Universidad Católica de Asunción, Facultad de Filosofía
Histórica sede de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Asunción en el microcentro capitalino (Foto: Wikimedia)
12 min. de lectura

 

La Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” (UCA) es una de las más antiguas de Paraguay. Ofrece las carreras de Comunicación Institucional, Periodismo, Publicidad, Historia, Sociología, Ciencias Políticas, Psicología, Educación Parvularia y Filosofía. Pese a sus más de 60 años de trayectoria y liderazgo en investigación académica del área, esta institución hoy se encuentra en un “laberinto gris”, según una carta abierta de la asociación de profesores.

Inicia el año académico con carreras con pocos alumnos, cátedras inhabilitadas o aún virtuales, sin líneas de investigación, reclamos laborales y tanto estudiantes como docentes temerosos de represalias de las autoridades. A todo esto se suma la actual crisis de liderazgo de la universidad por la denuncia de acoso de uno de sus profesores, el cual ha sido defendido por el rector Narciso Velázquez.

Por su parte, las y los docentes de la facultad reclaman la falta de garantía de sus derechos laborales, situación que vienen denunciando desde 2020 y que, según comentaron a Ciencia del Sur, en este tiempo no han obtenido respuestas ni posibles soluciones.

“Y ante el reclamo al director de Ciencias de la Comunicación, ni siquiera se ha recibido una explicación, sino la respuesta de que ‘son órdenes’. Hasta el momento no se realizó ninguna reunión, ni siquiera una llamada telefónica, y es evidente que la Directora Académica mintió a nuestros representantes docentes al decir que se haría una convocatoria de reunión a los docentes afectados. Todos son hechos consumados sin mecanismo oficial de consulta. Solo a través de circulares o resoluciones telegráficas sin derecho a consultas vamos recibiendo informaciones a cuentagotas”, ya había expresado públicamente la asociación en febrero de 2021, reclamos que todavía sostienen 4 semestres después.

Órdenes y decisiones unilaterales por parte de las autoridades de la Facultad de Filosofía de la UCA han marcado la historia reciente de la institución, mecanismos antidemocráticos que han afectado a sus diferentes estamentos.

La crisis de 2017, desvinculación del decano y toma por el estatuto

Toma de la facultad de filosofía en 2017
La toma estudiantil de la facultad a mediados de 2017 (Foto: Retoma UCA).

La situación en la que hoy se encuentran docentes y estudiantes dentro de esta facultad de la UCA tiene un largo historial, según comentaron en entrevista varios estudiantes y docentes que prefirieron guardar el anonimato por temor a represalias laborales o académicas.

Luego de la toma por parte de estudiantes, docentes y trabajadores de la institución en 2017, la situación fue empeorando. Con una pandemia de por medio, entre 2020 y 2022, también se fueron asentando estas irregularidades, que hoy día dejan a un centro educativo sin soluciones a problemáticas cotidianas como clases con muy pocos estudiantes y docentes que pierden horas cátedras por materias que directamente no se habilitan.

En agosto de 2017, estudiantes de la facultad decidieron tomar la sede central de la universidad como medida de protesta. Unas semanas antes habían notificado a José Antonio Galeano su desvinculación como decano de la facultad. Galeano había tramitado su jubilación, confiando en que esta decisión no implicaría dejar su cargo administrativo.

El movimiento estudiantil buscaba que Galeano terminara su periodo como decano, para que luego se realizaran las elecciones correspondientes. También pedían que renunciara el rector Narciso Velázquez —a quien no consideraban con la capacidad para el manejo de la crisis que se estaba viviendo— y, como principal bandera, un cambio del estatuto aprobado en 2014. A las medidas de protestas también se sumaron docentes y funcionarios de la institución.

“Nos parecía que el estatuto facilitaba que se tomaran decisiones poco democráticas”, recordó Aurora Lezcano, quien participó de la toma y luego vivió una persecución judicial de años por parte de la universidad. “Tanto el estamento docente como el estudiantil no tienen poder de decisión; no tienen ni siquiera voto en las decisiones que se toman con respecto a la universidad, algo que sí teníamos en estatutos anteriores, pero se fueron recortando derechos de docentes y estudiantes”.

