Según el Ing. Enrique Buzarquis, principal investigador del estudio de factibilidad del programa satelital en Paraguay, el país sudamericano podría tener su propio satélite en cinco años, siempre y cuando se cumplan los trabajos previos.
Buzarquis, del Centro de Innovación en Tecnologías Energéticas (CITE) del Parque Tecnológico de Itaipú (PTI), afirmó que el proyecto tendrá consecuencias en las telecomunicaciones, telemedicina y teleeducación.
Durante el Primer Congreso Internacional Aeroespacial de Paraguay del 26 de abril pasado se presentaron los avances del estudio de factibilidad que pretende desarrollar, dentro del PTI, junto con otras instituciones, el primer satélite paraguayo.
Paraguay y Uruguay son los dos únicos países sudamericanos que no cuentan con satélite propio.
Buzarquis manifestó que las otras instituciones involucradas son la Agencia Espacial del Paraguay (AEP), el Centro de Investigaciones Aeroespaciales del Paraguay (CIAP), la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FPUNA) y la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC). La asesoría internacional está a cargo de la empresa argentina INVAP.
– ¿Cómo evalúa la realización del Congreso Aeroespacial del Paraguay?
– Por parte del PTI, la realización de este Primer Congreso Aeroespacial fue altamente satisfactorio. Desde el inicio de la organización vimos el gran interés que despertó en el público en general, ya que al tratarse de un tema apasionante como la exploración del espacio, sumado a la presencia de la Ing. Sandra Cauffman de la NASA, se brindó el destaque no sólo técnico, sino también humano.
Así también, este Congreso permitió presentar a grandes rasgos la historia, los objetivos y los socios para la realización del estudio de factibilidad para el desarrollo de la primera misión satelital de Paraguay.
Con respecto a la convocatoria y la participación del público, la presencia superó las expectativas. Se destaca el apoyo del grupo humano del PTI-PY para la organización del mismo, sin ellos nada de esto sería posible.
-¿Por qué es importante para un país como Paraguay desarrollar su propio programa satelital?
-El desarrollo de un programa satelital es de suma importancia para un país, y más aun tratándose de Paraguay, que al ser un país mediterráneo debe brindar especial énfasis en las comunicaciones.
Además, el hecho de contar con un programa satelital brinda al país otras opciones de negocios, ya que pasaríamos de ser un país netamente consumidor y dependiente del manejo de datos a ser un país capaz de manejar toda la información generada y brindar este servicio a nivel internacional, con sus respectivos beneficios científicos y económicos.
-¿De qué nos serviría? ¿En qué campos tendría aplicación directa o práctica?
-Las aplicaciones en las diferentes áreas de la tecnología satelital son muy amplias, ya que esta tecnología permite el desarrollo de productos y servicios en telecomunicaciones, que además permite la potenciación de la teleeducación y la telemedicina. Así también, será posible la explotación de imágenes satelitales y sus aplicaciones en el sector de la agricultura y el sector forestal, recursos naturales y gestión de emergencias.
Además, a partir de las imágenes en tiempo real, se podrá aplicar a la meteorología y pronóstico del tiempo.
Finalmente, un área importante de desarrollo es el de localización-navegación, con productos incluso para terminales móviles.
– ¿Cómo se encuentra la investigación sobre factibilidad del satélite paraguayo, financiada por el CONACYT?
– La investigación está apoyada a través del programa ProCiencia en su modalidad de Proyectos Asociativos. El mismo inició en la segunda quincena de abril de este año a partir de la firma del contrato entre el PTI-PY y el CONACYT.
Así también, ahora estamos abocados en la verificación de la documentación necesaria para lograr la transferencia de los fondos.
En cuanto al avance técnico, estamos dando los primeros pasos a partir de la firma de convenios con los principales interesados y posibles beneficiarios de los resultados del proyecto, como la Agencia Espacial del Paraguay (AEP), el Centro de Investigaciones Aeroespacial del Paraguay (CIAP), la Facultad Politécnica de la UNA (FPUNA), la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), entre otras.
El objetivo de esta primera etapa del proyecto es involucrar a la mayor cantidad de actores a los cuales puede beneficiar este proyecto y recopilar sus perspectivas y necesidades, para luego evaluar cuál sería la mejor alternativa para cubrir estas carestías.
– ¿No es mejor comprar directamente satélites comerciales o en desuso o ensamblarlos aquí?
Como resultado del estudio de factibilidad para la primera misión satelital, uno de los resultados que esperamos es justamente definir cuál sería la mejor alternativa de adquisición o construcción del satélite.
Personalmente, creo que sería mucho más beneficioso para la sociedad y la academia en general que el mismo sea construido con la colaboración de técnicos nacionales. Inicialmente no creo que pueda construirse íntegramente en el país, ya que conlleva una inversión muy elevada equipar los laboratorios y desarrollar la tecnología en sí.
De hecho, son pocos los países capaces de construir totalmente un satélite. Normalmente se trabajan a partir de convenios y cada parte del satélite se desarrolla y construye en diferentes partes del mundo, para finalmente ensamblarlo y probarlo antes del lanzamiento.
