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Por Aida Flecha ∗∗

En Paraguay existen cuatro universidades que ofrecen la licenciatura para el área de indumentaria y textil cuyos currículos están enfocados en formar creativos y profesionales capaces de crear, dirigir sus propios proyectos del mundo de la moda y el diseño.

Pero, ¿satisface realmente las necesidades del mercado nacional el material textil disponible? Los nuevos licenciados posiblemente dirán que no. ¿La razón? Internacionalmente la moda se encuentra en constante avance, desde prendas tecnológicas, aprovechamiento de desperdicio, nuevas fibras textiles, etc.

Sin embargo, eso no desembarca aún en el país; la variedad y calidad de los tejidos son puntos que hasta ahora se cuestionan al momento de la selección para realizar y confeccionar los diseños, razón por la que en ocasiones se opta por tejidos disponibles en países vecinos.

Académicamente, la maestría en el área es materia pendiente, por más de que el diseño de moda como tal tenga ya más de 15 años de existencia en Paraguay. Hasta el momento no se encuentran posgrados de maestrías como el que tiene la Universidad de São Paulo, como ejemplo, el cual permite optar por las líneas de procesos textiles o diseño. Ciertamente existen antecedentes, pero lamentablemente no han tenido el impacto necesario para ser permanentes, al menos en 2017.

A pesar de tener varias industrias textiles, no se cuenta aún en Paraguay con posgrados en el área de investigación, desarrollo e innovación textil, y menos con la carrera de ingeniería textil. La carrera más cercana a ella sería la de Ciencias de los Materiales de la Universidad Nacional de Asunción, pero tampoco es suficiente.

Teniendo en cuenta esta situación, la duda no confirmada todavía es, ¿de dónde son los profesionales específicos del área textil de estas industrias? Ciertamente se pueden contratar a investigadores de otras áreas para crear un equipo que cumpla con las funciones del ingeniero textil o contratar a uno externo; pero acaso ¿no sería más factible y práctico poder contar con un profesional especializado en áreas de diseño o innovaciones textiles que se encuentre en el mismo país que estas industrias?

Volviendo al punto de las innovaciones del mundo de la moda, ciertos países se han enfocado en aprovechar los desperdicios locales convirtiéndolos en productos sustentables con impactos positivos para el ambiente y la economía misma; a partir de la búsqueda de soluciones alternativas que no dañen al planeta y no desperdicien mucha agua.

Así se ha logrado realizar prendas a partir de la fibra de la naranja, de las hojas que se tiran luego de la recolección de las piñas, telas de algas y pigmentos de tulipanes, ropas a partir de la fermentación de vino y cerveza, también se ha aprovechado el tallo del bananero para la realización de diversos materiales (en Brasil existen comunidades que se dedican a realizar artesanías a partir de este tallo).

Estas son solo algunas de las tantas experiencias de aprovechamiento de elementos naturales que existen en el mundo.

En Paraguay se tiene el caso del Caraguata, fibra que es transformada en hilos para luego utilizarse en la realización de los populares bolsos; la industria de la seda de Hernandarias; la del algodón de Pilar; así como a las hojas del Caranday, utilizadas para la realización de diversas artesanías; incluso se puede contar con la palma, la cual aparece cada Domingo de Ramos.

Sin embargo, también se cultivan piñas y bananas en este país, por lo que esas experiencias extranjeras podrían ser bien aplicadas a nivel nacional para todo lo que abunda y se desperdicia, generando así innovaciones que satisfagan las necesidades de los nuevos profesionales y de la industria nacional.

A pesar de todo queda otra duda: ¿Existe un futuro para el desarrollo de las fibras naturales en Paraguay?

Aún existen recursos que se deben aprovechar y cuidar, porque todo uso indiscriminado puede llevar a la extinción. Se deberían crear políticas que regulen la producción y el uso de estos recursos y lo ideal sería lograr resultados positivos para todos los integrantes de la sociedad.

Empero, no se puede lograr avance alguno si no se invierte en investigación textil. Es necesario el trabajo colaborativo entre las organizaciones que llevan la batuta internacionalmente: invertir en investigaciones, ofrecer posibilidades de formación y especialización a través de programas de posgrados. Ciertamente al principio no será muy accesible, aunque sea lo ideal, pero al menos debe estar disponible.

∗Artículo que obtuvo el tercer lugar entre los trabajos presentados en el I Seminario de Comunicación Científica Digital de Asincyt y Ciencia del Sur.

∗∗ Aida Flecha es licenciada en Diseño de Indumentaria Escénica y Urbana de la Universidad Nacional de Asunción. También pasó por el programa de Jóvenes Investigadores de la UNA y es egresada de la primera promoción de divulgadores de Ciencia del Sur.

 

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