Para la investigación se colectaron muestras de humanos y de mosquitos vectores que habitaban localidades históricamente endémicas de Caaguazú, Alto Paraná y Canindeyú. (Parasite Epidemiology and Control)
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El paludismo o malaria es una enfermedad potencialmente mortal causada por parásitos que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos infectados del género Anopheles. Si no se trata rápidamente con medicamentos eficaces, el paludismo puede ser grave, y a menudo mortal, pues altera el aporte de sangre a órganos vitales (1).

Conversamos con la Dra. Florencia del Puerto del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Asunción (IICS-UNA), quien recientemente ha publicado un artículo sobre el diseño e implementación de técnicas para la detección del parásito que causa la malaria.

La doctora del Puerto es PhD en ciencias médicas en investigación sobre infecciones por el Instituto de Medicina Tropical, Universidad de Nagasaki, Japón. Actualmente trabaja en el Departamento de Medicina Tropical del IICS-UNA en dos líneas de investigación: malaria e inmunogenética.

También es profesora asistente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN) de la Universidad Nacional de Asunción, en las carreras de biología y biotecnología. Se desempeña además como docente en el Departamento de Educación a distancia, también en la FACEN.

-¿Qué es el Plasmodium spp y cuál es su relevancia para la salud publica en Paraguay?

El Plasmodium spp es un grupo de parásitos que puede causar la malaria. Es un género que contiene a numerosas especies de parásitos, de los cuáles se sabe que solo 6 especies infectan a humanos: el Plasmodium falciparum, el Plasmodium vivax, el Plasmodium ovale (este se divide en dos hoy día), el Plasmodium malariae y el Plasmodium knowlesi.

Estos causan la malaria o akanundu ro´y, que era una enfermedad potencialmente mortal frecuente en nuestro país en los años 40. Esta enfermedad se caracteriza por fiebre, sudoración y escalofríos que aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito.

-En el Paraguay, ¿circulan los 6 especies de Plasmodium spp?

En el Paraguay, el parásito autóctono es el Plasmodium vivax, que tiene la característica de poder quedar en latencia en el hígado. Debido a eso, es importante cerciorarse que en las poblaciones de zonas históricamente endémicas no haya personas portadoras y que eventualmente, el parásito pueda reactivarse.

Si el vector de la malaria está presente, aunque la persona sea asintomática, puede ser un foco de brote. El último caso autóctono de malaria en el Paraguay se registró en el 2011.

La Dra. Florencia del Puerto es bióloga molecular y trabaja en el IICS de la UNA. (Gentileza)

-¿Cómo se detecta en el laboratorio al parásito que causa la malaria?

El método de diagnóstico estándar es el análisis mediante microscopía óptica, pero hay circunstancias en las que se necesita un método más sensible.

-Vimos que recientemente ha publicado un artículo científico importante en relación a la malaria. ¿Cuál es el principal hallazgo?

El artículo fue resultado de un proyecto financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Terminé mis estudios de maestría y doctorado en el año 2012 en Japón, y volví a insertarme al Instituto de Ciencias de Investigaciones en Ciencias de la Salud de la UNA  (IICS-UNA) en el 2013.

En el 2014 se abre la convocatoria para financiación de proyectos por el CONACYT y es así como empieza la línea de malaria.

En aquel entonces estábamos en fase de preeliminación de la enfermedad en Paraguay y la propia OMS, en su manual de eliminación para regiones con baja o moderada endemicidad hablaba de la incorporación de análisis de biología molecular para la búsqueda de casos asintomáticos.

Con este trabajo pudimos observar, mediante métodos moleculares, que en la población de estudio no encontramos casos asintomáticos de malaria, es decir, gente que pueda ser portadora del parásito plasmodium sin desarrollar ningún síntoma (2).

Tampoco encontramos mosquitos vectores que portaran el parásito y por tanto pudiesen constituir un riesgo para la población. Si bien la metodología molecular de diagnóstico ya estaba descripta para humanos, nosotros la adaptamos para detectar el parásito plasmodio en mosquitos. Así fue que diseñamos una secuencia de ADN que pudiera ser específica del mosquito y nos pueda servir de control interno positivo para la reacción en Cadena de Polimerasa o PCR.

-¿En qué consistió el proyecto de investigación que resultó en la publicación científica?