Esta acción de protesta se dio en un momento de ebullición del movimiento estudiantil en Paraguay. En 2015 y 2016 se llevaron adelante otras luchas por parte de estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (“UNA No Te Calles”) y por estudiantes secundarios que tomaron colegios exigiendo la destitución de la entonces ministra de educación, Marta Lafuente. Dos años después, estas medidas de manifestación ya se encontraban analizadas y desgastadas.

La toma duró 45 días, sin que las exigencias de las y los estudiantes fueran conquistadas. El día que terminó, estudiantes, docentes, funcionarios y autoridades firmaron un acuerdo en la Fiscalía General del Estado, donde la universidad se comprometió a no perseguir judicialmente a quienes formaron parte de las medidas. Esto no se cumplió. Cuatro estudiantes, una exestudiante y un docente fueron imputados y acusados. Cinco de las 6 personas decidieron aceptar la suspensión condicional del procedimiento para evitar ir a juicio oral.

Aurora Lezcano continuó el proceso judicial por 5 años más, hasta que en 2022 fue absuelta de culpa. En septiembre del año pasado, anularon esta sentencia y declararon extinta la causa. El abogado de la estudiante explicó al diario Última Hora que, gracias a esta última decisión judicial, la universidad no correrá con los gastos. Es decir, al final nuevamente salió beneficiada la institución.

El caso de Aurora Lezcano fue paradigmático por ser la primera estudiante de la UCA en ser judicializada por ejercer el derecho de manifestación. “Es el ejemplo de la sistemática violación del derecho a la protesta social en Paraguay a través de canales legales que son utilizados para criminalizar y en consecuencia disuadir, intimidar e impedir a la ciudadanía ejercer este derecho”, escribió la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay.

Aurora recalcó que, durante las acciones de 2017, la universidad no intentó conversar con los estudiantes. “Se plantea un problema, se plantean soluciones, se buscan alternativas para la resolución de conflictos y las autoridades se llaman a silencio”, comentó a Ciencia del Sur.

Una lucha histórica por la participación democrática

José Antonio Galeano, decano destituido
Jorge Lara Castro fue decano interino tras la destitución de José Antonio Galeano (Foto: Retoma UCA).

La toma de 2017 no fue la primera vez que estudiantes, docentes y funcionarios de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la UCA exigían una participación democrática en la toma de decisiones de la institución. En 2006 estudiantes y docentes se pronunciaron en rechazo al estatuto que se estaba elaborando en ese momento. Estudiantes de la facultad cerraron los portones y permanecieron en vigilia fuera de la sede, reclamando rebajas en las cuotas y que sus voces sean escuchadas en la reforma estatutaria. A este hecho lo llamaron el “candadazo”.

En 2008 —en un contexto político donde por primera vez en más de 60 años la alternancia ganó las elecciones presidenciales al Partido Colorado— los estudiantes de la universidad tomaron la sede central como acción en contra de la designación de José Antonio Moreno Rufinelli como rector por su vinculación a la dictadura estronista.

En 2015, funcionarios de la UCA se manifestaron en contra de los recortes de beneficios económicos adquiridos hasta entonces. Además, denunciaron que el rector Velázquez prohibió “la reunión de la asamblea en horario laboral, no reconoce el trabajo realizado para la aplicación de la promoción salarial y se niega a pagar horas extras”.

Una persona vinculada a la facultad que prefirió guardar el anonimato mencionó que la designación de José Antonio Galeano como decano de la Facultad de Filosofía en 2015 también respondió a un contexto de tensiones dentro de la institución. Los estudiantes habían reclamado la falta de participación en el proceso de elaboración del estatuto de 2014, rechazando los métodos para la elección de autoridades, donde los estudiantes no contaban con poder de decisión.

