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Refiriéndose a la eliminación de los estudios de género por parte del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, así como a la medida de sexo binario dictada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump –que causó el pronunciamiento de más de 1600 científicos (BBC, 2018)–, la reconocida bióloga Anne Fausto-Sterling publicó un artículo de opinión en el New York Times en el cual sostuvo que hablar de dos sexos (macho y hembra) es insuficiente para comprender la variedad sexual humana: “un bebé que tenga cromosomas XX puede nacer con pene y una persona que tenga cromosomas XY puede tener una vagina” (Fausto-Sterling, 2018).

Dicho artículo generó amplia polémica en medios académicos y periodísticos, incluyendo redes sociales, alrededor de la pregunta: si no hay únicamente dos, ¿entonces cuántos sexos hay?

No obstante, lo que pudiera parecer un debate novedoso, en realidad, constituye una discusión con varios años encima.

Al mencionado artículo le antecede otro publicado en el mismo medio (Fausto-Sterling, 1993a), dos ensayos publicados en The Sciences (Fausto-Sterling, 1993b, 2000), un capítulo del libro Cuerpos sexuados (Fausto-Sterling, 2006) y un artículo publicado en Nature (Ainsworth, 2015). Considerando toda esta literatura, ¿será cierto que hay más de dos sexos?

Cuerpos sexuados, de Anne Fausto-Sterling. (Barcelona: Melusina, 2006)

El complejo –y natural– proceso de desarrollo sexual

“El sexo puede ser mucho más complicado de lo que parece a primera vista” (Ainsworth, 2015: 288). Y es que el proceso de desarrollo sexual está lejos de asemejarse a un switch que elige o macho o hembra, sino que constituye un complicado evento donde participan genes, cromosomas, enzimas, hormonas, entre otros (Schmitt, 2016).

Durante las primeras cinco semanas, el feto humano puede desarrollarse potencialmente como hembra o macho. En ese tiempo, dos crestas gonadales emergen para formar o bien gónadas masculinas (testículos) o bien gónadas femeninas (ovarios).

Recién en la sexta semana se desarrolla un sexo anatómico específico: si las gónadas se vuelven testículos, se secreta testosterona, la cual contribuye a la formación de los conductos deferentes y el epidídimo.

Caso contrario, si las gónadas se vuelven ovarios, se secretan estrógenos, los cuales producen el útero y las trompas de Falopio. Sin embargo, eso no es todo.

De forma complementaria, si las gónadas se convierten en testículos, también se generan hormonas que producen la desaparición del útero y las trompas de Falopio. Y si las gónadas se convierten en ovarios, se secretan hormonas que propician la desaparición de los conductos deferentes y el epidídimo.

Dichas hormonas sexuales –testosterona y estrógenos– contribuyen también al desarrollo de genitales externos (pene o vagina) y de los caracteres sexuales secundarios durante la pubertad: mamas, vello corporal, ensanchamiento de caderas o espalda, etcétera. Sin embargo, aquí tampoco queda todo.

Las mutaciones genéticas que afectan el desarrollo de las gónadas pueden hacer que personas XY (machos) desarrollen características femeninas y que individuos XX (hembras) desarrollen características masculinas. Según Ainsworth (2015), “[c]uando se toma en cuenta la genética, el límite entre los sexos se vuelve aún más borroso” (p. 288).

Durante décadas se creía que el desarrollo sexual masculino se debía a la presencia/ausencia de un gen específico dentro del cromosoma Y. Recién en los años 90’s se descubrió el gen SRY, el cual genera que las gónadas muten de ovarios a testículos.

Lo sorprendente de este hallazgo es que incluso personas XX (hembras) que porten un fragmento del cromosoma Y que contenga el gen SRY se desarrollarán como machos.

De modo semejante, se creía que el desarrollo sexual femenino constituía un acto pasivo. Sin embargo, no hace mucho se descubrió el gen WNT4, el cual promueve el desarrollo de los ovarios y, al mismo tiempo, suprime el desarrollo testicular. Individuos XY (machos) con copias de este gen pueden desarrollar un útero y trompas de Falopio rudimentarios.

Se ha descubierto la presencia de 25 genes capaces de producir cambios anatómicos durante el proceso de desarrollo sexual delos humanos. (Flickr)

Asimismo, en el año 2011, investigadores demostraron que si otro gen ovárico clave –el RSPO1– no funcionaba normalmente, aquellas personas XX que porten dicho gen podrían desarrollar una ovotestis: una gónada mixta con áreas de desarrollo ovárico y testicular.

El síndrome de insensibilidad completa a los andrógenos (CASI) ocurre cuando las células sexuales no responden a las hormonas sexuales masculinas porque los receptores no se activan. Estas personas tienen cromosomas Y, así como testículos internos, sin embargo, sus genitales externos son femeninos.

De modo semejante, la hiperplasia suprarrenal congénita (CAH) hace que el cuerpo produzca cantidades excesivas de hormonas sexuales masculinas, logrando que personas XX nazcan con genitales ambiguos: desde un clítoris grande y labios vaginales semejantes a un escroto hasta vello facial y corporal, menstruaciones irregulares y problemas de fertilidad.

Investigaciones recientes han descubierto la presencia de 25 genes capaces de producir cambios anatómicos durante el proceso de desarrollo sexual –un evento que no solo repercute a nivel fisiológico, sino también a nivel psicosexual.

