Más de una vez recibí —como muchos de ustedes probablemente— un correo electrónico con un ofrecimiento que prometía apalancar mi carrera académica: publicar en una revista internacional. En la gran mayoría de los casos, estas resultaron ser revistas depredadoras, publicaciones que pretenden ser científicas pero que realmente no lo son.
Existe todo un negocio espurio de empresas de pura fachada académica que publican webs o incluso organizan seudoconferencias sin ningún tipo de filtro o rigor.
Si alguna vez publicaste un artículo en alguna revista, sea en español o inglés, las publicaciones depredadoras almacenan tus datos y correos junto con miles de otros investigadores de todo el mundo. Tienen capacidad para almacenar y gestionar grandes bases de datos para hacer marketing digital a gran escala, pero no así para procesar ni evaluar los manuscritos académicos enviados.
No les importa en qué áreas estés, seas una investigadora reconocida, un investigador a mitad de carrera o que te estés iniciando. Es más, ni siquiera les importa qué investigás, solo quieren lucrar con tus deseos de escalar en los podios académicos y científicos de países donde existe poco control acerca de la calidad de las revistas donde publican sus investigadores.
Estas publicaciones, en vez de contribuir al avance del conocimiento, destruyen o imposibilitan su desarrollo. En la mayoría de los casos, reúnen características similares. En Ciencia del Sur tomamos muy en serio el tema y hemos desarrollado talleres y cursos para evitar caer en estas y otras trampas académicas. América Latina todavía es una región con ciencia incipiente y no se puede dar el lujo de gastar el exiguo fondo público o privado en fraudes.
Enumeraré diez características que vemos en los ofrecimientos:
- Precios de publicación ocultos o altos: no ponen abiertamente cuánto cuestan o lo indican con sumas exageradas, a veces que ni las propias revistas más prestigiosas del mundo tienen. Su objetivo principal es ganar mucho dinero a costa de la credulidad pública y académica.
- Falsa revisión por pares: en la mayoría de los casos nadie leerá tu trabajo, por lo que aceptan trabajos de cualquier disciplina o tema. Publicarán lo que envíes, aunque tengas errores metodológicos, conceptuales u ortográficos. Hasta un artículo hecho por ChatGPT pueden publicarte. Solo tenés que pagar.
- Correos electrónicos spam: te bombardean con correos electrónicos en los que te invitan, una y otra vez, a publicar con ellos. Es su fuerte y su modelo «de negocios». Es poco probable que publicaciones serias inviten a uno a escribir sin un contacto previo a través de algún congreso o seminario.
- Páginas web engañosas: sitios aparentemente bien diseñados pero con errores conceptuales (en cualquier idioma), traducciones incoherentes y nula aparición de los académicos o instituciones científicas y universitarias que avalen su trabajo.
- Falsos ISSN: en el peor de los casos, que tras una búsqueda rápida los desautoriza, son publicaciones que tienen nombres similares a revistas serias y solo existen para vender una ilusión, la de ser un «investigador publicado internacionalmente».
- Rápida publicación: aquí no esperarás mucho. Es como cuando vas al supermercado a comprar pan. Estará disponible en poco tiempo, cuando las revistas serias pueden demorarse meses o hasta años en el proceso de revisión.
- Impacto falso o irreal: no señalan su impacto ni la influencian que tienen con números o proyecciones, solo con promesas vacuas. A veces, ni en sus países se los conoce. En regiones operan internacionalmente en red como una mafia con máscara de ciencia.
- No tiene indexación en bases de datos: no figuran en ningún índice o base de datos de publicaciones científicas, o si lo hacen se encuentran en aquellos con bajos o nulos filtros de clasificación.
- Información de contacto vaga: no conocerás a sus editores, directores, colaboradores o asesores. Las páginas de contacto refieren a la misma persona.
- Comité editorial inventado: si tenés suerte, encontrarás algunos nombres, pero en muchos casos son inventados o son profesionales que no se dedican a la tarea de hacer ciencia y publicar.
Esta lista no es exhaustiva, y aún aquellas publicaciones que no cumplan algunas de estas condiciones pueden ser depredadoras.
Más recursos:
- McCann TV, Polacsek M. False gold: Safely navigating open access publishing to avoid predatory publishers and journals. J Adv Nurs. 2018;74(4):809-817.
- Shen C, Bjork BC. ‘Predatory’ open access: a longitudinal study of article volumes and market characteristics. BMC Med. 2015;13:230.
- Butler D. Investigating journals: The dark side of publishing. Nature. 2013;495(7442):433-435
- Cobey KD, Lalu MM, Skidmore B, Ahmadzai N, Grudniewicz A, Moher D. What is a predatory journal? A scoping review. F1000Research. 2018;7:1001.
- Lalu MM, Shamseer L, Cobey KD, Moher D. How stakeholders can respond to the rise of predatory journals. Nature Human Behaviour. 2017;1(12):852-855.
- Ross-White A, Godfrey CM, Sears KA, Wilson R. Predatory publications in evidence syntheses. J Med Libr Assoc. 2019;107(1):57-61.
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Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.