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Hoy en día, es indispensable incorporar una mirada de género para entender los procesos sociales —y por ende, para hacer ciencia. Sin esta perspectiva, la explicación de muchos fenómenos queda incompleta. Poner la lupa sobre las desigualdades entre hombres y mujeres también ayuda a encontrar soluciones más apropiadas y a construir una sociedad más igualitaria.

En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Ciencia del Sur conversó con la economista Verónica Serafini, la historiadora Ana Barreto Valinotti y la filósofa Teresa del Pilar Ríos sobre cómo es investigar con perspectiva de género en Paraguay.

Verónica Serafini tiene muchas preguntas que podrían resolverse investigando con perspectiva de género en el país. Para ella, investigar con esa mirada es una tarea clave para implementar políticas públicas que garanticen los derechos de todas y todos.

¿Por qué es necesario el enfoque de género en la economía?

En primer lugar, porque hay desigualdades entre hombres y mujeres en la economía. Las mujeres tienen menor participación laboral. Cuando ingresan al mercado están sobrerrepresentadas en algunas ocupaciones más que en otras, tienen menores activos, menor tierra, menor acceso a créditos, a seguros y ganan menos.

Hay muchas razones que hacen que cuando uno mira el ámbito económico, vea que hay desigualdades, y esas desigualdades no las resuelve el mercado —las profundiza. Y ahí es donde uno necesita el enfoque de género para saber por qué a las mujeres las tratan desigualmente. Ahí también hay que dar respuestas para reducir esas desigualdades. Se necesitan políticas públicas y que estas tengan enfoque de género. Una política pública no es útil si trata a todos por igual; tiene que atacar las causas de los problemas.

Por un lado, se necesita el enfoque de género para analizar los problemas y por otro lado, se lo necesita para solucionar, para proponer cambios.

¿Qué es la economía feminista?

La economía feminista tiene como componente principal el enfoque de género pero también es una nueva rama de la economía que pone en el centro debates muy importantes que no eran dados en la teoria económica ortodoxa.

Por ejemplo, la teoría económica ortodoxa pone en el centro o tiene supuestos que parten de determinados niveles de igualdad. Es decir, la teoría neoclásica dice que son todos iguales en el mercado, por eso el mercado puede resolver a través de los precios de manera eficiente.

En cambio, lo que se dice desde la economia feminista es que no todos son iguales, por lo que los resultados no son eficientes. Además de cuestionar los supuestos, también cuestiona los objetivos de la ciencia económica. La ortodoxia económica busca en primer lugar el equilibrio en los precios de mercado, y la economia feminista pone en el centro del debate la sostenibilidad de la vida. Entonces incorpora muchos más elementos que en la teoría ortodoxa no se cuestionan.

Cuando hablamos de la estabilidad macroeconómica, tenemos que hablar también de la micro: de los hogares, de la vulnerabilidad a lo largo de la vida, la seguridad social que permite esa estabilidad. Entonces tiene una mirada mucho más amplia que pone a las personas en el centro y no a los indicadores macro.

¿Qué se necesita tener en cuenta al realizar una investigación con perspectiva de género?

En primer lugar, se necesita un cuestionamiento a lo que uno va aprendiendo como economista. Esto es un ejercicio que no es fácil cuando uno tiene una formación histórica. Necesitamos abrirnos a enfoques nuevos porque eso también es lo que permite que las ciencias avancen. Si nosotros nos quedamos sentados, las ciencias no evolucionan, los paradigmas no cambian, las teorías no se reforman. Y eso que nosotros estamos tratando de explicar finalmente no lo terminamos de explicar ni de solucionar.

Lo segundo que es importante es que, una vez que nos ponemos en duda, entremos a un debate que se está dando a nivel global, incorporarse a las redes de visiones alternativas de la economía, a las redes de economistas feministas.

No solamente tenemos que incorporar el enfoque de género en nuestras investigaciones sino también en la comunidad académica. Necesitamos formar jóvenes que tengan perspectiva de género. Necesitamos pensar un sistema nacional de investigadoras e investigadores que incorporen el enfoque de género.

¿Cuáles son los desafíos al realizar investigaciones con perspectiva de género?

Yo creo que ahí pasa lo mismo que en muchas áreas. Como tenemos muy pocos núcleos de investigación y pocas líneas de investigación, se hace difícil. La construcción del conocimiento debe ser colectiva, donde se retroalimenta con los pares y se investiga en grupos. Entonces, el primer desafío es construir una comunidad académica más amplia de manera a que estas discusiones, cuando uno escriba un artículo, haya un grupo que lea, dé críticas y comentarios para aumentar la calidad de lo que uno investiga y produce.

Otro desafío es garantizar una carrera de investigación estable. Que las jóvenes o los jóvenes, una vez que empiecen a investigar, puedan proyectar su vida en la investigación. Todavía esa carrera es muy volátil. Como no tiene enfoque de género la carrera de investigación, una mujer que investiga deja de hacerlo cuando tiene un hijo, por ejemplo, y ahí pierde el país todo lo que invirtió antes.

También tenemos como desafío la construcción de líneas de investigación, y la consolidación de la economía feminista como una disciplina en el país, con una comunidad académica discutiendo todo el tiempo.

Hay muchas jóvenes escribiendo desde la economía feminista pero yo creo que falta organización en ese sentido. Sí se están consolidando áreas como la sociología o la ciencia política con este empuje que le están dando los jóvenes porque, hay que reconocer que los que tenemos más edad, tenemos una fuerte herencia de la dictadura.

También hay un rol muy importante desde los medios de prensa, de darle relevancia a otras personas, otras investigaciones realizadas por autoras que se las ve menos, tal vez porque están iniciando la carrera. Hay una responsabilidad de la prensa de generar memoria, y cuando sale una investigación darle voz a las nuevas generaciones. Además, hay una responsabilidad del lado de las jóvenes de darse a conocer a través de la conformación de una asociación.

¿Cuáles son algunos temas urgentes que requieren investigaciones con perspectiva de género?

Todo el tema del cuidado. Necesitamos fortalecer el cuidado y el empleo, la inclusión económica. Necesitamos tener muchas más investigaciones en el área económica sobre cuáles son, a mediano y largo plazo, las ocupaciones o los sectores económicos que se van a expandir. De manera que el sistema educativo y la formación para el trabajo generen información y que las mujeres sepan qué estudiar, hacia dónde hay oportunidades. Eso tenemos que definir en función de dónde están las potencialidades en Paraguay y unir eso a la oferta de trabajo de las mujeres.

Otro ámbito tiene que ver con cuáles son las restricciones que tienen las mujeres para salir a trabajar. Sabemos que es el tiempo, la sobrecarga y sabemos que hay medidas, pero ¿cuáles son las medidas que en un contexto son prioridades? ¿Cómo hacemos para generar un sistema educativo que haga que los hombres también sean responsables del trabajo de cuidado? ¿Qué tenemos que incorporar en los curriculum?

Hay muchísimas preguntas a resolver para hacer buenas recomendaciones de políticas y que, una vez que se implementen, sean eficientes y eficaces. Esto se puede garantizar solamente con buenas investigaciones y con buena evidencia empírica. Conocer bien los problemas, ver hacia dónde nos vamos, hacer buenas recomendaciones, diseñar buenas políticas, implementar buenas políticas.

 

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Alejandra es reportera en Ciencia del Sur. Licenciada en periodismo por la Universidad Autónoma de Asunción, se ha desempeñado en distintas área de la comunicación para empresas y organizaciones de la sociedad civil. Fue una de las ganadoras del Premio Nacional de Periodismo Científico de Paraguay en 2019 y en 2022. Forma parte de la Red LATAM de jóvenes periodistas, iniciativa de Factual y Distintas Latitudes.

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