Sin embargo, algunas veces la realidad social dista de la realidad científica. Según Colangelo (2017), en muchas escuelas secundarias todavía se enseña que “los cromosomas determinan los genitales, los cuales determinan el sexo, lo cual determina el género. Las mujeres son XX y los hombres son XY. Uno tiene pene, el otro, vagina”.

Múltiples libros de biología –usualmente mencionados por exegetas liberales– no solo ignoran los nuevos contenidos, sino que “desinforman activamente a los estudiantes” (Ibíd.). Para Byrne (2017), “[s]iempre que se sugiere que ser mujer o hombre es cuestión de tener ciertos cromosomas (o características sexuales primarias/secundarias), es un signo seguro de que la discusión se ha salido de los rieles”.

¿Intersex o DSD?

Negar la realidad de la variabilidad del desarrollo sexual humano es un ejercicio vano. Más aún si ocurre bajo la proclama de un altísimo “diseño natural”.

Sin embargo, el debate no gira en torno a la existencia de dicha multiplicidad, sino en torno a su comprensión. A este respecto, son dos los conceptos enfrentados: intersex y desórdenes del desarrollo sexual (DSD).

Por un lado, para la Intersex Society of North America (ISNA)[1], “«Intersex» es un término general que se usa para una variedad de afecciones en las cuales una persona nace con una anatomía reproductiva o sexual que no parece ajustarse a las definiciones típicas de femenino o masculino”.

A pesar que solo 1 persona de 100 tendría alguna forma de intersexualidad (Ainsworth, 2015), se trata de un concepto muy difundido en la cultura popular (Amato, 2016; Horlacher, 2016), ya que se vincula con la lucha por la no discriminación de personas intersex, así como la obtención de sus derechos fundamentales (Davis, 2015; Rubin, 2017).

Bandera del movimiento Intersex internacional, que también exige sus derechos. (Wikimedia)

Por otro lado, el concepto de DSD fue acuñado tras la publicación del “Consensus statement on management of intersex disorders” el año 2006. Según Lee, Houk, Ahmed y Hughes (2006), conceptos como intersexualidad, hermafroditismo o pseudohermafroditismo “son percibidos como potencialmente peyorativos por los pacientes y pueden ser confusos para profesionales y padres” (p. e488).

Caso contrario, hablar de DSD hace referencia a “condiciones congénitas en las que el desarrollo de relaciones cromosómicas, gonadales o anatómicas es atípico” (Ibíd.). [Ver tabla 1]

Tabla 1. Nueva nomenclatura propuesta. (Lee et al., 2006: e489)

Desde esta perspectiva, el desarrollo sexual se divide en dos procesos diferentes: la determinación sexual, en la que gónadas bipotenciales conforman testículos/ovarios por presencia/ausencia del gen SRY y del cromosoma Y, y la diferenciación sexual, mediante la cual testículos/ovarios completamente formados secretan hormonas para impulsar la diferenciación de los genitales internos y externos, incluyendo tejidos extragonadales como el cerebro (Arboleda, Sandberg y Vilain, 2014).

Para el genetista Eric Vilain, el término intersex es muy vago: “no sabríamos a quién incluir y a quién no incluir” (Lehrman, 2007). Por ello, es mejor hablar de DSD, ya que los pacientes tendrán su diagnóstico con un nombre genético, lo cual “es mucho más científico” (Ibíd.).

Según Arboleda et al. (2014), al brindar un marco coherente para el diagnóstico mediante el concepto de DSD, “los médicos pueden comenzar a identificar a los pacientes con fenotipos similares y comprender mejor los factores médicos, sociales y psicológicos que contribuyan al bienestar general de los pacientes” (p. 10).

Bautizado por el ISNA como “un juego semántico de nunca acabar”[2], las discusiones de si debemos elegir intersex o DSD constituye materia de actual polémica (Reardon, 2016).

Ante este escenario, Vilain ha pedido separar lo político de lo médico, ya que “los cirujanos a menudo tienen la impresión de que existe una pequeña minoría vocal de activistas que solo quieren destruir su trabajo” (Lehrman, 2007).

Son precisamente los activistas intersex (la “I” en LGTBIQ) quienes han denunciado la medicalización de su condición. Para Davis (2011), dado que “los médicos necesitaban mantener su autoridad” (p. 178), el concepto de DSD constituye una reacción al desafío activista a la jurisdicción médica sobre la intersexualidad que ha logrado que los activistas se sientan “violados y manipulados” (Ibíd., p. 172).

El debate, queda claro, ha tocado fibras muy íntimas:

“No sé si el término intersexual durará mucho más tiempo ni tampoco sé cuánto tiempo más durará el concepto de DSD. Lo que sí sé es que una comunidad diversa de personas con rasgos intersexuales continuará existiendo y, mientras yo pueda, estaré allí para darles la bienvenida en nuestra comunidad global intersex” (Davis, 2015: 170).

Según Ainsworth, (2015), “[e]stos descubrimientos no encajan bien en un mundo en el que el sexo todavía se define en términos binarios” (p. 288).

Para algunos la solución es un tema cultural: “aumentar la conciencia pública sobre la intersexualidad, junto con las identidades transgénero y no binarias, ayudará a alinear las políticas más estrechamente con la realidad científica y, por extensión, con la justicia social” (Montañez, 2017).

Por lo pronto, la indignación es real: “[m]uchas personas y organizaciones activistas intersexuales han condenado (y continúan condenando) el cambio al sistema de clasificación DSD” (Griffiths, 2018: 142).