En el caso de Paraguay, a partir de estos convenios se estaría obteniendo, además del satélite en sí, un producto intangible muy valioso, ya que se estará formando y capacitando a técnicos nacionales en un área de alta tecnología.
A partir de esta primera formación, se espera que por efecto derrame, esta experiencia, metodología de trabajo e incluso el desarrollo de estos productos tecnológicos alcancen a otras áreas, contribuyendo al desarrollo a nivel país.
– ¿INVAP estará desarrollando el proyecto?
INVAP, para poner en contexto, es una empresa de amplia trayectoria en el desarrollo de misiones satelitales, ya que se dedica al diseño y construcción de sistemas tecnológicos complejos, con una trayectoria de más de 40 años en el mercado argentino y 30 en la escena internacional.
Su misión es el desarrollo de tecnología de avanzada en diferentes campos de la industria, la ciencia y la investigación aplicada, creando “paquetes tecnológicos” de alto valor agregado.
Además, es la única empresa argentina reconocida por la agencia estadounidense NASA para la realización de proyectos espaciales y ha demostrado su capacidad para el diseño, la construcción, los ensayos y la operación de satélites.
Su colaboración en el proyecto será en carácter de consultor asociado, ya que, a partir de su experiencia, nos brindarán las directrices para la ejecución del proyecto en cada una de sus etapas.
– ¿En cuánto tiempo podremos tener nuestro primer satélite?
En este punto es importante aclarar el alcance de este proyecto. Al tratarse de un estudio de factibilidad, el plazo de ejecución es de un año a partir de la firma del contrato. Como primer resultado estaremos obteniendo la mejor alternativa para satisfacer las necesidades y posibles nichos de negocios identificados de acuerdo al cronograma definido en el plan de trabajo y al trabajo realizado de colecta de información y datos.
La construcción del satélite en sí vendría en un paso posterior. Sin embargo, como PTI es intención nuestra continuar con el desarrollo del proyecto. A partir de la bibliografía investigada, de acuerdo a las condiciones, necesidades y posibilidades con las que cuenta un país, la construcción y lanzamiento de un satélite junto con la base terrestre de operaciones se podría dar en un plazo de 5 años, más o menos, dependiendo, aclaro de nuevo, de acuerdo al empuje que pudiera tener el proyecto.
– ¿Quiénes son los responsables directos del Primer Satélite de Paraguay?
Los responsables directos del desarrollo del estudio de factibilidad son el equipo técnico nacional y el equipo extranjero vinculado al proyecto, aprobado por el CONACYT.
Se destaca la participación del Ing. Juan Domaniczky como coordinador del proyecto, el Ing. Enrique Buzarquis como responsable técnico del mismo, así como la participación del Dr. Benjamín Barán, quien brindará el apoyo en el área científica.
Por parte de INVAP, forman parte del proyecto el Ing. Luis Genovese, Business Development Manager – Space Division y su equipo, los cuales fueron responsables de la construcción y lanzamiento de los satélites ARSAT I y ARSAT II, y en la actualidad se encuentran desarrollando proyectos de similar envergadura para el vecino país.
– ¿Qué otros proyectos científicos tiene actualmente el CITE?
El Centro de Innovación en Tecnologías Energéticas tiene amplia experiencia en el ámbito energético. A través del núcleo de Planificación e Integración Energética fueron desarrollados los proyectos de Balance en Energía Útil para el Paraguay, el cual permitió desagregar hasta el nivel de artefactos el consumo en todas las áreas energéticas del país.
A partir de este primer producto fue desarrollado el Estudio de la Prospectiva Energética, el cual brinda una clara idea de cómo el país consumirá su energía hasta el año 2040, todo esto a partir del análisis de escenarios alternativos y tendenciales.
Cabe destacar que este estudio sirvió como base para la definición de la Política Energética del Paraguay, aprobada por decreto en el año 2016.
– ¿Trabajan también con energías renovables?
En el ámbito de las energías renovables, el CITE fue el responsable de la elaboración del potencial hidroenergético de las cuencas de los ríos internos de Paraguay.
Así también se encargó del Mapeo del Potencial Eólico y Solar del Paraguay, a través de la articulación de los distintos actores vinculados al área energética y la instalación de estaciones de medición de última generación.
Además, en la actualidad se encuentra construyendo un cargador con base en energía solar para los vehículos eléctricos de la Itaipú Binacional en el Centro de Recepción de Visitas.
En el ámbito de las energías limpias, el CITE, con el apoyo de la Granja San Bernardo, construyó un sistema de producción de biogás a partir de efluentes porcinos, con lo cual se brinda la materia prima para la generación de energía eléctrica a dicha granja, lo que permite disminuir la cantidad de energía estatal facturada a dicho establecimiento.
Por último, el CITE fue el encargado de dirigir la construcción de una planta piloto para la valoración energética de los neumáticos en desuso, donde a se obtiene combustible sintético, con el consiguiente beneficio de la destrucción de los neumáticos
Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.