Walter Sandoval lidera el Laboratorio de Biotecnología Microbiana en FACEN de la Universidad Nacional de Asunción. (CONACYT)
7 min. de lectura

 

Para el Dr. Walter Sandoval Espínola, investigador repatriado por el CONACYT, Paraguay debe aprovechar la formación de los científicos que retornan. Aunque todavía se debe hacer mucho en ciencia en el país, ve destellos de un futuro mejor, a diferencia de otras épocas.

Sandoval es uno de los investigadores que retornó a través del Programa de Repatriación y Radicación de Investigadores del Exterior del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Actualmente lidera el Laboratorio de Biotecnología Microbiana del Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).

En esta entrevista con nuestro medio, el microbiólogo asegura que falta un esfuerzo integral, de varios sectores, para mejorar el sistema nacional de ciencia y tecnología. Además, insiste en que se debe dimensionar y comprender mejor las maestrías y doctorados, para que los profesionales que hagan posgrados puedan desarrollar sus habilidades, dentro y fuera de la academia nacional.

El investigador quiere implementar la propuesta de laboratorios o grupos de trabajos multidisciplinarios, como se hace en los países desarrollados y sugiere fomentar el pensamiento crítico entre estudiantes y profesores paraguayos.

Sandoval es biólogo por la UNA. Tiene una maestría y un doctorado en microbiología por la Universidad Estatal de Carolina del Norte Raleigh, Estados Unidos. Su posdoctorado en biología química lo realizó en la Universidad de Harvard. Está categorizado en el PRONII del CONACYT.

Sus áreas de trabajo incluyen fisiología microbiana y fermentación, con su respectiva aplicación biotecnológica, aunque tiene otras líneas.

-¿Por qué decidió volver al Paraguay a hacer ciencia?

Antes de dejar Paraguay para realizar mi posgrado me desempeñé como gerente de control de calidad en un frigorífico de exportación en la ciudad de Limpio. Durante ese tiempo, apenas recibido de biólogo, mi trabajo en control de calidad se centraba en la inocuidad del producto, el cual tiene un fuerte componente microbiológico.

Por otro lado, también me aseguraba de que se sigan las normas para el manejo de residuos, uno de los cuales era el rumen. Esta experiencia expandió mi curiosidad sobre la intersección de la biología y la industria. Específicamente, quería saber más sobre las bacterias y cómo aprovecharlas industrialmente mediante su estudio y manipulación.

La industria agropecuaria es indudablemente muy importante para el Paraguay, pero sería aún mejor si pudiéramos aprovechar microorganismos para lograr una economía más sustentable, a la vez de crear más puestos de trabajo.

Sería una economía agropecuaria versión 2.0, que transforme residuos en productos de valor agregado acoplado a sistemas que capturen gases de efecto invernadero, como CO2 y CO. “Biorrefinerías”: industrialización y generación de empleos desde la biología. Por tanto, escribí un pequeño proyecto inspirado en esta visión, y fue así como fui a Estados Unidos con la beca Fulbright-Itaipu.

¿Por qué decidí volver a Paraguay? Porque la inspiración que tuve nació en este país desempeñándome en la industria como un recién egresado de la carrera de biología. Este país tiene mucho potencial porque estamos históricamente rezagados respecto a investigación, y nuestra economía es muy primaria.

Por otro lado, la inversión en investigación y desarrollo aumentó significativamente desde que dejé Paraguay hace 10 años. Por tanto, las condiciones estaban: mi interés en ayudar a desarrollar Paraguay y fondos para investigación que anteriormente no existían.

La propuesta del Dr. Walter Sandoval es desarrollar un laboratorio multidisciplinario en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNA. (FACEN)

-¿Qué líneas o áreas de trabajo tendrá en nuestro país?

Mi área de especialización es fisiología microbiana y fermentación, y su aplicación biotecnológica. Por ejemplo, su aplicación en la industria o en la medicina, mediante el desarrollo de drogas.

El proyecto que escribí y que fue aprobado por el CONACYT está centrado en la caracterización del microbioma ruminal del ganado vacuno paraguayo. No solo a nivel de “quién” conforma este microbioma, sino también de “qué hacen”. Será un estudio metagenómico.