Sin embargo, por más que el activismo intersex persiga objetivos nobles, las personas con DSD presentan diversas patologías que podrían arriesgar su salud (Arboleda et al., 2014) –de ahí que la misma ISNA afirme que, dado que algunas formas de intersexualidad generan malestares, quien considere que podría tener dicha condición “debe buscar un diagnóstico y averiguar si necesita atención médica profesional”[3].

Modelo espectral versus modelo bimodal

A inicios del nuevo siglo, Fausto-Sterling sostuvo que la naturaleza no emplea las categorías masculino y femenino, pues ella “crea muchas formas diferentes” (Dreifus, 2001). Al argumento que sostiene que el sexo humano no puede dividirse únicamente entre machos y hembras dada su diversidad, se denomina el modelo espectral del sexo.

Según sus defensores, dicho modelo posibilita un mejor entendimiento del desarrollo sexual al aprehender su diversidad. Siguiendo esta línea, y basándose en Foucault, Butler y Derrida, se ha llegado a sostener que el sexo no es binario, sino una “multiplicidad” (Santos, 2014). Para Heggie (2015), “nunca ha habido consenso científico (…) de que simplemente haya dos sexos humanos que sean fácil –y objetivamente– distinguibles”.

Para Fausto-Sterling (2016), en el establecimiento de sexos “no hay una respuesta perfecta” (p. 191), ya que “no existe una manera estadística o científica de decidir” (Ibíd., p. 192). Por ello, refiriéndose a sujetos intersexuales, la bióloga considera que sí hay más de 2 sexos, ya que “algunos de ellos tienen un ovotestis que contiene tanto espermatozoides como precursores de ovocitos” (Ibíd.).

En otros términos, “existe una distribución bimodal de los genitales aunque no sea absoluta” (Ibíd., p. 194). No obstante, frente a la pregunta de si aquella distribución permitiría hablar de dos sexos únicos, la respuesta es negativa: “nuestras estructuras reproductivas son casi dimórficas, pero no completamente” (Ibíd., p. 191).

Para Colangelo (2017), “las personas sostienen la idea de que el sexo es binario porque es la explicación más fácil de creer”, sin embargo, “[l]a ciencia es clara: el sexo no es binario” (Ibíd.).

Al otro lado de la tribuna, se hallan quienes defienden el modelo bimodal del sexo. Para estos académicos, dado que “no hay especies con un tercer tamaño de gameto intermedio, solo hay dos sexos” (Byrne, 2017). Considerando que la población intersex es minoritaria, la gran mayoría de personas calza de manera óptima en las categorías sexuales existentes: macho y hembra.

Para Soh (2018), no es necesario redefinir el concepto de sexo para facilitar la aceptación de personas intersex, ya que “[e]xisten personas que poseen menos o más de 10 dedos en sus manos, pero esto no ha requerido una re-conceptualización de cuántos dedos tiene un ser humano”.

Según Coyne (2018a), Fausto-Sterling persigue fines ideológicos al afirmar que el sexo no es binario solo porque no todos los individuos pueden ser asignados a un sexo determinado (macho o hembra), ya que la absoluta mayoría de personas sí puede.

Finalmente: sexo como categoría explicativa funcional

Un punto importante del debate remite a la naturaleza conceptual del sexo, el cual no constituye únicamente una categoría descriptiva, sino además una categoría explicativa funcional: sexo no solo describe un conjunto de rasgos anatómicos, sino que también explica cómo es que tales funcionan y cuál es su objetivo: la reproducción. Solo desde una perspectiva evolutiva que piense el sexo en términos reproductivos es que podemos comprender su naturaleza bimodal.

Para Coyne (2017), el sexo constituye un hecho biológico, ya que “si el sexo fuera puramente una construcción social, la selección sexual no funcionaría: los hombres se verían idénticos a las mujeres”.

Es, precisamente, dicha realidad biológica –manifestada en la correlación entre cromosomas, estructuras reproductivas (gónadas y genitales) y rasgos sexuales secundarios– lo que causa las diferencias de comportamiento y morfología entre los sexos macho y hembra (Ibíd.).

Desde esta perspectiva, “el sexo no es una construcción social arbitraria, sino un fenómeno objetivo en el que la gran mayoría de los seres humanos (y la mayoría de las especies animales) caen en las categorías claramente definidas de «hombre» y «mujer»” (Coyne, 2018b).

En otras palabras, “el sexo es un binario, y debería serlo, ya que la evolución produjo (en la mayoría de los animales) dos sexos que deben aparearse para producir descendencia” (Coyne, 2018c).

Dicho esto, no existe un tercer ni un cuarto ni un quinto sexo. Lo que existe es una sumatoria de características bimodales generalmente asociada a diversos malestares –algo confirmado por la misma Fausto-Sterling, cuando sostuvo que “los pseudo-hermafroditas poseen dos gónadas” (1993a), razón por la cual dicha estructura recibe el nombre de gónada bipotencial (Arboleda et al., 2014).

Es el aspecto explicativo funcional del sexo lo que, en última instancia, define su naturaleza bimodal, inclusive frente a posibles desarrollos atípicos. En otras palabras, la definición bimodal del sexo puede ser comprendida únicamente en referencia a su función reproductiva.

Es tratando al sexo como un mecanismo, y no solo como un conjunto de rasgos, que su obligatoria bimodalidad cobra sentido y relevancia, pues sin dos sexos funcionales, no habría reproducción humana.

