panthera onca paraguay
El jaguareté (Panthera onca) es el regulador tope de su ecosistema (Ilustración: Judith Villanueva para Ciencia del Sur).
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Desplazado, perseguido y camino a la extinción, la Panthera onca lucha por una sobrevivencia genuina y una conservación sostenible en Paraguay. Involucrando al sector agropecuario y las comunidades locales, iniciativas científicas y ciudadanas buscan frenar la situación y proteger al jaguareté en las zonas que todavía habita.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en su lista roja, registra al felino como una especie «casi amenazada» a nivel global, pero en Paraguay se encuentra en peligro de extinción, según consta en la ley 5302/16. El jaguareté, al ser el depredador tope en su ecosistema, tiene al ser humano como principal amenaza.

El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) es la entidad rectora de las políticas de conservación y protección de la biodiversidad. La ley principal que utiliza, la N° 96/92, tiene como una de sus principales metas la interrupción de la pérdida de diversidad biológica.

“La conciencia ciudadana se encuentra en aumento. Una de las principales causas de incumplimiento de las leyes de protección de la fauna silvestre es el desconocimiento mismo de la Ley de Vida Silvestre, lo cual no exime al infractor. Sin embargo, es alentador que en los últimos años, los registros de denuncias por atentados a la biodiversidad han aumentado considerablemente”, dijo a Ciencia del Sur Darío Mandelburger, director de la Dirección de Protección y Conservación de la Biodiversidad del MADES.

Los jaguaretés tienen una ley nacional que los protege por estar en peligro de extinción (Foto: NIB-FACEN).

Pero para el Dr. Alberto Yanosky, consultor internacional de biodiversidad, ambiente y salud, e investigador categorizado en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), todas las especies de animales amenazadas, vulnerables y en peligro, continúan siendo afectadas por la caza, la pérdida de hábitat y la degradación de los ambientes debido a la deforestación y fragmentación, la contaminación y otros factores.

“La mayoría de las especies de mamíferos, como el mborevi (Tapirus terrestres) o el jaguareté (Panthera onca), se encuentran en bajas densidades que no aseguran su persistencia permanente en áreas sin conectividad a largo plazo para mantener el intercambio genético”, dijo Yanosky a Ciencia del Sur.

Las investigaciones identifican los factores a atender

En los últimos años, varios trabajos de investigación confirmaron la comunalidad de la importancia de varios factores que determinan el uso de espacio por el jaguareté y a su vez determinan su densidad.

“El efecto positivo de la cobertura boscosa y productividad primaria (la productividad biológica de un lugar), y el efecto negativo del aumento en la densidad de caminos son estudiados. También, el efecto negativo de la mortalidad antropogénica determinando la ocurrencia y distribución estaba demostrado. Eso incluye un aumento en el tráfico de materiales de jaguareté en el mercado negro internacional”, dijo el Dr. Jeffrey J. Thompson a Ciencia del Sur.

Thompson es investigador categorizado en el PRONII, investigador asociado de Guyra Paraguay y uno de los coordinadores de su programa Yaguareté (Jejaporã Jaguarete). Además, es miembro del Grupo de Especialista de Felinos de la UICN.

El MADES reconoce también que faltan más investigaciones científicas de especies protegidas en áreas de conservación.

Para Yanosky, un tema no abordado suficientemente es el impacto de los cambios climáticos sobre la biodiversidad y en particular sobre las especies en peligro. 

“Nos urge un banco de germoplasma y unidades de cría de animales ex situ (fuera de sus hábitats naturales) a fin de salvaguardar la diversidad genética nacional con fines de repoblamiento. Como así también un centro de rescate y recuperación de fauna silvestre que también sirva a los mismos fines”, señaló.

De Estados Unidos a la Argentina, pasando por Paraguay

De Arizona (EE. UU.) a Misiones (Argentina), el jaguareté es el felino más grande del continente y está en la cima de la cadena alimentaria.

El Plan de Manejo de la Panthera onca, Paraguay 2017-2027, señala que esta especie tiene alta plasticidad ecológica; es decir, se encuentra en ambientes desérticos pero también en selvas húmedas. Pero prefiere los hábitats húmedos, bosques con vegetación densa asociada a agua y tierras bajas (por debajo de los 2.000 metros de altura). Habita bosques, arbustales secos, pastizales inundables y manglares.

En Paraguay se encuentra en peligro de extinción, debido principalmente a la pérdida de hábitat y la cacería furtiva. En la región Oriental del país se encuentra en las reservas de Mbaracayú y Morombi y al norte de los departamentos de Concepción y Amambay.

Las iniciativas científicas y ciudadanas promueven la conservación sostenible de este felino (Foto: NIB-FACEN).