En otras palabras, identificaremos todo el potencial genético de estos microorganismos y la dinámica de estas poblaciones microbianas.

También estaremos enfocados en la identificación de moléculas pequeñas para inhibir la formación del gas metano (CH4) por miembros de esta comunidad microbiana, conocidos como metanogénicos.

Este trabajo tiene el potencial de revelar enzimas de alto valor industrial, a la vez de inhibir CH4. Este gas es 20 veces más potente en su capacidad de efecto invernadero que CO2 y la industria pecuaria es uno de los mayores generadores. No solo eso. Estos microorganismos disminuyen el rendimiento pecuario hasta un 7,5 %. Por tanto, este trabajo tiene un fuerte componente básico, pero a la vez, traslativo.

Además, este proyecto establecerá un puente de colaboración entre mi laboratorio de Biotecnología Microbiana (FACEN-UNA) con la Universidad de Carolina del Norte – Chapel Hill (UNC-CH) y la Escuela de Medicina de Harvard (Harvard University, Harvard Medical School).

Además del estudio de bacterias en el aspecto agroindustrial, también estudiaré las bacterias intestinales humanas, lo que se conoce como microbioma intestinal. Estos trabajos lo realizaremos en colaboración con médicos paraguayos.

Por tanto, mi investigación se enfoca en tres ejes: 1) estudio de microbiomas; 2) aprovechamiento industrial de microorganismos y/o enzimas y su mejoramiento molecular; y 3) identificación de moléculas pequeñas para la modulación metabólica de microorganismos en el marco industrial o biomédico.

La visión de mi laboratorio es como en los Estados Unidos: un laboratorio multidisciplinario.

-¿Ya se incorporó a FACEN o todavía? ¿En cuál departamento estará?

Ya me incorporé a FACEN-UNA y lidero el Laboratorio de Biotecnología Microbiana del Departamento de Biotecnología.

-¿El contrato con el CONACYT qué incluye? ¿Salario, beneficios, ayudas, etc.?

El programa de Repatriación de la CONACYT incluye un incentivo salarial por la duración del contrato, fondos para I+D de hasta 500 millones de guaraníes, categorización en el PRONII (incluyendo su incentivo anual), y fondos para el traslado al país.

Ya que este programa requiere una contrapartida en Paraguay, entonces también está el sueldo base del laboratorio donde uno va a trabajar. Como mencioné, cuando dejé Paraguay hace 10 años esto no existía, por tanto, esto es un paso en la dirección correcta.

-¿Por cuánto tiempo firmó el contrato con CONACYT? ¿Piensa quedarse luego?

Cuando inicié el proceso de repatriación el año pasado y decidí volver a Paraguay, el contrato iba a durar 24 meses. Sin embargo, recibimos la noticia de que el tiempo para finalizar las investigaciones se redujo a 12 meses. Esto es preocupante porque el proyecto que diseñé lo tenía programado para 24 meses, teniendo en cuenta su aspecto multidisciplinario e internacional.

Además, la duración original de 24 meses nos hubiera ayudado a los repatriados a reestablecernos en Paraguay gracias al apoyo complementario del sueldo. Sigo firme en mi intención de apoyar a las ciencias del Paraguay y de no cancelar el proyecto. Por tanto, para poder ejecutar mis objetivos, tendré que disminuir mis metas mínimas, a algo que sea coherente y realizable durante estos 12 meses.

Mi intención es quedarme en Paraguay al terminar el contrato. Tengo más ideas que me gustaría ejecutarlas en este país. Considerando que estuve en el filo de las ciencias biológicas durante mi posdoctorado en la Universidad de Harvard, creo que aplicando mi know-how en este país, podemos hacer que sea referente regional.

Las áreas de investigación del científico repatriado comprenden la fisiología microbiana y fermentación, con su derivación biotecnológica. (Gentileza)

-¿Considera que se puede hacer mucho para mejorar la investigación en Paraguay?

