En menos de un mes se realizaron dos manifestaciones frente al Conacyt. En ambas se exigió que una persona que entienda de ciencia presida la institución. (Ciencia del Sur)
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Por Dr. Carlos Galeano Ríos *

-¿Por qué hacer ciencia en Paraguay?

La ciencia es una apuesta al futuro, es la búsqueda de los conocimientos que definirán el mañana; y, en un país en el que para mucha gente está en la duda si va a comer hoy, el mañana parece una cuestión secundaria.

Sin embargo, a la larga sale muy caro no hacer esa apuesta, porque son precisamente los nuevos conocimientos los que nos permiten cambiar nuestra situación, ya sea diseñando métodos para aumentar la productividad del campo o informando políticas públicas que buscarán reducir el hambre y la pobreza.

Muchas veces escuchamos que los países pobres no tienen que hacer ciencia. Este argumento suele seguir más o menos la siguiente línea: 1) Los países ricos van a hacer ciencia independientemente de que la hagamos nosotros o no, 2) No tenemos como competir con ellos para hacer ciencia de mejor calidad, 3) Podemos “avivarnos” y simplemente usar los resultados de sus investigaciones sin aportar a los descubrimientos.

La idea es más o menos que nos conviene ser una especie de polizón en el barco de los grandes.

Esta clase de argumentos proviene de una profunda incomprensión de las relaciones de poder que genera el conocimiento y de la ilusión de que se puede tomar como si nada el conocimiento de los otros sin ser partícipe de los procesos que condujeron al mismo.

La verdad no podría ser más distinta de lo que ese intento de “avivada” supone. Los países que desarrollan conocimiento se benefician y enriquecen gracias a este; y aquellos que no tienen personas capaces de seguir el ritmo de las investigaciones modernas, tampoco tendrán la capacidad de reproducir y adaptar a la realidad local los hallazgos ajenos.

-¿Cuál es el rol del Conacyt?

El Conacyt es en esencia el ministerio de la ciencia del Paraguay, y como tal es el encargado de ejecutar la política científica nacional. Este ministerio responde a una necesidad largamente postergada en el Paraguay, la de producir el conocimiento para un futuro mejor.

Como impulsor de la ciencia, el Conacyt debe establecer las prioridades con relación a la distribución de la cantidad limitada de recursos a algunas de todas las posibles investigaciones a las cuales estos se podrían asignar. Además, debe establecer sistemas que monitoreen el avance del conocimiento y los resultados logrados por las políticas que establecieron hasta el momento.

Sus funciones no están estrictamente limitadas a estas, pero digamos que son las principales.

-¿Cuáles serían algunos desafíos especiales que tienen quienes quieren hacer ciencia en el Paraguay?

Ciertamente hay muchos, y con seguridad habría que preguntar esto mismo también a quienes están trabajando en el Paraguay para tener una visión desde los protagonistas. Puedo, sin embargo, comentar algunas cosas que se hacen evidentes incluso para un observador externo como yo.

Primero diría que los científicos no están exentos de muchos problemas que afectan a todos. Uno de ellos es una especie de desconfianza de los paraguayos con relación a cualquier emprendimiento que utilice dinero público. Cosa por la cual no se puede culpar a la gente.

Los paraguayos han sido defraudados sistemática y sostenidamente por los administradores de los entes públicos, a tal punto que les cuesta creer que alguien reciba algo de estos sin malas intenciones. Eso se traduce en la presunción de culpabilidad ante cualquier acusación.

En la práctica, ocurre que basta decir “pero fulano luego cobra un sueldo/un subsidio de tal proyecto o emprendimiento del Estado” para que se entienda que fulano está robando. Se da así cabida a una casi infalible estrategia para embarrar a cualquier crítico, y para poner al mismo nivel que un planillero a alguien que bien puede estar tratando de aportar.