“Recientemente hemos registrado dos individuos de jaguareté en el departamento de San Pedro, donde los pobladores no habían tenido registros de la especie en al menos los últimos 30 años. Del resto de la región Oriental, la especie ha sido extirpada, debido principalmente al modelo de desarrollo agrario de la zona, que entre los años 80 y 90 han permitido deforestaciones legales que extirparon más del 90 % de la cobertura boscosa del Bosque Atlántico”, señaló la Dra. Andrea Weiler, bióloga e investigadora.

Weiler Gustafson es una de las principales investigadoras de la Panthera onca en Paraguay y la región. Es docente, directora del Departamento de Biología y coordinadora general del Núcleo de Investigación de Biodiversidad (NIB) de la FACEN de la Universidad Nacional de Asunción.

En el Chaco paraguayo los jaguaretés se encuentran presentes en casi todo el territorio pero en bajas densidades.

“El modelo de desarrollo pecuario que exige la conservación del 40 % de la cobertura forestal dentro de cada finca es un modelo, por mucho, más propicio para conservar la biodiversidad en ambientes productivos. En esta zona del país, el problema principal para la conservación de la especie es la caza furtiva de individuos de jaguar, principalmente por miedo a la especie o como resultado del ataque del jaguar al ganado doméstico”, manifestó la bióloga.

Conservación y cuidados

Previamente al Plan de Manejo, se sancionó la ley N° 5302/16 de “Conservación de la Panthera onca”, que creó el Fondo Nacional de Conservación de la Panthera Onca Paraguay. Pero ni la ley ni el plan alcanzan cuando los fondos no están disponibles. Y hay que ver otras alternativas.

“La mejor herramienta es la conservación in situ con las áreas protegidas, pero para esto necesitamos estar convencidos de que es bueno invertir en áreas protegidas y nos falta un gran sinceramiento. Afirmamos que tenemos una gran parte del territorio nacional protegido y esto no es cierto. Aun en las áreas legalmente bien conservadas, no estamos midiendo efectividad del manejo”, alertó el investigador Yanosky.

Para el MADES, las estrategias para conservar las especies amenazadas o en peligro incluyen:

  • Aumento de la conectividad de parches de bosques
  • Ejecución de más investigaciones sobre las especies en otras regiones del país
  • Establecimiento de más áreas protegidas
  • Mejor conectividad entre las áreas protegidas
  • Control de cacería en rutas y mercados
  • Fortalecimientos de los trabajos de conservación con estancias
  • Inclusión de paso de fauna en grandes obras viales

El profesor Thompson le explicó a Ciencia del Sur que lamentablemente no hay tantos casos de éxito a la hora de proteger los jaguaretés. Puso como ejemplos proyectos en Misiones, Argentina, y el Pantanal brasileño. Costa Rica también tiene un proceso interesante en la reducción de la depredación del ganado por jaguareté.

“La educación y la socialización de la conservación son bastante importante. Sobre todo, la involucración del sector productivo y los propietarios. Sin la involucración y la participación de la comunidad no hay éxito en la conservación», señaló.

El jaguareté se encuentra extinto en la mayoría de los departamentos de la región Oriental del Paraguay (Foto: NIB-FACEN).

Los jaguaretés del Paraguay

Para Thompson, en Paraguay todavía no podemos frenar la disminución en la población y distribución del jaguareté, pero cada vez hay más voluntad, sobre todo del sector agropecuario, para cooperar en la conservación de esta especie. El problema principal, según este experto, es la falta de recursos.

Por su parte, Weiler citó al Plan de Manejo de la Panthera Onca como un logro, ya que fue concebido entre las organizaciones nacionales que trabajan para la conservación de este animal.

El plan ofrece un contexto sobre la historia natural de los jaguares, su relevancia cultural, su distribución y estado en Paraguay, así como el marco legal y las medidas de conservación. Además, se apoya en una destacada red de interesados en Paraguay para proponer las líneas de acción, que incluyen políticas, manejo en su hábitat natural, manejo fuera del hábitat, investigación y financiamiento.

El Plan Nacional contiene las directrices generales en cuanto a las amenazas a la conservación del yaguareté, las necesidades de acciones o investigaciones y las oportunidades para su conservación.

Sobre las iniciativas de conservación in situ de la especie, existen varias instituciones que se encuentran trabajando tanto en el Bosque Atlántico como en el Cerrado, Pantanal y el Chaco: MADES, FACEN-UNA, WWF Paraguay, WCS Paraguay, Guyra Paraguay, Fundación Moisés Bertoni y SPECIES, entre otras.