Empezamos colectando muestras de humanos y de mosquitos vectores que habitaban localidades de las regiones históricamente endémicas de Caaguazú, Alto Paraná y Canindeyú. Así logramos estandarizar la técnica y ponerla a punto aquí en el país. Cada muestra humana fue analizada por ambos métodos, el estándar y el molecular.

Aquí vale aclarar para la gente que no está familiarizada con los términos, que cuando uno dice estandarizar, más que nada implica que ya alguien en alguna parte del mundo hizo la técnica, pero es cuestión de poner a punto ese protocolo en el lugar donde uno se encuentra.

Corrían los años y Paraguay avanzaba a fase de eliminación, hasta que finalmente pasó por un proceso de evaluación para ser certificado en junio de 2018 como país libre de la enfermedad.

En ese proceso de evaluación, nosotros habíamos recibido a expertos extranjeros de la OMS/OPS que vinieron al IICS para interiorizarse de lo que yo estaba haciendo y quedaron muy satisfechos con los resultados.

También, desde el punto de vista de interés entomológico, durante ese periodo de trabajo no encontramos a la especie de mosquito vector que es considerado como vector primario, sino otras especies del mismo género.

-¿Podría explicar qué importancia tiene la implementación de esta metodología de diagnóstico laboratorial desarrollada por ustedes para la detección de Plasmodium spp?

Había mencionado que el método de diagnóstico estándar es el de microscopía. No obstante, hasta ahora fue muy útil el método molecular. Como ahora ya no hay casos autóctonos en Paraguay nos ha servido para dilucidar, por ejemplo, un caso importado.

Este caso se trataba de una persona infectada con Plasmodium ovale, pero como no es un parásito propio de Paraguay, morfológicamente pasó desapercibido en principio diagnosticado como P. vivax por su parecido. Sin embargo, por el método molecular pudimos identificarlo como un P. ovale.

Mencioné que hoy en día P. ovale se divide en dos especies, y en aquel entonces mandamos secuenciar esa muestra y pudimos identificarlo como lo que hoy sería un P. curtisi. También pudimos dilucidar algunos casos confusos, donde aparentemente por artilugios de tinción de microscopia, parecía ser un caso positivo, sin embargo, por el método molecular fue claramente descartado.

-¿Qué impacto tiene su artículo para el Programa Nacional de Control del Paludismo (PNCP) en el Paraguay?

Para el PNCP, como te dije, queda como una herramienta más de diagnóstico ante cualquier caso sospechoso que pueda aparecer y se dude de que el resultado pueda ser positivo por el motivo de artilugio de tinción que mencioné.

Además, es importante destacar que ya no hay casos en Paraguay y muchos de los microscopistas que tenían experiencia en la identificación del parásito se van jubilando, entonces tener un aliado como el método molecular de análisis es muy útil.

Para el área de epidemiologia también representa un gran aporte ya que, de haber casos importados, es importante tenerlos bien caracterizados y poder decir que fue realmente un caso de infección por la especie X o Y. Siempre pueden aparecer casos importados.

De hecho, en las zonas históricamente endémicas hay muchas personas de origen brasileño que pueden ir y venir y ser portadores, teniendo en cuenta que aun en Brasil existe la enfermedad. Recientemente también tenemos muchos visitantes de regiones endémicas de África que vienen a cursar estudios de programas de universidades privadas.

-La lista de investigadores contiene varios profesionales como sus coautores. ¿Existió complementariedad en la ejecución de este trabajo?

Fue un trabajo totalmente multidisciplinario, hubo biólogos entre ellos biólogos entomólogos, biólogos moleculares, bioquímicos y técnicos en microscopía.

-¿Qué aspectos del proyecto fueron desarrollados por usted? ¿Podría haber hecho sola esta investigación?

Imposible, yo soy bióloga molecular. Mi fuerte en el trabajo fue la parte laboratorial para hacer las PCRs, el diseño de nuevos cebadores y el análisis de las secuencias, no tengo experiencia en la identificación microscópica ni -mucho menos- en la identificación taxonómica de las especies de anofelinos, que son los mosquitos vectores. Cada uno aportó en lo que sabía.

-¿Apuesta usted al nuevo paradigma de “una sola salud” que conjuga diferentes profesiones para fortalecer la respuesta a futuros brotes o pandemias?

Por supuesto que sí. Mirá, imaginate que hay un brote de un virus como el que ahora conocemos en alguna localidad pequeña. Quien quiera estudiar deberá abordar varias aristas, entre ellas hay que investigar cuáles son los animales silvestres que existen en la zona que puedan ser reservorios. ¿Son estos mamíferos, aves? ¿Qué insectos pueden ser los vectores?

Luego está toda la gama de análisis laboratoriales que hay que hacer para identificar al patógeno. Cada uno de estos pasos requiere de trabajo multidisciplinario, desde quién captura a las especies, quién toma la muestra, quién las analiza y ahí otra vez se abre una gran caja de pandora.

Si fuera un virus, de nuevo tenés a gente que ya cuenta con experiencia en cultivos celulares, otros en bioinformática, otros en secuenciación, otros en amplificación de material genético, pudiendo estos ser de distintas profesiones afines y que trabajan desde la experiencia que cada uno tiene.

La Dra. Florencia del Puerto realizó diversas investigaciones en el ámbito de las ciencias biológicas en Paraguay. (Gentileza)

-¿Cómo cree que es vista la carrera de biología en el Paraguay?

En realidad, accedí a esta entrevista porque me hizo ruido lo que un colega me dijo en el contexto de la Ley del Biólogo: en la sociedad nadie nos conoce. De seguro le preguntás a alguien de tu barrio, quién te saca la sangre y te va responder el bioquímico, y si le preguntás quién le cura a tu perrito, te va decir el veterinario. Pero si le decís ¿y el biólogo? Probablemente no sepa que responderte.

La verdad que cualquier crisis siempre tiene su lado positivo, y qué mejor que ahora para darnos a conocer. Por eso traté de usar el vocabulario más coloquial para que si alguien que no es de esta área me pueda entender.

Si hacemos un poco de historia, antes era muy frecuente que si alguien estudiaba biología se dedicaba exclusivamente a la docencia. Fueron pocos los biólogos que salieron al extranjero a hacer especializaciones y trabajan en alguna institución afín a la zoología, la botánica u otra área que abarque.

Pero a partir del año 2000 aproximadamente, cuando empieza el internet a tener auge, creo que nos ayudó a que muchos de los ingresantes tengamos esa visión de buscar qué había más allá, y tratar de acceder a becas para hacer posgrados que nos permitiera incursionar en un ambiente laboral determinado más apropiadamente.

Tenía un compañero, por ejemplo, que todos los días viajaba desde Cerrito (Chaco) para estudiar. Era la época que teníamos de profesor al Dr. Gabriel Parra, excelente biólogo, referente de la virología, y que hoy día se destaca en Estados Unidos trabajando para la FDA.

El profesor Parra nos hacía estudiar directamente de publicaciones científicas en inglés. En ese entonces, eran muy pocos los que ingresaban a la universidad manejando inglés, pero nunca escuchamos a nadie quejarse. Este compañero que mencioné es todo un ejemplo (Dr. Alberto Amarilla), porque aprendió de cero, leyendo publicaciones. Luego fue a hacer un posgrado en virología en la Universidad de Sao Paulo y hoy día se destaca en la Universidad de Queensland, Australia.

Yo le atribuyo a internet, el hecho de que, desde entonces, voy conociendo a las distintas generaciones de egresados, que tienen ese determinación firme de buscar becas para ir al extranjero.

Hay muchísimos que quisieron incursionar en un área determinada y tuvieron que optar por hacer un posgrado para poder acceder a un mejor empleo, ya que siempre hay una suerte de discriminación en puestos laborales, por tanto en salarios también, si salís al mercado con tu solo título de licenciado.

Es la ley de la vida, a quien más difícil se le hace, pues no le queda de otra que esforzarse más. Hoy en día tenés una camada de biólogos que van volviendo del extranjero con títulos de doctor o máster en áreas específicas, y que son áreas que dan una respuesta a necesidades del mundo moderno como lo es por ejemplo el área de la biología molecular.

Y ojo que todavía en ese contexto no había BECAL, estamos hablando de que existían programas de becas como los de la embajada estadounidense, la embajada japonesa, la española y otras, que eran plazas muy limitadas. Hoy en día se suma BECAL, y con ello no solo se sumaron los egresados de biología, sino también a los biotecnólogos egresados de FACEN-UNA.