Un tema relacionado a este es el manejo de la expectativa de la gente con relación a los resultados prácticos de las investigaciones. Como hay tanta desconfianza, muchos paraguayos consideran que cualquier proyecto de investigación que no haya curado una enfermedad o creado una nueva revolución industrial fue una “comida de plata”, aunque el proyecto haya recibido diez millones de guaraníes y haya cumplido con todos sus objetivos.

Este tipo de expectativa errada proviene de una incomprensión de la naturaleza colaborativa y acumulativa de los descubrimientos. Además, pasa por una falta de entendimiento de todos los beneficios asociados a tener en el país personas capaces de entender y aportar a la solución de los problemas que actualmente buscamos resolver.

Idealmente, los investigadores deben ser docentes que faciliten la introducción a los programas de estudios de los últimos avances, algunos hechos por ellos mismos. Además, las universidades deben estar organizadas para que de esta manera la mayor cantidad posible de futuros profesionales se beneficie de este tipo de mejora.

Un buen matemático puede no traducirse, en términos de investigación, en nada más que abstractos teoremas que solo pueden ser apreciados por otros especialistas, pero a través de la docencia y de universidades organizadas adecuadamente debe traducirse en mejores economistas, estadísticos, ingenieros, etc. Es por esto que las facultades no pueden estar organizadas como feudos (como es el caso actual en las mayores universidades paraguayas).

Otro desafío relacionado a lo que mencioné arriba, es que en el Paraguay es tan frecuente la formación de roscas que la gente desconfía de sobremanera de la evaluación por pares. Pero en la ciencia, la evaluación de los trabajos de un especialista por otro es fundamental. Esto se debe al contenido exageradamente técnico de la mayor parte de los trabajos.

Es comprensible que se busque reforzar los controles del gasto público, pero hay que entender que la evaluación por pares no puede pasar a segundo plano.

Lógicamente también hay un desafío de llegar a un nivel de calidad alto en la mayor parte de los trabajos. El apoyo a la investigación en el Paraguay es relativamente reciente y eso significa que solo ahora empieza a ser viable dedicarse de lleno a desarrollar conocimiento.

Hay trabajos muy buenos que se han llevado adelante en el Paraguay de manera muy admirable, mismo en medio de un ambiente con mínimo soporte para investigar. Pero no podemos esperar que un avance sistemático sea sostenido por eventos excepcionales.

En la medida en que la profesión de investigador se vaya haciendo más viable y mejor apoyada por el Estado, el ambiente académico paraguayo va a atraer a mejores investigadores, va a motivar a las más brillantes mentes a apostar por la ciencia como forma de vida y va a volver más competitiva la profesión. Para evitar la famosa “fuga de cerebros”, hay que dejar de ser un lugar del cual los cerebros se quieren fugar.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología se encuentra en uno de los peores momentos de su historia tras una grave crisis en todo el 2019. (Ciencia del Sur)

-¿Por qué el Conacyt debe de ser liderado por un científico?

Existen varios motivos para que este sea el caso, pero empecemos por lo más importante. Se trata de un ministerio con una función extremadamente especializada y técnica. Tal vez la más técnica de todos los ministerios. No querríamos como ministro de salud a alguien que no sabe como se maneja un hospital, y por el mismo motivo no es deseable que una persona que no conoce de los manejos de los científicos lidere el rumbo de la política científica nacional.

Es muy cierto que no es estrictamente necesario ser médico para ser un buen ministro de salud, pero si uno no es un profesional de la salud con un amplio conocimiento de manejo de hospitales, campañas de prevención y afines; pues tendrá que estar fuertemente asesorado por personas que sí lo sean.

Además, esas personas deben confiar en uno. Si uno no tiene la confianza y el apoyo de los médicos, no puede liderar efectivamente el ministerio de salud. No solo eso, sino que para que tenga algún sentido que te nombren como ministro de salud sin ser un especialista de la salud pública o del proceder de los médicos, pues tendrás que traer algo muy especial que los médicos no puedan hacer.