Iniciativas científicas y ciudadanas que ayudan a la conservación de Panthera onca en Paraguay:

  • Entre 2015 y 2018 la WCS y FACEN-UNA ejecutaron un proyecto cofinanciado por el CONACYT para evaluar las pérdidas económicas de ganado por el jaguareté y probar la efectividad del uso de técnicas antidepredatorias para disminuir el conflicto con productores agropecuarios como una estrategia para conservar a la especie.
  • En 2018 se apoyó a los productores agropecuarios mediante el monitoreo de jaguareté y la incorporación del uso de técnicas antidepredatorias en su programa operativo, cubriendo una superficie superior a las 200.000 hectáreas de campos ganaderos.
  • Del 2020 al 2024, la WWF, la Fundación Moisés Bertoni y la FACEN-UNA lideraron un proyecto de monitoreo del jaguareté y sus presas naturales por cuatro años en el Bosque Atlántico, donde también se abordó la conectividad y las amenazas a la conservación de la especie. Esta propuesta también incluyó un fuerte componente educativo.
  • En 2018 se inició la evaluación genética de las poblaciones de jaguareté en el Chaco paraguayo mediante un proyecto liderado por FACEN y WCS, el cual fue financiado por el CONACYT.  Esto permitió entender más acerca de los factores que pueden estar afectando el flujo génico dentro de las poblaciones. De las heces colectadas, también infirieron acerca de la dieta del jaguareté, así como la de otros carnívoros chaqueños.
  • Desde 2022 un grupo de investigadores trabaja en el monitoreo de biodiversidad, incluyendo jaguares, en los programas REDD+ más grandes del país, Corazón Verde del Chaco y Chaco Vivo. Entre ambos proyectos suman más de 250.000 hectáreas de bosques que quedarán en pie por al menos 30 años.
  • El proyecto Jaguar, liderado por WWF y con participación del NIB de FACEN, se encuentra monitoreando las poblaciones de jaguareté entre los parques Defensores del Chaco y Chovoreca a modo de proponer corredores biológicos que garanticen la conectividad para la especie. También apoya la aplicación de técnicas antidepredatorias para fomentar la convivencia entre el hombre y el jaguar, la educación ambiental en escuelas del Chaco, así como la evaluación genética del jaguareté a través del estudio de las heces.
  • El Movimiento Ciudadano Somos Yaguarete, que nació durante la pandemia y tiene sus bases en FACEN-UNA. Este movimiento de la sociedad civil tiene tres grandes ejes tendientes a conservar la especie. El primero es el arte, a través del cual resalta las raíces culturales con la especie. Luego el componente educativo para llegar a niños, jóvenes y adultos con materiales para conocer y valorar al jaguareté. Por último, el componente científico impulsa acciones de ciencia ciudadana para el monitoreo y cuidado del jaguareté, su hábitat, y sus presas naturales.

La primera gran campaña del movimiento fue la elaboración e intervención de 18 esculturas de jaguares a tamaño real de la mano de artistas nacionales.

“Cada iniciativa es un grano que aporta a la solución de un tema tan complejo como el de conservar grandes felinos y promover la convivencia con ellos en ambientes productivos agropecuarios”, señaló Weiler.

El futuro de la especie

Para Thompson, el panorama es pesimista, pero hay esperanzas. En el oriente paraguayo la pérdida y la presión del ser humano sobre el jaguareté es muy alta. Esto permite que haya cada vez más pérdida de variación genética, que solo se puede solucionar con la introducción de un nuevo individuo de la especie.

Andrea Weiler, investigadora y docente de la Universidad Nacional de Asunción (Foto: NIB FACEN).

“En el Chaco y el Pantanal paraguayo, la pérdida de hábitat y la persecución no da un panorama positivo, y las áreas protegidas son chicas en relación a las necesidades de espacio del jaguareté. Pero, demostramos que con un aumento en la tolerancia podemos mantener el jaguareté en el paisaje chaqueño, entonces allí queda la esperanza”, concluyó el biólogo.

Según Weiler, este año se debe actualizar el Plan de Manejo de Panthera Onca, pero surgieron nuevas amenazas que deben ser abordadas, por lo que se requiere planificar de nuevo las próximas acciones y alianzas para avanzar en el gran desafío de proteger a estos felinos.

La recuperación de las poblaciones de jaguareté en el país representa un escenario complejo que tiene múltiples aristas. Los jaguaretés tienen territorios amplios, por lo que la conservación de la especie tiene un abordaje de paisaje. Requiere de áreas núcleo boscosas, extensas y con poblaciones de presas saludables, pero también requiere buena conectividad entre estas áreas núcleo para asegurar la dispersión de individuos y el mantenimiento del flujo génico de la especie.

“Necesitamos garantizar la convivencia del jaguar con el ganado, reducir la cacería furtiva de jaguares y sus presas naturales, evitar pérdidas económicas elevadas a los productores agropecuarios. También debemos fomentar alternativas al cambio de bosques por parcelas agrícolas o pasturas, fomentar la valoración y el cuidado del jaguareté en la sociedad y promover el reconocimiento de esta especie como el regulador tope de nuestros ecosistemas”, dijo a Ciencia del Sur.

Este reportaje fue realizado gracias al apoyo del Fondo para la producción periodística sobre crisis climática de La Precisa.

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Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

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