Galeano era docente del curso probatorio de ingreso y del primer año en la Facultad de Filosofía, un docente querido y carismático, recordó un exestudiante. “Recibimos bastante bien la designación de José Antonio, siempre teniendo en cuenta que nosotros no lo pusimos en ese puesto”, mencionó.

En 2016, las fricciones entre el decanato de la facultad y el rectorado aumentaron, analizó una de las personas que accedió a una entrevista anónima con Ciencia del Sur. Ese año se llevó a cabo un seminario de género en la facultad, donde saltaron denuncias de acoso por docentes hacia estudiantes. Esto también hizo que se instale en los debates la categoría de “género”, recibiendo rechazo por el sector más conservador de la institución.

Ante estas situaciones, las estudiantes de diferentes facultades de la UCA se organizaron para crear un protocolo contra el acoso, el cual fue archivado.

“El rector Narciso Velázquez argumentó la acogida del decano a su jubilación como docente y su incompatibilidad con el ejercicio de su cargo como decano. En realidad, detestaba que el decanato mostrara apertura y dialogue, por ejemplo, con las compañeras de la Plataforma de Universitarias Feministas que denuncian casos de acoso en la universidad”, escribió Montserrat H. Fois, politóloga egresada de la facultad.

Posterior a la toma, mudanza y poda

carpa de protesta de sindicatos de la UCA
Carpa de funcionarios instalada fuera de la facultad (Foto: Frente Estudiantil por la Educación).

En noviembre de 2017, la Lic. Stella Olmedo fue designada decana de la Facultad de Filosofía pese a haber recibido pocos votos en el claustro docente. Ella escribió un artículo donde habló sobre la necesidad de que la UCA sea “podada” para que dé “buenos y abundantes frutos para la Iglesia”. En esa misma reflexión, señaló a una docente que se pronunció a favor de las personas con orientaciones sexuales disidentes.

Unos días antes de Navidad en ese año, 4 funcionarios líderes de ambos sindicatos de la UCA fueron despedidos. Las centrales sindicales denunciaron que este hecho se enmarcó en una persecución que tuvo como objetivo el descabezamiento de los sindicatos.

Cuando finalizó la toma, las autoridades decidieron reubicar a la Facultad de Filosofía. De la sede central de la universidad, todas las carreras de Filosofía fueron llevadas a la escuela Santa Luisa de Marillac y al colegio La Providencia, donde actualmente continúan las clases.

Nos mandaron a una escuela para niños y niñas. Toda la infraestructura de la clase está destinada para niños y niñas. Entonces era muy incómodo sentarse, los pupitres eran bajos, estaban sucios, algunas veces las clases estaban sucias. Toda la infraestructura edilicia era precaria”, recordó una estudiante que dio la entrevista anónimamente.

En febrero de 2018, la universidad comunicó que el cambio se debía al inicio de la construcción del nuevo edificio dentro del colegio La Providencia y al estado de deterioro que presentaban las aulas donde se realizaban las clases hasta ese momento. También notificaron sobre el reacondicionamiento de las aulas de la escuela y el colegio.

La estudiante también recordó que varios docentes históricos decidieron renunciar, decepcionados por el proceso, y en su lugar se incorporaron personas con una línea más conservadora, especialmente en las materias vinculadas con la enseñanza católica.

Durante 2018 y 2019, el departamento de investigación de la facultad también sufrió un impacto. La estudiante mencionó que durante el periodo de José Antonio Galeano surgieron iniciativas de líneas de investigación por parte de estudiantes, y que estas fueron recortadas.

Consultado por Ciencia del Sur, el Dr. Orlando Pérez, director del departamento de Posgrado e Investigación de la facultad, mencionó que durante esos años hubo una “intensidad menor en lo que es el aspecto de la investigación” y que, a partir de 2020, se retomaron más actividades. Explicó que hoy no trabajan con líneas de investigación como tal sino en áreas temáticas como innovación y educación.