Paraguay tiene mucho por hacer, pero se ven destellos de un futuro mejor. Por un lado, desde que regresé a este país pude observar el poco conocimiento de los universitarios paraguayos sobre cursos de posgrados como Máster en Ciencias (MS) y PhD. Por ejemplo, muchos egresados no dimensionan el tipo de formación que conlleva un PhD.

Incluso hasta el punto en que pretenden definir lo que un MS o PhD puede hacer. Los PhD pueden ejercer en la industria, en la academia, en la clínica, o en centros de investigación. Pueden hacer ciencias aplicadas o puramente básicas.

Los PhD tienen la experiencia de años con técnicas que, en muchos casos, ellos mismos desarrollan y que luego son protocolo común para los egresados de licenciatura o ingeniería.

Esto es un gran problema debido a un número de razones, por ejemplo: a) portadores de PhD y MS son minoría y el sistema está mayormente manejado por personas que tienen solo un título de grado; b) la legislación puede estar sesgada debido a un intenso lobby de la mayoría; c) científicos que tuvieron experiencia en desarrollo de políticas públicas en el extranjero pueden no tener voz, o el peso que deberían tener.

Finalmente, d) no hay incentivos reales para que licenciados, ingenieros o médicos hagan PhD o MS si no se da el espacio que deben tener aquellos que ya realizaron estos estudios.

Este círculo vicioso disminuye la masa crítica necesaria para tener un sistema robusto de investigación y desarrollo. Por tanto, un primer paso sería trabajar con los estudiantes de grado para mejorar la metodología de la investigación e iluminarlos sobre los estudios de posgrado. Esto se podría dar mediante la contratación de profesores con PhD o MS con demostradas líneas de investigación.

Por otro lado, el esfuerzo de BECAL de aumentar la cantidad de paraguayos que realizan sus estudios de posgrado en el exterior es acertado. La reinserción se podría dar en la academia como ejemplifiqué, como también en la industria.

Así como mi área de actuación está en la interfase de ingeniería, microbiología y química, estos paraguayos que retornan podrían también ejercer con empresas para crear nuevos productos o servicios. Justamente, la CONACYT también tiene fondos para este tipo de objetivos.

Es importante recordar que la investigación científica se realiza con el fin de resolver problemas de la humanidad y describir las funciones del universo. Estas investigaciones pueden ser fundamentales o básicas, pero también pueden desembocar en tecnologías patentables que generen riqueza.

El microbiólogo quiere implementar varias ideas y proyectos que aprendió durante sus años de estudio en universidades estadounidenses. (Gentileza)

Paraguay y sus empresas deben aprovechar el capital intelectual de los científicos que estamos retornando. En este sentido, otra arista que se debería fortalecer es la de las sociedades públicos-privadas-académicas. Por ejemplo, fondos del sector público y/o privados que utilizan el capital intelectual del sector académico para investigación pura o aplicada. Esto, al final, desembocará en nuevas tecnologías, productos, o terapias.

En EE.UU. tienen muy desarrollada esta dinámica con la creación de parques de investigación. Básicamente, es un espacio donde van empresas y contratan recién egresados de carreras científicas o ingenierías. Y también, obviamente, PhDs que lideren sus emprendimientos.

Finalmente, lo que debemos fomentar es el pensamiento crítico. Buenos mentores serán esenciales para dar el ejemplo a los estudiantes de grado de cómo ser mejores profesionales. Que los ayuden a unir los puntos de la constelación de conocimientos que adquirieron durante el estudio de grado.

Mejorar la investigación en Paraguay requerirá un esfuerzo integral de todos los sectores. Cuando se cosechen los frutos de estas investigaciones, Paraguay estará mejor posicionado porque seremos dueños de estas tecnologías, y las riquezas se generarán y quedarán en este país.

Al mismo tiempo, mejoramos la calidad de vida de todos los paraguayos con tecnologías sostenibles o mediante el desarrollo de medicamentos contra enfermedades emergentes.

 

¿Qué te pareció este artículo?

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (11 votos, promedio: 4,64 de 5)

Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

Compartir artículo:

Dejar un comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí