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“Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos. -Son la guardia pretoriana de César, susurrando mientras tiene lugar el desfile por la avenida: ‘Recuerda, César, que eres mortal’-. La mayoría de nosotros no podemos salir corriendo por allí, hablando con todo el mundo, ni conocer todas las ciudades del mundo, pues carecemos de tiempo, de dinero o de amigos. Lo que usted anda buscando, Montag, está en el mundo, pero el único medio para que una persona corriente vea el noventa y nueve por ciento de ello está en un libro. No pida garantías. Y no espere a ser salvado por alguna cosa, persona, máquina o biblioteca. Realice su propia labor salvadora, y si se ahoga, muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía a la playa”.

Fahrenheit 451
Ray Bradbury

Sr. Ministro de Educación y Ciencias

Enrique Riera

Con mucha expectativa se esperaba su participación en la convocatoria de los grupos fundamentalistas liderados por la diputada Olga Ferreira en el Congreso paraguayo, en un circo preanunciado, donde los protagonistas, enemigos de la razón y la ciencia, y utilizando a su dios del amor como testigo, iban a proferir descalificaciones, generalizaciones infundadas, pseudociencia y odio.

Lamentablemente, una vez más, usted decepcionó a las nuevas generaciones. Sabemos que no es ni académico ni intelectual, no le interesan los debates filosóficos y, a su modo de ver, los escolares paraguayos solo deben educarse en “ciencias, química y matemática”, pero como es ministro de una cartera muy importante, quizás las cosas debían ser diferentes.

Solo que llama la atención la paupérrima calidad de la educación paraguaya. Nuestros niños, fracasan anualmente en pruebas de matemática y ciencias, incluso en lengua española y ni qué decir en lengua guaraní. A esto se suma la falta de profesores en las áreas científicas. Es verdad que la democracia permitió un mayor acceso a la instrucción pública, pero se descuidó completamente la calidad. Prueba de ello es el discurso de usted, en pleno siglo XXI y en un recinto que debería representar al sistema que usted defiende, la democracia.

Allí, señor ministro, gente pagada con nuestros impuestos, incluyéndolo, mostró lo más retrógrado de nuestra sociedad: una cultura apegada a una tradición acrítica, sometida por largos periodos a liderazgos totalitarios y demagogos que jamás se interesaron en el bienestar de los paraguayos. Allí, señor ministro, donde a diario nos hablan maravillas del sistema, pero en esas mismas oficinas violan constantemente a la Constitución nacional, usted insultó la inteligencia de los paraguayos.

Allí, usted, quien debía poner cierto blindaje científico y educativo, retrocedió el tiempo y nos remontó a la Inquisición, nos remontó a las dictaduras y a la barbarie. “Les puedo firmar, puedo quemar los libros con ustedes en la plaza si no se cree. Si es que se cree y hay un voto de confianza, en vez de confrontar un tema que estamos todos de acuerdo, podemos trabajar juntos…”, fueron sus palabras textuales.

Y nos preguntamos, ¿está civilizado el ministro de Educación de Paraguay? 

¿Usted sabe lo que pasa en Turquía estos días? Sin mencionar la regresión política y las limitaciones a su Estado laico, el gobierno dictatorial censuró ahora a las ciencias biológicas y excluyó la teoría de la evolución. Aunque parezca increíble, todavía existen déspotas con ganas de negar la evidencia y censurar la ciencia. ¿Usted quiere seguir ese camino? Porque comenzó a dar pasos hacia ahí.

Nadie podría imaginar que un ministro de Educación de un país más o menos civilizado sugiriera una quema de libros. No contento con liderar la barbarie, en un gobierno de por sí de trogloditas, invita a su pueblo a quemar juntos las obras que “pervierten las mentes de los niños y jóvenes del país”. No pudieron describir ni descifrar la supuesta ideología de género.

«…si es que se cree y hay un voto de confianza, en vez de confrontar un tema que estamos todos de acuerdo, podemos trabajar juntos…” Sr. Ministro, aquí está muy equivocado. No todos estamos de acuerdo. Paraguay nunca fue un país homogéneo aunque hayan querido pintarlo así para evitar mostrar las confrontaciones de un país atrasado. Desde las discriminaciones a indígenas, los atropellos a los campesinos, la violencia contra los grupos LGBTI, la persecución a las minorías religiosas o filosóficas, este país nunca fue pacífico. Todo lo contrario.

Diversas estadísticas y estudios muestran un aumento de la violencia en Paraguay, sobre todo en el seno familiar. Violencia física, violencia sexual y violencia psicológica son las constantes en familias tradicionales, que públicamente enarbolan la moral cristiana y en secreto ocultan atropellos a la dignidad humana. Paraguay, con una sociedad terriblemente hipócrita, se asemeja a una sociedad enferma.

No se puede trabajar juntos cuando se niega la ciencia, cuando se discrimina desde el poder, cuando se somete el derecho al escritunio de una mayoría o desinformada o malintencionada. No se puede trabajar en igualdad cuando desde el Gobierno se fomenta la discriminación y la intolerancia, cuando desde el poder se sigue violentando a una minoría.

Se equivoca el ministro de Educación cuando afirma que todo está subsanado. Este no es el momento de poner los escombros bajo la alfombra.

¿Sabe usted ministro que obras de Víctor Hugo, Kant, Sartre, Balzac, Spinoza, Copérnico, Descartes, Beauvoir y Gide estuvieron en el Índice de Libros Prohibidos de la Iglesia católica cuyos valores usted defiende? ¿Sabe qué hizo su Iglesia en la historia con filósofos, escritores o científicos que osaban poner en tela de juicio sus dogmas?

Es bueno recordar que su Iglesia en un momento intentó controlar todo el negocio y comercio de las imprentas para monopolizar la información, el conocimiento y la interpretación bíblica.

¿Ahora usted quiere emular a esa Iglesia oscurantista? Debe recordar, en primer término, que existe separación entre Iglesia y Estado y una sociedad democrática, que usted, repito, dice defender con pasión y trayectoria, admite un laicismo y secularismo abiertos. Usted no puede dar preferencia a una religión y a sus dogmas una República como Paraguay, obligada por su Carta Magna a proteger a las minorías. Los católicos, o sus líderes, se opusieron enormemente al establecimiento de un Estado laico con la constitución de 1992, a la par que se opusieron por una ley civil del matrimonio que contemplara el divorcio.

Es una vergüenza enorme que usted no esté a la altura de una secretaría educativa y científica. Pero ya le advertimos que si usted quema libros, nosotros lo imprimiremos o lo subiremos a internet. Si impone la censura, nosotros la quebrantaremos, porque existimos quienes no vamos a admitir que el oscurantismo siga dirigiendo la vida institucional del país.

¿Qué hacemos los paraguayos de otras religiones y filosofías que no concordamos con los valores cristianos? ¿Exigimos que los colegios católicos dejen de ser subvencionado con el dinero de protestantes, ateos, judíos y agnósticos?

Comprenda, señor ministro, su responsabilidad de educar a la población. Necesitamos educarlos en la tolerancia, en la diversidad política, religiosa y filosófica; en el largo proceso del pensamiento crítico, mostrarle que la ciencia y la tecnología ya nos ayudaron a superar muchos de nuestros prejuicios; que la información y el conocimiento están cada vez más accesibles y que en la era digital, la censura ya no tiene cabida y quemar un libro por una amenaza inexistente es coronarse como Rey del Tercermundismo.

Definitivamente, Sr. Ministro, usted deberá tomar esa nueva educación. Y debemos abogar para que entienda que en esta era la prepotencia y la ignorancia no tienen vía libre para el atropello.

