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El historiador y profesor Herib Caballero Campos publicó a finales de mayo el libro «Historias de las relaciones entre Paraguay y Gran Bretaña del siglo XVIII al siglo XXI», bajo los auspicios de la Embajada del Reino Unido y la fundación Nicolás Latourrette Bo.

En esta obra, Herib rescata la historia de los ingleses en estas tierras sudamericanas y asegura que los británicos trajeron su cultura, incluyendo el hábito por la lectura, la ciencia y su medicina. El historiador recordó que fueron los ingleses quienes diseñaron y construyeron, por ejemplo, la Estación Central del Ferrocarril.

El estudioso es licenciado y doctor en historia por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), tiene un magíster en historia del mundo hispánico por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España. Fue docente investigador de la UNA y ahora es catedrático en la Universidad Nacional de Canindeyú (UNICAN). Es autor de varios libros de historia.

El doctor Caballero habló con Ciencia del Sur sobre su nueva obra y algunas ideas en torno a ella.

-¿Cuál es la idea central de tu nuevo libro?
El libro fue  una iniciativa de la Fundación Nicolás Latourrette Bo y de la Embajada de Gran Bretaña en Asunción para estudiar desde una perspectiva histórica las relaciones entre ambas naciones.  El libro no se centró exclusivamente en las relaciones gubernamentales sino que exploró las vinculaciones entre personas así como aspectos comerciales y culturales.

-Si tenemos que resumir la relación entre Londres y Asunción en estos casi dos siglos, ¿qué sería lo más importante?
Son más de doscientos años los estudiados en esta obra y por lo tanto la relación entre Asunción y Londres tuvo sus altibajos. Siendo el periodo más intenso de vinculación entre 1853-1864, once años en los cuales el gobierno paraguayo no sólo adquirió maquinarias sino que contrató a casi 200 técnicos en su gran mayoría de origen inglés.

Fueron ellos quienes transformaron no solo la técnica sino también las costumbres de la sociedad paraguaya de la época.

-¿La primera gran oleada de ingleses al Paraguay llegó con la modernización que quería hacer Carlos Antonio López?
Cabe señalar que  desde comienzos de la república hubo ingleses en el Paraguay,  fue con Carlos Antonio López y su proyecto modernizador que se hicieron presentes en el país un número importante de técnicos ingleses que trabajaron  en el Arsenal, la Fundición de hierro y en el desarrollo del ferrocarril.

Además el arquitecto Alonso Taylor diseñó y dirigió varias obras, entre ellas la más relevante es la estación central de Ferrocarril  de San Francisco (foto principal).

-¿Fueron aquellos ingleses los primeros en traer el protestantismo al país?
En forma masiva sí, de hecho uno de los inconvenientes a subsanar fue dónde enterrarlos cuando morían, es así que  se constituyó un Cementerio Protestante que luego continuó y se constituyó después en el Cementerio Internacional, aledaño al Cementerio de la Recoleta.

Tapa del último libro del Dr. Herib Caballero Campos. (Imagen: Gentiliza)

Durante la Guerra Guasu, el mariscal Francisco Solano López mandó establecer un Cementerio inglés para los británicos que cayeron  en  la batalla de Riachuelo (librada el 11 de junio de 1865).

-¿Qué más trajeron los ingleses?
Además trajeron hábitos de lectura, hecho que ya señaló y destacó doña Josefina Plá, costumbres europeas y la ciencia desde aquellas tierras, principalmente en el área de la ingeniería y la medicina.

Ya el doctor Francia había contratado, mediante los hermanos Robertson, al médico William Parlett, y bajo la presidencia de Carlos Antonio López se contrató al médico escocés William Stewart, quien dirigió junto a otros profesionales de la salud la Escuela de Cirugía en Humaitá, donde llegaron a estudiar la mayor parte de quienes conformaron el servicio de Sanidad durante la Guerra Guazu.

-¿Es realmente un mito que Londres haya intervenido directamente en la Guerra contra la Triple Alianza (GTA)?
Ese tema no  fue abordado  en el libro, porque se trata más de una cuestión historiográfica y el tema en sí vale la pena abordarlo con la amplitud que requiere.

Sí se aborda en el libro el hecho concreto que las relaciones entre ambas naciones se vieron interrumpidas cuando  dos cañoneras inglesas persiguieron al vapor paraguayo Tacuarí en el Río de la Plata, estando a bordo del mismo  el general Francisco Solano López quien regresaba al Paraguay de su mediación en el conflicto argentino a fines de 1859.

Durante tres años las relaciones se vieron interrumpidas, además de dicho incidente estaba en cuestión el procesamiento del súbdito inglés Santiago Canstatt, quien fue acusado de conspiración contra el presidente Carlos Antonio López.

Luego de varias gestiones finamente se logró un acuerdo en 1862, que fue firmado en Asunción, por lo que  se reestablecieron  los vínculos oficiales luego de tres años. Cabe señalar que dicho conflicto gubernamental no afectó en nada la presencia de los británicos contratados por el gobierno paraguayo y los intercambios con la empresa británica J. y A  Blyth,  que fue la principal proveedora del gobierno del Paraguay.

-¿Qué préstamos nos dieron los ingleses luego de finalizar la GTA?
El país estaba devastado y los gobiernos recurrieron a la contratación de préstamos con la banca londinense, dicha negociación fue un desastre financiero, no solo por las condiciones en las cuales se pactaron los préstamos, sino que parte de los recursos fueron directamente robados, mientras que el sobrante fue mal gastado, sin aplicar los recursos a paliar la angustiante situación en la que se encontraban los habitantes que habían sobrevivido al conflicto.

El historiador Herib Caballero es académico de la Universidad Nacional de Canindeyú (UNICAN). (Foto: Gentileza del entrevistado)

La cuestión de los préstamos y las relaciones con los tenedores de dichos bonos fueron una parte importante de las relaciones paraguayo-británicos casi por un siglo,  pues   incluso  en el marco de dicho empréstito se trajo a un grupo de colonos, los célebres Lincolnshire farmers que fueron ubicados en las cercanías de Itape, en el departamento del Guairá, luego la mayoría de los inmigrantes decidió regresar a Gran Bretaña y otros tantos quedaron en la región del Río de la Plata.

-¿Cuál fue la relación con el Reino Unido durante el siglo XX?
Fue una relación  ambivalente que tuvo  sus altos y sus bajos, durante los primeros años del siglo XX, la compañia británica más importante era la propietaria  del Ferrocarril Central, que tuvo  una serie de diferencias con el estado paraguayo en cuanto al cumplimiento por parte de la compañía de las cláusulas  a las cuales se había comprometido al adquirir el  sistema ferroviario paraguayo.

Durante los conflictos mundiales, parte de la élite política y cultural de Paraguay se movilizó del lado de los Aliados, realizándose actos públicos de apoyo a Gran Bretaña y a los países que lucharon  en  su favor.

La presencia británica estaba representada no sólo por la compañía ferroviaria, sino que también por colonos australianos que se habían instalado en el país a fines del siglo XIX, algunos de los cuales fueron a combatir en el ejército  inglés.  Cabe destacar la figura de Arturo Bray, que como hijo de británico se alistó en el ejército británico y peleó la I Guerra Mundial, luego regresó al Paraguay y se integró al ejército paraguayo.

Desde la década de 1920 una empresa británica se posicionó en la producción  industrial, fue la Liebigs Co, que se dedicaba al procesamiento de  carne y que estableció todo en emporio en la  producción ganadera en el Paraguay, con sus numerosas  estancias.  Dicha empresa cerró sus puertas en la segunda mitad de la década de 1970,  y fue uno de los establecimientos industriales más importantes del Paraguay durante varias décadas.

-¿Hoy existen relaciones culturales y educativas con el Reino Unido? ¿Becas, acuerdos, intercambio?
Desde la reapertura de la representación diplomática en el Paraguay  se ha producido un  importante incremento de los vínculos entre ambas naciones, no sólo en lo que  hace a la cultura y  las oportunidades de estudios para profesionales paraguayos, sino  también en materia de seguridad y en otras áreas como el de intercambio comercial.

La representación diplomática ha marcado presencia con la organización de todo tipo de actividades que permiten a la sociedad paraguaya conocer mucho más la cultura y costumbres británicas.

(De izq. a der.) Nicolás Latourrette Bo, el Embajador Jeremy Hobbs y Herib Caballero Campos. (Foto: Gentileza)

 

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Director ejecutivo de Ciencia del Sur. Estudió filosofía en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA. Tiene diplomados en filosofía medieval y en relaciones internacionales.
Condujo los programas de radio El Laboratorio, con temática científica (Ñandutí) y ÁgoraRadio, de filosofía (Ondas Ayvu).
Fue periodista, columnista y editor de Ciencia y Tecnología en el diario ABC Color y colaboró con publicaciones internacionales. Fue presidente de la Asociación Paraguaya Racionalista, secretario del Centro de Difusión e Investigación Astronómica y encargado de cultura científica de la Universidad Iberoamericana.
Periodista de Ciencia del Año por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2017). Tiene cinco libros publicados.

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1 COMENTARIO

  1. Muy fructífero e interesante …Me urge un contacto personal para un proyecto cinematográfico basados sobre hechos reales sobre los 200 años siglos XIX y XX

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