Breve crónica de la Asunción astronómica: visita al planetario de Blás Servín

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El planetario de Asunción se encuentra en el local del Cemupe, en Sajonia. (Foto: Liz Acuña)
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En la biblioteca especializada, hay un libro antiguo de astronomía que perteneció a Alexis Troche Boggino, el astrofísico paraguayo que ingresó a la Unión Astronómica Internacional (IAU), lentes especiales del Eclipse solar de 1994 y un tablero de ajedrez con astronautas y planetas como piezas. En la siguiente sala, un meteorito de más de 3 kilogramos, con 92% de hierro, es la estrella del lugar. En el mismo museo, se exhibe una partecita de costilla de Tyrannosaurus rex.

Los mejor de todo es que en este museo, todo se puede tocar… con cuidado.

Nos encontramos en el Centro Astronómico Bicentenario (CAB), dependiente de la Asociación de Aficionados a la Astronomía, en pleno barrio Sajonia. El planetario se ubica en el local del Centro Municipal de Promoción Empresarial (Cemupe) y hoy es un joya para todos los amantes del cielo en Paraguay. Se ubica a pocas cuadras del emblemático estadio Defensores del Chaco.

Esto no podría ser obra más que de Blás Servín Bernal, un especialista en patentes que abandonó su carrera para convertirse en astrónomo amateur y divulgador científico. Hoy, es uno de los divulgadores más conocidos de Paraguay. Pero a su intensa labor como popularizador de la ciencia, se suma su trabajo como investigador de astronomía cultural, la parte de las ciencias espaciales que estudia la antropología, arqueología y etnología de las diferentes sociedades.

Blás Servín con un meteorito de tres kilogramos, formado principalmente de hierro, pero que incluye níquel. (Ciencia del Sur)

El profesor Servín, que es una máquina de contar de chistes e historias, dictó una conferencia titulada «El cielo de los guaraníes», que forma parte de su trabajo como investigador, a los alumnos del Seminario de Comunicación Científica Digital de Ciencia del Sur y Asincyt. Además de ofrecer un recorrido por el museo y el planetario.

El divulgador relató que comenzó a interesarse y buscar orígenes de los estudios astronómicos en Paraguay. Fue así que dio con la figura del astrónomo y sacerdote Buenaventura Suárez (SJ), el primer astrónomo el Río de la Plata, nacido en la antigua Provincia del Paraguay, pero en Santa Fe. Sus trabajos científicos, al igual que su labor eclesial, los realizó en San Cosme y Damián, hoy una localidad itapuense que recibe miles de visitas al año por su Centro de Interpretación Astronómica (también levantado gracias al trabajo del profe Blás).

«Como casi todas las culturas, la guaraní también tenía su cosmología con respecto al cielo.  Tenían sus descripciones de los ciclos agrícolas, eclipses, lluvia de meteoros, etc. Lo sigue teniendo, pero se va perdiendo. También, muchas veces, desde afuera hacen que se pierda la cultura», afirmó Servín. El investigador ingresó a la Sociedad Científica del Paraguay en el año 2000 con una conferencia sobre el tema. 17 años después, sigue investigando y encontrando datos, informaciones y testimonios que servirán a los paraguayos que quieran estudiar sus raíces.

Ya en el planetario, equipo donado por el Gobierno del Japón, el profe Blás comenta las constelaciones del hemisferio Sur, las del Norte, cuenta mitos y leyendas griegos y romanos. Viajemos en el tiempo-espacio por breves minutos y nos acomodamos hacia una Asunción desconocida. Una ciudad que alberga planetarios, museos de ciencia y donde se discuten sobre la colisión de estrellas de neutrones.

«Estas últimas investigaciones sobre las ondas gravitacionales cambian la ciencia. Y ahora nos confirman que en estas colisiones de estrellas se produce el oro que hoy usamos escasamente en el mundo. No debemos olvidar que también nosotros venimos de las estrellas», precisó el divulgador.

Servín insiste en educar a la gente en el pensamiento científico, catársis de por medio, nos alegramos de contar toda una tarde con una brillante persona. Las luces del planetario se apagan, no queremos salir del Centro Astronómico y los cánticos de las hinchadas de fútbol nos recuerdan que estamos en un país que adora ese deporte, pero también un país donde personas como Blás pudieron sobresalir, inspirar a varias generaciones y educarnos en el conocimiento científico.

El principal monumento que podemos hacer a Blás, además de respetarlo y admirarlo enormemente como lo hacemos muchos ciudadanos, es emularlo y enseñar ciencia.

El profe dice que es hora de ver sus videos familiares. No le creemos, es apenas un código de una breve despedida, típica suya. Salimos contentos, con más proyectos de por medio. Nos despedimos del profe y la tarde, nublada, nos permite pensar en una ciudad que albergue ciencia, que haga más ciencia y que disfrute ciencia.

Sin dudas, el profe Blas logró enamorarnos una vez más de las estrellas, siempre sale con la suya. Por eso debemos apoyarlo.

Los alumnos del Seminario de Comunicación Científica Digital escucharon la conferencia de Servín y visitaron el planetario. (Ciencia del Sur).

 

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Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

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