¿Para qué tener un ministro con una característica en contra habiendo gente que tiene lo que este carece y además mayor idoneidad?

Por si esto fuera poco, como la cultura científica en el Paraguay es muy incipiente, el grueso de la población, incluso los profesionales de la industria, han tenido muy poco contacto con la investigación; lo que significa que desconocen enormemente el terreno a recorrer.

Nuestras universidades tienen poquísimos científicos (cosa que hasta nos debería de hacer cuestionar que les llamemos universidades), incluso profesionales de carreras extremadamente técnicas, como las de la ingeniería, que se recibieron hace más de diez años pueden contar con los dedos de una mano la cantidad de científicos con los que se cruzaron a lo largo de sus años en la universidad.

Como si esto no fuera suficiente, es una malísima idea entregar decisiones sobre la política científica nacional a sectores que pueden tener claros conflictos de intereses con los de la búsqueda del conocimiento.

¿Acaso no es obvio que el sector empresarial puede no estar muy contento con una investigación cuyo objetivo sea verificar si la carga tributaria en el Paraguay está distribuida adecuadamente?

¿No es obvio que los industriales van a sentirse muy tentados a favorecer de sobremanera la financiación de investigaciones de aplicación inmediata a sus industrias por sobre investigaciones que pueden mejorar el país en 50 años, cuando tal vez ellos ya no estén?

Se corre, por ejemplo, el riesgo de dejar la política científica en manos de gente con tendencia a infravalorar investigaciones básicas, porque no entiende que la investigación básica es fundamental para países como el Paraguay.

Es corriente que gente ajena al mundo científico crea que los países en vías de desarrollo deben invertir en investigación de rápida aplicación y que deben dejar la investigación básica a países ricos. El razonamiento errado por detrás de esta idea es similar a la “avivada” descripta más arriba.

Nada podría ser más distante de la realidad. Para empezar no hay cómo desarrollar aplicaciones sin fuertes conocimientos básicos bien actualizados. Segundo, mucho de la investigación básica puede hacerse de manera teórica o con experimentos de menor costo que la más aplicada.

Entonces, es más fácil posicionarse como competidor internacional en capacidad de cooperar con otras instituciones si uno desarrolla estas áreas fundamentales. Por ejemplo, la construcción de modelos matemáticos sale más barata que la construcción de túneles de viento.

-¿Qué responderías a quienes sostienen que un científico no puede conducir el Conacyt porque entraría en un conflicto de intereses?

Necesitamos especialistas en el consejo para que estos puedan debatir con propiedad las prioridades en la búsqueda de conocimientos. Necesitamos gente que está dispuesta a estudiar verdades aunque estas no sean agradables de escuchar, sin tendencia a proteger cuestiones que pueden ser incómodas para otros gremios.

La gente que vive de descubrir verdades porque considera que la verdad tiene valor en sí misma es precisamente la que se dedica a la ciencia. Hay gente extremadamente brillante en la ciencia, que podría haberse hecho muy exitosa económicamente si volcaba sus esfuerzos a lucrar, pero prefiere dedicar su vida a la búsqueda de la verdad.

Ese es el perfil adecuado para la persona que conduzca un ministerio de ciencias y actualmente hay gente con ese perfil en el país.

Un cuestionamiento que leí a la postura que presento aquí, es que “no pueden los científicos evaluarse a ellos mismos”. Se argumenta que deben ser externos los evaluadores y por eso supuestamente está bien que el Conacyt sea dirigido por empresarios. Esto es totalmente falso.

El consejo determina y ejecuta la política científica, no es que el consejo se lee todos los proyectos y decide sobre cada uno. La evaluación normalmente involucra a observadores externos bien calificados, y si por acaso un científico tiene un potencial conflicto de intereses en alguna decisión, simplemente se exime de ese rol de evaluador para ese caso.