Finalmente, en relación a problemáticas como las de los deportistas transgénero (Heggie, 2015) o las cirugías de asignación de sexo (Reardon, 2016), la discusión sobre la naturaleza espectral o bimodal del sexo constituye, indudablemente, un tema álgido.

Sin embargo, tergiversar los hechos para solucionar el debate encarna una impostura que no debe permitirse. Exigir respeto a la población intersex y demandar rigurosidad científica no constituyen labores enemigas (Byrne, 2017; Coyne, 2017; Soh, 2018).

A este respecto, tanto la ciencia como el activismo deben sincerarse, sea para abandonar posibles etiquetas autoritarias o sea para evitar normalizar una condición capaz de afectar la salud humana.

La visión científica y el activismo podrían complementarse. Símbolo intersex. (WikiCommons)

Referencias bibliográficas

-Ainsworth, C. (2015). Sex redefined. Nature, 518, 288-291.

-Amato, V. (2016). Intersex narratives. Berlin: Humboldt University of Berlin.

-Arboleda, V., Sandberg, D. y Vilain, E. (2014). DSDs: Genetics, underlying pathologies and psychosexual differentiation. Nature Reviews Endocrinology, 10(10): 603-615.

-BBC (2018). Over 1,600 scientists condemn Trump transgender proposal.

-Byrne, A. (2017). Is sex binary? Arc Digital.

-Colangelo, J. (2017). The myth that gender is binary is perpetuated by a flawed education system. Quartz.

-Coyne, J. (2017). Is sex a social construct like gender? Nope. Why Evolution is True.

-Coyne, j. (2018a). Sex in humans may not be binary, but it’s surely bimodal. Why Evolution is True.

-Coyne, J. (2018b). The binary nature of sex: A column by Deborah Soh. Why Evolution is True.

-Coyne, J. (2018c). Once again: Why sex is binary. Why Evolution is True.

-Davis, G. (2011). “DSD if a perfectly fine term”: Reasserting medical authority through a shift in intersex terminology. En P. McGann y D. Hutson (Eds.), Sociology of diagnosis (pp. 155-182), UK: Emerald Group Publishing Limited.

-Davis, G. (2015). Contesting intersex. NY: New York Universiy Press.

-Dreifus, C. (2001). A conversation with — Anne Fausto-Sterling; Exploring what makes us male or female. New York Times.

-Fausto-Sterling, A. (1993a). How many sexes are there? New York Times.

-Fausto-Sterling, A. (1993b). The five sexes. The Sciences, 33(2): 20-24.

-Fausto-Sterling, A. (2000). The five sexes, revisited. The Sciences, 40(4), 18-23.

-Fausto-Sterling, A. (2006). Cuerpos sexuados: La política de género y la construcción de la sexualidad. Barcelona: Editorial Melusina.

-Fausto-Sterling, A. (2016). On the critiques of the concept of sex: An interview with Anne Fausto-Sterling. Differences, 27(1): 189-205.

-Fausto-Sterling, A. (2018). Why sex is not binary. New York Times.

-Griffiths, D. (2018). Shifting syndromes: Sex chromosome variations and intersex classifications. Social Studies of Science, 48(1), 125-148.

-Heggie, V. (2015). Nature and sex redefined – we have never been binary. The Guardian.

-Horlacher, S. (2016). Transgender and intersex. Dresden: Palgrave Macmillan.

-Lee, P., Houk, C., Ahmed, F. y Hughes, I. (2006). Consensus statement on management of intersex disorders. Pediatrics, 118(2), e488-e500.

-Lehrman, C. (2007). When a person is neither XX nor XY: A Q&A with geneticist Eric Vilain. Scientific American.

-Montañez, A. (2017). Visualizing sex as a spectrum. Scientific American.

-Reardon, S. (2016). Stuck in the middle. Nature, 533, 160-163.

-Rubin, D. (2017). Intersex matters. NY: State University of New York Press.

-Santos, A. (2014). Beyond binarism? Intersex as an epistemological and political challenge. RCCS Annual Review, 6, 123-140.

-Schmitt, D. (2016). Sex and gender are dials (not switches). Psychology Today.

-Soh, D. (2018). Science shows sex is binary, not a spectrum. Real Clear Politics.

[1][2][3] What is ntersex. ISNA.

 

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Sergio Morales Inga es antropólogo y egresado de la Maestría en Filosofía de la Ciencia, ambos por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú. Tiene publicaciones en revistas académicas de Perú, Colombia, Argentina, España y Reino Unido. Columnista de evolución humana, género y epistemología de las ciencias sociales en Ciencia del Sur. También realiza divulgación en evolución cultural a través del blog "Cultura y evolución".

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40 COMENTARIOS

  1. Um, este artículo confunde genero y sexo en varias partes y no creo que los errores en este artículo se deban a las fuentes citadas, sino a la forma en la que está escrito.
    «Para Coyne (2017), el sexo constituye un hecho biológico, ya que “si el sexo fuera puramente una construcción social, la selección sexual no funcionaría: los hombres se verían idénticos a las mujeres” **Y** «Desde esta perspectiva, “el sexo no es una construcción social arbitraria, sino un fenómeno objetivo en el que la gran mayoría de los seres humanos (y la mayoría de las especies animales) caen en las categorías claramente definidas de «hombre» y «mujer»” (Coyne, 2018b).» –> Lo que se **construye socialmente** es el **género**, no el sexo.
    Aparte, cómo puede la espectralidad *sexual* ser «ideológica» si tenemos evidencia de variabilidad cromosómica y genética?
    También decir que «pues sin dos sexos funcionales, no habría reproducción humana» es una aseveración engañosa en términos evolutivos, me parece. Existen varias especies -aunque bien, de bacterias- con muchos más que dos sexos. Entonces, por el momento tenemos los humanos tenemos dos que sirven para la reproducción, pero eso no indica que el proceso evolutivo se haya detenido y nunca vayan a haber más que dos.

