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Por Aldo Caballero*

El mundo de la propiedad intelectual va más allá de solo marcas o patentes, es un conjunto de leyes tan amplio y de situaciones tan dinámicas que exige muchísimo a los profesionales del Derecho y aún más a los investigadores.

Recordemos que hace apenas 10 años Netflix, cuyo producto principal es propiedad intelectual pura, no existía, y ocasionó el cierre de florecientes negocios; algo semejante ocurrió con el iPhone, cuya aparición en el mercado marcó un antes y un después, impactando seriamente sobre los derechos de propiedad intelectual.

Si bien existen tratados Internacionales sobre propiedad intelectual, cada país tiene libertad de implementar disposiciones que regulen o adapten dichos acuerdos. Un ejemplo claro es el software o sistemas informáticos: en la mayor parte de los países son protegidos como derechos de autor y en otros, sin embargo, como propiedad industrial, permitiendo que dichos sistemas sean patentables. Al respecto, la legislación de Paraguay y prácticamente de toda la región protege los programas informáticos bajo leyes de derecho de autor.

Cómo solicitar una patente en Paraguay

Para ilustrar someramente el proceso de solicitud de patentes podemos mencionar que empieza desde la redacción misma de la solicitud. Ésta debe ser realizada por personas capacitadas, ya que el documento tiene su propia estructura y lenguaje. Una falla en la redacción puede significar la aceptación o el rechazo, o incluso limitar los alcances de los derechos de la invención.

Con la presentación de la solicitud de patente se debe abonar la correspondiente tasa para iniciar los trámites. En caso de no cumplirse con este pago, la solicitud no podrá avanzar.

Una vez abonada dicha tasa, la solicitud entra en un periodo llamado «de sigilo» por 18 meses. En este periodo las oficinas pueden realizar el «examen de forma» para verificar que la solicitud cumple con los requisitos documentales y administrativos.

Este tiempo el titular lo puede utilizar para presentar la solicitud en otros países de su interés. Debemos recordar que la ley otorga la patente en un territorio específico, normalmente según el potencial comercial del mismo. Esto significa que se debe proteger la invención en todos aquellos países que serían prioridad para la comercialización posterior (si bien éste no debe ser el único motivo).

Es de notar que existen Tratados de Cooperación en materia de Patentes (PCT) cuyos plazos internacionales duran más de 30 meses, a los que se debe sumar la fase nacional de 18 meses, llegando así a 4 años solo en cumplimiento de plazos legales.

Terminado el periodo de sigilo, el expediente obtiene la «orden de publicación». Esto llevará 2 meses más, ya que es el tiempo normal a la espera de alguna oposición. En caso de que algún tercero presente objeciones, la solicitud entra en litigio y tienen plazos propios que pueden durar bastante.

Presentada las pruebas de las publicaciones realizadas y si no hay oposición, el documento será sometido a un «examen de fondo», donde técnicos especialistas deben revisar toda la documentación técnica y verificar que se cumplan los requisitos de novedad (debe ser novedad absoluta), nivel o altura inventiva (no debería ser obvio para quien conoce el campo técnico del invento) y aplicación industrial (debe poder reproducirse en serie) .

Previo a esto, el solicitante debe abonar la tasa correspondiente al examen de fondo. En nuestro país el costo llega a 7 jornales (aproximadamente US$100, uno de los más bajos de la región); en Estados Unidos o la Unión Europea puede costar desde US$5 mil hasta US$15 mil.

Durante el examen de fondo la solicitud es estudiada exhaustivamente por los especialistas de cada área, lo cual puede significar el análisis de una veintena de hojas hasta varias carpetas con miles páginas (en caso de patentes del sector farmacéutico, por ejemplo). Esto sin tomar en cuenta igual o mayor cantidad de material de consulta, de alto contenido técnico disponible mundialmente.

Esta tarea puede consumir varios meses o incluso años. De ahí que desde el momento de la presentación de la solicitud hasta la concesión puedan pasar 3 a 5 años o incluso más en algunos casos.

Por dicho motivo se dice que es un «derecho en expectativa», ya que si bien el derecho fue solicitado, las oficinas deben estudiar caso por caso y solo se lo podrá ejercer una vez retirado el registro de patente. Desde el mismo momento de la presentación de la solicitud debe abonarse una tasa anual de la patente. En caso de no hacerlo, la solicitud o la patente caducará.

Durante todo el proceso existen situaciones que pueden extender los tiempos, tales como falencias en la documentación, falta de seguimiento de los agentes, falta de pagos de tasas, pedidos de revisión, cambios en la legislación, demoras por acumulación de solicitudes, oposiciones de terceros, etc.

Patentes frente a la innovación constante

La inteligencia artificial aplicada a los vehículos sin conductores presenta desafíos para las patentes. (Roman Boed)

Respecto al mundo de las patentes, un concepto poco conocido es el de la novedad; toda invención debe tener novedad absoluta, mundial. Se debe cumplir obligatoriamente este requisito.

Existen bases de datos públicas y gratuitas para consulta y a las que un investigador debe acudir aún antes de empezar sus procesos investigativos, ya que allí (además de las publicaciones científicas especializadas) pueden encontrar «el estado de la técnica». Es decir, hasta donde ha avanzado la ciencia o la tecnología en una determinada disciplina.

Sería una buena práctica tomarse tiempo y consultar estas bases de datos antes de realizar investigaciones, con ello se evitarían pérdidas enormes de recursos.

Con el desarrollo de nuevas tecnologías aparecen nuevos desafíos, situaciones inéditas incluso para viejas soluciones. Un caso interesante se refiere al uso de la inteligencia artificial en los vehículos autónomos.

¿De quién es la responsabilidad legal en caso de accidente fatal a terceros cuando el vehículo fue guiado por un sistema, del fabricante, del programador, del dueño del vehículo, del técnico que no actualizó el sistema?

Incluso plantea cuestiones morales como ante una situación de inminente peligro. Si se sabe que alguna persona sufrirá un daño irreparable o incluso la muerte, ¿a quién elegirá salvar el sistema? ¿Al de menor edad, al mayor, al conductor o al transeúnte?

Respecto a viejas soluciones con nuevas aplicaciones podemos mencionar el propio celular, que antes solo servía para comunicaciones de voz y hoy es apena una de sus más variadas funcionalidades.

El mundo de las patentes no es algo estático sino un proceso vivo que se debe ir ajustando a los avances tecnológicos y de la ciencia. Consultar las bases de datos de patentes es la forma más inteligente de aprovechar los conocimientos para elaborar nuevas soluciones y mejorar nuestra calidad de vida.

*Aldo Caballero es director de Innovación y Desarrollo Empresarial de la Dirección Nacional de la Propiedad Intelectual (DINAPI) y especialista en economía del conocimiento.

 

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