Con la pandemia que inició en 2020, funcionarios también se enfrentaron a la pérdida de derechos establecidos en el contrato colectivo. En diciembre de ese año, trabajadores de toda la UCA se manifestaron y denunciaron más de 80 despidos durante la crisis sanitaria.

En 2022, con las medidas sanitarias ya derogadas, las clases de la facultad continuaron de forma virtual, con excepciones en carreras como psicología y comunicación, que iban de forma híbrida e intercalada.

Para el primer semestre de 2023, las clases continuarán de forma mixta para las carreras de psicología y comunicación; y para las de ciencias sociales, la modalidad dependerá de la solicitud de los docentes y del tipo de materia.

Los reclamos de hoy

manifestación de estudiantes en la esplanada de la catedral de Asunción, a una cuadra de la Facultad de Filosofía de la UCA
Manifestación de estudiantes en la esplanada de la catedral de Asunción, a una cuadra de la Facultad de Filosofía (Foto: Retoma UCA).

En diciembre de 2022, la asociación de profesores se pronunció públicamente por la vulneración de derechos laborales dentro de esta casa de estudios. Buscaron entablar un diálogo y planificar soluciones con las autoridades, sin obtener respuesta alguna.

Reclaman que varios docentes fueron pasados al régimen de horas bloque, con el cual el pago total se realiza al final del semestre y no se contabilizan las horas cátedra, sino que ya se estipula un monto general. Este método de pago inició para los seminarios, pero hoy se aplica a materias curriculares, lo cual puede ocasionar una pérdida de remuneración a los docentes.

También denuncian la fusión de cátedras o el cierre de materias debido a la falta de estudiantes y a cambios en la malla curricular, dejando a docentes fuera y afectando su seguro social o el promedio de docentes próximos a jubilarse.

“Se han desconocido sistemáticamente los derechos adquiridos de los docentes, tanto que algunos optaron por renunciar; tampoco sabemos cómo se ha dado el proceso de reemplazo ni las convocatorias. No sabemos la cantidad de nombramientos que se hicieron. No existe interés de escuchar al estamento docente, ya que hemos propuesto alternativas para superar esta crisis”, pronunciaron en la carta.

Ante la falta de estudiantes matriculados, la Asociación propuso planificar campañas de comunicación para la promoción de las carreras. Esta propuesta fue agradecida pero no activada por parte de las autoridades.

“Mientras la matriculación siga siendo la única forma de ingresos prevista por la Universidad, seguiremos en este camino sin retorno, precarizando la labor docente que finalmente afectará al estudiantado”, concluía la carta abierta.

Los y las docentes no son los únicos afectados por la falta de matriculados. Las y los estudiantes también deben ocuparse de la tarea de juntar una cantidad mínima de compañeros para que algunas materias sean habilitadas y puedan terminar de cursar en tiempo.

“El año pasado yo tuve que pelear muchísimo para que abrieran cuatro materias que me tocaban tomar en un mismo semestre. Yo directamente no iba a cursar estas materias, porque ellos se negaban a abrir. Tuve que moverme muchísimo y encontrar otra gente que se quiera inscribir. Muchas de las cátedras ni tenían docentes”, reclamó Analía Piris, estudiante de la facultad.

Las clases virtuales lograron que la relación entre estudiantes, docentes y autoridades perdiera aún más fuerza. Al consultar con la presidenta y vicepresidenta salientes del centro de estudiantes de la facultad sobre la situación de los docentes, comentaron que desconocían los reclamos.

“Los estudiantes no nos estamos viendo las caras”, reflexionó Analía. “De hecho, no nos conocemos muchos de nosotros porque las clases presenciales todavía no fueron retomadas. Y hay una desarticulación del estudiantado en ese sentido. El movimiento estudiantil está casi ausente”.

Los espacios de diálogo y construcción colectiva con autoridades de la facultad también disminuyeron en los últimos años. Un docente, de manera anónima, comentó que los claustros de profesores ya no son encuentros para entablar un diálogo entre ellos y las autoridades, sino que es “una suerte de rendición de cuentas” sobre temas como tesis o la cantidad de egresados, pero que no se abre la discusión a los problemas y a sus soluciones.