    • Estimada Kate,
      En lo que refiere al género, este no es una construcción cultural, ya que en determinados tópicos la biología puede ser capaz de determinar cierto tipo de conducta. http://www.academia.edu/35128707/_Es_realmente_el_genero_una_construcci%C3%B3n_cultural_noviembre_2017_

      Cuando Coyne se refiere al ‘sexo como construcción cultural’ no lo confunde con el género, sino que se refiere irónicamente a quienes consideran que, en efecto, el sexo es una construcción cultural. Y sí, quienes consideran ello son los mismos que consideran al género como una construcción cultural. Los constructivistas creen que tanto el género como el sexo son constructos.

      El artículo defiende la existencia de la variabilidad. Lo que se ha criticado es que tales formas constituyan terceros o cuartos sexos.

      ¿Por qué afirmar que «sin dos sexos funcionales, no habría reproducción humana» es una aseveración engañosa? Hablas de bacterias, pero el artículo y la frase que has citado refiere específicamente a reproducción HUMANA, por lo que mencionar lo que ocurre en otras especies es innecesario. El día que los seres humanos nos reproduzcamos por bipartición o replicación, podremos decir que la reproducción no es necesaria. Incluso en formas de reproducción asistida es necesaria la reproducción mediante dos gametos.

        • Todo organismo viviente se encuentra sometido a los procesos que permiten la evolución (las mutaciones y la selección natural). El que usted no entienda los procesos evolutivos no es sinónimo de broma.

        • Una de las pruebas que seguimos en el proceso de evolución es la cantidad de variedades genéticas que se siguen manifestando, en caso de ser exitosas se transmiten a la siguiente generación y pueden definirse más, causando diferencias observables solo despues de millones de años.

  2. En general tiene poca apelación el artículo, pero esto es una clave fatal y reveladora en la que creo que debería profundizar más: «evitar normalizar una condición capaz de afectar la salud humana.»
    Intersex o DSD puede ser una cuestión semántica, pero la semántica es clave en como nos enfrentamos al mundo. Y una de ambas definiciones parece decir que un genotipo o fenotipo de una persona que la hagan de una sexualidad no binaria es una enfermedad. ¿Es ser pelirrojo una enfermedad? los pelirrojos tienen más problemas de salud por serlo, ¿deberían ser tratados por ello?. Creo que (casi) en ningun caso es ético considerar la opción sexual o la naturaleza sexual de una persona como enfermedad.
    O igual he entendido mal tu postura….

  3. La absoluta innegable e incuestionable verdad científica es que NO existen solo dos sexos porque el sexo NO es binario. Te pongas como te pongas… Y te pague la iglesia los billones que quiera en fascismo seguirá existiendo gente de múltiples formas, la evolución y el ser humano seguirá evolucionando y probando todas las posibilidades naturales hasta convertirse en cualquier otra cosa, como por ejemplo hermafrodita. Te pongas como te pongas. Y tergiverses la bibliografía de la señora que dice que existen CINCO sexos como lo tergiverses. Y eso solo hablando de biología y no de derechos humanos y libertades individuales porque si me quiero llamar pollo frito de goma, me llamaré pollo frito de goma, te pongas como te pongas y seré un pollo frito de goma del pais huevos dulces con la bandera de un payaso si me sale de los cojones… TE PONGAS COMO TE PONGAS. Discrimines a quien discrimines, señales a quien señales como «un error de la naturaleza» a quien señales porque no sean el pájaro delfín cristiano que te gustaría que fuesen, seguirán existiendo. Lo primero que tenéis que aprender es a definir que es una enfermedad, una enfermedad es algo degenerativo que termina en la muerte, no una condición de nacimiento, no un síndrome. Una forma de nacer, no es una enfermedad. Todas las personas tienen problemas de salud derivados de su forma de nacer. Ahora resultará que el humano perfecto que no muere existe y no nos habíamos enterado. Ah claro, es que se llamó jesucristo… ¿No?

    • Ah y por cierto el género ES una construcción cultural basada en la multiplicidad de variables que tiene la construcción biológica del cuerpo humano, del sexo. Tu no vas a venir aquí a decirle a la gente el género o sexo por el que se tiene que sentir representado ya que la ciencia NO puede dar una respuesta porque NO es binario, es como se ha mencionado en el articulo espectral. Y la única forma «científica» de definir un abanico espectral sería creando 257mil 436 categŕias sexuales exponenciales y simultaneas cual codigo similar a SDFHDUFHSKJD y en vez de hombre o mujer pasaríamos a ser SDJKFGJSDLKDJ o SDFHSJKDFLSKDJFS TE PONGAS COMO TE PONGAS.

      La bandera del arcoiris tiene CINCO colores. Un ordenador puede representa 16 millones de colores. La realidad supera a las máquinas. Ponte tú a aprenderte 16millones de nombres de colores sexuales para llamarlo «ciencia» porque els exo binario JAMÁS sera «científico». Es simplemente, religión. Cristianismo, adan y eva. El eterno COÑAZO fascista.