-Actualmente muchos biólogos están denunciando una situación legal injusta que atraviesan, la cual sería resuelta con la aprobación de la Ley del Biólogo. ¿Podría decirnos si también se ve afectada por esta situación?

Como nuestra carrera es de 4 años, en algunos programas de posgrado como el que hice en Japón, tuve que hacer 2 años de maestría para poder acceder al programa de doctorado para convalidar materias, entre otras cosas. Y así se hicieron 6 años y medio de posgrado, porque los primeros 6 meses implicaba hacer un curso intensivo de idioma japonés.

Creo que no soy la única en ese sentido, a quien le duele ver los ataques que te hacen, queriendo reducir tus conocimientos a solo el curso de grado.

La verdad que los ataques que últimamente se ven en redes son increíbles porque muchos de ellos, ni siquiera vienen de gente desconocida, sino que de bioquímicos con quienes compartimos el día a día. Algunos fueron nuestros mentores, otros nuestros propios alumnos, gente que sabe que yo particularmente no les soy competencia.

Ellos en sus cuatro paredes hacen algunas cosas y yo en mis cuatro paredes hago otras cosas, ni ellos ni yo nos superponemos. Ver que el nivel de expresión de profesionales se bajó a las redes a un vocabulario tan bajo, irreproducible aquí, que uno se pregunta, ¿qué pasó acá?

Entiendo que lo que causó estas reacciones indeseables, no dignas de profesionales, es que en la Ley del Biólogo aparece “análisis clínicos”, dándose una mala interpretación por parte de los bioquímicos, creyendo que nosotros queríamos acaparar cada una de sus funciones, cuando que la frase “análisis clínicos” es muy general.

Lo que se pretende en realidad es que se reconozca la capacidad del profesional biólogo para hacer tal o cuál análisis determinado, para lo cual ha sido debidamente formado y tiene todas las documentaciones que lo prueben.

En este momento hay mesas técnicas que están trabajando justamente para poder aclarar estos puntos.  Si la señora de la esquina, por lo menos desde mi área, quiere saber por tanto qué es un biólogo, o qué hace un biólogo, no soy alguien que hace análisis de orina y heces, solo hago algunos análisis, como por ejemplo los que describí más arriba.

Que ya son metodologías más modernas que las puedo aplicar para identificar la presencia de un patógeno dado, y que un médico puede requerir de estos resultados para diagnosticar a pacientes, por ejemplo, cuando el método estándar pueda arrojar cierta duda.

Ojalá nuestra ley pueda ser aprobada. De vetarse sentará una jurisprudencia nefasta para todas las otras carreras cuyos profesionales puedan querer incursionar, por ejemplo en el ámbito molecular, después de haber demostrado capacidades mediante posgrados. Ya que la Ley del Bioquímico acapara absolutamente todo y, a pesar de nuestra preparación, queda la duda de si podríamos apoyar al servicio público con nuestros aportes.

Programas como BECAL no tendrían sentido, porque de nada valdrá la preparación de los paraguayos que vuelvan del extranjero y que no sean bioquímicos, pero quieran incursionar en el análisis molecular.

Referencias

1- Organización Panamericana de la Salud (PAHO). Malaria.

2- Florencia del Puerto, Mónica Ozorio Beatriz, Trinidad Nidia Martínez, Martha Torales, Luciano Franco, Luis Ferreira, Ninfa Vera de Bilbao. (2020). Detection and characterization of Plasmodium spp. by semi-nested multiplex PCR both in mosquito vectors and in humans residing in historically endemic areas of Paraguay. Parasite Epidemiology and Control, Volume 11, e00174. DOI https://doi.org/10.1016/j.parepi.2020.e00174 

 

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Columnista y editora científica de Ciencia del Sur. MSc y PhD en Biología Parasitaria con énfasis en Biología Molecular aplicada a microorganismos por el Instituto Osvaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro, Brasil. Fabiola obtuvo su licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad Nacional de Asunción.

Realizó un posdoctorado en la Universidad de Bath (Inglaterra) y es colaboradora externa del Centro para el Desarrollo de la Investigación Cientifica.

Actualmente es Research Assistant en el Instituto Sanger de Cambridge, Reino Unido.

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