El sistema de evaluación por pares no es algo improvisado, es lo que se hace en el resto del mundo.

Otra cosa que escuché es que ya antes un ingeniero lideraba el Conacyt, no un científico, y nadie se quejó. Y es cierto, pero eso no significa que haya sido lo correcto o lo mejor. El Ing. Luis Lima lideró el Conacyt y hasta donde sé no tuvo gran rechazo de los científicos. Supongo que por su estilo conciliador de liderazgo, Lima mantuvo el respaldo de la comunidad científica, pero es hora de que los industriales den paso a los especialistas allí.

-¿Qué le dirías a alguien que busca frenar ciertas investigaciones porque sus resultados pueden no ser de su agrado?

Le diría que su actitud es similar a la de un niño que se tapa los propios ojos para que los demás no lo vean. Ignorar la verdad no elimina los hechos. La actitud necesaria es la de afrontar los hechos y buscar las mejores alternativas para el futuro, considerando toda la información de la que es posible disponer en el presente.

Además de los investigadores, los estudiantes universitarios también se manifestaron frente al Conacyt. (Ciencia del Sur)

* Carlos Galeano Ríos es matemático e investigador. Es ingeniero electromecánico por la UNA y tiene un PhD en matemática y un MSc en matemática computacional y modelado matemático por el IMPA de Brasil. Fue research associate en la Universidad de Bath, Inglaterra y actualmente se desempeña como research fellow in fluid dynamics en la Universidad de Birmingham del Reino Unido.

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5 COMENTARIOS

  1. Excelente artículo Dr. Rios! La generación de conocimiento propio para el desarrollo científico y tecnológico de un país, debe sin lugar a dudas estar en manos de quienes conocen los códigos de las diferentes áreas de ciencia, ser capaces de fortalecerlos y promover su integración, porque es en la interfase de esas áreas donde el conocimiento se genera más rápidamente y asume características disruptivas. Ese momento es ahora!

  2. Veamos el caso de la CRNS de Francia. Encontramos en su pagina web:»The CNRS has been led by scientists since the word go. This form of governance allows it to devote all of its resources to research… and to demonstrate its innovation capacity in terms of ethics and professional equality.» Además explican «The Management Board is the CNRS’s decision-making body. It firstly includes the CNRS President and CEO, who is a member of the scientific community, and is appointed by the Council of Ministers upon a proposal made by the French Minister of Higher Education and Research. » http://www.cnrs.fr/en/cnrs

  3. Veamos el caso de la DFG de Alemania. El presidente del comité ejecutivo es profesor de Germanística Medieval de la Universidad de Munich, es decir un experto en humanidades. Todos los miembros del comité ejecutivo son investigadores. Todos los miembros de la asamblea de entidades miembro de la DFG son investigadores representantes de universidades y/o centros de investigación sin fines de lucro. No hay un solo empresario, sojero o miembro del clero. https://www.dfg.de/en/dfg_profile/statutory_bodies/executive_committee/members/strohschneider/index.html

  4. Excelente el artículo, sin lugar a dudas es un científico, el que debe dirigir las políticas públicas en lo que refiere a las investigaciones que se deben realizar en el país. Esto a fin de lograr aporte que ayuden al desarrollo del país. Es condición sine qua nom la investigación básica para realizar la investigaciones aplicadas. Con la idea de que las investigaciones básicas lo deben realizar los países del primer mundo y, los del tercer mundo solo las aplicadas, se puede suponer que existen directivas de algún lugar… que solo buscan socavar la incipiente investigación en el Paraguay; y obviamente llevar a una forma de coloniaje en el ámbito de la investigación que a su vez nos mantenga en el atraso, el no desarrollo. Quienes son los que le marcan la agenda país a los que tienen decisión de poder en el país?. Porque hasta ahora se empeñan en propiciar el atraso del país…., con las decisiones que toman…

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