      Señor Sergio Morales estudiante de la universidad ULTRA CATÓLICA de San Marcos.

      • Una pregunta: ¿Piensas que el resto de mamíferos del planeta, los insectos, peces, aves, reptiles, plantas y en general las especies que presentan reproducción sexual, que la biología siempre trató en el plano reproductivo de manera binaria, en realidad no lo son?¿Crees que también son espectros sexuales? Y por último, ¿crees que el ser humano sigue evolucionando en la actualidad, y que en el futuro apreciaremos diferencias morfológicas y genéticas notables?

      • Bueno, los estudios realizados se hacen con el afán de conocer mejor la naturaleza del ser humano y dar una respuesta «más acercada a la realidad», y ese es el punto principal «acercada», sin tener de intermediado las preferencias, ideologías o la cultura que muchas veces retoma conceptos que les conviene; cuando más cercano estamos a la realidad más difícil es explicar la cantidad de factores que intervienen en un fenómeno como en este caso.
        Y por el lado social, político y demás, puedes considerarte como quieras, vestirte como quieras, cambiarte el nombre y el cuerpo; pero si pretendes obligar a otros grupos de personas a que te sigan en tu autopercepción o que te den concesiones debido a tu condición, también caes en la mismo discurso autoritario con que dices que te señalan, lo único que puedes pedirle a los demás es respeto, que te traten como «persona».

      • Da asco leerte, ya se tardaba mucho en mezclar, sexo, politica e ideologias, lo normal en los seres humanos sean de los 5 sexos que sean. Deberia usted hablar con más respeto, el único que se dedica a discriminar es usted. Por cierto los mamíferos, el león, tigre, elefante, etc… cuantos sexos tienen?

    • Jajaja nadie te hizo caso mi querida feminazi «revolucionaria» inculta. El nombre que te pusiste jajajaja y no vino la traumas? Vete, te esperan en tu manifestación agresiva, allá, donde están todos los intolerantes que exigen tolerancia. Déjame adivinar, seguro te sientes hombre y al mismo tiempo eres homosexual, osea que te gustan los hombres (considerando que realmente eres mujer y tienes vagina), por lo tanto puedes quedar embarazado de otro hombre, por lo que te crees un hombre embarazado y por eso la ciencia no sabe de lo que habla jajajaja no pues si, déjame me cago un poco de la risa, sería lo más ridículo que viera en mi vida. Lo que tu quieras creer por la absurda romantización de ideas y por tus deseos y gustos personales, a la ciencia y evolución le vienen valiendo 10 hectáreas de pene. Eres una fanática que se le puede ver a leguas la espuma escurriendo de su boca por todo el enojo deveniente de la falta de atención e inclusión en su entorno, osea la freak inadaptada que no supo canalizar sus traumas, una incomprendida en pocas palabras, ah y bien «educada». A ver, dinos, cuáles son tus cartas de presentación, qué estudiaste, qué artículos en qué revistas o universidades has publicado? Una soberana fanática. No vengas a quitar el tiempo a la gente que trata de hablar del tema con seriedad. Besitos, namaste mua mua. PD: te puedo recomendar algunos psiquiatras y hospitales, le faltan muebles a tu coco… y varios tornillos. Besitos namaste mua mua otra vez. Ah y antes de que quieras responderme con tu verborrea feminazi inelocuente, ya estoy vacunado contra la rabia. Por cierto, limpiate la espumita, se te está cayendo por doquier. Otra vez besitos namaste mua mua

  4. Mucha gente usa el término género para referirse a los roles y conductas asignados socialmente como correspondiente a los hombres (lo masculino) o las mujeres (lo femenino), lo andrógino, especial, etc.

    Si el género no es lago cultural: ¿por qué en Argentina debo saludar con beso a otro hombre y en Paraguay pueden intentar darme un golpe si Intento lo mismo?, ¿por qué hace unas décadas cualquier mujer que usaba pantalón era llamada marimacho, desviada o antinatural?, ¿por qué algunos hombres en muchas partes son llamados «afeminados» a causa de sus gestos o gustos?, ¿por qué no se ve bien qué un niño use ropa de color rosada o que juegue con muñecas?, ¿por qué muchas niñas aún hoy no juegan fútbol en la escuela?, ¿por qué la mayoría espera que en una familia hetero el hombre sea el «proveedor» económico y la mujer la «cuidadora?, ¿por qué en muchas culturas está mal visto que las mujeres propongan matrimonio?

    A mi parecer, en este artículo no está muy claro por qué se utilizan los términos género y sexo casi como sinónimos. En realidad, hay un gran debate al respecto, tanto lingüística como epistemologicamente… Y no, no se trata de que el cientista social se equivocó (ya otra vez) y el natural tiene la razón. Tampoco parece ser un simple capricho de algunas feministas.

    Un resumen del problema:
    https://www.bbc.com/mundo/noticias-53155899

    • La taxonomía biológica actual indica que el género Homo hace referencia a varias especies que tienen relación entre si como el Homo Sapiens, el Homo Neanderthalensis, el Homo floresiensis, entre otras ya extintas. Nada tiene que ver con el género en termino de las Ciencias Sociales, el cual explica porque te llamas Diego y no Diega, porque los hombres suelen usar calzoncillos azules y no calzones rosados, porque existen baños para hombres y baños para mujeres, entre otros comportamientos asociados al género social. Imagino que en 1600 cuando de Graaf descubrió que los ovarios no eran solo testículos invertidos como decía el postulado de la época que reconocía solo un sexo, el masculino, más de alguno pensó que era un chiste.