 

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Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

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30 COMENTARIOS

  1. Hablan de ciencia y de lógica. 2 + 2 = 5, esa es la lógica de la ideología de genero, y si alguien dice 4, es oscurantista y retrógrado. Ciencia? Si tuvieran solo un estudio científico repetible que avale lo que dicen que es ciencia, sería distinto, pero no hay. Por favor mencionen la investigación científica sería que avala que el sexo biológico no es nada y que lo que la sociedad construye es lo valido…

    • Falso: Lo único que pretenden los fanáticos fundamentalistas religiosos, es que se niegue educación sexual a los niños, para que sus sacerdotes pederastas tengan más facilidad a la hora de violar a sus pupilos.

      • Fanàticos fundamentalistas? Por favor, los verdaderos fundamentalistas son aquellos que con prédicas o acciones tratan de destruir la familia. Amé a mis padres, amo a mis hijos y nietos que son frutos de mi «retrógrada» creencia en la relación entre un hombre y una mujer.

  2. Viva el relativismo presocratico!!! Intente unir las ideas, no consegui. Luego recuerdo quien es el que escribio y me tranquilice: Sigue sin definirse. El desorden revela su pensamiento sicretico…

  3. Aunque quieras limitar esta postura a la igllesia catolica y restarle así credibilidad la gente que te lee es porque lee… o sea… No es así nomas que nos vamos a tragar el discurso. Tus compañeros de lucha capaz se tragan todo sin filtro. Pero no todos. Se agarran de una palabra o frase y tergiversan. Eso lo único que hace es restarles credibilidad. Encima te pasas menospreciando al ministro porque no tiene tu elevada preparación académica. Acaso sos superior a los demás por tu preparación y facilidad de palabra?
    Y «pseudociencia»… me entero que es pseudociencia todo lo que contradiga tu postura por más riguroso que sea el estudio. Creo que me expresó con mucho respeto. Que nadie se zarpe por favor.

  4. Las posturas radicales conducen a argumentaciones nada reales tanto de una parte como de la otra. No hay nada científico en ninguna argumentación tanto de un lado como del otro.

  5. Lo de quemar libros me retrae al ministro Goebels, de la Alemania nazi, que había organizado en la plaza dicho acto tan bárbaro. Está en YouTube, la historia grabada. Pronto lo tendremos a Riera también en los links.

  6. El que escribio este articulo puede tener todos los «titulos científicos» que quiera pero denota mas fanatismo que en la peor epoca del oscurantismo de la edad media.Por ahi se fumo un porro y quemo neurona…quien sabe..

  7. Yo soy madre de 2 varones no soy homofobica pero tampoco puedo permitir qur a mi HIJO se le inculque o confunda su sexo o sea el genero que ahora lo llaman
    creo que los llamados cientificos ya no creen en Dios y piensan que todo es ciencia
    Estamos todos locos Paraguay x mas retrasado como dice el articulo tampoco puede seguir tooodas las modernidades de otros paises me doleria en el alma que mi hijo de 8 y 3 años me digan Mama yo ahora quiero ser mujer
    Quieren confundir el pensamiento del niño con este cuento de idear un genero ahora que puedo educarles yo voy a aprovechar despues de mayor ya nose ellos ya decidiran si quieren ser cualquier arbol ya no va estar en mis manos
    Pero de niño quiero educarlos Yo mama como mis padres me educaron y estoy muy agradecida con Dios x darme la oportunidad de ser mama y mujer
    Y esroy de acuerdo con que los colegios catolicos ya no sean subvencionados asi ya no dependemos de las cosas horribles que el mundo y el dinero cambia.

