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La variante ómicron se ha hecho dominante en todos los países a los que ha entrado, elevando los contagios a cifras nunca antes vistas.

Sin embargo, es evidente que las hospitalizaciones y los fallecimientos no se han incrementado como hace un año, y esto se debe en gran medida a las vacunas.

La alta tasa de contagios debido a ómicron ha hecho que aumente la demanda de los test en muchos países. En algunos de ellos, ese incremento resultó en el desabastecimiento de los insumos necesarios para los test.

Los dos principales análisis utilizados para la detección del virus son: la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y el test de flujo lateral o test rápido de antígeno. Este último es denominado test rápido debido a que su resultado puede estar listo en 30 minutos. Esta es una de las diferencias con la PCR.

¿Para qué sirve cada test?

La PCR y el test rápido desempeñan diferentes roles en el monitoreo del virus. En consecuencia, no es muy útil compararlos solamente en términos de cuán sensibles son.

El test rápido es útil para averiguar si, al momento de obtener la muestra, una persona es capaz de transmitir el virus a otros. El nivel de sensibilidad es lo suficientemente alto como para detectar la gran mayoría de estos casos. Es poco probable que la prueba de test rápido arroje un resultado positivo fuera de la ventana infecciosa.

La PCR es útil para confirmar un caso sospechoso de COVID-19 cuando la persona muestra síntomas o fue contacto cercano y ya se está aislando. La mayor sensibilidad de la PCR significa que puede identificar material genético de COVID-19 incluso después de que haya pasado la infección activa.

Para el caso del test rápido, Reino Unido ha recomendado repetir la prueba de antígeno durante 2 o más días consecutivos (a veces durante toda la semana). De hecho, el kit gratuito, otorgado por el sistema de salud, provee 7 pruebas de antígeno.

¿Como funciona el test de antígeno?

El test rápido es una tecnología adaptada para detectar proteínas (antígenos) que están presentes cuando una persona tiene COVID-19. Es utilizada ampliamente en los test de embarazo.

test rápido positivo
Resultado positivo. (Wikimedia)

Si es positiva, la tira de papel aparecerá con dos líneas (pueden ser tenues); y si es negativa, con una sola línea (la línea de control) en la parte superior. Cualquiera sea la intensidad de la segunda línea, si aparece quiere decir que el resultado es positivo. Para que el test sea considerado válido, la línea de control debe estar siempre presente.

Es importante destacar que un resultado positivo en el test rápido es bastante fiable. Sin embargo, un resultado negativo no necesariamente significa que la persona es negativa para SARS-CoV-2, solo que es menos probable que esté contagiando.

En algunos países latinoamericanos surgió cierta controversia alrededor de la adquisición de los test rápidos por parte de la población general, pues algunos gremios de profesionales buscaron su prohibición. Sin embargo, en países como Reino Unido y España es posible acceder al test rápido gratuitamente o comprándolo en las farmacias.

El Reino Unido utiliza los test rápidos para ayudar a detectar personas asintomáticas que estarían contagiando. Por otro lado, en España la recomendación es de utilizarlo cuando la persona tiene síntomas, ya que, en su ausencia la fiabilidad del test se reduce.

Ayuda a evitar que asintomáticos propaguen el virus

El test rápido de antígeno es una forma rápida y sencilla de evaluar a las personas que no tienen síntomas de COVID-19 pero que aún pueden estar propagando el virus. Aquellos que den positivo deben aislarse inmediatamente para evitar transmitir el virus a otros.

Una evaluación clínica realizada por el ministerio de Sanidad de Reino Unido y la Universidad de Oxford muestra que las pruebas funcionan mejor cuando los niveles de virus son altos. Cada caso positivo identificado puede ayudar a prevenir que muchas personas adicionales se infecten.

El test rápido es capaz de identificar a todos aquellos con altos niveles de virus en su sistema, lo que significa que es efectivo para identificar los casos que tienen mayor probabilidad de transmitir la enfermedad.

Reducción de aislamiento de casos positivos

Varios países han disminuido la cantidad de días de aislamiento exigido a quienes han dado positivo con algún test. Recordemos que, al inicio de la pandemia, un positivo debía aislarse por 15 días para tener certeza de que ya no está contagiando.

Actualmente, en Inglaterra el tiempo mínimo de aislamiento se ha reducido a un total de 5 días completos, no sin antes realizarse dos test rápidos para confirmar el resultado negativo: un test el día 5 y un test al inicio del día 6, antes de dejar el aislamiento. Cabe resaltar que esta reducción del aislamiento resultó de un acompañamiento de los pacientes testeados y el posterior análisis de los resultados. Ningún procedimiento es modificado solo porque algún país vecino así lo hace, sino porque la evidencia así lo señala. Paraguay también ha reducido sus días de aislamiento a 7 para vacunados.

Según la evidencia observada en Reino Unido, dos tercios de las personas que dieron positivo al test de antígeno dejan de contagiar al sexto día. Esto significa un tiempo de aislamiento innecesario para dicho grupo, con el consecuente impacto negativo en sus vidas y en la economía. Entonces, se ha optado por que las personas se realicen un primer test de antígeno al quinto día de aislamiento. Seguidamente, al inicio del sexto día se realiza un segundo test de antígeno. Solamente si ambos resultados fueron negativos se deja el aislamiento.

Los investigadores británicos han observado, además, que un tercio de las personas continuarán contagiando después del día 6; por tanto, deberán continuar en aislamiento hasta el día 7 o si es necesario hasta el día 10.

¿No era acaso mejor continuar con el aislamiento durante 7 o 10 días sin tener que complicar las reglas? Si no hubieran cambiado estas recomendaciones, habría mucha gente que continuaría en aislamiento sin necesidad. La decisión se tomó después de una cuidadosa consideración de modelos epidemiológicos por parte de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido y para apoyar a los servicios públicos esenciales y la fuerza laboral durante el invierno.

Por su lado, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indicaron que la reducción del número de días de aislamiento está fundamentada en la ciencia, que ha demostrado que la mayor transmisión del SARS-CoV-2 ocurre en las etapas tempranas de contagio, generalmente entre 1 y 2 días antes del desarrollo de síntomas y 2 o 3 días después del desarrollo de síntomas. Esto despertó críticas de algunos profesionales, ya que, en dicho país, el levantamiento del aislamiento no iba a acompañado de un test confirmatorio.

Independientemente de la cantidad de días que uno debe aislarse, es importante notificar a los contactos cercanos, monitorear los síntomas, descansar, mejorar la hidratación y acudir a un hospital si las molestias empeoran.

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Columnista y editora científica de Ciencia del Sur. MSc y PhD en Biología Parasitaria con énfasis en Biología Molecular aplicada a microorganismos por el Instituto Osvaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro, Brasil. Fabiola obtuvo su licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad Nacional de Asunción.

Realizó un posdoctorado en la Universidad de Bath (Inglaterra) y es colaboradora externa del Centro para el Desarrollo de la Investigación Cientifica.

Actualmente es Research Assistant en el Instituto Sanger de Cambridge, Reino Unido.

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