      • pero estimado Michel, hablar de genero y utilizar una ciencia blanda como las ciencias sociales y comparar con una ciencia dura como es la biologia es ridiculo, SEXOS solo hay 2, luego en cuanto a la ciencia social la vinculacion de genero no tiene sustento cientifico, es simplemente una valoracion subjetiva de cada individuo, literalmente un sin sentido en terminos epistemologicos

  5. gordo termotanque mi abuela herminda me decia todas las noches que solo existian dos generos, la vieja murio de sobredosis de pastillas por tragarselas todas de una para chupar una pija, esa vieja veia el futuro dijo que einstein murio y murio de muerte asi que esto afirma que menem abrio la cantinpora.
    Asi que cristina logro crear la famosa banda los termotanques.
    Solo existen 3 generos: mujer hombre y de aldosivi violar gatos es mi pasion

  6. La verdad me ha parecido un gran artículo. 100% imparcial. Es increíble como el post se llenó de fanáticos activistas. Pero bueno, que se puede esperar de ellos no? Felicitaciones por el trabajo. Me encanto!

  7. Está muy bueno pero equivoca la conclusión al no concluir. Presenta argumentos que confunden ciertamente el concepto de género con el de sexo cuando coyne afirma que la mayoría de personas, e incluso ANIMALES (¿?) caen en la categoría de «hombre» o «mujer» jajajjaja Cuando debería decir macho o hembra… El dimorfismo sexual, que implica un general si no se tiene en cuenta que nadie encaja perfectamente con ese dimorfismo cuando se considera al cuerpo de manera constitucional, no permite en verdad concluir que existen 2 sexos porque una minoría demaciado pequeña cabe mas bien en la excepción, en lo que al cuerpo físico refiere, osea al sexo. Los estudios científicos revelan precisamente aquella pluralidad espectral. De manera que se puede si concluir en principio, que cuando se habla de GENITALIDAD y no de sexo constitucional, hay un dimorfismo evidente, claramente explicable desde una biología en base a la reproducción, de cuyos casos intermedios se entienden excepciones que imposibilitan aquella reproducción. PERO PUEDEN TENER HIJOS E HIJAS ADOPTANDO!!! y de hecho SON PARTE DE LA DIVERSIDAD DE SEXO Y GENERO!! Entonces: Primero el sexo constitucionalmente hablando, es una estructura múltiple en lo dado, porque nadie cae perfectamente en un polo u otro sino en un espectro, aunque la genitalidad sea dimórfica en la gran mayoría de casos. (aunque mucha gente no quiera aceptar que el sexo es constitucional y no genital por el peligro que implicó en un principio hablar de cerebro femenino o masculino para designar generos es decir identidades MENTALES y no cerebrales. masculinas o femeninas… lo cual estaba muy equivocado). Segundo el género es una construcción humana gnoceológica en lo cultural y simbólica en lo particular. Entonces NADA explica la pura conducta porque la humanidad puede actuar incluso fuera de su biología: Hombre que actúa como mujere en un teatro. Y en cambio NO ACTÚA como mujer cuando sale del closet si es homosexual sino que precisamente DEJA de actuar… de fingir… que es un hombre cis y es catalogádo como «hombre que actua como mujer» Pero en realidad el género no funciona así. Muchos hombres actúan dentro del espectro comportamental que se atribuye a las mujeres. Ahora mismo estoy cruzado de piernas. Entonces esas etiquetas ya no sirven! No sirve decir que si «tengo pluma» soy mujer. Ya no sirven las etiquetas hombre mujer como UNICAS porque lo que hay es una multiplicidad. En cambio si sirven incluso para personas trans las etiquetas de hombre mujer porque es ESE rol específico de género el que quieren conquistar! Aunque sea un rol instituido de manera sesgada. Porque la identidad nada tiene que ver con un estado de cosas compañero…

    Entonces se confunde la conclusión. El activismo y la ciencia deben sincerarse? sí! Pero equivoca la conclusión al no concluir cuando de hecho ya hay motivos suficientes para reconocer que la humanidad, no es un ser biológicamente determinado… por empezar con la teoría debil de presión selectiva desde la época de las primeras comunidades culturales humanas nomades… El contexto en la teoría mas debil de la epigenética, pero también en la teoría fuerte INTERPRETADA siempre dentro de un paradigma. Así como es clarísimo que la humanidad es el cuerpo pero también la ropa desde los taparrabos hasta el alto diseño de indumentaria, por no mencionar el diseño genético que ya es un hecho mucho más alla de la fecundación selectiva, como somos lo dado y el artificio, las viejas etiquetas que no contemplen eso están caducas! todas! Entonces las personas «intersexuales» pueden de hecho ser «hombres» o «mujeres» mucho antes de una citugía porque tales conceptos refieren paralelamente al sexo y al género, éste último inexistente en categorías absolutas que agoten el espectro comportamental, o sirvan de criterio último de demarcación, y el sexo con claras excepciones y más aun: Con la posibilidad performativa de cambiarlo a voluntad cirugía mediante. Porque no hay diferencia sustancial entre lo generado en la humanidad y lo generado por la humanidad… Esto es: Lo que sucede en un cuerpo y lo que hacemos suceder en él no presentan cualidades ontológicas diversas… Una nariz hecha por cirujano ES UNA NARIZ!!!!! Aunque sea una NARIZ OPERADA. Y cuando podamos elegir in vivo que parte cualquiera del cuerpo transplantarnos, vamos a estar mas cerca de decir: ESTE ES MI CUERPO. Porque lo humano es lo dado y el artificio. Esa es la clave. ESO quicieron decir Foucault y Butler, etc compañero. Saludos!