  8. Quién firma esta carta anónima. porque los títulos del director del espacio Ciencia del Sur, no alcanzan para justificar tanta ignorancia y su discurso tan lejos de la realidad. Sería bueno que la persona que escribe esto se identifique y se haga responsable de lo que dice. Del mismo modo que cada uno de los que participamos de la audiencia pública, por nuestro propio interés y derecho, debimos dejar nuestros datos de identidad al ingresar al recinto. Ustedes tienen una obsesión con que las cuestiones naturales son religiosas y, se equivocan, claro no lo van a reconocer. Si no firman las tonteras que dicen que van a admitir sus errores. Soy partidaria de que la gente se identifique e identifique el problema personal que le aqueja, para poder ofrecerle generosamente la ayuda necesaria

  9. Aparentemente es Quintana quien escribe éste artículo que finge de racional tergiversando densamente las afirmaciones del ministro cuando se refería a quemar los libros como si fuesen todos los de la biblioteca universal pero que en específico se refería a los materiales proselitos de ĺ ideología de género cuya denominación ofende por el hecho de reflejar en si una realidad fundada en el objetivo de violentar a las familias con leyes que castiguen duramente a quienes diverjan en sus opiniones con las de ellos al punto de sacar la patria potestad de los padres que inculquen a sus hijos en el formato natural de la familia humana en la cuál hemos sido concebidos sopretexto de que si pensas en contra sos un retrogado anti mundo moderno o un ingnorante de la ciencia la cual enseña que existen dos tipos de cromosomas XX la cual proporciona los caracteres femeninos totales y por otro lado el Cromosoma XY haciendo lo propio con los caracteres masculinos. Se recomienda leer un libro científico como el Solomon o el Alberts no habiendo así desde la ciencia otro tipo de cromosomas para que injustificadamente y sin criterio científico que la cuestión género se construye. Tal sea el caso estaríamos inventando un texto para salirnos de contexto por sólo un caprichoso pretexto.

  10. Quintana: vos podes hacer de tu ampolla rectal un florero viejo, pero a nuestros hijos los educamos nosotros. Me importa un rábano que me trates de retrógrado, medieval o cuaternario, no te metas en asuntos que no te corresponden y el tema no pasa por una cuestión religiosa, ni científica, ni seudocientifica; pasa por una cuestión moral, la moral occidental, que más allá que te guste a vos o a mi proviene de la cultura judeo cristiana y es en la que nos educaron y que a pesar que algunos como vos, luego de noches y noches de fumatas busquen a cualquier costo pervertirla. Ya no intententen confundir, con temas como que invocando la familia tradicional callamos violaciones, pedofilia y otras desviaciones, actos estos (ínfimos por cierto) que son cometidos por individuos que en “la oscuridad” hacen lo que algunos de tus defendidos pretenden que se hagan “ a la luz”, en pos de la tolerancia y la igualdad. Vamos Quintana, que el paraguayo debe ser el más tolerante de los habitantes de la tierra, pero que no nos intenten imponer cosas que van contra nuestra misma esencia…

  11. Sencillo nio es. Desde que, con o sin amor, concebimos un nuevo ser humano se hacen 200 ecografías para conocer el sexo del concebido, y comienza todo el tema de planes y calculos, desde la ropa a comprar hasta la distribución de la casa, etc, etc. JAMAS hemos vivido tener que esperar la mayoría de edad para, entonces, saber si tuvimos una hija o un hijo. Repito: sencillo es, demasiado sencillo.

  12. Queridos lectores: Muchas gracias por sus comentarios. Es bueno ver que ciertos temas generan mucha polémica por los diversos abordajes, simplificaciones o enfoques en nuestra sociedad. Es síntoma de la diversidad que tiene hoy en día el Paraguay, pero que aún debe madurar por la violencia y ninguneo con que reacciona gran parte de la ciudadanía ante los hechos y sus varias interpretaciones. Celebro que no exista pensamiento único sobre la ideología de género, pero debemos insistir en que la pseudociencia, el enfoque religioso, la discriminación y la intolerancia no deben formar parte del sistema educativo laico secular sostenido con el impuesto de todos.

    Saludos cordiales.

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