Con materias sin docentes que no se habilitan y la falta de estudiantes, Analía comentó que la facultad está ofreciendo carreras que existen pero que las están asfixiando presupuestariamente.

Presentación del nuevo edificio de la facultad de filosofía de la UCA
Pese a recortes de horas cátedra a docentes y falta de interés en promocionar sus carreras, la facultad construye un moderno edificio (Foto: UCA).

“Nos están negando el derecho a la educación y a terminar una carrera que ellos ofrecen, pero que al final se niegan a abrir las materias porque no son rentables. Entonces están priorizando ganar dinero antes que ofrecer un servicio educativo”, reclamó.

Ante un pedido de entrevista sobre la carta abierta de los docentes, la decana Stella Olmedo respondió a Ciencia del Sur que no tenían nada que comentar sobre las “opiniones ahí vertidas”.

“Nuestro trabajo está a la vista y el servicio académico que ofrecemos es evaluado en un constante feedback con los estamentos involucrados”, mencionó en su respuesta. Consultada repetidamente por correo electrónico acerca de la frecuencia y canales de dicho feedback, de la promoción de carreras con pocos alumnos y de la infraestructura para clases presenciales, no obtuvimos respuesta.

Mientras estudiantes y docentes se enfrentan a estos problemas cada semestre, sin respuesta por parte de las autoridades, la facultad está en proceso de mudanza a un nuevo edificio que se construyó en los últimos años dentro del colegio La Providencia. Las y los estudiantes ven la nueva edificación aparentemente terminada cada vez que van a rendir, pero aún desconocen cuándo retomarán las clases presenciales en esa nueva sede.

Varios docentes consultados por Ciencia del Sur para realizar este reportaje se negaron a dar declaraciones. Otros aceptaron la entrevista de forma anónima por miedo a represalias de la facultad. Lo mismo ocurrió con estudiantes.

Crisis dentro de la Iglesia paraguaya

Narciso Velázquez, rector de la UCA
Presbítero Narciso Velázquez, rector de la Universidad Católica (Foto: UCA).

La Universidad Católica de Asunción fue fundada por la jerarquía católica de Paraguay a finales de la década de 1950. La máxima autoridad se denomina el Alto Gobierno, ejercida por el “gran canciller”, electo por la Conferencia Episcopal Paraguaya. Francisco Javier Pistilli Scorzara ocupa este cargo desde noviembre de 2022. Anteriormente, lo ocupaba Edmundo Valenzuela, exarzobispo asunceno, desde 2014.

Al Alto Gobierno de la Universidad “le corresponde asegurar la consecución de los fines para los cuales se creó la Universidad Católica, velar por su identidad, estabilidad, desarrollo y progreso; exigir el fiel cumplimiento del Estatuto y dar las orientaciones que han de regir su vida”.

Hace unos días, el cardenal y actual arzobispo asunceno, Adalberto Martínez, solicitó al rector Narciso Velázquez la destitución de Cristian Kriskovich, docente de la Facultad de Derecho quien fue denunciado por acoso sexual en 2013 por su entonces estudiante Belén Whittingslow. El pedido sería por el “bien y tranquilidad” de la comunidad educativa.

Adalberto Martínez, el primer cardenal paraguayo
Adalberto Martínez se convirtió en el primer cardenal paraguayo en agosto de 2022 (Foto: Arzobispado).

El caso iniciado por la estudiante fue desestimado por la justicia, y Kriskovich pasó a la ofensiva, presentando una demanda en su contra por daños y perjuicios. Luego de esto, Whittingslow solicitó refugio en Uruguay, donde sigue hasta la fecha. Desde febrero de 2023, su madre se ha encadenado frente al Palacio de Justicia, exigiendo que se resuelva una acción de inconstitucionalidad presentada sobre el caso.