  8. existen solo 2 géneros que quieran meter su relativismo en los libros de anatomía y en la vida cotidiana es tonto por que quieren que todos acepten la idea de su razón cuando no se apegan a la realidad 🙂

  9. Odio este tipo de artículos por que lo único que hacen es confundir a menores de edad negándoles que hay una realidad y hay que pisar el suelo para verla no andar soñando en las nubes .

    • Si, la realidad es que existen personas cuyos caracteres sexuales no se ajustan al estándar de sexo masculino o sexo femenino establecido por la medicina occidental. Que le vamos a hacer, parece que diosito así lo quiso.

  10. Para no perder tiempo, la inclusión de citas de un artículo titulado «The myth that gender is binary is perpetuated by a flawed education system», escrito por Menganito* y publicado en la sección Quartz Ideas, «… a place where the world’s most original and creative thinkers gather to present their boldest ideas» lo invalida por completo.

    * Para Colangelo (2017), “las personas sostienen la idea de que el sexo es binario porque es la explicación más fácil de creer”, sin embargo, “[l]a ciencia es clara: el sexo no es binario” (Ibíd.).

    La ciencia avanza según se descubren y se demuestran hechos. De momento parece que la ciencia explica ampliamente los estadios del desarrollo sexual y el dimorfismo. Los estudios del reciente siglo necesitan más investigación, por lo que no deberían ser explicados en ningún centro de enseñanza, mucho menos de secundaria.

    Por otro lado, existe la confusión en las traducciones del inglés entre sexo y género

  11. Cuando se plantea que el sexo binario es una construcción social, no se está negando que existan genitales, cromosomas y hormonas sexuales. Esta lectura más bien la hacen quienes sienten amenazada su masculinidad/feminidad. Lo que se está cuestionando es quién decide cómo se ordenan y bajo qué categoría se ordenan esos genitales, cromosomas y hormonas. Y ya sabemos que quienes siempre mayoritariamente lo deciden son endosex, cisgéneros, hombres heterosexuales. Además de blancos y del primer mundo. Ahora ¿que el sexo debe ser binario en la especie homo sapiens porque tiene que estar en base a la reproducción como último fin? Eso solo serviría para explicar el sexo en términos gaméticos pero no determina necesariamente la composición sexual de cada individuo de la especie. Por otro lado, a quienes defienden que el sexo es indiscutiblemente binario ¿pierden el pene o la vagina si esa definición llega a cambiar algún día y el sexo ya no es binario? No, no les pasa absolutamente nada en sus genitales, solo su orgullo herido y ya. Realidad muy distinta a las cientos o miles de personas intersex que si perdieron el pene o la vagina literalmente, porque se los mutilaron, justificándose en que el sexo es binario y así debe seguir siendo. Entonces no es una discusión en donde ambas partes estén en igualdad de condiciones para nada. Hay una relación de poder y de privilegio innegables de quien decide finalmente. No todas las poblaciones afectadas por la definición van a poder decidir en la definición, solo lo harán los expertos y ya sabes históricamente quienes siempre son «los expertos». Si cambiar la definición de sexo binario por sexo espectral ayuda que le dejen de mutilar los genitales a las personas intersex, pues que lo cambien luego. Ese discursito salamero de que la ciencia es imparcial y libre de ideologías ¡Por favor que hipocresía más grande! cuando todas las guerras y dictaduras del mundo han tenido cómplices que supuestamente eran científicos imparciales y libres de ideologías. Por último que su ideología sirva para hacer el bien a la personas y no seguirlas torturando como lo han hecho históricamente con la población intersexual.

  12. La tradicion de unos 3000 años ,segun Platon, relatan la existencia de seres con dos gonadas que en un momento se separan en sexos. La embriologia redita el relato mitico. 6 semanas potencialmente dos mas adelante uno, con agregados cruzados.

  13. Es un enfermo que poner citas un càntaro entero, pero sigue mandando la naturaleza femenino y masculino, aunque les duela, que tanto cromosoma si la regla general erá siempre la misma XY o XX. Lo demás pajeos mentales de enfermos que no aceptan que están locos , apoyados claro por lo poderes que todo esto les viene de perillas

  14. Muy buen artículo. Su lectura llega bien a quienes razonan en base a hechos biológicos, comprendidos en análisis racionales de evidencia científica. Lamentablemente hoy este tema está tan teñido de ideología que es difícil su discusión. La sexualidad en los humanos siempre será una discusión política. Lo ha sido y lo será, aunque la evidencia macho hembra reproductivos indispensables para nuestra perpetuación como especie sea evidente. Las demás manifestaciones sexuales, si bien «normales» son alteraciones de lo biologicamente necesario para la reproducción humana. Excepto, claro está que mediante tecnologías puedan diseñarse otras formas de reproducción. Yo, intuitivamente creo que no es una buena idea mientras nos mantengamos antropoligicamente los mismos. El respeto a la diversidad es una obligación democrática, pero no tratemos de » tapar el sol con un dedo»

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