA, DEBIAN SER EXONERADOSEDUCAR ES FORMAR CON LA MAYOR OBETIVIDAD,ES UNA CONDUCTA INMORAL,EGOISTA Y ANTIEDAGOGICA ,,ESTA CORRIENTE DE IGNIEGA LA CLASICA APORTACION ANTROPOOGICA,,,NIEGA LAS CIENCIAS SOCIALES ,,LA BIOLOGIA,,SE BASA EN LO CULTURAL Y AFECTIVO,,LAVANDO CEREBROS DAÑANDO LA INFANCIA INOCENTE MI OPINION ES QUE NADIE TIENE DERECHO A IMPONERLE A MI HIJO COMO PENSAR,Y EXPRESARSE POLITICA FILOSOFIA DE ELLOS USA EL IDIOMA COMO METODO PARA ADOCTRINAR CEREBROS TIERNOS,SIN TANTO DEBATE ,,DEBERIA COMPRENDER ESTA GENTE QUE,,,SI ,,SE EDUCA BIEN Y CON VALORES ,SIN CREAR TANTO DAÑO Y CONFUSION,,ES SIMPLE EDUQUEN OBJETIVAMENTE
    A RESPETAR AL OTRO ,SIN DISCRIMINAR,,SIN ADOCTRINAR,Y SI ENSEÑANDO CONTENIDOS CON VALORES COMO RESPPETO,,,,ACEPTACION,,,DAR OPORTUNIDADES A TODOS SIN HACER DIFERENCIAS SIN IMPORTAR LAS DIFERENCIAS Y EDUCAR PARA QUE ESE NIÑO NO SEA UN RESENTIDOO,, Y CADA UNO SEA EDUCADO PARA SER BUENA PERSONA Y NO UN RESENTIDO YSERIA UN MUNDO MEJOR

  8. Sos un desastre mental, mientras más estudian para prepararse, más necedad enseñan a los que se acercan a ustedes.
    Creo que eres un Lobbista de Open Society que te pagan buena plata para adoctrinar, no eres nada sincero, ni buscas el bienestar de nadie, sos un judas platero y el mecate te espera si no te arrepientes.

  9. Hola. Quiero contar que ayer me crucé con un posteo de una cuenta de Instagram, de corte progresista, que hablaba de ideología de género diciendo que no existía y otras cosas más. La verdad no estoy instruido en este tema, pero me interesa. Sin embargo me resultó muy extraño que alguien dijera qué tal o cual ideología no existe, partiendo de lo que entiendo del término ‘ideología’, por definición. Así que me puse a buscar y me crucé con este artículo que me dio, rapidamente, una buena idea del estado actual del debate y por qué se dice tal o cual cosa sobre la IG. Por eso, en principio quiero agradecer al autor por el artículo. Por otra parte, quise aprovechar para dejar un link hacia acá en el posteo de Instagram que disparó mi curiosidad, por si a otras personas les resultaba tan útil como a mi. Pero lamentablemente me bloquearon a los minutos. Por eso, a la inversa, dejo aquí el link al posteo:

    https://www.instagram.com/p/CfJl0PSouCx/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

    Si no les sale bien, el usuario de Instagram es “ismorbo” y su nombre “MOR.BO”. El posteo es del 22/23 de junio de 2022 por si lo quieren buscar. Pongo todo esto porque me parece mal que se limite la libertad de expresión de las personas y sobre todo con el objetivo de desinformar, tanto de parte de conservadores como progresistas, o cualquier otro extremo. Es una práctica súper frecuente, claro que sí, eso no es ninguna novedad; pero no por eso creo que la debamos dejar pasar sin más. Es solo mi grano de arena. Mis saludos a cualquiera que se haya tomado el tiempo de leerme.

  10. Al final de este camino, es innegable que el fondo y objetivo de todo, Independientemente del uso correcto o no del concepto, está el borrado absurdo del sexo, conceptual y físicamente, como si quisieran hacer una versión mejorada de Frankenstein.
    Por favor, lo obvio no puede ignorarse.

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