Velázquez aseguró que analizarán la solicitud en el consejo de gobierno y justificó la permanencia de Kriskovich, mencionando que fue sometido a un proceso judicial y también a otro dentro de la universidad, de los cuales fue sobreseído, según comunicó ABC Color.

Edgar Servín, asesor jurídico del arzobispado de Asunción, comentó a ABC Cardinal que esta es la eclosión de una crisis que lleva muchos años, donde se generó un “proceso de construcción paralelo del poder, contrario a los objetivos de la iglesia y de la Universidad Católica”.

Según el periodista y analista Alfredo Boccia, existe una puja de poder entre dos sectores de la Iglesia Católica en Paraguay. Por un lado, el cardenal Martínez, alineado con el papa Bergoglio, y uno más conservador representado por el rector Velázquez y ex gran canciller Valenzuela. Rodrigo Cuevas, abogado de Whittingslow, denuncia que este último grupo influye en la justicia gracias a sus cupos de poder en el Consejo de la Magistratura y en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Además, Velázquez ocupa extemporáneamente la presidencia del Consejo Nacional de Educación Superior, según el Ministerio de Educación y Ciencias.

El periodo de la decana Stella Olmedo y del rector Narciso Velázquez culmina en 2025. En estos dos años que quedan, tienen la decisión de reconstruir una facultad con prestigio y comprometida con el desarrollo del pensamiento crítico o permitir que siga en esta decadencia.

¿Qué te pareció este artículo?

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (16 votos, promedio: 4,19 de 5)

Alejandra es reportera en Ciencia del Sur. Licenciada en periodismo por la Universidad Autónoma de Asunción, se ha desempeñado en distintas área de la comunicación para empresas y organizaciones de la sociedad civil. Fue una de las ganadoras del Premio Nacional de Periodismo Científico de Paraguay en 2019 y en 2022.

Compartir artículo:

6 COMENTARIOS

  1. Para comenzar, el Narciso comenzó a trepar en la era Lugo. A estos renegados, el «valle ilustrado» Narciso a quien hay que quitarle las alas y, al degenerado Kriskovich, lo mínimo que amerita hacer con urgencia ante la propia discreta sugerencia del Santo Padre, es expulsarlos de la desprestigiada UC por «mala praxis, inmoral conducta y descarada rebeldía» en el ejercicio respectivo de delicadas funciones en la UC; y por falta de respeto y desacato para con los enviados por el Papa Francisco.

    • El ataque viene de otros estamentos, eso de degenerado, o carreras no habilitadas, o profesores no preparados, o la parte laboral no equilibrada, por supuesto se debe gerenciar un ejemplo nada mas carreras no habilitadas, estando mas de 20 años en funcionamiento viene el CONES y por no estar pintado de tsl o cual color o no hay dos puertas no te habilita o por no tener el sello de mesa de Entrada, además funcionarios que protestan hsy en todos los lugares, también acusar por acusar nada mas cuando la mentira es mas grande se magnífica para darle el gusto a un colectivo que ataca la esencia misma del ser paraguayo Mama, papa hijo y cree que todo es lo que parece, la Constitución Nacional es muy claro, no hay Genero si hay Mujeres y hombres, en el caso de Profesores y bueno ya no esta Albert Eiteins, cada uno es responsable de su aprendizaje

  2. Un análisis creo que ponderado, mostrando los aspectos clave del conflicto que empezó y no se atina, por parte de las autoridades de la UCA, a darle una acertada solución. Con la poca predisposición al diálogo y el autoritarismo, poco es lo que se puede esperar. Hubo tiempos mejores en el gobierno de la UCA.

  3. En el libro «60 años de Universidad Católica. Una historia de marchas, contramarchas y contradicciones», publicado con los auspicios de la Asociación de Profesores de la Facultad de Filosofía, se describe el proceso de involución experimentado por la Universidad Católica en tanto universidad, hasta llegar a la actual fase autoritaria de la mano del clericalismo instalado por la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).

Dejar un comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí